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두번째

Luego de unos largos minutos, estaba sudado, desnudo, follado e insatisfecho en la cama de un Jungkook que estaba plácidamente dormido. El ruido de la puerta sonaba y se levantaba de inmediato, poniéndose decente y echándose el perfume de Jeon para dejar de oler a sexo. Diablos, quería una buena ducha, se la hubiera dado antes de que SeokJin volviera, pero Jungkook había tardado en dormirse y ahora estaba, bastante indecente.

Cuando salía en silencio de la habitación de Jeon, justo SeokJin subía y se lo encontraba de frente, con una sonrisa muy bonita y tranquila. ¿Quizás era fingida?, no estaba seguro, pero sentía ganas de explicarse.

— ¿Ya te vas? —cuestionaba el mayor, mirando su reloj—. Puedo llevarte si quieres.

TaeHyung abría su boca, la cerraba y asentía. Al bajar tomaba su bolso y seguía a SeokJin, no le importaba no despedirse de Jungkook, no sería la primera vez. Pero si sentía que se ponía cada vez más nervioso mientras bajaban por el ascensor, camino al auto del mayor. En esas semanas habían chateado de los más bien, sin ninguna segunda intención que hubiese sido señal para qué sucediera lo que había acontecido en la sala de Jungkook.

Algo que sirvió para que TaeHyung se mantuviera caliente mientras Jungkook hacía tijeras dentro de él, daba unos chirlos a sus buenos glúteos, enfundaba su polla y se metiera dentro para venirse unos veinte o treinta minutos después. Y él se corría segundos más tarde, pensando en las manos de SeokJin sobre él.

TaeHyung pensaba en el consejo que éste le había dado a su hermano menor y Jungkook no había aprendido nada sobre no ser egoísta en el sexo. Pero TaeHyung tampoco abriría su boca. Ahora en el auto, sobre el asiento copiloto, veía al castaño entrar y abrochar su cinturón de seguridad, para luego quedarse en completo silencio, logrando que el azabache se sintiera ansioso.

—Tae...

— ¿Mmhpm? —soltaba el menor, alzando sus cejas, nervioso.

Le sudaban las manos, estaba seguro.

—Quiero disculparme contigo —exclamaba con honestidad.

— ¿Qué? ¿Por qué? ¿De qué? —preguntaba todo junto.

—Yo no debí tocarte —exclamaba—. Estuvo mal, no fue profesional. Fue desubicado

—No lo fue —se apresuraba a responder.

SeokJin negaba y reía con dulzura—. Yo quería probar un punto contigo, pero no tenía el derecho de tocarte. Estuvo mal y por eso te pido una sincera disculpa. No es así como me manejo, yo-... —SeokJin relamia sus labios y quedaba en silencio.

TaeHyung tenía sus ojos abiertos de par en par, esperando.

— ¿Tú qué? —preguntaba ansioso.

SeokJin le sonreía, negaba y ponía música para luego preguntarle hasta donde llevarlo.

—Olvídalo y acepta mi disculpa ¿me dices a dónde te llevo?.

TaeHyung se resignaba y pensaba que, un tipo tan indeciso como él, no tenía el poder de conquistar a alguien como SeokJin. Tan intelectual, maduro y... Mierda, el hermano mayor del tipo en cuestión que, le estaba follando actualmente.

Cuando llegaban a destino, el apartamento de TaeHyung era mucho más pequeño que el de Jungkook, pero de igual forma, quería invitar al castaño a pasar.

—Te invito un café, bueno no tomo café —rascaba su nuca—, pero tengo cerveza, vino... Té —soltaba con un tono inseguro.

SeokJin relamia sus labios y sabía que no debía de aceptar. Y es que él iba a negarse, pero TaeHyung era astuto.

—Quiero hacerte unas preguntas y pedirte otro par de consejos —mencionaba—. Quiero usar tus servicios y sacarles provecho antes de que te avives y quieras cobrarme por eso.

Y la risa rectangular del chico era todo lo que necesitaba para que SeokJin, quisiera aceptar la invitación sin pensar en las consecuencias.

—De acuerdo, aceptaré la copa de vino.

TaeHyung sonreía y se apresuraba a salir del auto, sofocado y tembloroso. ¿Qué era esa sensación?. Su cabeza siempre haciendo cosas extrañas con su cuerpo. Cuando SeokJin salía, le seguía. TaeHyung vivía en un edificio sin ascensor, de pocos pisos y en el primero de estos. Por lo que, entre el silencio y los pasos de ambos, se escuchaba un eco de estos en el largo camino lleno de calma. Cuando llegaban y TaeHyung abría la puerta, SeokJin se encontraba con un pequeño pasillo que llevaba a la izquierda en dirección al baño, esa pared de frente tenía puertas que indicaban un placard y a la derecha se abría paso una pequeña cocina con una isla que separaba la cama de TaeHyung y un gran plasma frente a esta, colgado de la pared.

El lugar estaba en colores blanco, negro y rojo, la isla de separación tenía dos taburetes, TaeHyung invitaba a su visita a tomar asiento. SeokJin miraba el pequeño lugar y el balcón que tenía una vista colorida y ruidosa a Seúl.

—Es un lugar pequeño a comparación del apartamento de Kook —exclamaba TaeHyung sonriente sobre su lugar, dejando su bolso a un lado.

—Pero está muy ordenado y limpio, a comparación del apartamento de Kook —recitaba SeokJin, tomando asiento en el taburete—. No le llamaría pequeño, sino acogedor.

TaeHyung se giraba con botella de vino en mano y una sonrisa de suspicacia.

— ¿Acogedor, eh? —repetía, buscando dos copas y vertiendo sobre estas—. Sabes... Necesito darme una ducha, yo siento que-... —apretaba sus labios.

SeokJin lo miraba y sonreía—. Seguro, yo esperaré aquí. No tengo apuro

—Y yo no tengo clases mañana —afirmaba, se quedaba unos segundos pegado a la sonrisa del mayor—. Si, yo-... Iré, no vayas a irte.

SeokJin fruncia sus cejas divertido y negaba adorablemente, mientras tomaba el primer sorno de vino y luego añadía—. ¿Has comido algo?. Pensaba en que ya que estoy aquí podría pedir algo de comida, si ocuparás mucho de mi tiempo —sugería sonriente.

TaeHyung asentía frenéticamente—. Si totalmente, esta es mi dirección —tomaba un bloc de notas y le anotaba a SeokJin lo necesario para el delivery—. Pagaremos mitad y mitad, pide lo que desees, como de todo, excepto comida muy picante —hacía una mueca adorable y luego corría al baño.

Se sentía tan sucio y a pesar de que se había echado el perfume de Jungkook, podía aún sentir su olor. Mientras tanto SeokJin fregaba su frente, buscando por la comida que pedirían esa noche y nuevamente se preguntaba a sí mismo ¿qué diablos estaba haciendo con el folla-amigo de su hermanito? y como si el destino supiera a quien llamaba con la mente, su teléfono sonaba con una llamada de Jungkook.

Se tomaba su tiempo para suspirar y luego atender—. Junguk-ah

Hyung ¿donde estás? —la voz de Jungkook sonaba amortiguada, seguramente se había despertado y lo había buscado en su habitación, en la sala y había aterrizado en el sofá sin éxito—. Te busqué y no te encontré ¿donde estás?

—Con un amigo, comiendo y bebiendo algo ¿por qué? — ¿Por qué le mentía?, no estaba seguro.

¿NamJoon Hyung? —preguntaba más despierto.

SeokJin fruncia el ceño, al parecer Jungkook no superaba el Crush con su amigo—. Nop, no es Namjoon.

Jungkook resoplaba—. ¿Eso significa que no vendrás a casa?

SeokJin entendía el tono sugerente de su pequeño hermano, pero negaba con su cabeza—. No es ese tipo de juntada, Kook.

Jungkook reía—. Si, claro... Bueno, creo que puedo llamar a TaeHyung para que vuelva esta noche, ya que no estás —mencionaba como si nada y, ay dios. Si supiera.

—Dije que volvería —afirmaba firmemente.

Y yo dije que no te creo, así que diviértete, Hyung —cortaba el llamado y otro teléfono vibraba sobre la mesada, recién ahí notaba que TaeHyung había dejado su móvil allí.

Se sentía curioso de saber si era Jungkook buscando por su folla-amigo luego de especular que él estaría fuera aquella noche teniendo su propia acción. Suspiraba y rememoraba el momento compartido en el living de Jungkook. SeokJin había tenido muy buenos encuentros sexuales en el pasado, pero TaeHyung parecía tan virginal ante sus simples toques que, se preguntaba realmente qué tipo de encuentros había tenido el chico en el pasado. Claramente sabía que su hermanito no había mejorado con los años, seguía siendo el mismo egoísta que solo quería complacerse a sí mismo y no entendía como podía desaprovechar una compañía exquisita como la que era la de Kim TaeHyung, quien salía del baño con un pantalón de chándal gris oscuro, una remera blanca de cuello ancho, luciendo sus clavículas y su cabello negro húmedo y algo revuelto.

SeokJin se recordaba con ímpetu que era el compañerito de cama de su hermanito menor.

«No debes. No seas codicioso» pensaba, mientras TaeHyung le sonreía.

— ¿Te hice esperar mucho? —preguntaba el chico.

El sexólogo, negaba entrecerrando sus ojos y sonriendo dulcemente—. Para nada, solo que aún no he pedido la comida por un llamado que me interrumpió.

TaeHyung lo escuchaba y se apoyaba sobre la mesada, al otro lado de SeokJin y quedando de frente a él.

—Está bien, podemos pedir ahora —mencionaba sonriente y coqueto, al parecer TaeHyung no tenía los remordimientos que Jin estaba teniendo porque sabía muy bien que no era el único al que Jungkook follaba y luego de cómo lo había tocado y como ese chico más grande que él lo había mirado con tal hambre, TaeHyung quería ver qué podía lograr con eso—. Estaba pensando que se me antoja pollo frito —sonreía de oreja a oreja al castaño.

Él quería más consejos y clases personales, quería tentar a la suerte. Así que quería esta cena improvisada con el hermano mayor de su compañero de cama.

—De acuerdo, entonces pollo se-...

El teléfono de TaeHyung volvía a vibrar, esta vez más insistente, un llamado. El azabache miraba la pantalla y suspiraba. Levantando su dedo en dirección a Jin, para pedirle un momento, atendía y volvía a apoyarse sobre la mesada con sus antebrazos, eso lo dejaba a centímetros del castaño frente a él.

—Kook, hola —atendía libremente, saciando la curiosidad del mayor que, tenía razón, Jungkook estaba en busca de su amigo sexual.

Te fuiste sin avisar —mencionaba el pelinegro.

TaeHyung alzaba sus cejas despreocupado—. ¿Y?. No es la primera vez que me voy sin saludarte, aparte te dormiste ¿qué esperabas que hiciera? —cuestionaba, viendo directamente a un SeokJin que, le sostenía la mirada con teléfono propio en mano, sin animarse a pedir comida porque, sospechaba de que TaeHyung optaría por echarlo fuera e ir al encuentro candente con su hermano menor.

