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ㅡ¡No! ㅡChillamos Amy y yo al unísono. Pues estábamos viendo una película, y el personaje principal acaba de morir.

Amy comienza a llorar. No puedo creer que mi amiga sea tan sentimental. Bueno, yo soy sensible, pero cuando se trata de películas, creo en mi mente la idea que no es real y nunca termino llorando.

Cuando por fin acaba me levanto y apago la televisión.

ㅡEstuvo buena ¡Milene jugaste con mis sentimientos! ㅡMe dice tirándome un cojín del sofá.

En respuesta le tiro otro cojín, pero como soy tan mala con la puntería choca con un florero, ocasionando su caída, rompiéndose en miles de pedacitos.

ㅡ¡Milene! Era mi favorito ㅡGrita mi mamá presentándose en la sala.

ㅡY el único ㅡApoya mi amiga.

Gracias...

ㅡSeñoraaa estuve pensando ¿Puede darle permiso a Milene para ir a una cena familiar?

ㅡ¿Qué? ㅡIntento preguntar de qué esta hablando, pero mi mamá responde.

ㅡClaro que sí.

ㅡLo malo es que es hoy ㅡDice Amy poniendo una cara de perrito abandonado y juntando ambas manos.

Mi mamá sonríe y acepta.

Intento golpearme. Sin creer aún lo que dio como respuesta.

¡¿Dónde está mi mamá?! ¡Qué hizo esta mujer con ella! Definitivamente algo está mal; hace tiempo atrás me prohibió las salidas de amigos por bajas calificaciones ¡¿Y ahora no?!

ㅡGracias señora ㅡDice Amy abrazándola y yo sigo en shock hasta que Amy me golpea con su codo y susurra ㅡ¡Agradece tonta!

Parpadeo y agradezco, pero sin estar en la tierra aún.

ㅡ¿Cómo lo hiciste? ¿Una cena? Nunca me comentaste ¡Oh no! ¡No tengo ropa! ㅡMusito alterada.

Amy ríe.

ㅡCállate das muchas vueltas.

Revisa mi armario y empieza a tirar los tres únicos vestidos sobre mi cama. Uno es el que usé en la fiesta de Natasha, el otro es el que Lyla me obsequió para la fiesta sorpresa de Amy y el último ya ni me acuerdo.

Amy niega. Mientras yo sigo pensando en que tiene una extraña adicción por los vestidos porque ¡vamos! Yo hubiera podido ir con jean y una blusa.

ㅡCreo que vamos a tener que ir a mi casa. Llama al guapetón de tu tía ㅡSonríe entregándome mi celular.

Marco su número y enseguida me contesta.

ㅡ¿bichito?¿Esta todo bien?

Es lo primero que dice ya que nunca lo llamo y siempre recurro a los mensajes de texto o chat.

ㅡ¡Pat! Sí, todo bien. Oye... ¿Podrías venir a casa? ㅡPregunto con voz angelical.

ㅡClaro. Mañana iré a visitarte.

Ruedo los ojos.

ㅡAhora.

ㅡNo Milene. Tengo algunos trabajos...

Amy me quita el celular y no logro escuchar lo que le dice. Cuando termina me devuelve el celular murmurando "¡que obediente!"

Mientras pasa el tiempo empezamos a peinarnos. No hago preguntas sobre la cena de Amy. Seguro terminará a las 10. Me dará el tiempo para volver y terminar los afiches.

Media hora después la bocina del auto de Patrick suena en la calle. Ambas salimos a toda velocidad no sin antes despedirnos de mi madre.

ㅡ¡¿Acaso no íbamos a...

ㅡNo. Ahora no.ㅡInterrumpe Amy a Pat quien comienza a fruncir las cejas.

Subimos a su auto y nos ponemos el cinturón de seguridad, pero Patrick no enciendo el auto.

ㅡVamos Pat. No seas amargado. Tenía que mentirte; era necesario. De otra manera hubiéramos tenido que usar el transporte público y tu sabes los peligros que hayㅡExplica Amy cruzándose de brazos.

ㅡLa próxima no vuelvas a hacerme salir del trabajo con una mentira, no...

ㅡ¿Te he dicho que eres el mejor de todos? ㅡInterrumpe mi amiga, sonrojando a Pat.

Niega.

