Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Roto

Yo me giré y caminé hacía la puerta, pero antes de abrirla puerta, escuché otra vez el crack, prendí la luz y vi la habitación y vi una pequeña grieta. Yo me acerqué y la toqué y de repente, empezó a salir el líquido negro y la grieta se hizo más grande; yo salí corriendo de la habitación y cerré la puerta, luego de eso todas las paredes se empezaron a salir grietas que soltaban, grandes gritas. Corrí lo más rápido para poder salir, pero no lo logré y las paredes me cayeron encima. Por suerte no me morí, quedé atrapa entre los escombros, por suerte había un camino que podía seguir si me arrastraba, cosa que hice, ya que no podía hacer nada más. Me arrastré un rato, hasta que pude ver una luz, yo me acerqué a la luz, era un pequeño hoyo que no podía caber, pero podía ver por ahí y pude ver a un chico llorando en su cuarto.

- ¡Ayúdame! ¡Estoy aquí atrapado! – la persona siguió llorando.

Yo saqué mi brazo por el hueco, intentando que me viera, pero eso no paso, no me vio, ni me escucho; intenté hacer el hueco más grande para poder salir, empecé a sacar algunos escombros para hacer más grande el hueco, pero lo único que hice fue hacer que se cierre el pequeño hueco.

- ¡Ayuda! – no escuché nada del otro lado y tampoco podía ver nada.

Yo me seguí arrastrando por el lugar, no podía hacer nada más, era tan estrecho que no podía girarme ni voltearme, solo podía ir hacia adelanté. Me arrastré un buen rato, el lugar se ponía cada vez más oscuro y mucho más raro, empezaba a escuchar pequeñas voces que no podía entender que decía, pero podía escucharlas perfectamente. Luego de unos segundos, escuché pasos detrás de mí, pasos que se acercaban a mí, yo no podía ver hacia atrás, pero estaba seguro que me los imaginaban. Seguí arrastrándome, hasta que me empezó a caer algo en la cabeza, un líquido, se sentía viscoso y frio, muy frio. Yo me arrastré más rápido, para no ahogarme con ese líquido, sentía miedo, aunque no sabía porque, sentía que alguien me seguía, sentía que algo estaba detrás de mí, arrastrándose, esperando el momento perfecto para atacarme. Volví a ver una luz y escuché una voz, una voz bastante alejada; me acerqué hasta la luz y podía ver a una persona de espaldas, golpeando una pared con sus puños, gritando, con ropa de mi colegio.

- Maldita sea – él siguió golpeando la pared con fuerza – ¿Por qué no soy normal? ¿Por qué nací roto? ¿Por qué no puedo hacer que me vean? – el hueco era más grande que el anterior, pero pequeño para salir, ni si quiera podía sacar la cabeza por el hueco.

- ¡Ayuda! – él chico se movió, miro para atrás y vi su cara, era Javier - ¡Javier, ayúdame! – él miro alrededor, pero no me vio.

- ¿Manuel? ¿Dónde estás? – él miro por su cuarto, pero seguía sin verme, sin saber dónde estás.

- atrapado, aquí – yo asomé mi mano – ayúdame.

- esto no es real, no puede ser real.

- si soy real y estoy aquí.

- tú no eres real, no deberías ser real, ni te veo.

- pero yo a ti sí, estoy sacando mi brazo.

- no eres real, tú no eres real, tú no eres real ¡No eres real! – escuché como una puerta se abría y se cerraba con fuerza.

Yo volví a entrar la mano y vi por el hueco, Javier se había ido, yo vi la pared, había mucha sangre con un hueco en la pared, se había hecho mucho daño en las manos golpeado la pared, yo me preocupé por él, pero no podía hacer nada, más que arrastrarme hacia adelante. Me arrastré de nuevo, las voces se hacían más altas, pero seguía sin entender que decía, decía puras letras al azar, me iban a volver loco. Volví a ver otra luz a mi izquierda, como las anteriores, yo me acerqué y vi por el hueco, era una habitación oscura, bastante oscura, no se veía nada y el hueco era demasiado pequeña para pasar por ella. Miré atentamente la habitación y vi a alguien, quieto en la oscuridad.

- ¡Hey, estoy atrapado! – la sombra estaba quieto, la veía respirar, pero no hacía nada.

- estoy solo, estoy roto, desde el inicio nací roto, nací con un destino, estar solo, en la oscuridad – él chico se levantó – pero el show debe continuar, aunque esté roto, hay personas igual de rotas o peor, eso significa que no soy especial, no soy persona, soy menos que una persona.

- no estás solo, estoy contigo ¡Ayúdame! Y te prometo que no vas a estar solo nunca más.

