Capítulo 7
Créditos a María
~Capítulo 7~
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Me encuentro en la florería, no hay nadie salvo el dueño de ahí y yo. Parecía que yo era su único empleado. Con una sonrisa me dice que vaya a la bodega por una rosas, yo asiento alegremente. Voy a la bodega y las recojo. Al regresar lo miro, y él me mira con una sonrisa. Planeo entrar pero algo me tropieza haciendo que me caiga al suelo, mi tobillo se quiebra. Mientras caigo miro a Jackson con una sonrisa arrogante, fue el. Lo miro confundido y él se va alejando. Grito su nombre una y mil veces, pido su ayuda pero el parece ignorarme. Me quedo ahí tirado en el piso atónito, de pronto el muchacho empieza a sangrar sin motivo, miro como muere lentamente. Las rosas blancas son manchadas de rojo. Me acerqué a él arrastrándome, no podía moverme mucho debido a que tenía el tobillo lastimado, más sin embargo no hallaba una explicación del porque el muchacho se estaba muriendo. Gritaba mucho, aunque no escuchaba mi propia voz.
-Esta muerto, Jack. Los muertos no reviven
Voltee y vi que era mi hermano, traía la capucha sobre su cabeza. No dije nada. De pronto su apariencia cambio. Sus ojos se hicieron más amarillos, sus dientes se agrandaron un poco y sus uñas también crecieron. Nada de eso parecía real, para mí era una pesadilla.
Se me acercó pero yo le tenía miedo, no lo quería cerca.
-Ven Jack, vamos al bosque a jugar. Como cuando éramos niños, juguemos a las escondidas
Me agarro del brazo mientras sus uñas me lastimaban. Trataba de safarme pero no podía, y por alguna extraña razón el tobillo me dolía.
-Quiero que disfrutes tus últimos días, te irás de viaje con un conocido mío
-No quiero Jackson, ya suéltame
-Quizá te cae bien, ya lo platiqué con el. Yo me quedaré con nuestra familia mientras tú te vas de vacaciones por un tiempo
-¿Cuanto tiempo?
-Oh ese tiempo es indefinido, hasta que aguantes. Hasta que dejes de vivir
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Me desperté lleno de terror, su mirada en mi me aterrorizaba. Pero no es real, no lo es. Trato de aferrarme a esa idea, pero su aspecto me produce miedo. Sus ojos me miran, me odia, Su sonrisa, se burla de mi. Su mirada, me aterroriza. El, me quiere muerto.
De pronto entra Olga preocupada. Sin darme cuenta yo tenía mis manos tapando mis oídos y repitiendo en voz alta mis pensamientos. Si, esa noche Pitch no me había encadenado.
-Jack, escúchame. Mírame, Jack
No es real, no lo es. Me quiere muerto, me odia. El me apostó, no le importo mi vida. Estoy aquí por su culpa.
-¡Jack! Reacciona ya, estás teniendo una crisis. Regresa, todo eso que miras es falso
Me negaba a abrir mis ojos. Ella me sostuvo de la mejilla, creí que me cachetearía para que reaccionara pero en lugar de eso, me dio un fuerte beso en la frente y me abrazo con todas sus fuerzas. Lo único que hice fue llorar y desahogarme. Me hacía falta un abrazo.
-Fue horrible Olga, me quería matar. El me odia...- fui interrumpido por ella
-Ya no pienses en eso, no es real. Solo fue una pesadilla
Su compañía me hacía bien, me sentía protegido. Sentía como si ella fuera mi madre, ese amor maternal que te dice que todo estará bien y que no debes temerle a nada. Ella está contigo, ella te cuida. Siento como si fuera mi madre, esa madre que nunca tuve.
Pasó un rato y nos quedamos en silencio. Al fin me digne a contarle lo que me atormenta, lo que no me deja de dar vueltas por la cabeza.
-Antes pensaba que lo que me había hecho Jackson fue un error, un accidente. Creí que Pitch lo había obligado, pero ya no puedo pensar así. Por más que quiero no puedo
-Y dime, ¿qué sientes?
-¿Que siento? Siento enojo, decepción, rabia, furia y coraje. Eso siento- salió una lagrima de mis ojos- estoy empezando a tenerle miedo
Me miró solamente y después de unos minutos hablo.
-No debes tenerle miedo a nadie, es tu hermano. Estoy segura que se siente mal por lo que hizo
-¿Así? Pero todo este sufrimiento nunca se borrara de mi mente, no se puede remediar esto. No me creo capaz de perdonarlo.
No dijo nada y la verdad lo agradezco.