Vuelve, Jin Hyung no vendrá. Tiene una cita —exclamaba Jungkook.

TaeHyung alzaba sus cejas y miraba sorprendido al castaño frente a él.

— ¿SeokJin Hyung te dijo que era una cita? —preguntaba descaradamente.

El castaño hacía una mueca, apretando sus labios y negando. Luego articulaba con sus labios un "Yo no dije eso", pero TaeHyung entrecerraba sus ojos divertido, como si no le creyera.

Nah, no lo dijo. Pero lo conozco, así que trae ese bonito culo aquí... Podemos jugar algo, comer y luego follar —mencionaba como si nada.

TaeHyung rodaba los ojos.

— ¿Quieres que vaya para jugar algo, comer y luego para que te corras? —soltaba con si nada, aún viendo directamente a SeokJin.

Por alguna razón, el castaño sabía que sería prontamente descartado, así que se ponía de pie, guardaba su teléfono, forzaba una sonrisa y se inclinaba para susurrarle a TaeHyung a su oído—. Me iré para que puedas aceptar su propuesta.

La voz había sido grave y baja, y sus labios se habían pegado con tal descaro que, TaeHyung había sentido la corriente eléctrica recorrerle completo todo su cuerpo. Había entrecerrado sus ojos y se había quedado deseoso de más cercanía cuando el mayor apenas se alejaba y le veía con unos ojos que eran comprensivos. Pero TaeHyung no quería a Jungkook esa noche, así que cuando recibía una sonrisa forzada del mayor que, comenzaba a alejarse, rápidamente lo tomaba de la nuca y acercaba a SeokJin a su rostro.

—Lo siento, Kook. Tengo planes para esta noche —respondía, con su corazón algo acelerado cuando los ojos del castaño se posaban en sus labios.

¿Tú, planes?. Vamos Tae, vuelve aquí... —pedía, como un malcriado acostumbrado a salirse con la suya.

SeokJin aún seguía inclinado, dejando que TaeHyung aún lo sostuviera cerca, su cuerpo estaba caliente y TaeHyung olía bien. Muy bien, hasta quería meter la nariz descaradamente en la unión de su cuello y hombro para aspirar mejor su aroma.

—No, amigo. Tengo planes, busca a otro en tu agenda, lo siento. Diviértete —luego de eso, cortaba el llamado, dejaba su teléfono en la mesada y su mano seguía sosteniendo firme al mayor desde la nuca.

—No tenías que hacer eso —susurraba SeokJin, como si no le afectará en absoluto los pocos centímetros y la fragancia fresca del jabón, shampoo y crema para afeitar que emanaban de TaeHyung. Y el hecho que ese chico lo había elegido por encima de Jungkook.

El azabache intentaba no flaquear, no ahora que, tenía al castaño tan cerca. No quería dejarse intimidar nuevamente. Había algo allí. Chispas, afinidad, conexión, química... Física, todo lo que se le viniera en mente, lo tenía con el hermano mayor de su folla-amigo. Y quería probar suerte ahí, se sentía con suficiente confianza ahora.

Su mano resbalaba cuesta abajo de las hebras, para soltar la nuca de SeokJin—. No tenía que ir con él tampoco solo porque se despertó con la polla dura y quería un agujero donde meterla —sus brazos se apoyaban en la mesada que separaba su cuerpo del de SeokJin, pero ninguno se alejaba. El mayor, contrario a retirarse, imitaba la pose de TaeHyung y se apoyaba con total confianza sobre el mármol y miraba al bonito chico frente a él.

TaeHyung sentía que el calor subía por sus mejillas, pero no cortaría el contrato visual—. ¿En qué piensas? —preguntaba .

SeokJin relamia sus labios y cuando su lengua salía a la vista, TaeHyung miraba de inmediato el movimiento de la misma y relamia inconscientemente los suyos propios.

—Pienso que eres más que un simple agujero caliente y apretado —soltaba sin filtro alguno.

Y TaeHyung podía sentir un escalofrío que se formaba desde la parte baja de su columna y subía hasta arriba, para posarse en sus hombros subir a su cuello y rostro, para pintar sus mejillas de un rojo furioso. Oh y su polla se había contraído en sus pantalones de chándal. Mientras las cejas pronunciadas y fruncidas del mayor eran protagonista en su rostro tranquilo y pacífico.

—Lo siento ¿muy directo? —preguntaba SeokJin.

TaeHyung soltaba un risa nervioso, apartando unos momentos su mirada y frotando su nuca con su mano, nervioso, alterado y ansioso.

—Me gustas, digo me gusta... —se corregía de inmediato, jugar al seguro nunca le salía como esperaba, pero tendía a arriesgarse a veces—. Me gusta que hables tan relajado del... Sexo

—Es parte de mi trabajo —respondía, SeokJin. Su voz era grave, pero dulce, terminando cada frase en una especie de susurro que calaba hondo en TaeHyung y sus sensaciones.

—Claro, tu trabajo... ¿Y es así como me ves? —preguntaba con una sonrisa incómoda tirando de sus labios—. Porque voy a tirarme a la piscina, hombre. Lo que hiciste conmigo en la sala de Kook... —TaeHyung relamia sus labios mientras SeokJin lo miraba, casi sin reacción alguna en su rostro, pero igual notaba sus pupilas dilatadas—. Tus manos, sobre mi... ¿Es así como aconsejas a todos los que entran en tu consultorio por un poco de ayuda bajo las sábanas? ¿O solo fue conmigo?

SeokJin estaba conmocionado por la valentía del chico que un par de semanas atrás no podía hablar cómodamente sobre el sexo con él, pero que ahora sentía su voz ronca, forzandose a salir estable por su garganta y sus mejillas tornándose de rojo y rosa dependiendo la vergüenza que estuviera sintiendo o quizás, dependiendo que tan caliente se estaba poniendo de nuevo.

—Definitivamente no pongo mis manos sobre ningúna persona que viene a mi consultorio —exclamaba SeokJin, viendo sus ojos fijamente. TaeHyung era precioso ¿cómo es que Jungkook solo podía agarrarlo para meter su polla en él sin siquiera disfrutar de ese hombre?.

La mano de SeokJin se extendía y sus dedos alcanzaban la mejilla izquierda de TaeHyung, rozaba sus dedos sobre la suave piel y el azabache cerraba sus ojos, apretaba sus dientes y soltaba todo el aire por sus nariz, para su suerte, esos dedos no terminaban allí. El castaño relamia sus labios y sus dedos seguían cuesta abajo, trazando una linea invisible sobre la piel de TaeHyung que iba desde su mejilla a su mentón, luego de su mentón a su cuello y cuando fijaba sus ojos allí, veía el cuello ancho de la remera que TaeHyung llevaba puesta, dejándo ver piel. Su pulso se estaba disparando por sus propias acciones y lo predispuesto que el azabache estaba, mientras seguía un poco más abajo, dentro del cuello, sobre el pecho de TaeHyung y torcía la línea recta invisible que estaba dibujando para poder pasar la punta de sus dedos sobre el pezón erguido que lograba verse por el cuello ancho de la remera de TaeHyung y conseguía hacer vibrar el cuerpo ajeno. El azabache separaba sus labios y clavaba sus orbes de pupilas diltadas a los de SeokJin y cuando este pellizcaba la protuberancia, sus caderas se movían hacia delante moliendo su miembro a la isla y estirando su cuello para llegar a los labios ajenos.

SeokJin pellizcaba una vez más y conseguía un dulce gemido de TaeHyung, logrando que la lengua del chico saliera y la punta de ésta, se arrastrará por su mentón y barriera sobre sus labios. El mayor se quedaba recalculando, sus ojos con una llamarada de puro deseo y lujuria, TaeHyung conocía esas miradas, pero la de SeokJin parecía ser más intensa que cualquier otra.

— ¿Hyung, estás intentando que se me pongan las bolas azules o qué mierda? —susurraba con voz ronca intentando acercarse más.

SeokJin parpadeaba, sacaba su mano de dentro de la remera de TaeHyung y se alejaba de él. El azabache resoplaba, fregaba su rostro y palpaba su miembro. Este era una severo caso de provocación y no estaba seguro de que saldría satisfecho de esta situación, porque SeokJin parecía no querer ceder. Ahora lo veía cerca de su balcón, de espaldas a él y TaeHyung relamia sus labios por la perfecta anatomía ajena. Caderas anchas, cintura angosta, piernas y brazos largos. Hombros anchos de los que le gustaría colgarse, arañar y morder...

—Me estás perforando el cráneo con la mirada —soltaba SeokJin.

TaeHyung frenaba sus pasos y sonreía para sí mismo, luego volvía a avanzar. Pasando su cama y llegando detrás de SeokJin.

— ¿Por qué te alejaste? —preguntaba.

Un suspiro se escuchaba por parte del castaño, así que sin girar respondía la pregunta del chico tras él.

—Porque le gustas a mi hermano y yo... Soy mayor que tú —soltaba una muy mala excusa.

Luego de un silencio incómodo, TaeHyung reía ruidosamente. SeokJin fruncia el ceño y se giraba.

— ¿Por qué te ríes?

—Eres bueno aconsejando en el sexo, pero muy malo para dar excusas —respondía, sonriendo dulcemente y acercándose al castaño, dejando solo que escasos centímetros los separarán—. Quiero más de tus lecciones... Y no te vas a ir sin darme una clase intensa y detallada, estoy seguro que lo deseas casi tanto como yo. Y que seas mayor, solo me pone más duro —mencionaba el azabache.

Estaba intentando sonar seguro y confianzudo, pero cuando los ojos de SeokJin lo escudriñaban seriamente, con ceño fruncido, mirándole de arriba abajo, tragaba el nudo en su garganta suponiendo de antemano que la había cagado.

—No lo deseo casi tanto como tú —respondía y podía ver cómo TaeHyung abría sus ojos y alzaba sus cejas sorprendido y a punto de correr para encerrarse en el baño, pero antes de que eso sucediera, añadía—. Lo vengo fantaseando desde que te vi en el apartamento de Kook y es la primera vez que considero a uno de sus amigos realmente atractivo ya que, usualmente, es al revés. A él le gustan mis amigos, no a mí los suyos.

Y TaeHyung sentía que volvía a respirar, junto con su pulso acelerado y el calor en su cuerpo acrecentándose y tiñendo nuevamente su rostro de un rosa suave que lo hacía ver tan jodidamente precioso. SeokJin quería enseñarle un par de... Varias cosas y TaeHyung quería ser un alumno aplicado, así que dejaba su lado salvaje dominarlo y se iba encima de SeokJin, seguro a estampar sus labios al estilo que solía hacerlo con Jungkook, pero cuando tomaba el rostro del mayor éste lo frenaba.

—Aguarda, espera... Espera un momento —pedía, poniendo sus manos en el rostro de TaeHyung para acunarlo y luego bajarlas a sus hombros—. No hagas conmigo lo que haces con Jungkook.

