Créditos a María

~Capítulo 28~

Narra Jackson

Mi conciencia ha estado un poco más tranquila. El simple hecho de que pudiera haber estado tan cerca de Jack es un gran avance, quizá después de todo puedo tener la oportunidad de mejorar la relación que tenemos los dos, y para bien obviamente. Tener a mi hermano entre mis brazos hacia que me sintiera tan feliz. Tantas noches que lloraba porque no estaba aquí, y ahora lo está. Mire que él sigue siendo el mismo, si ha cambiado en este tiempo que tiene aquí, desde su rescate hasta ahora han sido notables los cambios. Reconozco que sufrió grandes daños en su comportamiento emocional y su mente sobre todo, pero con un poco de ayuda el puede salir adelante y tratar de superar esa amarga experiencia. Sé que él no volverá a confiar en mí como lo hacía antes, es obvio que no lo hará. Y eso no puede cambiarse, está en su derecho de desconfiar en mi. Cualquier persona que hubiera pasado por eso le costaría volver a tener confianza.

Me encuentro acostado en mi cama, tratando de dormirme. Pero por todo lo que ha pasado, sufro de insomnio.

Me pongo de pie y decido ir a tomar agua. De todas maneras, yo me dormiré quizá en una hora o dos, siempre me pasa lo mismo todas las noches. Recorro los pasillos y noto que todos parecen estar dormidos. Miro a unos cuantos metros la habitación de Jack, y camino hacia ella a verificar que este bien. Pongo mi mano en la cerradura de la puerta y escucho una voz adentro. Mi corazón empieza a latir deprisa. Acerco mi oído a la puerta e identificó la voz. Enseguida abro la puerta. Es Pitch Blanck.

Mi hermano se encuentra dormido y Pitch lo está haciendo sufrir con sus pesadillas. Me acerco corriendo y noto la cara de Jack, el está sudando.

-¡¿Qué estás haciendo?! Déjalo- digo sin poder creer que el este aquí

Jack se encuentra sufriendo por las pesadillas, su rostro refleja que siente miedo además de su sudor, su respiración esta agitada.

-Jackson, ¿recuerdas que acordamos que él me pertenece? No tienes porque quitármelo

-Cállate, él no es tuyo. Lárgate de aquí si no quieres que te mate

Mi hermano empezó a sudar más y a repetir constantemente "No me hagas daño"

-Jackson, no debiste decir eso. Recuerda que su mente pude hacer creer que esas palabras son dirigidas a él

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver a Jack sufrir por sus sueños y todo por culpa de Pitch. Sentí como la furia y la ira corría por mis mejillas.

Sin pensarlo tome a Pitch del cuello y lo restregué a la pared. Estaba dispuesto a matarlo, y cortarle la respiración.

-No lo volverás a tocar, ya déjalo tranquilo

-Eso no lo decides tú, si yo quiero seguir divirtiéndome, tú no me lo vas a impedir

-¡Cállate!- grite furioso

-¿Quieres saber porque vine? Porque Jack estaba pensando en la posibilidad de perdonarte, yo solo vine a cambiar su opinión

Me sonrió burlonamente y antes de que pudiera matarlo, desapareció. Caí al suelo y enseguida me levante a mirar cómo se encontraba Jack. Estaba igual o peor, su corazón latía de prisa.

Si Pitch dijo que vino a destruir más mi imagen, entonces no sería sano que me viera. Cuando se despierte puede que esté alterado y puede hacerle daño a alguien. Perdóname Jack.

Como yo había sido la última persona que entró en la tarde, yo le cumplí el berrinche de no amarrarlo. Cuando se fue a dormir estaba muy feliz de que dormiría cómodamente sin la necesidad de estar quieto. Pero debo amarrarlo para que no haga ninguna tontería. Es por su bien.

Tomó sus pies tratando de no despertarlo tan pronto y lo amarro a la cama. Amarro también sus manos y miró como sufre por sus pesadillas. Su pecho sube y baja con aquella rapidez, suda y se mueve bruscamente con las ataduras. Tarde o temprano sentirá que está amarrado y se despertara, es lo más probable.

Pongo mi mano en su pecho tratando de tranquilizarlo.

-Jack, tranquilo

Después de unos segundos moviéndose de esa manera tan brusca, finalmente abre sus ojos. Me mira y noto que me ve asustado.

-Tranquilo, no te haré daño

El se resistía mientras me miraba como si tuviera miedo. No me gustaba que estuviera así, quería tranquilizarlo pero no sabia como.

Puse mi mano en su mejilla tratando de que me escuchara y se calmara. Al instante me miró alarmado.

-Todo está bien

-Jackson, no me hagas daño por favor- me respondió con sus ojos llenos de lágrimas y derramando unas cuantas

Me quede callado por sus palabras. Me dolía que tuviera ese concepto de mi. He cambiado, yo siento que he cambiado. Quizá antes solo pensaba en mí y cometí la tontería de arruinarle la vida a mi hermano, pero cambié, quizá tarde pero cambié. Y ahora sé que yo jamás le haría daño, ya no. Nadie lo merece y mucho menos el.

-Jack, te prometo que nadie te volverá a hacer daño

El me miró decepcionado y soltando lágrimas.

-Todos me prometen eso, pero sigo sufriendo. No puedes prometerme eso, yo solo me hago daño. ¿Cómo me protegerás de mí mismo?

-Te ayudaré entonces, estarás bien

El baja un poco la mirada y me da una sonrisa triste.

-No Jackson, nada está bien

El me mira y se voltea rápidamente. Quizá se acordó de mi aspecto en sus pesadillas, Conejo me ha dicho que Jack me mira como alguien malévolo y que siempre quiero hacerle daño. Pero lo cierto es, que yo haría todo lo contrario por el.

Acaricio suavemente su mejilla y el simplemente llora.

-Te protegeré siempre, ya veras

Enseguida llega Conejo con una jeringa. Ya me imaginaba para que era eso, incluso Jack lo sabía, ya que no se mostró asustado o sorprendido.

-Demuéstramelo

Conejo estaba preparando el brazo de Jack para inyectarlo.

-Te lo demostraré, te lo juro

Solo asintió con lágrimas y dirigió la mirada a Conejo. Me aleje de ellos para dirigirme a la puerta.

-Ya no quiero dormir

-Es el tranquilizante que aveces te damos, Jack. Dormirás tranquilo, no te preocupes. Las pesadillas no te atacarán. Me quedaré contigo para que te sientas más seguro

Me quede unos segundos a verlos ya que necesitaba hablar con Conejo. El lo inyectó y en pocos segundos Jack fue cayendo dormido.

-Jackson, tenemos que hablar