-Dime, ¿que te ha dicho Pitch?
Cerré un poco los ojos y más lágrimas salieron. Me siento muy mal, aveces deseo la muerte con ansias. Ya no quiero sufrir de esta manera. Pero supongo que me esperan cosas peores.
-Me dice la verdad. Que mi hermano me entrego a el sin reproches, que no le importo en absoluto mi vida. Que soy un simple objeto y que él es mi dueño. Pitch tiene razón, hay un contrato que afirma que yo le pertenezco. No soy dueño de mi vida, él puede hacer lo que quiera conmigo. Soy de su propiedad.
Bajo la mirada pero al instante ella levanta mi barbilla.
-Jack, ¿eres tú?
Me reí sin ganas.
-¿Como que si soy yo?
-No pareces tú, esa manera de pensar tan deprimente. Esa autoestima tan baja, tú no eras así.
-He cambiado
-Pitch te ha cambiado, y tú se lo has permitido
La mire enojado. Nadie tiene idea de lo que he sufrido en estas paredes, a pesar del poco tiempo que tengo aquí ya se me hace un infierno. Esto me obliga a cambiar, a ser una persona muy indefensa y débil.
-El sufrimiento aquí me obliga a cambiar. Los latigazos, los golpes, eso de querer atragantarme con la comida, las pesadillas, ¿qué no ve? No puedo soportar tanto, quiero morirme. Ya no quiero esto, no quiero más torturas.
-Descuida, yo misma te ayudaré a salir. No me importa si pongo mi vida en riesgo, todo sea por ti
-Yo no puedo permitir eso, el que se arriesgue por mí no. Borre esa idea de su mente
-Ya te dije que te ayudare a escapar de aquí. Al cabos ya no me falta mucho para morirme
De pronto la puerta se abre, es Pitch. Mi corazón late deprisa, espero que no haiga escuchado nada, no quiero que le haga daño a Olga. Trago saliva y me le quedó viendo.
De pronto soy empujado fuertemente a la pared acompañado de las cadenas en mis muñecas. Empecé a entrar en pánico, si algo le hacía a Olga yo no podría defenderla.
-Olga despídase de Jack, es una orden
Me le quedé viendo, esto es muy inusual. No presiento nada bueno. Ella se me acerca y me da un beso en la mejilla. En ese momento me susurra unas palabras: Cuídate mucho, eres como un hijo para mí.
La mire confundido, ¿porque me decía eso? Si todavía la iba a ver, era como si se estuviera despidiendo de mí pero de una forma que jamás nos volveríamos a ver. Qué extraño.
Me sonrió pero yo solamente la mire con confusión. Detrás de ella estaba Pitch, con un cuchillo. Mi corazón se aceleró, y apenas me di cuenta de lo que estaba pasando. Enfrente de mi vi como Pitch le clavaba el cuchillo por detrás, ella se me quedó viendo y yo grite todo lo que pude. Me sentía inútil, no pude defenderla, la rabia, la furia y la impotencia se apoderaron de mi.
Grite su nombre mientras lloraba. Ella aún no moría pero era evidente que le quedaban pocos segundos.
-Suéltame por favor, quiero estar con ella
Suplique y llore, ver cómo sangraba esa señora tan especial para mí me destrozaba el corazón. Quería decirle lo mucho que la quería, quería abrazarla y despedirme como se debe, agradecerle todo lo que ha hecho por mí.
-Olga tenías razón, ya te quedaba poco para decirle adiós a este mundo. Supe lo que ibas hacer, así que considera esto como un castigo por querer desafiarme- dijo Pitch
-Pitch suéltame, es como una madre para mi. Déjame despedirme de ella.
El me ignoro, llore y grite hasta que finalmente su corazón dejó de latir. Ya no respiraba. Ya se había ido.
-¡Eres un maldito! Jamás te perdonare esto, la mataste
Estaba furioso, lo único que quería hacer era matarlo. No merece vivir. Mato a una de las personas más importantes para mi. Y parte de esto es mi culpa, ella no tenía porque estar aquí. Ella no merecía que sus últimos días fueran en este lugar. Simplemente no lo merecía, ella se merecía lo mejor.
Pitch sacó el cadaver de Olga, nunca había llorado tanto. Sin duda esto es lo más duro y fuerte que me ha pasado, perder a un ser querido. Es la primera vez que pierdo a alguien, además del muchacho de la florería, su hijo. Pero me refiero a una persona que me ha marcado tanto y la cual podía encontrar amor y cariño por parte de ella. Y ahora ya no está. Estoy solo.
Ojalá Pitch me hubiera matado a mi y no a ella.
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