TaeHyung parpadeaba desorientado—. Solo quería besarte...

—Estilo Ryan Gosling y Rachel MacAdams, si... —se reía dulcemente y acariciaba el rostro de TaeHyung con sus nudillos—. Verás, soy más tranquilo y hago esto de forma más pausada. Me gusta disfrutar de la otra persona, que el otro disfrute también y si vamos a hacer esto, definitivamente quiero disfrutarte. Descubrir cuáles son tus puntos más... Sensibles —exclamaba, viendo el cuerpo de TaeHyung con ojos oscuros y relamiendo sus labios.

«Joder, si. Has todo eso y más» pensaba el azabache.

Y su respiración quedaba estancada en su pecho cuando SeokJin terminaba de usurpar su espacio personal, tomándolo de la cintura con una mano, mientras la otra seguía sosteniendo su rostro y con su pulgar acariciaba su belfo inferior. TaeHyung lo miraba atontado, caliente a más no poder y babeando al tener a tal hombre tan cerca. Apretaba sus puños intentando contenerse para no ser una especie de tsunami, cuando al parecer eso no calentaba al mayor y él quería calentarlo, volverlo loco y más. Así que se contenía, pero cuando veía a SeokJin mirar fijamente sus labios e inclinarse cada vez más, su boca se abría instantáneamente, belfos listos para sucumbir al beso, pero cuando esos labios carnosos estaban casi al ras de los suyos, bajaban un poco más su ángulo y besaban su mentón.

—Ah...  —gemía apenas audible cuando SeokJin lo había hecho anticiparse y quedarse con las ganas.

Su corazón estaba corriendo una carrera solo, golpeaba desesperado su caja torácica y saltaba en su pecho descolocado. Luego veía la sonrisa ladina que se dejaba vislumbrar en los labios del mayor y TaeHyung babeaba.

— ¿Quieres disfrutarme o jugar con mis nervios? —cuestionaba.

SeokJin volvía a acercarse, pero esta vez  dejaba un mechón ondulado de su pelo negro tras su oreja, era un suave toque que jugaba con la anticipación del azabache, quien relamia sus labios y cerraba apenas sus ojos ante el toque. SeokJin relamia los suyos luego de ver la lengua de TaeHyung y como sus belfos brillaban. Tenía que contenerse, iba a mostrarle a ese chico muchas cosas que ni siquiera él sabía de sí mismo. Así que luego de aquel ademán, su mano acariciaba su mejilla, sus dedos pasaban por sus labios y TaeHyung abría sus ojos, viéndolo como lo tocaba delicadamente y muy concentrado con sus cejas tupidas algo fruncidas y sus ojos negros fijos en él. Pasaba saliva ante lo intimidante que se veía el mayor, pero no sé movía, de hecho se quedaba quieto y predispuesto, esperando, así que sentía como la mano de SeokJin comenzaba a a trazar caricias cuesta abajo, sus dos dedos le apuntaban, apoyados sobre su cuerpo y bajaban, cuando estos rozaban su pezón erecto y sensible, se detenía unos minutos allí, TaeHyung mordía su labio y sentía un leve pellizco por parte de los dedos traviesos del sexólogo. Su cuerpo se contraía, perceptible y su boca se abría luego de otro apretón, su instinto había sido llevar sus manos a las caderas de SeokJin y anclarse allí.

—Mmhpm... Estás jugando con mis nervios —se respondía a sí solo, pero dejaba que SeokJin hiciera a su antojo. TaeHyung en cambio hacía unas muecas de placer y sus labios eran mordisqueados por sus dientes—. ¿Tienes una fascinación con mis pezones o es en general?

SeokJin detenía su tortura, luego de la voz temblorosa de TaeHyung. Lo miraba y sonreía al verlo tan conmocionado, extraño y ardiente. Él quería saber todo lo que este no sabía sí mismo en el sexo y eso lo ponía más duro. Así que relamiendo sus labios miraba sus pies y notaba que llevaba sus zapatos puestos, claro y también notaba el bulto en los pantalones de TaeHyung.

Cuando alzaba la vista, su ceja derecha se enarcaba—. ¿Caliente?

—Jodidamente caliente —respondía el menor, poniendo su mano sobre su bulto prominente.

SeokJin dejaba escapar todo el aire por su nariz, se quitaba los zapatos y los dejaba a un lado, luego volvía a pararse frente el menor y lo miraba con esos ojos oscuros, llenos de lujuria. TaeHyung dejaba de tocarse cuando la mirada de éste bajaban en una fuerte advertencia de que dejara de hacerlo. Así que obedecía la silenciosa orden que brotaba por la mirada poderosa del mayor.

— ¿No traes ropa interior, cierto? —cuestionaba en un susurro.

TaeHyung sonreía—. Solo quería estar preparado

—Mmm, eres increíble —susurraba, acercándose y nuevamente, acariciando ese bonito rostro mientras se inclinaba hacia la oreja de TaeHyung y chupaba suavemente el lóbulo.

Las manos del menor se aferraban a su ropa y suspiraba. Torcía el ángulo de su cabeza y le permitía a SeokJin jugar con su lóbulo, con la zona sensible de su cuello, más abajo, sintiendo su lengua presionar y barrer suavemente sobre su piel. Su corazón estaba como loco, su piel completamente erizada, su pulso por el cielo y su polla con un leve caso de dureza y bolas azules, pero no se apresuraría.

Su garganta subía y bajaba visiblemente, tragando el nudo en esta y eso no pasaba desapercibido para el mayor. Las manos de SeokJin apenas lo tocaban, una acariciaba su rostro o las hebras húmedas de su cabello, mientras que la otra apenas se anclaba en su cintura, pero cuando veía aquel signo de nerviosismo y anticipación, colocaba ambos en la caderas de TaeHyung, se agachaba un poco y su lengua presionaba contra su nuez. Cuesta arriba, humediciendo la piel y logrando que las manos de TaeHyung se posaran en sus hombros y clavara sus dedos allí, dejando que un jadeo se le escapara.

SeokJin mordía la piel, alzaba la vista y empujaba a TaeHyung en su cama con sumo cuidado. TaeHyung estaba mareado por la suavidad y delicadeza del mayor. Luego lo veía sonreírle y TaeHyung quedaba recalculando si estaba soñando o ese hombre era real.

—Al centro de tu cama, cariño —pedía el castaño.

TaeHyung obedecía, ansioso con labios húmedos y cuerpo deseoso por más besos y toques.

SeokJin sonreía con algo de lujuria pintando sus facciones, subía una rodilla a la cama y se inclinaba sobre un TaeHyung atento que, lo veía poner sus dedos en el inicio de su remera.

—Estás demasiado vestido. Levanta tus brazos —pedía y lo despojaba de su prenda superior. Cuando lo tenía apoyado sobre sus codos, semi recostado, excitado y expectante, lo halagaba—. Pareces salido de los sueños más sucios y eróticos que el ser humano podría llegar a tener... —acariciaba fugazmente el mentón de TaeHyung.

Este aspiraba con fuerza—. ¿En tus sueños más sucios y eróticos? —cuestionaba, SeokJin sonreía y asentía—. Con eso me basta.

El mayor se ponía serio de repente, se inclinaba y ponía su palma sobre el pecho desnudo del menor y empujaba, para que cayera de lleno sobre la cama. TaeHyung se dejaba y luego volvía a mirarlo con esos ojos negros y prometedores. TaeHyung tenía menos hombros que él, pero estaban perfectos en su cuerpo. Sus brazos estaban más gruesos de lo esperado y también se marcaban sutilmente, luego su torso acaramelado estaba decorado con ese pezones erectos de un color amarronado muy suave, sin vello alguno, y luego su cintura estrecha y abdomen sutilmente trabajado.

Su polla se contraía feliz de toda la preciosa vista, sin mencionar el rostro erótico que TaeHyung tenia pintado, ojos largos entrecerrados, cubiertos por espesas y largas pestañas, muy hambrientos y atentos. Su bonita nariz con ese lunar adorable y su gran boca pronunciada de labios semi carnosos estaba entre abierta, también tenía un lunar en el labio inferior y en debajobde las pestañas de uno de sus bonitos ojos. TaeHyung estaba agitado, entreabriendo sus labios y SeokJin fantaseaba un microsegundo de esos belfos alrededor de su polla necesitada.

Apretaba sus ojos y TaeHyung había visto aquello—. ¿Qué? ¿Quéue sucede? —preguntaba, rogando que no estuviera a punto de retirarse.

—Solo imagine tus labios estirados alrededor de mi polla y me fui por un segundo —admitía.

TaeHyung sentía que lo había golpeado de repente, algo estúpido y desorientado, pero su polla muy atenta a todo lo que hacía o salía, en esta caso, de la boca de SeokJin.

—Joder, si. No tienes que imaginarlo, puedo hacerlo ya —mencionaba, comenzando a levantarse, pero la mano de SeokJin lo tomaba por su cuello con una suave presión para detenerlo.

—No hay apuro —exclamaba—. Hoy se trata de ti, no de mí —volvía a empujarlo y se acomodaba a horcajadas del chico, más cerca de su rostro y éste creía que finalmente sería besado, así que se acercaba, pero nuevamente, dos dedos lo separaban de los labios de cereza ajenos, resoplaba como niño pequeño y el mayor sonreía—. Recuéstate.

Lo hacía. Si, señor que lo hacía.

Cuando estaba acostado nuevamente, veía a SeokJin inclinarse y llevar sus labios a su mentón, otro beso allí y luego un chupón suave para comenzar un camino de besos por su filosa mandíbula mientras sus manos se precipitaban a la cintura de SeokJin. Luego esa boca carnosa seguía besando su cuello, su pecho y nuevamente los dedos ajenos comenzaba a pellizcar sus pezones. Gemía ahogado y SeokJin lo miraba en ocasiones, luego prestaba mucha atención a como la piel de Tae se erizaba, o humedecía por sus besos... O sus músculos se contraían, una preciosa función la forma en que las sensaciones hacía estragos en el cuerpo de TaeHyung.

Cuando consideraba dejar de pellizcar y tirar de las protuberancia algo coloradas, llevaba su lengua y la pasaba como ungüento por encima de una. Pero cuando esta tocaba el botón amarronado, TaeHyung arqueaba su cintura y sollozaba. Debía de ser calmante para el ardor de los pellizcos, pero terminaba ardiendo y quemando. Su cuerpo no soportaría tanto traqueteo, pero estaba dispuesto a aguantar hasta donde pudiera porque, joder que estaba viendo las estrellas flotar en su maldito apartamento por encima de su cabeza.

—T-tú planeas matarme con la forma en que estás tocándome —la lengua pasaba nuevamente, ahora por el otro y luego sus labios sorbían—. ¡Ah!... Jin.

