Capítulo 27
Créditos a María
~Capítulo 27~
Al despertar note que aquellos tranquilizantes me habían dormido por varias horas, quizá quince. Más sin embargo, también note que no traía mis manos ni mis pies atados a la cama. Bueno, qué extraño.
-Tranquilo, Norte- escuche decir a Conejo
La curiosidad me mata por saber qué pasa afuera de mi habitación. Me pongo de pie y me dirijo a la puerta, extrañamente esta no tiene llave. Me dejaron libremente, quizá lo hicieron a propósito o quizá se les olvido.
Salgo de mi habitación y noto que todos están comiendo, eso involucra tener que bajar las escaleras, más sin embargo solo bajo la mitad y me quedo ahí a escuchar todo lo que dicen.
-Ya no sé qué haremos- dijo Norte
-Tener paciencia, eso haremos- responde Conejo
Supongo que la platica se refiere a mi, obviamente.
-¿Paciencia? ¿Cómo voy a tener paciencia? Pitch se encargó de destrozarlo, Conejo date cuenta que todo aquí ya no está bien. Ya nada tiene sentido
Si, efectivamente hablan de mí.
-El te necesita
De pronto se escucho como mi padre golpeó fuertemente la mesa, obviamente estaba enojado o molesto. Aquel golpe hizo que me sobresaltara.
-Tu no sabes por lo que yo paso, tener que aguantar y tolerar todo lo que ocurre en este maldito lugar. Mi paciencia ha llegado a su límite, ya no sé qué haremos con el. Ese muchacho de cabello blanco no es mi hijo, la persona que solía ser Jack ya no existe. Es una persona completamente diferente
Pude sentir como mi corazón se rompió en mil pedazos. Un nudo se formó en mi garganta y mis ojos ya se estaban llenando de lágrimas. En ese momento iba pasando Hiccup y él se dio cuenta de mi presencia.
-¿Jack?
Los demás escucharon y se levantaron a fijarse si yo estaba presente. Pero si, ojalá no hubiera escuchado nada de eso.
Mis lagrimas empezaron a correr lentamente mientras clave por unos segundos mi vista en el suelo. Nadie decía nada, sus caras estaban pálidas.
-No sabía que era una carga para ti, papá
Mi voz estaba sensible.
-Claro que no, no lo eres, Jack...- lo interrumpí
-Escuche todo lo que dijiste
Se quedó callado.
-Jack, tu padre no mide sus palabras. Pero, nos importas demasiado- dijo Conejo
-Voy a tener el apoyo de todos ustedes pero no tengo el de mi propio padre. Eso suena deprimente, ¿No crees?
Todos guardaron silencio. Estaban todos, incluido mi hermano, que solamente se mantenía callado sin decir nada.
-Papa, dijiste que no toleras todo lo que ocurre aquí, pero, solo imagínate la constante lucha que tengo conmigo mismo. Trato de mantener la cordura pero simplemente aveces no puedo, y no es que sea a propósito, es algo que no puedo evitar, es algo inconsciente.
-Te entiendo hijo...- lo volví a interrumpir
-No, no lo haces. No sabes lo que sufrí ahí adentro, no tienes ni la más mínima idea, Pitch se encargó de hacerme mierda la vida ¡y ni modo! Lo siento pero así soy yo, he sido obligado a cambiar no es algo que yo quisiera. Si supieras cuántas veces trato de volver a ser el de antes, pero siempre soy atacado con todas las malas experiencias que viví ahí adentro. Lo siento si tú querías más mi antigua versión, pero si no te agrada como soy ahora y no planeas ayudarme a salir de esta, ¡no hay problema! Sé perfectamente cómo vivir sin tu ayuda, al cabos nunca me has apoyado realmente. La palabra padre te queda muy grande
Seque mis lagrimas con mi manga y salí corriendo de regreso a mi habitación. Mientras iba corriendo escuchaba a lo lejos los gritos de Conejo y pude sentir como mi padre corría detrás de mí. En cuanto llegue a la habitación, azote la puerta y me recargue en ella. Pude escuchar el llanto de mi padre del otro lado de la puerta.
-Perdóname hijo, no cuide mis palabras. Claro que te ayudare a salir de esta, Jack, mi niño, escúchame por favor.
-Vete, déjame tranquilo
Mi llanto estaba presente.
-Ustedes son lo más importante que tengo, escúchame. Tú y Jackson son todo para mí. Lamentó que mis palabras te haigan lastimado, hijo, ya sabes que mi carácter no me ayuda
-¡Lárgate! No quiero oírte, ¡hubiera preferido tener a mi madre que a ti!
En cuanto dije eso, me sentí culpable. A mi papá pareció haberle afectado ya que dicho eso, solo se retiró de ahí sin decir ni una sola palabra.
Me puse de pie y me acerqué a la ventana a recapacitar lo que dijo en la sala y lo que yo le respondí. Nos hicimos daño los dos.
De pronto, la puerta se abrió y note que era una visita que nunca viene, debido a que no es sano para mí que esté cerca de él. Era nada más y nada menos, que Jackson.
-Quería asegurarme que te encontrarás bien
Un nudo volvió a formarse en mi garganta, impidiéndome hablar con normalidad.
-Bueno, te dejo solo. No quiero incomodarte
Se dio media vuelta dispuesto a salir de la habitación.
-Jackson
El me miró desconcertado.
-¿Si?
-¿Pudieras quedarte un rato conmigo?
Él asintió un poco confundido. Me senté cerca de la ventana y él se sentó aún lado mío.
-Jack, no creo que este bien que este contigo en esta habitación. No quiero que te pongas mal
-Descuida, estoy bien. En este momento no tengo ganas de matarte ni siento miedo
El solo trago saliva.
-Pitch se encargó de destruir tu imagen. En mis sueños siempre tu intentabas hacerme daño...
Me interrumpió de manera brusca.
-No hablemos de eso, no quiero que pienses en eso. Yo solo quiero que trates de dejar eso atrás, no te atormentes con los recuerdos
No respondí nada.
-¿Dejas que te haga una pregunta?- pregunto
-Claro
Lo mire a los ojos detenidamente y el solo me miraba esperando que yo hablara.
-¿Es verdad que le rogaste a Pitch de rodillas?
Pude notar como accidentalmente derramó una lágrima, pero enseguida se la limpio con su manga.
-Si lo es, Jack. Todo lo que ocurrió no debió ser, tú no te lo mereces. Lo siento
No respondí nada. Sin pensarlo y de forma un tanto incomoda, lo abrace. El tardo en corresponderme pero lo hizo. Me abrazó fuertemente, pude sentir sus brazos abrazándome con fuerza. Escuche que lloraba, pero en silencio. Me causó ternura, en ese momento no sentía ira ni miedo, solo ternura.
Me separe de él para ver su rostro y efectivamente este estaba empapado de lágrimas. Puse mis manos en sus mejillas y el solo me dio una media sonrisa.
-Perdóname, Jack
Es mi hermano, es mi familia. He vivido toda mi vida con el, desde niños hemos estado juntos. Quizá antes no éramos muy unidos, pero siento que él ha cambiado. No es el mismo que era antes, es diferente. No quiere hacerme daño, ni tiene garras y sus dientes son normales, solo es un muchacho arrepentido. Mi mente está mal, él no es así. Debo hacerme esa idea, no puedo volver a caer en los trucos y trampas que me pone mi mente para pensar lo contrario. Debo concentrarme en construir positivamente la imagen de mi hermano.
-Todo estará bien, todos dicen eso. Supongo que es cierto- fue lo único que respondí
El me sonrió y yo limpie sus lagrimas con mi pulgar.
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