- ni si quiera soy persona, ni si quiera somos reales, no somos importantes.

- por favor, estoy atrapado.

- sigue adelante y verás la luz al final de túnel, pero eso solo cuenta si eres normal.

- ¿Me vas a dejar aquí atrapado?

- a mí me dejaron solo, si la vida te da por culo, dale por culo a la vida, además no te puedo ayudar, no puedo ayudarte – se escuchó algo caer – ahora vete, proto todo se pondrá peor, se ca a quebrar.

De repente, el suelo en donde yo estaba, se cayó y yo caí, por suerte caí en agua, por alguna extraña razón. Yo subí rápidamente para arriba para respirar, cuando lo hice, vi que me era imposible volver a donde estaba. Miré para abajo y vi que todo estaba muy alumbrado, debajo de mí había luz, así que me sumergí en el agua y miré a mi alrededor, como pude, vi que estaba en una habitación, creo que la mía, pero no estaba seguro; vi una puerta, yo nade hacía la puerta y la intenté abrir, pero era imposible. Dejé de intentarlo y me fui hacía arriba a respirar, tome varios bocados de aíre y volví a sumergirme, busqué por toda la habitación y no encontré ninguna otra salida, no había una ventana y lo único llamativo que tenía la habitación era su closet que era gigante, yo me acerqué y lo abrí, vi un gran hueco, un gigante hueco donde podía caber, pero cuando quería acercarme, un cadáver apareció delante de mí, yo grité y solté todo el aíre que tenía adentro, tuve que volver a respirar. Me quedé un momento arriba, primero respiré agitadamente y luego de un tiempo me calmé, me llené de valor y me sumergí. Nadé lo más rápido que pude, aparté un poco el cadáver y lo vi por un momento, no sabía con exactitud quien era, pero se parecía a Javier, aunque tenía la nariz un poco más grande y el pelo de color diferente, pero era casi igual a mi amigo; yo atravesé el hoyo sin ningún problema y vi un pasillo largo, muy largo y bien iluminado, pero ningún lugar donde pueda respirar. Seguí nadando por el pasillo, que parecía ser un pasillo de hotel, yo nadé hasta que arriba de mí vi una luz, yo nadé hacia arriba y vi un pequeño espacio donde podía respirar. Respiré un par de veces y miré a mi alrededor, vi un pequeño suelo donde podía descansar, yo me acerqué y me subí, luego me acosté y descansé por unos minutos.

- maldigo esta sociedad – miré el hueco donde venía la luz y vi unos pies caminando de un lado a otro – no sé puede ser heterosexual, no se puede ser colombiano, alemán o ruso, siempre hay alguien que te rechaza, no puedes ser negro, no puedes ser blanco, no puedes ser feminista, no puedes no ser feminista, no puedes hablar porque alguien se ofende, porque alguien no está de acuerdo contigo – los pies se detuvieron – no me puede gustar algo diferente, todos tenemos que ser iguales, o seremos olvidados, o nos desecharan y nos ignorarán, si tenemos suerte, porque también nos pueden pegar por nuestros gustos y es estúpido, no estamos en posición de estar unos contra otros, es momentos de unirnos, unirnos para mejorar el mundo de mierda, donde algunos son mejores por su aspecto o gusto, tenemos que unirnos y hacer un mundo justo, un mundo justo de verdad y dejar de separarnos por secciones, dejar de dividirnos con banderas, dejar de preocuparnos por cosas pequeñas, tenemos que hacer lo correcto, lo necesario, para que el mundo no sea más mierda de lo que es, si queremos mejorar este mundo, dejaremos de pensar como franceses, rusos, homosexuales, transexuales, tenemos que pensar como terrarios, todos somos iguales o deberíamos ser iguales por que nacemos en el maldito planeta tierra, único planeta hasta ahora conocido que tiene vida inteligente o único planeta que podemos vivir – la persona se fue, lo sé porque los pies desaparecieron y se escuchó una puerta abriéndose y cerrarse.