TaeHyung había arqueado su espalda otra vez y puesto sus ojos en blanco, joder, eso no se comparaba a los toqueteos descuidados del menor de los hermanos o a ningún tipo de caricia anterior. Luego la tortura se había extendido al otro pezón unos momentos más allí, para luego sentir como SeokJin comenzaba a bajar y comenzaba a meter su lengua en su ombligo, ocasionando todo tipo de sensaciones en su estómago, su polla, sus bolas y un escalofrío recorrerle completo. Su espalda y cuello estaban sudando por retorcerse y estar tan caliente y tensionado. Luego más besos y sus manos comenzaban a empujar la cabeza de SeokJin hacia abajo deseando que llegara a su erección. SeokJin sonreía travieso, intentando controlar su propia hambre, así que tomaba las caderas del chico para inmovilizarlo por estar tan inquieto, conseguía una mirada frustrada con puchero pintado y lo miraba desde abajo. SeokJin era tan mandón con su sola mirada y TaeHyung se iba a correr solo por esos ojos rasgados negros viéndole con autoridad. Cuando tentaba a suerte, empujando nuevamente sus caderas, las manos ajenas lo apretaban y las cejas de Jin se fruncian mientras una sonrisa tiraba de la comisura de sus labios y hundía su rostro en la dura entrepierna de TaeHyung para aspirar fuertemente el aroma a jabón que tenía y agradecía oler bien porque aquello había sido tan sorpresivo y desorientador para el menor que, quedaba recalculando. La forma en que SeokJin aspiraba su olor y gemía suavemente por eso, con su rostro sobre su polla... No había cosa más caliente que ese hombre olisqueandolo de esa forma tan devota.

Cuando los dedos del mayor se metían en su cinturilla, su respiración se atascaba, SeokJin tiraba de la tela hacia abajo e intentaba acomodar su ideas para que su cuerpo colaborará y levantaba su pelvis cuesta arriba para facilitar la acción. Cuando la parte más importante del cuerpo del azabache estaba descubierta, SeokJin maldecía en alto por aquella bonita polla larga, gruesa, totalmente depilado, glande rosado goteante y tan venoso en los lugares correctos.

Se lamía los labios y negaba—. No entiendo como Jungkook no se comió tan preciado regalo, en serio... No parece mi hermano.

TaeHyung mordía su belfo y sonreía sonrojado. El pantalón estaba fuera de escena y ahora las manos de SeokJin se posaban en sus tobillos, acariciando cuesta arriba hasta llegar a sus rodillas  y comenzaban a amasar desde esa parte, volviendo a ascender. Estaba consiguiendo que la piel de TaeHyung respondiera al erizarse, luego se inclinaba y comenzaba besar la parte interior de sus muslos. Eran besos suaves y perfectos, considerando los esponjosos labios que el sexólogo poseía, no tengan duda que era demasiado placentero y embriagador.

TaeHyung estaba demasiado duro y su glande tenía ese brillo blanquecino de su esencia apenas derramada. Sus piernas se abrían porque SeokJin se encargaba de abrirlo con parsimonia y luego más besos que llegaban tentativamente a su ingle. De hecho, SeokJin besaba la zona con labios y lengua mientras que su pelo le hacía cosquillas en la zona de sus bolas. No estaban azules, pero prontamente iría allí. Figurativamente hablando, ya se veían púrpuras, pero SeokJin se brulaba de eso y pasaba al otro muslo, un resoplido frustrado llegaba a sus oídos y levantaba la vista divertido para ver el puchero de TaeHyung.

— ¿No te gusta lo que hago? —preguntaba tranquilo.

TaeHyung alzaba sus cejas y abría sus ojos para verlo—. Si, joder que si... Es solo que nunca me habían besado tanto y torturado de esa forma, pero... Estoy a esto... —juntaba apenas su pulgar e índice—, de comenzar a tocarme

—No lo harás —soltaba serio—. Te juro que no vas a necesitarlo, pero podrías trabajar tus pezones. Te gusta, eres muy sensible allí y puedes hacerlo mientras continúo con mi tortura aquí abajo —aconsejaba.

TaeHyung relamia sus labios y asentía, jamás se había tocado allí en público, a solas, solía hacerlo a menudo mientras se masturbaba o auto penetraba. Pero durante el sexo, no se sentía tan libre... Así que cuando veía la mirada oscura y atenta de SeokJin, sabía que estaba esperando por ver eso, obedientemente lamía dos dedos de cada mano y los llevaba a sus pezones, gimiendo al instante del tacto y Seokjin, sonreía libidinosamente.

—Hermoso —susurraba para sí mismo, pero lograba llegar a los tímpanos del menor, quien había vuelto a cerrar sus ojos luego de la última mirada de pura lujuria que recibía.

Pero cuando la boca de SeokJin volvía a su pelvis, daba un chupón a su sensible glande y pasaba la lengua por la húmeda hendidura. TaeHyung abría los ojos y encorvaba su cintura sorprendido y complacido.

— ¡Si, joder!... No creí que t-... ¡Ah~! —la boca de SeokJin cubría toda su longitud, no permitiéndole juntar dos palabras para continuar hablando porque el calor húmedo de la cavidad estrecha del mayor lo tenía demasiado apretado, y cuando succionaba al soltarle, lo hacía rodar sus ojos y gemir ronco algunas incoherencias.

Palabras sueltas como "Maldición" "Mierda" "Hazlo... De nuev-... ¡Joder!" salían de sus labios con fuerza, auténticas ganas de que SeokJin siguiera ahogándose con su longitud, mientras él estaba maltratando sus pezones y levantaba su cabeza para ver a ese hombre de ensueño dándole la mejor mamada en toda su corta vida, sin dejar de lado la forma en que lo había besado completo. Suponía que si SeokJin no había llegado a sus pies era solo porque no tenía un fetiche con ellos, sino también le hubiera chupado hasta los dedos con tal de recorrerlo completo aunque todavía faltaba más.

Hasta ese momento estaba muy compenetrado en las sensaciones y la vista, pero SeokJin no había tocado su polla con sus manos, solo había clavado sus dedos a los huesos de su cadera y lo mantenía firme allí mientras se lo tragaba completo. Hasta que empujaba el hombro de SeokJin cuando sentía la presión a en sus bolas.

—No, no.... Para, así no, por favor no así —rogaba.

SeokJin tenía saliva y esencia de TaeHyung en su mentón, cuando lo soltaba lo miraba con atención, predispuesto a lo que el joven quisiera.

—Puedes correrte ahora y luego, no te preocupes —exclamaba.

TaeHyung negaba—. A la primera no, contigo dentro de mí... Y estás muy vestido.

SeokJin alzaba sus cejas, entonces no quería correrse por una mamada a la primera, él lo entendía. Aunque se moría de ganas de ver cómo se veía el cuerpo de TaeHyung temblando por las réplicas de su orgasmo y las—muy seguras—eroticas caras que haría mientras el clímax lo golpeaba.

— ¿Quieres que me desnude? —cuestionaba divertido.

—Quiero desnudarte —pedía TaeHyung.

Y SeokJin también lo quería así, por lo que asentía, no sin antes inclinarse una última vez y succionar una de las bolas de TaeHyung, logrando que las piernas largas del chico le apretaran fuertemente, mientras gemía ronco.

— ¡Hyung!... Por favor —soltaba jadeante.

Entonces se enderazaba, relamia sus labios y se acercaba a un TaeHyung masacrado que, estiraba sus brazos y lo atraía por un buen beso, pero SeokJin lo esquivaba y mordía su mejilla. TaeHyung rodaba los ojos no entendiendo esta obsesión de no darle su maldito primer beso. Pero no se enroscaba, contrario a eso, sus manos sacaban la remera de los pantalones del mayor y la tiraba desesperado por encima de su cabeza, ansioso de ver ese cuerpo y restregarse piel con piel.

No recordaba sentir esa necesidad y desesperación con Jungkook.

Cuando SeokJin quedaba desnudo de la parte superior de su cuerpo, TaeHyung se le quedaba viendo. Los hombros fuertes, brazos marcados con sutileza, pezones entre un color marrón y rosa, sin vello y abdomen sutilmente trabajado. Era perfecto, así que reaccionaba y se movía para quedar de rodillas sobre la cama y llevaba una manos temblorosas al cinturón de SeokJin, sacándolo rápidamente mientras lo miraba arrebatadoramente sensual y seguro.

—Eres tan hermoso —repetía el mayor, metiendo sus dedos en el pelo negro y ondulado del chico para quitarlo de su rostro mientras lo dejaba hacer con, ahora el botón y cierre de su pantalón.

TaeHyung alzaba la vista ante la repetición de ese halago y mordía repentinamente el belfo inferior de SeokJin, tomándolo por sorpresa y tirando de él mientras sus manos bajaban el pantalón y boxer del mayor hasta donde le permitía la pose, hasta sus rodillas. Lo soltaba con cuidado y luego se miraban fijamente, mucha intensidad y TaeHyung exclamaba:

—Si sigues diciendo que soy hermoso, voy a comenzar a creermelo y sé que no quieres besarme, pero necesitaba al menos morderte —luego bajaba su mirada y miraba la gloriosa polla erecta, larga y gruesa, venosa, vello al ras apenas se notaba, muy cuidado. No podía creer que se estaba comiendo al hermano mayor de su folla amigo. Relamiendo sus labios alzaba sus cejas—. Sabes, esto estará de más, Kook no está mal allí abajo, pero tú... —alzaba sus ojos y miraba a SeokJin por debajo de sus bonitas y espesas pestañas—. Tu polla está a otro nivel.

SeokJin sonreía... Aish, sonreía de esa forma que era sexy como el infierno, pero también tenía este borde desquiciado de dulzura que hacía cosas extrañas con el cuerpo y la cabeza de TaeHyung. No decía nada, contrario a eso, se movía para sentarse sobre la cama y permitirle a TaeHyung quitarle por completo la prenda. Cuando el menor lo hacía, arrojaba la ropa al suelo, cerca de la suya y veía que SeokJin quedaba recostado sobre su cama, mirándolo atentamente con fuego en sus ojos, pero dejándole a él decidir el próximo paso.

— ¿Qué sigue? —provocaba.

— ¿Lo que yo quiera? —cuestionaba el azabache.

SeokJin volvía a sonreír, pero con dientes y todo—. Lo que tú quieras, cariño.

«Cariño» el estómago de TaeHyung burbujeaba.

Mordiendo su belfo y gateando como un tigre depredador, se debatía si ir por su polla o sus labios. Era una decisión difícil, quería tanto comer su polla como sus labios, pero finalmente decidía y se iba encima del mayor con esos ojos negros y mirada intensa que ponía a SeokJin más caliente de lo que ya estaba.

—Quiero comerte la boca —pedía.

—Quiero que lo hagas, entonces... —replicaba.