ㅡPues quizás te lo diga alguna vez ㅡLe guiña el ojo derecho.

Pat nos lleva a la casa de mi mejor amiga. Por suerte logramos convencerlo de ser nuestro chofer por esta noche aunque a duras penas aceptó.

Elegimos la ropa que usaremos en la noche y Amy empieza a modelar con su vestido. Lo único que me sorprende es que no hay nada preparado en la mesa para la cena familiar de mi amiga así que decido preguntarle.

Ella parece nerviosa y sonríe.

ㅡNo es en mi casa. Vamos ㅡToma mi mano y bajamos las escaleras. Lastimosamente choco con la madre de mi amiga.

Torpe...

ㅡLo siento señora.

ㅡNo te preocupes tesoro ㅡDice la rubia madre de mi amiga.

ㅡNos veremos en la cen...

ㅡAdiós mami ㅡMe interrumpe Amy empujándome hacia la salida.

Subimos nuevamente al auto de Pat y Amy le da una dirección que no logro escuchar.

Las luces hacen de la ciudad muy luminosa esta noche. Muy pocas veces salgo de casa así que no soy testigo de las espléndidas calles.

Bajamos al frente de un restaurante...

Busco información en el rostro de mi amiga.

ㅡSorry. Pero necesitaba compañía.

ㅡ¿De qué....

Me interrumpe estirándome del brazo para ingresar al restaurante sin despedirse de Pat.

ㅡ¡Es el cumple de Nate!

Enarco una ceja.

AY NO. Esto sí que está mal. Ni siquiera debería estar aquí.

ㅡAsh Milene. Nate se comporta como tarado. Ayer tuvimos una discusión sobre mi próximo cumpleaños y dijo que me regalaría un pase para ir a un salón de belleza y... haga lo que ¡Yo quiera! ㅡGrita de emoción porque sí ella ama ir de salón en salónㅡ ¡Pero yo quiero teñirme el cabello verde! Y él no y sí es algo estúpido porque él mismo me dijo que haga lo que quiera y ahora viene a contradecirme ㅡRueda los ojos mientras cruza sus brazosㅡ Así que como hace un mes me invitó a su cena familiar de cumpleaños y decidí traerte a ti, porque sé que las cosas no están bien contigo y él. Además que nos discutimos; llámalo venganza.

Saluda a unas chicas.

ㅡOye pero... le mentiste a mi mamá.

Deja de hablar con las chicas.

ㅡNoup Milene. Prácticamente es una cena ㅡExplica señalando el lugar.

ㅡPero no de tu familia ㅡAclaro.

Sonríe maliciosamente.

ㅡNo te dije que Nate y yo terminamos. Así que, prácticamente es mi familia o bueno... así me dijo su padreㅡDice riendoㅡ ven vamos a saludar. De paso te presento a mis suegritos.

Ignoro cómo denomina a los padres de Nate y avanzamos hacia los sillones donde los mayores están sentados conversando animadamente y dos niños de hermosos ojos azules juegan. Awww

Mi amiga se acerca al señor de estatura media y ojos azules oscuros. Un momento... es el padre de Nate. Lo reconozco por su típico buen humor y claro porque Nate me lo presentó.

ㅡ¿Cómo está señor Williams? ㅡSaluda Amy.

ㅡSeñorita Raldoom. Es un gusto volver a verla ㅡSe dan un apretón de manos y luego se dirige a míㅡ ¿Señorita Milene?

Asiento un poco sonrojada. Porque no es común que se recuerden de mi nombre.

ㅡBuenas noches ¿Cómo está? ㅡSuelto con voz tímida.

ㅡExcelente, gracias. Ya llegará mi hijo.

Como si quisiera verlo.

Claro que quiero. Pero no aquí...

Vuelco hacia atrás para perder el contacto visual con el padre de Nate. Sin embargo me arrepiento. ESTO EMPEORA LA SITUACIÓN.

Hubiera preferido encarar al señor Williams que al chico de camisa celeste y pantalones negros... aunque ahora hay algo diferente en él y no lo digo porque no lleva sus anteojos... son sus ojos azules oscuros, tan oscuros como el mar pero que ésta noche brillan con mucha intensidad. Como en aquel día en que me pareció ser yo la causa de su brillo.

Era el chico con quien algún día me llegué a encariñar... el chico al que llamé mejor amigo.

Nate Williams...