Aquel episodio donde Yoongi lo había golpeado sin razón alguna, aunque Yoongi dijera que había sido para que se le quite lo "Marica" había dejado al pobre Jimin lastimado tanto física como moralmente. El chico no podía creer que su propio hermanastro lo haya golpeado de tal forma y nunca le pidió una disculpa. Por eso Jimin al llegar a su casa había entrado a sacar el equipo de sonido que tanto amaba Yoongi y lo había tirado desde la ventana de su habitación.

Cuando Yoongi llegó y se encontró tal escena fue directamente donde Jimin comía tranquilamente con su madre la señora Park.

     —¿Que hiciste Jimin? —Gritó causando que su madrastra se asustara y dejara caer su tenedor. —¿A caso te volviste loco? —Yoongi empuñaba sus manos con furia.

Pero Jimin ni si quiera se inmutó, más bien seguía comiendo con tranquilidad.

     —Yo nada —El castañito menor se encogió de hombros sin darle importancia.

     —Sabes perfectamente a lo que me refiero mocoso, ¿Cómo pudiste? ¡Sabias que ese equipo era importante para mi y ahora esta destruido! —Jimin fingió sorpresa.

     —¿Destruido? ¿De verdad hermanito? ¿Quién habrán hecho tal cosa?

Yoongi estaba que le hervía la sangre, el mocoso se estaba pasando de listo.

     —Por favor Jimin no te hagas el sorprendido eres el único que haría algo así.

     —¡Basta! —La señora Park se levantó de pronto y dio con las manos un golpe duro contra la mesa, esta vez Jimin si dio un brinco en su silla. —Si mi Jiminshi dice que él no fue, entonces él no fue. —La mujer Enfatizó esto último.

     —Pero...

     —¿Por qué siempre culpas a tu hermano de tus problemas Yoongi?

     —¡El no es mi hermano! —Yoongi tenía furia contenida.

Los pasos de unos tacones resonaron por el lugar y todos voltearon a ver. La madre de Yoongi con un elegante vestido azul marino y su cabello recogido caminaba hacia ellos.

     —¿Que pasa?

     —Mamá, Jimin destruyó mi equipo de sonido.

     —Que Jimin no fue, no busques culpables aquí niño.

La señora Min se colocó detrás de Yoongi y puso sus manos en Los hombros de éste. —Tranquilo Hijo te compraré otro, ve a ponerte elegante papá tiene una cena importante y la familia debe estar presente...

Se dio la vuelta y luego volteó a mirar a la otra mujer. —Y cuando digo  la familia, me refiero a la legal, la que sale en sociedad a dar la cara... tu puedes quedarte bebiendo vino como siempre.  —Alzó la voz para que la madre de Jimin la escuchara.

     —¿Crees que me interesan esas estúpidas cenas?

     —Oh por supuesto que no... tu sabes muy bien que no tienes estilo ni clase para este tipo de cosas querida.

Luego se dio la vuelta de nuevo y desapareció por un largo pasillo.

Yoongi fulminó con la mirada una última vez a Jimin y se fue.

Jimin se quedó inmóvil ahí en su silla con su guiso a medio comer. ¿Se habría pasado esta vez? Al sentir de nuevo los golpes en sus costillas,  recordó el motivo de todo ese alboroto y pensó que Yoongi si se lo merecía.

     —¡Maldita sea! —La voz de su madre lo sacó de sus pensamientos. —Maldito tu padre... ¿Por qué  sólo a ellos los lleva a esos eventos importantes y a nosotros no?

     —¿Será porque, no soy su hijo y nosotros solo somos los recogidos?

La madre de Jimin lo tomó con fuerza por la muñeca  —¡No te atrevas a decir eso Jimin, nosotros tenemos tanto derecho como ellos! ¡Debes ser mejor! ¡Debes superar a Yoongi en todo! Debes ganarte el respeto de tu padre...

El pequeño Jimin se soltó como pudo del agarre de su madre, lo estaba apretando muy fuerte que tenía ya un surco rojo en la muñeca.

     —Si madre, ahora con tu permiso iré a hacer mi Tarea, Taehyung vendrá más tarde.