TaeHyung fruncia su ceño, mirando su cuerpo y volviendo a su rostro—. Pero me esquivaste

—Suponiendo tus experiencias, no quise arriesgarme con los besos, pero si lo quieres, definitivamente tienes mi consentimiento —TaeHyung sentía su polla contraerse por el simple hecho de querer probar bien esos labios, así que se inclinaba y SeokJin lo recibía abriendo su boca de par en par, atrapando sus labios con los suyos y el primer choque era electrizante. Así que comenzaba, comiéndose los labios del mayor, restregando los suyos entre chupones y mordidas. Sus lenguas estaban presionando fuertemente contra la otra, intentando dominar, dejarse dominarse en otras ocasiones y sus labios succionaban los ajenos. El sonido de chasquidos que hacían juntos, era la melodía más atractiva jamás oída. A SeokJin, le gustaba como sonaban los besos que se daba con el chico, quien ahora se subía a horcajadas de él, logrando el primer roce de miembros erectos.

Electricidad. Así los golpeaba a ambos.

SeokJin aspiraba por su nariz con la boca de TaeHyung aún sobre la suya—. Mmmm... —gemía luego, largando el aire por la misma.

TaeHyung cortaba el beso y se alejaba atontado por la intensidad de todo—. ¿Sentiste eso? —cuestionaba embobado.

SeokJin abría sus ojos y enfocaba el rostro precioso del azabache, lo miraba unos momentos, finalmente lo tomaba de la nuca con más fuerza para darle otro beso desgarrador que hacía cosas extrañas con el cuerpo de TaeHyung. Casi como si drenara sus fuerzas y deshuesara su cuerpo para dejarlo totalmente arruinado y consumido. Tan débil y tembloroso que, no veía venir el cambio de posiciones cuando SeokJin tiraba todo su cuerpo sobre el suyo.

TaeHyung rodeaba su cintura con sus piernas y sus brazos sobre el cuello del castaño y lo recibía, lo dejaba hacer. Lo consumía beso a beso, estaba completamente en otro planeta, otra dimensión y gemía arruinado cuando SeokJin daba un estocada que infrigia una fricción y presión de su polla a la ajena, dejándolo ansioso y con la urgencia de soltar esa boca para gemir de forma ronca.

—Joder... Jin —susurraba, sintiendo esa boca delinear su mentón, viajar por su cuello y la presión de todo el cuerpo desnudo del castaño moliendose al suyo mientras el clavaba sus uñas a la espalda ancha y pulcra de piel lechosa de la cual SeokJin era dueño—. Oh, Hyung... Me encantas...

Mierda, no quería decir tan deliberadamente, otra vez que, le encantaba el tipo en cuestión—aunque así fuera—sino toda esta experiencia en si, pero el filtro de su cerebro/boca se había dañado y su cuerpo se relajaba y alteraba a la vez cuando SeokJin respondía:

—Y tú a mí —ronco en su oreja, tirando de su lóbulo.

¿Cuándo había pasado eso? ¿Durante los mensajes de puro sexo que habían intercambiado desde el día uno o desde la primera vez que lo había visto en la cocina de Jungkook?. SeokJin era totalmente su tipo, si es que se ponía a pensar sobre tener "un tipo". Al parecer, había quedado totalmente fascinado con él, pero no solo por ser perfecto y jodidamente hermoso, atractivo y sensual, sino por la personalidad del tipo. Era jodidamente encantador y maduro, tenía que ser la jodida lotería estar con un hombre así.

«¿Quién pudiera realmente tenerlo?» pensaba TaeHyung, retorciéndose bajo su cuerpo extasiado, logrando las primeras gotas de sudor entre ambos, volviéndose todo más húmedo y pegajoso.

— Folláme, folláme... Por favor, por favor —rogaba, rasguñando toda la espalda de SeokJin con fervor.

El mayor salía del hueco de su cuello maltratado y asentía.

— ¿Lubricante y condón? —pedía.

TaeHyung asentía insistentemente, señalando su mesa de noche—. En el cajón —atinaba a ir en busca de las cosas, pero SeokJin lo tomaba por los hombros.

—Date la vuelta y abre tus piernas — soltaba, mientras se encargaba él de buscar todo donde TaeHyung le había indicado.

El azabache sentía esa ansiedad y sus bolas se contraían con las palabras que prometían demasiado con esa orden directa, así que se giraba y luego miraba por encima de su hombro a un SeokJin que miraba la marca del condón con ceño fruncido.

—Son los que usa Kook, no tengo más grandes —mencionaba casi apenado.

SeokJin relamia sus labios—. Lo entiendo, claro —mencionaba y por primera vez no quería escuchar el nombre de la persona que más amaba en el mundo.

¿Estaba siendo una completa mierda por eso?. Seguramente, pero no estaba enojado con Jungkook, ni con TaeHyung, sino con él mismo.

— ¿SeokJin? —llamaba TaeHyung impaciente, casi como un gemido que lo traía nuevamente a la realidad y cuando fijaba sus ojos en él, veía como tenía dos de sus dedos en su interior.

La polla de SeokJin se ponía aún más rígida de lo esperado, por lo que de inmediato abría el condón, se lo colocaba con sumo cuidado mientras veía como TaeHyung se doblaba y retorcía con sus propios dedos en su interior. También debía admitir que estaba sorprendido porque ya tenía dos de sus extremidades dentro y es que, por pensar en Jungkook no había visto como TaeHyung lamía sus propios dedos lo suficientemente para poder follarse con estos ante la espera desesperada del mayor y no era nada nuevo, solía hacerlo a veces cuando notaba que Jungkook estaba demasiado compenetrado en solo querer ponerla.

Ese mismo pensamiento cruzaba la mente de SeokJin mientras terminaba de ponerse el condón, tan duro y deseoso de estar dentro de TaeHyung, pero se contenía con un gran poder de autocontrol y con voz ronca ordenaba:

—Basta —pedía, TaeHyung se detenía—. Si me permites, me gustaría comerte ese bonito culo con el que fuiste bendecido.

TaeHyung se ponía rojo de la calentura y algo avergonzado, por lo que quitaba sus dedos, relamia sus labios y miraba la polla de SeokJin con hambre y ansias.

—Te espero... —susurraba.

SeokJin pasaba el nudo en su garganta y se arrastraba encima de TaeHyung, viendo sus piernas, su buen culo de piel acaramelada con glúteos perfectos y macizos... Luego la cintura y su espalda que no era tan ancha, pero era increíble el cuerpo desnudo del chico. Era delicado, precioso. Dejando el lubricante a un lado del cuerpo de este, se tiraba encima y empezaba a besar sus hombros. Aquello tomaba por sorpresa al menor que, no podía evitar dejar escapar un jadeo mientras un escalofrío subía por su columna y lo ponía todo caliente, ansioso y nervioso. Dios ¿qué tenían los besos de SeokJin que lo hacían sentir tan raro y cachondo?.

Cuando sentía la lengua húmeda trazar una línea de un hombro a otro, su cabeza caía hacia adelante y su culo se levantaba para apretar la polla de un SeokJin que gemía y le mordía el hombro en cuestión. TaeHyung soltaba un risa ronca y sensual, mientras ondeaba sus caderas para masajear la dura erección del mayor con su bonito trasero. SeokJin estaba sosteniéndose con sus brazos, pero cuando la fricción de los glúteos de TaeHyung apretaban su polla casi atrapando le entre estos, los sentía temblar, a punto de no poder sostenerse a sí mismo.

—Por dios, eres terrible —susurraba, metiendo su nariz en el pelo húmedo de TaeHyung. Aún olía a frutillas y ese ademán le hacía cosquillas al azabache.

—Lo soy y te sientes demasiado bien... Estoy seguro que encajarías a la perfección conmigo —susurraba, dejando caer su cabeza mientras SeokJin dejaba besos en su nuca.

—Definitivamente encajamos —luego de eso, sus besos iban por la columna de TaeHyung, cuesta abajo y eso hacía al menor anticiparse a lo que podría hacer el mayor.

Darle el famoso beso negro que había mencionado. TaeHyung no estaba seguro como se sentiría aquello viniendo del sexólogo, pero estaba muy ansioso de saberlo por lo que, cuando sentía a SeokJin llegar a su espalda baja, al ras de sus glúteos, empujaba hacia arriba demasiado ansioso.

SeokJin sonreía y sobre su piel exclamaba—: Voy a llegar ahí, te lo aseguro —y luego sentía la nariz de este correr hacia uno de sus glúteos y...

— ¡Mierda! —una mordida que le hacía temblar, pero joder que le había gustado porque no había sido fuerte, solo justa.

—Carnoso —se mofaba el mayor y luego su lengua pasaba como bálsamo, TaeHyung se reía tomando su rostro y luego la sonrisa era reemplazada por la la forma en que sus dientes masacraban su belfo inferior cuando lengua de SeokJin pasaba por entre medio de sus glúteos y nuevamente, la electricidad.

Para no dejar de lado, hasta había besado a los lados de su cadera. Dios, realmente lo había besado por todos los lugares habidos y por haber.

—Ah, eso... —su cuerpo se había removido, ansioso de más.

Y SeokJin tomaba ambos glúteos, abría para poder tener acceso al agujero de TaeHyung y de inmediato volvía a pasar su lengua más fuerte. El azabache había ahogado un jadeo extasiado, sus puños apretaban el cobertor de su cama que, para ese entonces era un desastre. Luego sentía el pulgar de SeokJin jugar con su perineo y sus caderas empujaban contra este. SeokJin relamia sus labios, saboreando a TaeHyung en ellos y luego volvía atacar, pero esta vez se aseguraba de que su lengua entrará y follara a un TaeHyung que volvía a gemir y sollozar, pidiendo más, empujándose contra esa boca y apretando sus ojos por sentirse tan jodidamente duro y ansioso.

La anticipación de la verdadera penetración que vendría luego de este juego previo, lo tenía al borde. SeokJin tenía que apresurar las cosas porque estaba tan alñ punto que, estaba seguro que en cuanto tuviera la longitud del mayor dentro, se correría solo por eso.

Y joder que eso sería humillante y completamente nuevo, pero se correría no por ser follado, sino solo por tener una polla dentro. Eso ya era demasiado extremista.

Luego de haber sido follado por esa lengua del infierno, sentía como un líquido caía entre sus glúteos. SeokJin ya había abierto el lubricante y lo estaba bañando con él, luego de eso, el pulgar tentativo estaba al acecho otra vez, pero finalmente lo sentía empujar dentro. Por el lado del mayor, estaba totalmente embobado por la forma en que su pulgar desaparecía en el interior de un TaeHyung jadeante, era majestuoso y ya quería ver su miembro enterrado allí, pero primero iba a asegurarse de que TaeHyung supiera la diferencia entre ser usado para placer propio y realmente ser el objeto de deseo de la otra persona que, solo intentaría darte la mejor maldita experiencia.

Él no era un simple agujero donde alguien podía venirse y luego dejarlo a la deriva, él merecía cada maldito minuto que le estaba dando, intentado desvivirse para que entendiera lo que valía y lo que le gustaba.

Luego de tanta tortura, quitaba el pulgar, recibiendo un resoplido de TaeHyung por el vacío y bañaba dos de sus dedos más largos y volvía para atacar la entrada hipersensible del menor con su lengua, mientras llevaba su mano libre bajo su cuerpo, para masajear sus bolas.

