Créditos a María

~Capítulo 9~

Estoy sentado, abrazando mis piernas, con la mirada fija. Han pasado dos semanas más y sigo vivo, deseo la muerte. Dos semanas más que sigo lidiando con las pesadillas. Dos semanas más desde la muerte de Olga. Dos semanas más de espera, pues antes tenía la ligera esperanza de que me rescatarían, pero no fue así. No les importo. Lo único bueno de todo esto es que Pitch ya no me ha torturado con esas maniobras de sufrimiento, solamente me ataca con pesadillas, y por el momento tengo en claro a quién odio. El sentimiento es mutuo. Esa persona se encargó de hacerme mierda la vida, de destrozármela, ¿y para que? Solo para llamar la atención y además, eliminarme de su vida. Que envidioso es.

Por fin he logrado ver el lado de él que todos dicen ver. Ese lado tan terrorífico, egocéntrico, poco humano y malévolo. Había sido tan ciego como para no haberme dado cuenta antes.

Estos últimos días, Pitch me permitió estar sin cadenas. Lo cual es bueno, pues mis muñecas están muy dañadas, me han sagrado un par de veces, pues el metal es muy pesado y está muy cerca de mi piel.

Afuera se empezó a escuchar voces, pero ¿de quién?. Oí que hablaban sobre algo, era Pitch sin duda. Acerque mi oído a la puerta y trate de escuchar todo lo que podía. Por suerte la conversación se oía clara.

-Ya sabes que es lo que debes hacer- dijo Pitch

-Si, pero dime ¿cuantos años tiene el muchacho?- preguntó una voz de hombre. Se oía que era un tipo como de unos 30 años

-17- respondió Pitch

-Bueno está bien, será ahora en la tarde ¿de acuerdo?

-Tu solamente haz tu trabajo, ya sabré recompensarte con lo que quieras. Soy Pitch Black, y puedo hacer lo que se me antoje. Pero, si te niegas a hacer este pequeño trabajo, te va a ir muy mal. En otras palabras, no sales de aquí con vida.

No se oyó nada más. Me quede pensando en toda la conversación, ¿hacerme que? No creo que Pitch haiga contratado a alguien para matarme, él puede hacerlo. Así que esa no es una opción.

Pasaron las horas y Pitch entro a dejarme la comida, no me dijo nada. Solo la dejo y se fue. Vaya que me había dado comida, al instante empecé a comer. Se sentía tan bien tener las fuerzas un poco renovadas. Me sentía un poco mejor.

Pasó una hora aproximadamente cuando empecé a escuchar que Pitch se acercaba junto con alguien más. Me preguntaba quién sería y lo más importante ¿porque motivo?. Finalmente abrieron la puerta y por fin logre ver a ese tipo. Era un tipo de mala pinta, se veía como de unos 40 años, me había imaginado que tendría 30. Estaba todo tatuado y cargaba un pequeño alfiler en el labio. Qué raro hombre. Además estaba pasado de peso.

Ese hombre traía consigo una pequeña mochila donde empezó a sacar varios objetos y cosas raras. Yo solo retrocedí muy confundido y asustado.

-¿El es?- dijo el hombre

Pitch asintió.

-No está feo- dijo el hombre pasando su mano por mi mejilla

Enseguida la retire asqueado.

-Uy perdón, solo era un halago muchacho

Todavía no entendía lo que estaba pasando.

-¿Derecho o izquierdo?- preguntó el hombre a Pitch

-Derecho

Mi cara de confusión era inigualable. ¿Acaso la gran idea de Pitch era que este tipo me violara? Pues que rara idea.

El hombre asintió y sostuvo mi mano obligándome a arrodillarme, pero yo me resistía. ¿Qué le pasaba a este tipo?.

-¿Que haces? Déjame

Pero él seguía jalando mi mano. Mire a Pitch confuso y se rió ante mi cara.

-Jack ya me canse de hacerte sufrir, esto será lo último que te haga. Prometo no volver hacerte nada

-¿Y quién me dice que cumplirás tu palabra?- dije molesto mientras seguía resistiendo el jaloneo del hombre.

-Yo siempre cumplo mis promesas, esto será lo último. Te lo juro

Pitch se me acercó y me obligó a agacharme. El hombre levanto la manga de mi sudadera hasta el codo, sigo sin entender que me van hacer. Trate de resistirme pero me tenían atrapado, Pitch me estaba sosteniendo el brazo, aún no asimilo todo esto.

-No entiendo que es lo que me harán, ¿acaso planean violarme?

Los dos se rieron.

-Que simpático el muchacho- dijo el hombre

-No Jack, nadie quiere hacerte eso. Ya te enterarás orita, ¿ya estás listo?- lo último Pitch se lo preguntó al hombre

Es ahí cuando comprendí todo. El hombre me iba a tatuar, ya cargaba con todo lo que eso ocupaba. Sentí miedo y terror, esto me iba a doler bastante.

-No por favor- dije mientras trataba de liberarme

Pero era inútil. La pistola que usa para eso ya estaba cerca de mi brazo. El hombre solo esperaba que dejara de moverme, pero yo no puedo permitir esto.

-¡Pitch escúchame! No me hagas esto te lo suplico, por favor no

El ni me volteo a ver, solo esperaba que eso punzante tocara mi brazo. Es como si hubiera estado suplicando que no me mataran, estaba lleno de miedo. Pienso que ninguna tortura se iba a parecer a esto.

Pegue el grito al sentir que esa cosa me perforaba el brazo. Es como si la piel me la jalaran. Grite como si nunca lo hubiera hecho y también llore con todas mis fuerzas.

¡Basta! Ya déjenme, decía entre mis gritos. Perdí la cuenta de cuantas veces suplique que se detuvieran.

Mi sufrimiento duró alrededor de media hora, y en todo ese tiempo no pare de gritar, llorar y suplicar que ya era suficiente.

-Pitch ya déjenme, ya no lo soporto- dije entre mis llantos

Los dos se reían en mi estupida cara. Ya no podía más, la piel la sentía horrible, sentía como si me la hubiesen jalado y hacían lo que quisieran en ella. No me imagino que me habrán hecho, o quizá me picotearon por diversión. Sea lo que sea lo que me están haciendo es muy cruel y despiadado.

Finalmente el hombre se detuvo y Pitch se levantó. Su cara de satisfacción me decía que estaba realmente contento por mi sufrimiento y que en verdad se había divertido.

-Listo, ¿te gusto?- dijo el hombre a Pitch

-¿Acaso usted se siente bien en haber hecho sufrir a un niño de 17 años? No tiene idea de cómo me ha torturado- le dije al hombre. Mis lagrimas no paraban

-Te quedo bien, buen trabajo. Y tú Jack guarda silencio- dijo Pitch, dicho eso se fue.

Estaba ahí tirado en el suelo, con el brazo extendido, no podía moverlo. Me sentía horrible, podía sentir como este me ardía. Pitch si se pasó con esto, no tuvo ninguna clase de piedad sobre mi.

Me sostuve con el otro brazo y trate de mirar que es lo que me habían hecho en mi brazo derecho. Sentí coraje, furia pero sobre todo muchas ganas de llorar. Este tatuaje no tenía perdón, no me podré quitar esto jamás. Si llego a salir vivo de aquí, lo cual dudo mucho...esto siempre me recordara el sufrimiento que viví aquí. Nunca perdonare a los que me hicieron daño. Nunca.

Lo que decía en mi brazo era:

Propiedad de Pitch