Créditos a María

~Capítulo 8~

Me siento destrozado. Una parte de mi dejo de tener sentido. No pude salvarla, Pitch la mato por mi culpa. Me siento terrible. ¿Y ahora quién me dirá que todo estará bien? ¿Quién se preocupara por mi? ¿Quién estará ahí para abrazarme? ¿Quién? La respuesta es sencilla: nadie.

Han pasado dos días seguidos y no he comido. Pitch no me ha hecho nada, no me ha torturado ni nada parecido. He caído en depresión por la muerte de Olga, el que la haiga visto morir enfrente de mis ojos me afectó mucho. No quiero hacer nada, ni comer ni nada. La tristeza invade todo mi ser.

-Bueno Jack, he contratado a una señora. Ella ya te hizo la comida y te la traigo para dártela

-No la quiero, no quiero nada que venga relacionado contigo

Frunció el ceño y me sostuvo fuertemente de las mejillas.

-Mira muchachito, vas a comer quieras o no. No es una pregunta

-Ya te dije que no quiero

Me dio una fuerte cachetada pero lágrimas ya no me salen. He llorado tanto la muerte de Olga que aveces me duele mucho la cabeza, además por la falta de comida.

-Entonces por las malas

Hizo lo mismo otra vez. Me obligó a comer la comida de una manera brusca como las otras veces. Pero esta vez no suplique que me dejara, solamente permití que unas cuantas lágrimas se derramaran. Se detuvo y miro que no tenía mucha reacción de sufrimiento. Yo solamente quería que ya me matará.

-Pitch, mátame por favor. Me hicieras un gran favor

-Vaya que ironía, quieres que te mate. Nadie me ha pedido algo así, todos me suplican que no los deje morir

-Pues mi caso es distinto. Mátame, yo la verdad ya no siento el dolor físico. Me la mataste, con eso me destrozaste. Ya no tengo un verdadero motivo para seguir con vida

-Puedo hacerle daño a tu familia...- lo interrumpí

-No me importa, yo quiero morir. No me interesa nada

El se ríe sin ganas. Baja la mirada y de nuevo me mira de forma burlona.

-Así que dices que el dolor físico ya no te afecta. Entonces no te afecta nada de lo que te haga, así que no hay de qué preocuparse

Mi cara de pánico haber sido única. Me entro una clase de miedo al saber que me volvería a torturar. ¿Qué será lo que tiene planeado?. De pronto fui soltado y las cadenas de mis manos desaparecieron. Retrocedí un poco y pude ver el látigo negro en la mano derecha de el. Todo menos eso.

-No Pitch, eso por favor no- dije asustado

-Pero tú dijiste que ya no te hacía el dolor, así que supongo que no debería molestarte si me divierto un rato

-Si pero todo menos eso, por favor. Ten piedad de mi, te lo pido- dije mientras sentía como el estómago se me revolvía al imaginar los azotes en mi espalda

-Yo no tengo piedad de nadie

Dicho eso empezó con su diversión. Los latigazos marcaron mi espalda, pude sentir como me volvía arder. El solamente se reía mientras yo lloraba y le gritaba que se detuviera, no me hizo caso. Me ignoro como de costumbre. No sé cuánto tiempo estuvo haciendo esto pero yo sentí eterno el tiempo.

-Ay el niño Frost no puede defenderse

-Ya basta- grite con todas mis fuerzas- Ya no lo soporto

Se detuvo y se arrodilló un poco. La verdad tenía ganas de morirme, el dolor era insoportable, sentía como si la piel se me desgarrara.

-Quiero pensar que cada vez tienes más clara la idea sobre qué aquí se hace lo que yo digo. Tú eres mi esclavo, mi prisionero. Tu vida es mía, y puedo hacer contigo lo que se me de la gana.

Dicho eso se fue, dejándome ahí tirado en el suelo. Sin movimiento, sin fuerzas, había quedado muy indefenso. Las cicatrices pasadas se volvieron a abrir, mi cuerpo pedía ayuda, pedía un eterno descanso, lo cual yo espero con ganas.

~~
Tengo 15 años, es nuestro cumpleaños. Yo me siento feliz porque nos están festejando y además nos habían hecho pastel. Me sentía muy feliz, la verdad. Mi hermano estaba aún lado mío, su cara era sería, no mostraba sonrisa alguna. Era como si estuviera enojado. Termino el festejo y ahora procedía la comida. Mi hermano se retiró y lo vi subiendo las escaleras con la mirada baja, decidí acompañarlo. Al subir lo note molesto, pero no sabía que era conmigo.

-Oye Jackson, ¿no bajarás a comer?

-Si orita, hermanito siéntate un rato. Quiero hablar contigo

Yo solo asentí.

-Tengo un problema- dijo bajando levemente la mirada. Al subir su vista sus ojos se miraban diferentes

-Jackson, tus ojos se miran distintos

-¿Así? No me he dado cuenta

Después todo su aspecto cambio a uno espeluznante. La puerta se cerró de golpe poniéndose seguro, retrocedí e intente abrirla. Pero estaba muy cerrada.

-¿A dónde vas Jack? Te dije que quería platicar contigo

No quería mirarlo, su rostro me daba miedo y terror. El se empezó a acercar, en ese instante me puse nervioso, quería salir de aquí.

-Ay Jack, te estás comportando muy raro

Me dejo atrapado en la pared quedándome enfrente de él. Sentía pánico en ese momento. De sus bolsillos saco una navaja y la empezó a pasar por mi mejilla y cuello.

-Basta Jackson, no juegues con eso. Me vas a lastimar

-¿Lastimarte? Eres mi hermano, ¿cómo crees que podría hacerte eso?

De pronto apareció una sombra oscura de ojos amarillos.

-Jackson, no me lo mates. Acuérdate que habíamos acordado que yo me lo llevaría

No tenía idea de lo que estaba pasando. Estaba muy angustiado pero sobre todo asustado.

-Oh si es cierto, pues ahí lo tienes- dijo Jackson arrojándome a él

Ese tipo empezó a ponerme cuerdas en las manos, yo no sabía ni entendía todo esto.

-¿Que es todo esto Jackson?- pregunte muy confundido

-Pasa que ya estoy arto de ti. No te quiero en mi vida ni en la de esta familia. Ya no te soporto

Mis ojos se llenaron de lágrimas

-¿Sabes que? Mejor te mato orita

Dicho eso clavo la navaja en mi estomago. Pero solo sentí un gran vacío, y también como mi corazón se hacía en mil pedazos al saber que no le importaba a mi hermano.
~~

Oficialmente diré esto: te tengo miedo Jackson.