Capítulo IV
Jeffrey salió del salón del trono para darles un poco de privacidad al par de enamorados, pero, al mismo tiempo sentía que se estaba asfixiando. Nunca contempló que la dominación sería tan deprimente, desde la traición de Slenderman se sentía como un idiota y no sabía cómo deshacerse de aquel sentimiento. No debía haber dejado que el creepypasta fuese tan relevante en su vida, fue un error de su parte que ahora estaba pagando.
- Maldita sea. - se arrodilló apoyándose en uno de los pasillos de la fortaleza y dejó que su expresión tranquila tomara un gesto de ira y angustia.
- ¿Jeffrey? - la voz de Insane lo sobresaltó y alzó la mirada - ¿Quieres hablar sobre lo que te sucede? - el hijo de Zalgo solía ser distante, pero trataba de ayudarlo tanto como fuera posible.
El joven le extendió una que tomó rápidamente. Ambos se caminaron hasta el salón privado de Insane durante un par de minutos de absoluto silencio, hasta que en aquel lugar el joven fue incapaz de contenerse más y se sentó en un sofá rojo, para dejar que la fuerza en su cuerpo finalmente se desvaneciera. Soltó un suspiro y miró al techo, cansado.
- Esto es una ridiculez. No puedo creer que me sienta tan inútil. - Insane entendía a qué se refería.
- ¿Acaso sientes arrepentimiento de haber estado con él?
La pregunta le cayó como un balde de agua fría, inmediatamente quería contestar que sí, pero Slenderman significaba para él mucho más que sólo un tropiezo, había sido la persona con la que se había sentido en las nubes. Se arrepentía de haber sido engañado, pero también lo extrañaba, quería correr a su lado y decirle que volvieran a intentarlo, pero después se encontraban su orgullo y sentido común diciéndole, no, gritándole que habían roto los acuerdos no escritos que conllevan una relación. Se suponía que sólo se tenían el uno al otro como una pareja romántica. Y por otro lado aún no entendía cómo podía quererlo más allá de sus propios límites imaginables.
- No. Pero me hubiese gustado que alguien me lo advirtiera. Quizás de ese modo no me dolería tanto en este momento. - soltó una pequeña risa sarcástica - O puede que de esa manera no hubiese imaginado un futuro con él, aunque sé que tengo algo de culpa, incluso puede que esta sea la mejor manera de romper antes de esta pesadilla apocalíptica que causé comience.
Insane se levantó y le hizo un ademán con la mano de que siguiera hablando mientras preparaba un par de bebidas.
- Es sólo que... al principio no lo quería. Todo era parte de la misión. Y no sé cuándo eso cambio. No sé cuándo cambié. Pero ahora sólo quisiera poder volver al momento en el que ambos nos sentíamos dichosos si estábamos juntos, si es que Slenderman se sintió alguna vez de la misma forma que yo. Creo que estoy haciendo este proceso mucho más complicado de lo que debería.
- Es parte del proceso de duelo que conlleva una ruptura, incluso si la tuya no está en los parámetros convencionales. Y entiendo la manera en la que te sientes. - le ofreció un vaso con una bebida azul brillante y el joven la tomó para darse cuenta que era un coctel - Pero nadie nos prepara para afrontar un corazón roto, mucho menos un engaño. Porque podemos ser seres del Inframundo hechos para engañar y ser engañados, pero cuando se trata de un plano romántico, puedo decir que somos idiotas, ingenuos y pésimos para lidiar con ello.
- ¿Cuándo estuviste en una relación romántica? - la pregunta para el heredero llegó de repente y puso en su rostro una mueca melancólica.
- Hace un tiempo. Estuve con un creepypasta también. - la expresión de sorpresa en la cara de Jeffrey no se hizo esperar - Me hizo sentir como su fuese el más importante del mundo, el más inteligente. Luego me hizo realizar un montón de proyectos que terminaron en fracaso, y cuando aprendió lo que quiso sólo se fue, aceptando en mi cara que nunca me amó. Y que fui tonto. Ya sabes, estaba sediento de amor y necesitaba que alguien me hiciera sentir más que "el heredero que nunca llegará al trono".
Jeffrey quiso preguntar mucho más, pero jamás se había cuestionado que Insane podría sentirse de esa manera, es decir, el hecho de que fuera un heredero significaba que algún día gobernaría el Inframundo, pero también debía admitir que Zalgo llevaba reinando por tanto tiempo que era imposible pensar en que eso cambiaría.
- Creo que todos estamos necesitados de amor. - pasó una mano por su cabello y dejó que su cuerpo se fundiera con la forma del cómodo sillón - Y por eso es tan fácil enamorarte de alguien que muestra interés en ti, que te rodea con sus brazos y te dice que le gustas, incluso que te ama. Es tan sencillo sólo adaptarse a ese bombardeo de amor. - no quería alejar su mirada del techo, porque le aterraba la expresión de Insane juzgándolo, sólo siguió hablando - Es tan sencillo adaptarse a los detalles y al amor que deseas que te den. Y es natural creer que aunque no se conozcan durante mucho tiempo la química es importante, que eso llevará adelante la relación. Eso no es cierto.
Ambos suspiraron. Sabían que era cierto y que ese tipo de amor romántico e instantáneo era muy idealista.
- Pero él te ama. Te dijo que te ama. Te demostró que te ama. - mencionó el heredero bajando la cabeza, observando al suelo, casi esperando que el suelo alfombrado le diera alguna respuesta - Y si te soy sincero creo que los engañaron. A los dos.
El joven de ojos azulados lo miró con confusión. Buscaba desesperadamente un indicio de la referencia a ello en su lenguaje corporal, pero no lo entendía. Insane finalmente alzó la mirada y le devolvió la mirada, se sorprendió de que la tristeza no le permitiera ni siquiera hacer una deducción tan simple.
- Me parece que los sabotearon. Igual que a Zalgo y Offenderman. ¿No te pareció extraño que su relación se viera afectada de manera tan repentina? Ni siquiera dejó espacio a que aclararan los malentendidos que hayan podido tener, ni que siquiera desquitaras toda esa ira sólo con él.
Jeffrey lo meditó durante un par de segundos. Parecía evidente y al mismo tiempo no lo había contemplado en absoluto.
- ¿Pero.... quién? ¿Por qué?
Insane bajó la mirada y mordió su labio ligeramente, de manera tan sutil y rápida que Jeffrey no pudo notarlo.
- Lo averiguaremos. - mencionó rápido, aunque él ya lo deducía.
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