Capítulo 18
Créditos a María
~Capítulo 18~
Narra Jackson
Me siento muy mal, la verdad no merezco seguir viviendo. He sido toda mi vida un asco de persona, solamente con decir que abuse sexualmente de la novia de mi hermano. Nadie en sus cinco sentidos me perdonaría tal atrocidad, pero así soy: un monstruo.
Como siempre me salí con la mía, pero me arrepiento de todo lo malo que he hecho. Aunque sinceramente mis arrepentimientos no valen nada, me gustaría estar en el lugar de Jack, me gustaría quitarle esta amarga experiencia o más bien sufrimiento.
-Jackson, lo que tengo que decirte quizá te duela. Pero debes saberlo, ¿está bien?- dice Conejo
Asiento.
-Hace un rato hable con Meme, nos reunimos en mi madriguera y le comente sobre la situación de Jack
-¿Y bien?
-Jack te tiene miedo
Enseguida me levante enojado.
-Eso ya lose idiota
-Déjame terminar, pensamos que las pesadillas que uso Pitch con Jack te involucran a ti en especial. Mira, debería tenerte coraje por lo que le hiciste y quizá lo tenga, pero él te tiene miedo, eso quiere decir que sus pesadillas tratan de ti. Imaginamos que alteró los recuerdos que tiene de ti
-¿Alterarlos? No puede hacer eso, las pesadillas son inventadas. ¿Cómo crees que cambiara algo que si paso en realidad?- dije con ironía
-Eso es lo que hace el. Te pondré un ejemplo. Quizá hace años ustedes dos estaban festejando un cumpleaños o algo así, en el cual parece estar todo bien, pues Pitch modifica ese recuerdo quedando que tú le haces daño o le dices algo hiriente o lo que se te ocurra. El primer recuerdo será ignorado ya que su miedo es más fuerte, así que el pensara que lo que sueña fue lo que realmente sucedió.
Una lagrima recorrió mi mejilla.
-Lo siento Jackson, es casi imposible pensar que Jack cambie lo que piensa de ti- dijo Conejo
-Haré justo lo que el quiere
-¿De qué hablas?
Salí corriendo mientras mis lagrimas salían sin control, me encerré en mi habitación. Ya no puedo más, que poco aguanto dirán algunos, pero no puedo con tanta culpa. ¿Cómo viviré sabiendo que yo le destroce la vida a mi hermano? En el fondo todos me odian, hasta mi padre siente rencor hacia mi. ¿Y cómo no va a tenerlo? Si le destroce la vida a su hijo favorito, yo siempre he sido un estorbo. No sé porque he permitido todo esto, debía haber acabado con mi vida hace años, nada de esto estuviera pasando. El día que me deje manipular por Pitch, ese día me hubiera cortado las venas, le hubiera evitado tanto sufrimiento a mi hermano. La espada que atravesé por el pecho del muchacho de la florería...debía haberme matado yo. Pero por mi bien y el bien de los demás, les quitaré este estorbo, ya no les haré daño. Debo acabar con esto.
Busco entre mis cosas y encuentro una cuerda.
Narra Jack
Aceptar que ya no estoy con Pitch pero estoy cerca de esa persona...hace que me ponga a temblar de miedo. Todos aquí no son dignos de mi confianza, ninguno. Mi padre me dice que según estoy seguro de Pitch, pero nadie entiende que yo no me siento seguro estando cerca de la persona que más odio, que más daño me ha hecho. Llevo como tres días aquí, después de mi primer baño aquí me han permitido estar sin playera, solo me encuentro en pantalones, ya que mi espalda está hecha una mierda. Y todo gracias a el. Lo odio.
Mi padre me estaba dando de comer cuando Conejo vino corriendo muy alterado, de echo se me hizo raro, ya que abrió la puerta de golpe.
-Norte, tenemos un problema- dijo Conejo muy agitado
-¿Que ocurre?- dijo mi padre con preocupación
-Es Jackson
Al escuchar eso él salió literalmente corriendo, dejándome ahí solo. Escuchar ese nombre hizo que se me devolviera el estomago, pero no quiero negar que sentía curiosidad al saber que pasaba. Habían salido corriendo los dos que ninguno cerró la puerta, en otras palabras, tenía absoluta libertad. Imbeciles.
Salí de la habitación y camine hacia dónde estaba el alboroto, al instante que me vieron los duendes o yetis se alejaron de mi.
-Jackson no cometas una locura, por favor- dijo mi padre
El estaba de pie sobre una mesa, al parecer estaba atando una cuerda al techo y le estaba haciendo un nudo suficiente como para que cupiera su cuello. Si planea matarse no puedo permitirlo, yo quiero hacerlo con mis propias manos.