Yo intenté poner una mano en el hueco, pero estaba bastante alejado y no podía alcanzarlo. Me volví a bajar y me sumergí en el agua, pero cuando lo hice me llevé una sorpresa, las luces estaban apagado y el pasillo había cambiado, parecía el de un hospital bastante sucio. Yo volví a nadar lo más rápido, al frente de mí había una puerta de ascensor; al final llegué y presioné el botón más alto que había. El ascensor empezó a subir y mientras subía, el agua se iba y al final el ascensor se quedó sin agua. Yo respiré muy rápido, unos segundos más y me hubiera ahogado, sentía que mi vida se me escaba por la boca, pero por suerte eso no paso. Las puertas se abrieron y vi que todo estaba derrumbado, pero por suerte había un pequeño hueco donde cabía, estoy empezando a creer que todo esto está planeado y que estoy los planes de alguien o de algo; yo me agaché y me metí en el hueco y me empecé a arrastras hacía adelante. Me arrastré un largo rato, el hueco era demasiado oscuro y no se podía ver nada, solo podía sentir y escuchar, aunque solo escuchaba el silencio, un silencio mortal, un silencio que me ponía los pelos de punta, pero es mejor que escuchar voces o pasos detrás de mí. Luego de unos minutos, vi una luz, me arrastré lo más rápido que pude y miré por el hueco, hueco que era grande, pero no lo suficiente como para que yo quepa.

- ya llevo seis semanas desde el accidente y cada día es peor – yo me asomé por el hueco y vi a Javier triste, muy triste.

- ¡Javier! ¡Ayúdame por favor! – él miro a su alrededor, asustado.

- ¿Manuel? ¿Estás aquí?

- sí, estoy atrapado – Javier se quedó quieto, mirando una pared, pero sin verme.

- bueno, ya que estás aquí, quiero que me digas una cosa ¿Tú crees que alguien que te lastima merece morir? – esa pregunta me saco pego, me dejo sin palabras, no supe que contestar en unos segundos y tuve que esperar a que mi cerebro reaccionara.

- ¿No? ¿Qué? ¿A quiénes? – Javier se río.

- a los que más me lastimaron, a las escoria.

- pues, si son malas personas, merecen sufrir, lo que me refiero es que no dejes que te hagan sufrir, como tú me dijiste, defiéndete, no dejes que te peguen.

- pero ¿Merecen morir? ¿Merecen ser torturados hasta la muerte? – eso me puso los pelos de punta.

- no, no merecen eso, eso es extremista, aunque te peguen, solo defiéndete, no más, no tienes que matarlos, ellos son como tú, solo, no hagas una estupidez así, todos pueden cambiar, no con cariño, pero pueden cambiar, le puedes dar una segunda oportunidad y si te fallan, le pegas un maldito puño en la cara y lo perdonas, si te falla una tercera vez y vuelve, le pegas en los huevos o le rompes un diente y si te vuelve a fallar, ya no más, con tres veces para mi es el máximo.

- gracias por escucharme, pero le he dado miles de oportunidades y ellos me fallan, ellos no me han ni si quiera son malas personas, no me quieren lastimar a propósito, no saben que me lastiman, que me hieren.

- entonces no son malas personas, no es su culpa, si no te lastiman a propósito, no merecen que sufran, solo, lárgate de ese lugar tóxico.

- quizás deba hacerlo, pero es tarde, la escoria crea más escoria – él se levantó – ahora nos vemos.

- ¡Espera! ¡Estoy atrapado aquí! ¡Sácame! – él sonrió un poco.

- ¿Cómo lo haré si no te veo? Te oigo, pero no te puedo ver, no te veo – él salió de la habitación.

- ¡Javier! – vi la puerta esperando a que se abriera, pero no paso, seguía cerrada.

Yo deje de mirar la puerta y acepte que no volvería, seguía adelante arrastrándome y no paré, no lo hice, hasta que escuché una voz, una voz que me dio tanto miedo que me detuve por miedo. Miré hacia adelante, esperando a que alguien apareciera arrastrándose, para matarme, pero no paso, nada paso, pero igual me quedé quieto por si acoso, hasta que me armé de valor y seguí, seguí arrastrándome. Luego de unos segundos, escuche voces, voces que me decía bueno para nada, decían no era normal y jamás iba a ser querido, que iba a morir solo, en la oscuridad; a mi no me importo mucho esas voces y me arrastré, rápido, tenía la idea que alguien me iba a agarrar. Al final vi una luz al final del túnel. Llegué hasta ahí y me salí del hueco, cuando lo hice, el túnel se había colapsado y no había manera de volver; yo miré a mi alrededor y vi que era mi habitación, pero había tres cosas diferentes. La primera es que varias de las paredes tenían grietas, grandes grietas, donde salía el líquido negro, también el líquido negro había subido y llegaba hasta las rodillas; lo segundo era que el muñeco que estaba en la cama, estaba roto, ya no tenía cabeza, no tenía las manos y le faltaba los pies, solo le quedaba la ropa y el torso. Y por último y quizás lo más importante, había un pedazo de espejo en el escritorio; yo caminé con dificultad, por culpa del líquido negro, agarré el pedazo del espejo y lo puse, ahora solo me queda una última pieza, y termino con todo esto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro