९᠀ Chris B
—Minnie —exclamó Jeongin elevando un poco la voz, llamando así a su compañero. Quien, al verlo, tomó la bandeja con las bebidas y se fue rápidamente.
Seungmin era nuevo en eso y a veces, como en este caso, llegaba tarde, por lo que, Jeongin lo ayudaba a recordar y demás.
El castaño a pesar de tener ya un año trabajando y ser su superior, lo trataba como a un amigo, incluso, como al hermano que siempre quiso.
Tenían pocos meses de diferencia y se conocieron en la universidad. Sin mencionar, que el último estaba a cargo de su grupo, Cat Club. Donde los meseros, usaban orejas de gato y chokers con cascabel.
Las chicas también lo usaban, claro, pero se encontraban bajo el mando de Yongbok, su otro compañero universitario.
A los minutos, el bullicio y las máquinas de juego, se hacían presentes poco a poco.
El casino siempre estaba abierto, pero cada día Yang aseguraba que asistían más de noche. No sabía cómo explicarlo, simplemente, era diferente, tenía otra magia en sí que atraía demasiado a las personas.
Gente de cualquier parte del mundo, a veces rostros conocidos y otros, no tanto.
—Jeongin, cambio —dijo la voz en su radio, era Minho.
—Aquí, señor, cambio —respondió seguro.
—Espero no hayas olvidado al cliente importante de hoy —acotó el mayor serio.
—Para nada, señor —mintió—, todo saldrá perfecto —agregó para luego colgar.
Era la primera vez que le mentía a su jefe y, sobre todo, que olvidaba algo tan importante.
Las reuniones con futuros inversionistas, eran claves para hacer crecer el casino.
Jeongin a eso siempre lo tuvo bien en claro y más desde el principio, pero, al estar su cabeza en cualquier parte que no fuera su cuerpo, no recordó la junta.
Rápidamente, mandó a preparar la sala Gold. Bastante parecida a la VIP, solo que tenía escenario privado y era más grande.
Tras ver el reloj en su muñeca marcar las 11 pm en punto, soltó un suspiro de alivio pues todo fue justo a tiempo.
Camino por la gran alfombra roja hasta llegar al ascensor, donde al abrirse, salieron unas 4 personas de él.
Amablemente, extendió su mano indicando que lo siguieran al salón.
—El señor Yang vendrá enseguida, pónganse cómodos —comentó al hacer una reverencia.
Cuando salió se cruzó con Jin, por lo que aprovecho para decirle sobre el servicio.
Así era el protocolo, servir bebidas, comida y ofrecer shows.
Dio media vuelta, vio pasar a Minho y a los minutos, sintió que alguien tomaba su mano.
—Innie, te llaman —acotó Seungmin, mirándolo atento mientras señalaba a su espalda con el pulgar.
El castaño se limitó a asentir para luego entrar a la sala.
Estaba oscuro a pesar de las luces encendidas del escenario. Como no había nadie bailando, supuso que fue por eso el llamado.
Miró a sus izquierda y noto de reojo, a unas seis personas sentadas.
Al identificar a Yang, tras este haberse levantado, fue obediente a su lado.
Otra parte del protocolo, era no mirar a los invitados. No por ser peligrosos, pues la mayoría eran mafiosos, sino por su carácter territorial. Como si, de alfas se tratase.
A pesar de todos trabajar en diferentes partes de la ciudad, cada uno coincidía en eso.
—No acostumbro a pagar lo que me piden —exclamó una voz seria de las sombras, haciendo referencia al precio del trato, obviamente—, pero haré una excepción, con una condición —añadió tras soltar una pequeña risa.
Por lo poco que veía y si, las luces no le jugaban en contra, Jeongin podía jurar que aquella figura, tenía piel blanca como la porcelana.
De un momento a otro y como si hubiera leído su mente, el mayor se acercó a su posición, para presentarse finalmente.
En todo el tiempo que llevaba allí, Jeongin nunca vio a ese hombre antes, y mucho menos, con sus características físicas. Semblante serio, ojos profundos de color miel, labios rojos y guantes de cuero, en ambas manos.
—Chris B quiere que le bailes —interrumpió Minho directo, con los brazos cruzados.
Las miradas en la sala, se fijaron completamente en el castaño, quien no evitó sentirse incómodo al respecto.
Pensó de hecho en reírse para aliviar la tensión, pero no tendría sentido, todos esperaban una respuesta sería de su parte.
—Acepto —dijo rápido y con voz algo nerviosa.
Minho y ahora Chris B, se estrecharon la mano en señal del trato cerrado.
Yang en cambio, fue detrás del escenario a prepararse. Traía puesto un entero negro, por lo que solo se quitó sus zapatos, chaqueta, radio y reloj.
Las clases de Yongbok le habían servido antes, por lo que ahora también las necesitaba.
Al instante, la música comenzó y él se dispuso a bailar.
Primero se acostó en el piso del escenario mirando hacia el público, pasó la mano izquierda por su cuello hasta los muslos.
Se posicionó boca arriba, fijando su vista al gran candelabro. Arqueó su espalda y con ambas manos, abrió sus piernas hasta donde pudo.
Luego dio media vuelta, para estar boca abajo y arquear nuevamente su cuerpo, levantando su trasero esta vez.
Para el gran final, con vista al público, se hincó de rodillas con la frente en alto y el labio inferior siendo mordido.
Los hombres aplaudían y su pecho subía y bajaba. Algo dentro suyo gritaba eufórico varias veces, como si luego de tanto tiempo, saliera a la luz su lado salvaje.
Podría ser cierto, pues al inicio bailaba los fines de semana y fue integrante del Cat Club.
Recordar aquel entonces, le hizo pensar en lo fácil que aprendía y se adaptaba a la situación.
Actualmente se lo consideraba algo serio, pero ese baile fue un claro ejemplo de su pensamiento.
Gracias por leer. <3
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