-¡Lárguense de aquí! Es lo que quiero, ¿no entiendes? Ya no puedo más- derramó una lágrima
Por un instante me le quedé viendo, parecía como si le tuviera alguna clase piedad. Su rostro reflejaba temor, similar al que yo sentía cuando Pitch me torturaba.
-Jackson no seas idiota, eres mi hijo y te amo. Por favor deja eso
Pude notar como Merida entro a la habitación bruscamente con el arco en su mano, apuntando a él directamente.
-El suicidio es para cobardes, déjame ser yo la que te de la satisfacción de morir
Todos se quedaron sorprendidos, incluso el.
-Eres un hombre ¿no? ¡Órale! Bájate de esa mesa y déjame clavarte una flecha en el pecho, suicidarse es algo que harían los niños estupidos
El la obedeció lentamente, realmente parecía como si el anhelara eso. Pero, yo me hice la promesa que yo lo mataría a sangre fría y en mis cinco sentidos, no puedo tener ninguna clase de piedad porque él no la tuvo conmigo, él me destrozo la vida, debo regresarle lo que me hizo.
Empuje bruscamente a los que estaban en la puerta y agarre a Merida del cuello, no sé si mi objetivo era matarla pero no quería que me estorbara en el camino. Trate de cortarle la respiración y noté como un vikingo, el cual me traicionó también, me jaló del cabello haciendo que gimiera de dolor. Tuve que soltarla.
-Regresate por donde viniste, no quiero lastimarte- dijo el vikingo
Sin pensarlo corrí hacia él y lo estrelle contra la pared, lo golpee con la pierna un sin fin de veces, el solo decía que lo dejara. Pero no, todo aquel que me traicionó tarde o temprano conocerán mi furia, que sepan que gracias a todos ellos estoy así y sufrí de esa manera, nunca lo perdonaré. A nadie.
Conejo me jaló de la capucha y de mi parte recibió unos golpes, lo suficiente para dejarlo tirado gimiendo de dolor, parecía como si todos me buscaban pelea. ¿Quieren pelea? Pues pelea tendrán.
Conejo, el vikingo y Merida se encontraban tirados en el suelo, y mi principal objetivo solamente estaba en la esquina, parado y un poco asustado. Así me gustaba verlo, que sufra y sienta miedo antes y mientras lo mate.
Tome la flecha del arco de Merida y me aproximé a el, esta flecha quiero clavársela un sin fin de veces en su pecho. Debe pagar por todo lo que me ha hecho.
-Baja eso, Jack- dijo mi padre
-Tu no eres así, Jack. Escucha, no eres así
-Cállate, tú no sabes nada
-Esa persona no eres tú, Jack. No permitas que el gane
Al parecer todos guardaron silencio, no había nadie más, para mí solo estábamos el y yo. Y la verdad, de su muerte me encargaré yo, debe morir en este instante.
Me acerqué más y el solo repetía lo mismo.
-Jack, ¡tú no eres así, idiota! Baja eso- grito
-Debes pagar por lo que me hiciste- grite con todas mis fuerzas y salte sobre el dispuesto a clavarle la flecha en la garganta
Pero él detenía la flecha con sus manos puestas sobre las mías, pero debo ganarle. Debo matarlo.
-"Son hermosos, cuídalos. Es tu hermano, Jack, el vendrá por ti a rescatarte. Él te quiere, solo que no lo demuestra"
Diferentes voces sonaban en mi cabeza, sin darme cuenta estaba soltando lágrimas.
-"Vete Jack, eres un fastidio. Perdóname, no hay espacio para los dos. Gracias hermano, pero estaría mejor si te fueras. Te quiero. Te odio"
Algo me dice que no debo hacerlo, pero quiero hacerlo. No sé qué hacer.
-"Gracias por todo. Lárgate te quiero fuera de mi vida"
Con todas mis fuerzas intente clavarle la flecha.
-Eres un idiota, no eres capaz de hacer esto. Permíteme hacerte el favor
Sin darme cuenta me empujó con sus piernas y antes que pudiera hacer algo clavo la flecha en su estómago. Sonreí pero a la vez empecé a sudar, no me sentía bien.
Me sentía mareado, mi cabeza daba vueltas.
-"Mi amor, los amo. Es tu hermano, quiéranse. Perdónalo"
Una voz femenina sonaba en mi cabeza, empecé a soltar lágrimas sin parar, mientras Conejo y el vikingo me jalaban a rastras hacia mi habitación. Lo último que vi fue como mi padre corrió hacia Jackson y gritaba órdenes a Hada. Lo demás, fue que me durmieron.
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