—Oh, demasiada.... Demasiada estimulación —soltaba TaeHyung, pero paraba su pelvis y dajaba que SeokJin lo acariciara mejor, mientras todavía estaba muy concentrado en estirarlo bien.

SeokJin tomaba eso como un semáforo en verde, así que ahora, metía sus dos dedos dentro y TaeHyung arqueaba sus cintura, gritando quebrado y empujandose hacia atrás. SeokJin alejaba su boca de su entraba y se dirigía a sus bolas, mientras lo follaba con sus dedos y acariciaba su miembro con su mano. TaeHyung estaba temblando, demasiado duro, rogándole cosas que no lograba entender. Su propia polla estaba siendo torturada dentro del condón que le apretaba. Luego hacía tijeras para dilatarlo aún más y lo veía desesperado empujarse contra sus dedos, sollozando, hasta que los curvaba dentro, tocaba su glándula y TaeHyung temblaba.

—Oh, joder... Eso-eso fue, joderrr —repetía la "r" casi furioso porque nunca habían tocado su glándula con un efecto de zumbido que estallaba por la base de su polla y hormigueaba bajo su vientre—. Hyung, por favor... Tu polla, no voy a durar, será humillante —lograba completar la oración.

SeokJin quitaba sus dedos, dejaba de besarse con sus bolas y soltaba su polla. «Demasiado vacío», pensaba TaeHyung, mirando por encima de su hombro con una expresión dolida y necesitada.

Veía a SeokJin inclinarse sobre él y le susurraba—. Date la vuelta, quiero verte a la cara cuando te corras conmigo dentro de tí.

TaeHyung jadeaba, asentía frenéticamente y se giraba, su espalda estaba sobre la cama, SeokJin tomaba sus tobillos y empujaba para que sus rodillas estuvieran sobre su pecho.

—Separa las piernas y sostenlas a los lados, no sobre tu pecho —pedía, abriéndole las mismas.

TaeHyung relamia sus labios y asentía, luego miraba a SeokJin y sentía las chispas revolotear alrededor de ambos, podría estar horas y horas colgado de esos ojos, dios, si. SeokJin pensaba muy similar, demasiado, pero se concentraba en alinear su miembro y comenzar a empujar.

—Oh, oh... Joder, allí estás —soltaba enloquecido.

SeokJin sonreía, pero luego apretaba sus dientes mientras que su glande comenzaba a sentir lo delicioso que ese hombre lo estaba apretando. Mierda, habia hecho un buen trabajo dilatando a TaeHyung, pero joder que estaba estrecho y su cabeza de arriba se sentía mareada mientras que la de su polla estaba siendo deliciosamente apretada. TaeHyung estaba con sus labios entreabiertos y sus ojos fijos en el mayor mientras sostenía sus propias piernas, pero comenzaba a sollozar, SeokJin era grande, jodida y espectacularmente grande.

— ¿Estás bien? —preguntaba el mayor, al ver el rostro de dolor.

—Arde, pero sé que va a mejorar... Sé que contigo será mejor —exclamaba.

SeokJin sentía una sensación burbujeante en su estómago y una misteriosa calidez en su pecho. Luego volvía a concentrarse y tomaba la polla de TaeHyung desde la base y comenzaba a acariciarlo mientras empuaba más y más. TaeHyung estaba luchando con las ganas de apretar sus piernas mientras gemía sonoramente. Eso no era fingido, señoras y señores, él estaba siendo ruidoso, pero sinceramente ruidoso.

— ¿No estás fingiendo, cierto? —exclamaba SeokJin, convocando a todo su autocontrol para no entrar a lo bestia y masajeando la polla del chico de forma vertical y con vehemencia. TaeHyung le regalaba una sonrisa cómplice entre tanto ardor y SeokJin se respondía solo—. Definitivamente no estás fingiendo y me encanta lo ruidoso que eres.

TaeHyung mordía su labio para tragarse un gemido y el ardor persistía mientras sentía sus paredes expandirse alrededor de toda la longitud que finalmente estaba completa dentro de él. La pelvis de SeokJin estaba pegada a sus glúteos, sus dientes apretados y sus ojos oscuros.

—Eres tan... Joder —soltaba sin fuerzas, luego apretaba sus ojos, resoplaba y relamia sus labios—. Folláme, Hyung.

SeokJin sentía ese cosquilleo en su nuca, sus bolas y bajo vientre, así que soltaba la polla del chico, se apoyaba en sus piernas levantadas y daba el primer movimiento circular que rozaba la próstata de un TaeHyung que, apretaba sus piernas, soltandolas y tapaba su boca, tragándose un gemido ronco mientras sus ojos lagrimosos se apretaban.

«Oh, dios. Me voy a correr, me voy a correr y no ha hecho nada»

Su corazón palpitaba como loco, su polla también y el ardor había desaparecido en un santiamén. SeokJin lo estudiaba cuidadosamente y volvía a moverse, gimiendo a la par del muchacho y apretando sus dientes deseando más.

—Oh, Jin... No quiero correrme rápido —rogaba TaeHyung entre sollozos. Los movimientos pélvicos, seguían suavemente sin cesar.

SeokJin soltaba una sonrisa, "esa" sonrisa lujuriosa y dulce—. Te correrás cuando te corras, pronto, tarde, pero te correrás conmigo dentro de tí y tu polla no va necesitar más caricias, te lo juro —y saliendo sutilmente, volvía a entrar con una suave embestida.

"¡Joder!" TaeHyung encorvaba su cintura. SeokJin lo dejaba asimilar el placer que le recorría y cuando lo veía recuperarse, esperaba.... TaeHyung abría sus ojos y asentía frenéticamente.

—Si, si... Hazlo de nuevo y otra vez —rogaba, llevando sus manos a la cintura del mayor y la verdadera acción comenzaba.

SeokJin empezaba a embestirlo con un ritmo embriagador, mientras las primeras gotas de sudor comenzaba a pintar su frente. TaeHyung era puro gemido quebrado, roto, complacido.... Extasiado.

—Duro, Hyung. Hazlo más duro —pedía, arañando la zona de la costilla de SeokJin y enviado esa electricidad a todo el cuerpo del mayor quien bajaba sus piernas se echaba sobre él y comenzaba a embestirlo duro y parejo—. ¡Oh, joder! ¡Si, por favor! —sus brazos se enredaban en el cuello de SeokJin y volvía a rasguñar espalda, hombros y sus piernas lo tenían como su prisionero.

—Tae, carajo.... Estás tan apretado —susurraba sobre su mejilla, luego mordía allí, su mentón y a TaeHyung le encantaba la sensación. Sentía los dientes de este raspar cuentas abajo y morder la curvatura de su cuello, luego subir por su lóbulo, tirar de él mientras su caderas se ponían salvajes. Golpes cortos, certeros y ruidosos.

TaeHyung estaban en el cielo y estaba jodidamente sonriendo entre sollozos, él estaba sonriendo mientras SeokJin estaba, básicamente—hablando mal y pronto—rompiéndole el culo. Sus piernas de estiraban y SeokJin lo follaba más profundo, llevando sus manos bajo su cuerpo, acunando sus glúteos con sus palmas y sintiendo los gemidos rotos del menor. TaeHyung también estaba disfrutando de la respiración pesada del mayor y los gemidos roncos que daba.

TaeHyung no recordaba que Jungkook lo follara de esa forma, otro lo había hecho, algo similar, pero la sensación era más íntima con el mayor. Repentinamente deseaba montarlo... Él quería tener a SeokJin bajo su cuerpo mientras lo veía hacer todo tipo de rostros, como había mencionado. Así que, buscaba su rostro, besaba sus labios y sobre estos pedía—: Quiero estar arriba.

SeokJin intentaba entender lo que pedía, estaba demasiado borracho, embriagado de TaeHyung, hasta que asentía, salía y se acostaba sobre su espalda. TaeHyung gateaba encima de él ansioso, pasaba una pierna por encima, tomaba su polla, consiguiendo una mueca de su parte y alienadolo en su entrada, bajaba más rápido y decidido de lo esperado, dejando caer su cabeza hacia atrás y robándole un gemido gutural al sexólogo bajo su cuerpo.

Una sonrisa engreída cruzaba su rostro, ponía sus manos sobre el abdomen de SeokJin, lo miraba con una mirada feroz y hambrienta, mientras levantaba sus caderas y caía fuertemente, ambos conseguían ver las estrellas por eso y luego comenzaba a subir y bajar con tal rapidez, un movimiento tan perfecto encima de la erección del mayor que lo veía con sus entrecerrados, tan drogado de él. SeokJin se veía precioso con sus labios hinchados, su pelo revuelto y como su cuerpo estaba marcado y rígido bajo el suyo.

—Joder que tienes energía, cariño —halagaba, TaeHyung sonreía y cambiaba los movimientos verticales rudos por un vaivén que comenzaba a presionar su glándula de la forma correcta.

—Ah, ah~ ... Oh, mierda, mierda —sollozaba.

SeokJin sonreía, él no quería tocar la polla de TaeHyung porque, realmente sabía que no lo necesitaba, pero de todas formas quería poner su mano en aquella longitud dura, deliciosa y perfecta que saltaba sobre abdomen, tentandolo, así que llevaba una mano y comenzaba a acariciarlo, no era fuerte solo era justo y veía como TaeHyung se ahogaba con un gemido de sorpresa. Se miraban durante lo que había durado la forma desesperada en que TaeHyung se movía y con un precioso puchero gemía, sin cortar el contacto visual, luego empujaba la mano del mayor para que soltara su polla, se inclinaba y atacaba esos labios rojos cual cereza, como había pensando la primera vez y metía su lengua para adueñarse de ella. Follando la boca de Jin con esta, mientras que su bonito trasero se comía la polla del mayor.

Éste lo dejaba adueñarse, no peleaba, lo dejaba usurpar su cavidad y se tragaba su gemidos y viceversa. Hasta que TaeHyung lo soltaba, se enderazaba y apoyaba sus manos sobre las rodillas de SeokJin, quedando bien erguido sobre él, un poco echado hacia atrás, señal perfecta para que el mayor clavara sus dedos sobre su cadera y comenzará a golpear cuesta arriba.

— ¡Jin!... ¡Ya, joder! ¡Aaagh!—gritaba.

Y SeokJin lo sentía. Sentía como sus paredes musculares se cerraban sobre su polla, apretándolo fuertemente y TaeHyung se corría tan intensamente que necesitaba anclarse nuevamente a su abdomen, apoyado allí, mientras Jin golpeaba desesperado y su cuerpo temblaba visiblemente.