Se levantó y se encaminó a su habitación, cuando su madre se ponía exigente prefería estar lejos, y también cuando acababa de tener algún tipo de roce con la madre de Yoongi como ahora, ya que siempre remataba con él. No tenía clara esa obsesión de su madre por que siempre superara a su hermanastro en todo. Él solo quería ser un adolescente normal, volver a ser mejor amigo de Yoongi y vivir tranquilamente.

Entro a su habitación y cerró la puerta, luego se arrepintió de ello ya que su visión quedó obstruida por un cuerpo grande que lo había pegado por completo inmobilizandolo contra la puerta.

     —Y-yoongi suéltame.

Su hermanastro lo tenía fuertemente agarrado. Podía sentir su respiración sobre su cara muy cerca.
  
     —A mi no me tienes que engañar mocoso, aunque mi mamá me compre otro equipo, tu vas a pagar por el que destruiste.

     —¡Tu comenzaste! Me me has golpeado muy duro...

     —Awww ¿bebé Jimeno va a llorar? ¡Buuuaa buuua! —Yoongi acercó más su rostro al de Jimin quien comenzó a derramar lágrimas de dolor.

     —¿Qué te hice? Solo estaba con Tae Tae...

     —¿Tae tae? ¿La pareja de mariquitas ya tiene apodos? —Una mano de Yoongi se cerró con fuerza en el cuello de Jimin.

     —¿A- a caso estas ce-celoso?

Yoongi se sorprendió ante las palabras del menor. ¿Celoso él? Él no era Gay... ¿Por qué habría de? Solo recuerda la furia que sintió al ver a su hermanastro sonriendo de la mano con el otro niño. Sujetó  una de las manos de Jimin y la pegó justo arriba de la  cabeza del menor en la puerta y pego más su cuerpo al del chico para que dejase de moverse.

     —Estás completamente loco idiota.

Yoongi al estar  más cerca pudo sentir el aroma a dulce de su hermanastro, Jimin siempre había olido a dulce.  Cerró los ojos y Por un momento pudo recordar cuando dormían abrazados en sus camas durante la tormenta. Recordaba los bracitos de Jimin aferrarse a él.

No pudo evitar acercarse y sin querer sus labios rozaron el cuello del menor.

     —¿Q-que haces?

Yoongi abrió los ojos confundido, se había dejado llevar por sus emociones y el olor a dulce del menor. Lo soltó con furia, y luego le miró el morado que tenia Jimin en su muñeca.

     —¿Quién te hizo eso? —Señaló con su pulso acelerado.

Jimin trató sin éxito de tapar con la otra mano donde su madre lo había lastimado. —N-nadie...

Yoongi agarro a Jimin por la muñeca y examinó la piel del menor detenidamente. Luego lo soltó de nuevo.

     —¡Imbécil! —Dijo y luego se fue de la habitación del menor.

Jimin se sobó el morado en su muñeca, no entendió si las palabras de Yoongi habían sido para él o para otra persona.

Se tiró a su cama y cerró los ojos, aún podía sentir los finos labios de su hermanastro tocar sutilmente la piel de su cuello y un escalofrío le recorrió por completo de pies a cabeza.

Jamás había experimentado algo así, era una sensación completamente nueva para él. Como una descarga eléctrica que lograba llegar hasta sus entrañas. Sin querer  con su mano temblorosa acarició el área donde los labios de su hermanastro lo habían tocado ligeramente. Recordó los golpes y la amargura lo volvió a invadir.

Estaba enojado con todo y por todo, Jimin siempre obtenía lo que quería así de fácil mientras que a Yoongi a pesar de ser el hijo legítimo le costaba demasiado. Y sin embargo, sentía que nada valía la pena.

En pocos días cumpliría 15 años y estaba pensando hacer una fiesta, su primera fiesta a decir verdad. Y aunque no tenía amigos pensaba invitar chicos de otros grados para pasar un rato agradable.

Sería una oportunidad perfecta ya que su "padre" y su "madrastra" viajarian al sur por motivos de trabajo y la casa quedaría para él porque su madre solía embriagarse hasta caer inconsciente. Sólo debía planear como deshacerse de Yoongi y su pandilla.