Él estaba temblando por las réplicas de su orgasmo mientras Jin seguía sobreestimulandolo y lo miraba con ojos llenos de todo tipo de emociones que hacían a TaeHyung gemir y temblar el doblem su estómago temblaba y sus primeras también, luego veía el pecho y abdomen de SeokJin manchado por toda se esencia cremosa. Una gran cantidad que hasta a él le sorprendía mientras sus ojos se ponían casi blancos, los apretaba y mordía su labio inferior maltratado mientras su cuerpo se sentía casi flotando, hasta que enfocaba a SeokJin mirándolo compenetrado, mordiendo su propio labio y se inclinaba, con su pulgar movía el rostro del mayor hacia arriba y pasaba toda su lengua por la manzana de Adán del largo y sensual cuello del castaño, SeokJin gruñía y luego sentía los labios semi carnosos del menor succionar la zona, volver a barrer con su lengua cuesta arriba pasando por su mentón y labios para ser él quien mordiera su belfo y aquella mordida era fuerte, pero justa para llevar a SeokJin al límite, explotando dentro del condón y TaeHyung. Gimiendo una maldición que sonaba jodidamente sensual con su voz destrozada y su ojos cerrados. TaeHyung lo miraba de cerca, atontado, extasiado y llevaba sus labios para besar su mentón dulcemente hasta trasladarse a su oreja, tirar de su lóbulo con delicadeza y cuando sentía que ambos comenzaban a controlar su respiración, suspiraba, dejando de besarlo tan dulcemente, añadía:

—Ahora por tu culpa tendré estándares demasiados altos en la cama.

Y SeokJin reía de forma grave y sensual, dios. TaeHyung sentía que podría ponerse duro por esa risa engreída. Y seguramente se pondría duro más adelante, porque SeokJin aún no salía de su interior.

Luego de aquel encuentro y las repeticiones la misma marugada y mañana siguiente, la despedida había sido amigable, pero TaeHyung no había pedido nuevos consejos, solo chats esporádicos y Seokjin no quería molestarlo tampoco. Cada uno había entendido que quizás no debía suceder otra vez o se repetiría cuando tuviera que ser así. Sin mencionar que el mayor ya había comenzado con sus horarios laborales y con la búsqueda de su propio apartamento porque estaba cansado de escuchar diferentes chicos que gemían desde la habitación de su hermano.

Aunque para su tonto alivio, TaeHyung no había estado entre esos compañeros de cama. Pero tampoco le había mandado mensajes luego del último que él mismo le había enviado, así que entendía que el chico quizás estaba experimentando y expandiendo sus horizontes, mientras que él seguía estancado en su único encuentro.

Jungkook solía tomar mucho la iniciativa con TaeHyung, pero lo veía tan reacio últimamente que, estaba seguro, no tenía chance alguna y eso lastimaba un poco su ego, hasta que aquella noche en la que encontraba a TaeHyung caminando solo saliendo de la universidad con su cabeza agacha, se animaba a intentar captar su atención una vez más.

— ¡Tae! —llamaba.

El azabache suspiraba y giraba, forzando una sonrisa al pelinegro.

—Kook —saludaba.

—Te ando viendo poco —mencionaba.

—Estuve algo ocupado —respondía sin mucha emoción en su voz.

Jungkook asentía, no tenía ganas de una actitud negativa esa noche por parte del azabache.

—Ven conmigo, pediremos pizza, jugaremos algo y  luego-... —antes de continuar, TaeHyung detenía su andar.

—No tengo ganas de follar, lo siento —mencionaba sin más.

Jungkook resoplaba—. ¿Tienes ganas de un amigo? —preguntaba a cambio.

TaeHyung fruncia el ceño, se tomaba su tiempo, metiendo las manos en sus bolsillos y luego de tanto pensar y meditar, asentía. Quizás si necesitaba un amigo esa noche.

Jungkook sonreía y pensaba que podía trabajar con eso.

TaeHyung no quería ser tan obvio, pero quería ver si podría ver a SeokJin de casualidad y quizás comenzar una conversación casual, reírse un poco... Comerle la boca, tocarlo... Dejarse tocar, ya estaba caliente de la sola idea que cuando subían al elevador del apartamento de Kook, este reconocía que estaba cachondo.

— ¿Todo bien? —preguntaba divertido, ah Tae era tan fácil, pensaba él chico.

TaeHyung relamia sus labios y asentía—. Perfecto.

Cuando entraban a su apartamento, el espacio estaba en silencio. Genial, SeokJin no estaba allí. Él podría mencionarle por mensaje que estaba de visita, pero no quería molestarlo... Por alguna razón, sentía que SeokJin era demasiado hombre para él y no se sentía con el coraje de pedirle que volvieran a follar porque, para ser honestos, TaeHyung quería más, pero la inseguridad se había hecho más grande que sus ganas.

— ¿Jin Hyung no está aquí? —cuestionaba, intentando sonar natural.

Jungkook negaba—. Ya pedí la comida camino aquí, no tardará mucho ¿Quieres ir arriba a preparar todo para jugar?. Llevaré cervezas mientras.

TaeHyung suspiraba, no sabía si meterse en aquella habitación era buena idea, pero se callaba y hacía lo ordenado. Cuando se metía en la habitación, le aprecia extraño, solo había pasado una semana y media, pero no extrañaba aquella cama. Como solía sucederle cuando no sabía qué carajos quería en el sexo, había esquivado a Jungkook para redescrubrirse a sí mismo, pero cada vez que lo hacía se encontraba volviendo a aquel encuentro explosivo con SeokJin.

No estaba seguro cuanto había estado parado y consumido en sus propios pensamientos que, Jungkook subía con la comida que ya habían traído y las bebidas.

— ¿Estás bien? — volvía a preguntar, dejando la comida en su escritorio y preparando todo para jugar algo.

TaeHyung reaccionaba—. Si, lo siento. Estoy algo desconectado

—Demasiado —replicaba, encendiendo el plasma mientras veía a TaeHyung acercarse a la comida.

Ese día llevaba un suéter gris dentro de su pantalón de vestir color beige y una boina. Su trasero relucía demasiado bien y Jungkook quería jugar, por lo que se acercaba en sumo silencio y apoyaba su semi erección sobre los glúteos de TaeHyung y su mentón en su hombro.

—Te me escapaste toda la jodida semana, Tae —susurraba en su oreja y tiraba de su lóbulo.

TaeHyung parpadeaba y se alejaba de él—. No tengo ganas de eso, te lo dije —mencionaba.

Jungkook lo había visto reacio, pero igual se sorprendía al escuchar algo así salir de los labios de su folla-amigo que, jamás se había negado en el pasado.

Luego se escuchaba la puerta de abajo principal abrirse y voces que venían de abajo, una de ellas era de SeokJin y TaeHyung quería bajar desesperadamente para verlo. Incluso había atinado a ir en dirección a la puerta, pero se había detenido.

—Oh, por dios —susurraba Jungkook, como si hubiera tenido una repentina epifanía, y así había sido. TaeHyung lo miraba—. Mi hermano tenía toda la espalda arañada al día siguiente de la noche que te dije que estaba con alguien más... —fruncía su ceño y agregaba—. Te invité esa noche y me rechazaste, dime qué estoy equivocado si uno un par de hilos aquí.

TaeHyung pasaba el nudo en su garganta, no le debía explicación alguna al pelinegro, pero quizás eso dañaría su orgullo y era motivo para disculparse. Aún así, lo negaba.

— ¿De que hilos hablas? —replicaba nervioso, pero no por Jungkook, sino porque la segunda voz que se escuchaba abajo con SeokJin y no era el tal Namjoon, él había conocido a Namjoon y esa voz no se parecía en nada a la del tipo que tenía a Jungkook babeando como un puberto otra vez.

Jungkook reía—. SeokJin me preguntó demasiado por tí, pero demasiado... —señalaba—. Y usualmente es un tipo preguntón, pero diablos que no tenía nada mejor que hacer que preguntarme por ti una y otra vez...

— ¿Te preguntó por mi? —cuestionaba ansioso.

—Aish... —Jungkook se dirigía a su cama para sentarse en la punta de ésta—. ¿Mi hermano y tú?. Mierda... —soltaba sorprendido—. Nunca se había interesado en mis amigos.

TaeHyung lo miraba, no sabiendo que decir—. Solo fue una vez —recalcaba.

Jungkook lo miraba y entrecerraba sus ojos—. Te daré un consejo... —exclamaba, TaeHyung lo miraba atentamente—. Seguro y te voló la cabeza ¿no? —chasqueaba sus lengua cuando TaeHyung no respondía, pero agachaba su cabeza—. Él lo hizo. Tiene ese talento. Todos salen feliz de su cama —exclamaba y luego reía secamente—, te diré que no vayas por ahí

— ¿Que no vaya por dónde? —preguntaba un poco a la defensiva.

—No sé que hace en la cama, pero la gente tiende a enamorarse de él luego del sexo —se encogía de hombros—. No sé si es muy bueno o meloso o qué diablos, pero SeokJin no tiene relaciones

— ¿Quien hablo de una relación aquí? —mencionaba cruzado de brazos, intentando parecer rudo, pero unas risas desde el piso inferior llegaban y TaeHyung miraba en dirección a la puerta algo desorientado, pintando esos ojos de cachorro indefenso.

Jungkook negaba—. Te romperá el corazón, lo digo en serio. En todos estos años, jamás ha tenido una pareja estable... Saca tus propias conclusiones —exclamaba.

Y TaeHyung se preguntaba por qué Jungkook estaba siendo tan cretino.

— ¿Por qué me dices esto? ¿Acaso herí tu ego al follar con tu hermano? —señalaba. La verdad es que estaba comenzando a enojarse por lo que Jungkook había mencionado y es que, si él lo decía era porque seguramente debía de ser así.

No es como si le hubiese enviado algo luego de follarlo, al menos no algo que insinuara lo sucedido, sino más bien un:
"Ya sabes lo que te gusta en la cama, asegúrate que la próxima vez te lo den como corresponde. Mereces que te complazcan como se debe"

Y eso para TaeHyung era un claro mensaje de:
"Hey, me encantó tu culo, pero no volverá a suceder. Pasamos un buen rato. Suerte con los cretinos allí afuera"

—Heriste mi ego, si. —soltaba el pelinegro—, puedes seguir divirtiéndote conmigo, pero te lo digo de la mejor forma posible, no vayas por ese lado. SeokJin no es muy diferente a mí y no me gustaría que pasaras un mal momento —luego sonreía.

«Como cuando me follabas sin siquiera prepararme o tocarme o besarme. Ni te importaba darme placer, solo buscar el tuyo propio ¿no?» pensaba TaeHyung, pero no decía nada, no era del todo la culpa de Jungkook, él nunca le había dicho nada, pero ya no importaba porque no lo deseaba, ya no le fascinaba. Suspiraba y apretaba sus dientes, tomaba sus cosas y exclamaba:

—Creo que es hora de mantenerme alejado de ambos, en todo caso —aclaraba y recibía un levantamiento de hombros descuidado del pelinegro—. Te veré por ahí, Kook.

Cuando tomaba el coraje de salir, bajaba rápidamente las escaleras y en la puerta veía a SeokJin despedirse de un bonito chico rubio con labios esponjosos, culo respingón y ademanes coquetos.

—Te veré mañana en el apartamento —soltaba el chico, quien giraba hacia donde los ojos se SeokJin se habían quedado prendidos, donde TaeHyung estaba—. Mi pie para retirarme —señalaba el rubio, poniendo sus manos en el pecho de SeokJin y luego se ponía en punta de pies para besar la comisura de sus labios, ademán que cortaba el contacto visual con SeokJin y hacía que su estómago se apretara.

—Jimin... —soltaba desorientado, el chico sonreía y salía del apartamento, dejando al castaño en una extraña e incómoda situación con TaeHyung.

Cuando veía que Jimin había subido al elevador, notaba a TaeHyung salir por la puerta, rozando apenas su cuerpo, por lo que arrugaba el ceño confundido. Pero no se sorprendía de verlo ahí, quizás solo era cuestión de tiempo para que TaeHyung cayera nuevamente en las garras de su hermano menor. Pero no podía dejarlo ir así, por lo que salía tras él en dirección a las escaleras algo oscuras del pasillo, debido a la falta de luz que tenía porque había que hacer un arreglo eléctrico.

—Hey, hey... —lo tomaba del brazo y lo giraba, TaeHyung tenía una mirada furiosa y sus labios eran una línea recta—. ¿Te vas sin despedirte?

— ¿Acaso te importa? —replicaba furioso, mierda, eso era muy infantil de su parte, pero estaba enojado con el mayor, con Jeon y con él mismo.

—Por supuesto —replicaba el mayor seguro, bajando al mismo escalón donde TaeHyung había quedado.

Ahora el menor sonreía incrédulo—. Si claro ¿Te interrumpí?

SeokJin fruncia su ceño y luego negaba—. No ¿por qué hablas de esa forma? —TaeHyung enarcaba una ceja recalcando lo obvio—. Jimin es un amigo

— ¿Amigo? — ¿Por qué estaba siendo tan condescendiente?. SeokJin no le debía ninguna explicación.

—Uno coqueto, pero amigo al fin de cuentas. Alquilaré su viejo apartamento —compartía la noticia con el chico.

Y TaeHyung se dejaba llevar por las ramas.

— ¿Sabés?. Jungkook será un maldito patán en la cama, pero se aseguraba de mandarme un texto luego del sexo que le asegurará de que volveríamos a follar, no como tú que, solo te encargaste de patearme y dejarme por mi cuenta con el próximo imbécil que se metiera a mi cama —susurraba irritado, cerca de su rostro.

SeokJin abría su boca, anonadado por aquel arrebato—. Yo-...

—Lo siento —se disculpaba, no muy convencido—. Creo que debería tomar el consejo de tu hermano y no... Pensar en ti —soltaba más tranquilo, intentando sonar duro y convincente.

SeokJin sonreía—. ¿Tú piensas en mí?

TaeHyung sentía su rostro caliente y sus ojos se movían de izquierda a derecha mientras pintaba un puchero inocente en sus labios.

—Yo-... No- bueno...

—Yo pienso en ti —interrumpía SeokJin—. Demasiado, de hecho... —se alejaba un poco y ponía sus manos en sus bolsillos. Llevaba una camisa negra con los primeros botones abiertos y un jean azul claro, su cabello hacia un lado y era un pecado para los ojos de quien lo viera vestido tan arrebatadoramente sensual, TaeHyung babeaba, aún intentando verse rudo—. Lo siento, no creí que alguien como tú quisiera verme de nuevo —exclamaba.

TaeHyung enarcaba una ceja otra vez y cruzaba sus brazos—. Esta es la parte donde dices que soy muy atractivo, joven y que debo tener una larga lista de imbéciles esperando por estar conmigo y que yo estoy fuera de tu liga ¿o algo así?

SeokJin alzaba sus cejas—. De hecho, si. Eso es lo que pensaba... —admitía. SeokJin no era un hombre inseguro, simplemente lógico, entendía que TaeHyung era precioso, en plena juventud y locura universitaria con, seguramente muchas opciones. El azabache reía secamente y negaba con su cabeza, la irritación repentinamente se había apaciguado y SeokJin preguntaba—. ¿Qué te dijo Jungkook?

TaeHyung abría sus ojos—. Um, nada... Eh, bueno él cree que yo... —se tocaba el pecho, hablando nerviosamente—. El muy estúpido, cree que por haber follado una vez contigo, ya quedé enamorado —ahora se reía histéricamente—. ¡Una locura! —exegaraba, SeokJin relamia sus labios y lo miraba curioso, casi adorable—. Entonces, bueno, el imbécil me aconsejó no hacerlo porque tú.. —tocaba el pecho desnudo de SeokJin. Su dedo se posaba sobre la suave piel y sentía esa sensación electrizante que lo hacía temblar, relamia sus labios y alzaba la vista para encontrar la de SeokJin. Joder, había soñado con esos ojos intensos y oscuros, viéndole dulce y libidinosamente, al mismo tiempo.

— ¿Por qué yo qué? —susurraba SeokJin con voz ronca, también afectado por el tacto, los ojos y la boca de TaeHyung.

El menor relamia sus labios a propósito y cuando SeokJin lo miraba, notaba el hambre en ellos, así que se abalanzaba por su boca. Juntaba sus labios y comenzaba a devorarlo.

"Mmm~" gemía casi como si le doliera la unión y a la vez, el dolor desapareciera.

A SeokJin le había dolido la ausencia y mantenerse alejado de él, por lo que rodeaba su cintura y apretaba el cuerpo de TaeHyung al suyo, recargándose contra la pared de la escalera para que éste se moliera a su cuerpo mientras seguía devorando su boca y sus lenguas volvían a reunirse luego de la dolorosa ausencia. Los labios de TaeHyung ralentizaban el beso y su lengua se retraia, mientras su brazos acunaba su rostro, bajaban a sus hombros y luego sus dientes mordían suavemente, alejándose de la boca de ensueño del mayor.

—Oh, mierda. Lo siento —se disculpaba agitado, sus belfos hinchados y rojizos, eran una invitación a ser besado que SeokJin quería volver a tomar.

Por otro lado, el castaño también estaba con sus labios rojos, pero él no había alfojado su agarre.

— ¿Qué te dijo mi hermano? —repetía.

TaeHyung pasaba el nudo en su garganta y relamia sus labios sintiendo el sabor de Jin en estos, el cuerpo duro del mayor que, no le soltaba y sus miembros necesitados de más presión contra el otro.

—Dijo que tú-tú... Um, que no mantienes relaciones a largo plazo y que... —su voz era temblorosa, no podía pensar claramente cuando el cuerpo de SeokJin estaba ardiendo igual que el suyo—. Bueno, jamás has tenido una relación en todos estos años así que, debería no desear más nada contigo.

SeokJin fruncia el ceño, podía entender porque Jungkook pensaba así, de hecho era cierto que no había tenido relaciones largas y dignas de conmemorar, pero diablos que algo no cuadraba.

—No he tenido una relación seria porque simplemente no encontré a nadie con quién arriesgarme, solo eso —respondía con total naturalidad—. Tú sin embargo tienes esta cosa con Jungkook ¿qué esperabas que hicieras?

— ¡Jungkook no es nada serio! —gritaba furioso.

SeokJin abría sus ojos y ponía el dedo sobre los labios de TaeHyung—. Ssshh, no se grita en las escaleras.

TaeHyung soltaba el aire por su nariz y luego abría su boca para chupar el dedo de SeokJin, conseguía la reacción deseada porque el mayor empujaba su pelvis contra la suya mientras apretaba sus dientes. Duros como un jodido bate de béisbol.

—Dios, vas a matarme... —exclamaba SeokJin, algo desorientado.

TaeHyung aún tenía su dedo en su boca, hasta que llegaba a la punta y mordia antes de soltarlo.

—Solo quiero matarte en la cama. Matarnos, tú y yo... De nuevo —susurraba, metiendo su nariz en el hueco del cuello largo del sexólogo y lamiendo dulcemente allí.

Era dulce, pero volvía loco al mayor, cuando éste lo empujaba contra al lado contrario de la pared, tomaba una de sus piernas para levantarla y presionar su polla ya dura a la de TaeHyung, robándole un dulce gemido.

—Estoy totalmente a bordo de arreglar este mal entendido entre tus sábanas, pero solo para estar seguro —exclamaba, viéndolo fijamente—. ¿Tú quieres esto?

TaeHyung enroscaba sus brazos y su pierna ya levantada se enganchaba en la cadera de SeokJin.

—Te quiero a tí ¿muy pronto? ¿muy estúpido? —cuestionaba.

SeokJin le sonreía de esa bendita y maldita forma. Dulce y lujurioso, era su perdición.

—No hay un tiempo estipulado mientras estemos en la misma página, pero debes saber que suelo ser muy exclusivo, sea algo serio o sin compromiso. Me acuesto con una persona a la vez —aclaraba.

— ¿Me ofreces el mejor sexo y encima exclusivo? —se mofaba TaeHyung, mordiendo su labio inferior, para luego dejar de hacerlo y besar fuerte los de Jin—. Me gusta la idea. De todas formas, te dije que elevaste mis estándares sobre el sexo. Tú si sabes lo que me gusta e incluso, haces que me gusten muchas cosas más de las que no tenía idea.

SeokJin sentía un revoltijo en su estómago que, lo hacía sonreír—. La vida sexual es algo muy importante, me encargaré de tenerte muy bien complacido. Lo juro

—Te creo —susurraba TaeHyung en respuesta—. Y diablos... No vuelvas a decirme que merezco que alguien más me complazca porque voy a golpearte tan fuerte que borraré esa tonta, dulce y sucia sonrisa tuya.

SeokJin volvía a sonreír y asentía comprensivo y complacido—. Entonces... —su mano acomodaba un mechón suelto de la boina de TaeHyung, detrás de su oreja y luego acariciaba su mejilla—, ¿Tú y Jungkook, ya no...?

—Ay, no —TaeHyung arrugaba el ceño.

— ¿Y a él no le molesta?

—Herí su ego, pero se recupera rápido —afirmaba. Luego veía una sonrisa torcida asomarse en ese labios de cereza—. Él entiende totalmente que ahora estoy más que fascinado contigo

— ¿Ah sí? —susurraba, besando la comisura de sus labios, primero una y luego la otra—. Me alegra saberlo

— ¿Te alegra?

—De acuerdo, me calienta —mencionaba divertido—. ¿Qué sigue ahora?

—Mmm, no lo sé ¿Que me recomienda mi seong-hagja? ¿O me dejarás a mi decidir? —preguntaba el menor en su boca. SeokJin asentía—. Mi apartamento, ahora.

—Hecho, cariño.

성학자 (seong-hagja) = sexólogo.

The End.

Perdón, el one shot más larguísimo de la historia que se volvió 2shots. Esta mujer siempre extra. Espero de corazón que lo hayan disfrutado💕💜

Y muchísimas gracias por los 3k de seguidores 😭😭 aún no sé qué hice para merecerlos y seguir creciendo, pero siempre espero que puedan consumir más de una historia cuando llegan a esta casa y, bueno. Quiero hacerle justicia a mi Jintae Taejin porque esta comunidad necesita más JinTaeJin.

Acaban de leer 20.000+ palabras UwU 🙈

Con amor Niñita Nany 💜

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