Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tras ella

Narra Robin

Estaba en el barco de Kid aún con las esposas de kairoseki apretando mis muñecas, me sentía muy débil y por si fuera poco, no podía sacarme a Zoro de la cabeza. El pelirojo estaba enfrente de mí, sin dejar de mirar.

-¿Me vas a entregar a la marina? -intenté hablar sin parecer débil

-Puede -dijo indiferente

-Quiero un si o un no.

-Pues no, por ahora no tengo eso en mente.

-¿Me vas a vender?

-Tsk... -se levantó y empezó a dar vueltas a mi alrededor- no.

En parte me aliviaba saberlo, así sería más fácil para mi tripulación rescatarme.

-¿Entonces?

-Para empezar -se sentó- no deberías hacer tantas preguntas, estás en mi barco, podría tirarte por la borda y acabar muerta.

Me quedé callada, no quería empeorar la situación.

-Lo siento, no quería ser tan... malo.

¿Se acababa de disculpar? Algo me estaba oliendo realmente mal.

-De acuerdo, te seré sincero: Eres una chica lista y sabes muchas cosas.

-¿A donde quieres llegar? -interrumpí

-Necesito tu ayuda y no solo eso, quiero que formes parte de mi tripulación.

-¿Es una broma?

-No, quería comprar también a Nami, así te haría compañía pero no me llegaba el dinero.

-Yo también te seré sincera: Me rescatarán.

-Si, si, ya he pensado en eso, no soy imbécil ¿sabes? Y también sé que tu pareja es Zoro.

Me quedé sorprendida, en ningún momento yo había dicho eso, él se dio cuenta de mi expresión.

-Oh... pensaba que lo erais, como dijo que eras suya...

Mi corazón se aceleró, no sabía si Kid me estaba mintiendo o si era verdad que había dicho eso pero ¿que ganaría diciendo eso?

-Olvídalo -volvió al tema anterior- ¿Aceptas formar parte de mi tripulación?

-No.

-¿Por qué me lo pones tan difícil? Sé que te puedo caer bien como capitán.

-Ya tengo un capitán Kid.

Se volvió a levantar, me estaba poniendo nerviosa con tanto movimiento. Se acercó a mi y me enseñó una llave pequeña.

-Te sacaré las esposas si prometes portarte bien.

-Claro -sonreí

Acercó la llave, la introdujo en las esposas pero en el último segundo la sacó, sin conseguir quedar libre.

-No te creo

Dio la vuelta para irse.

-¡Espera Kid!

-¿Qué? -dijo molesto

-¿Qué es lo que buscas?

Se volvió a acercar a mí, me miró con aquellos ojos tan intimidantes.

-Te lo diré cuando quieras ser parte de mi tripulación.

-En el fondo sabes que eso jamás pasará.

-Entonces, te quedarás aquí siempre, con nosotros.

-Tengo otra pregunta.

-Tsk... -se molestó- es la última que te responderé y ya estoy siendo muy generoso.

-¿Cómo sabías que estaría allí?

Sonrió.

-¿Seguro que quieres malgastar tu pregunta en eso?

Asentí.

-De acuerdo -se acercó a mi oido- todo estaba planeado por mí, cuando me enteré de que estabais en la isla, pagué a los que vendían a las chicas para que os capturasen, en realidad pedí expresamente tenerte a ti. Gracias a mí, el jefe de allí, es decir, el chico con el que hablaste, no se aprovechó de ti. Incluso pagué 150.000.000 berris más por tenerte.

Mis ojos se abrieron como platos, ¿todo estaba planeado? ¿Pero que mente retorcida tenía Kid?

-Entonces realmente tienes que necesitarme para algo grande si has pagado tanto.

-En realidad lo volví a robar... pero sí.

Reí, al fin y al cabo, éramos piratas.

-Me alegro porque así no perderás nada... bueno sí, lo que te robe Nami aunque... -me quedé pensativa- ¿entonces por qué no nos entregaron directamente a ti?

-Pues... tuve unos "ligeros problemas" pero lo solucioné.

No me convenció mucho la respuesta pero era mejor no seguir preguntando.

-Ahora te voy a hacer una pregunta yo que deberás responder con sinceridad.

-De acuerdo.

-¿Como consigo que te unas a mi?

-Simplemente no puedes, le debo mucho a mi tripulación y además me gusta alguien.

Sonrió y me acarició con la mano la mejilla.

-Piénsatelo, no me gustaría tratarte mal.

Y se fue de allí. Había hecho un enorme esfuerzo para poder parecer fuerte así que me tumbé en aquel suelo de madera para descansar, las esposas me estaban matando, cerré los ojos.

Narra Zoro

Con el "Coup de Burst" de Franky conseguimos adelantar al barco del idiota de Kid. ¿Y ahora qué?

-Zoro, vamos.

-¿Qué?

Luffy me agarró por la cadera y de un salto acabamos en aquel barco aunque lo que no sé es como no se dieron cuenta de nuestra presencia.

-Zoro, ve a por Robin, yo patearé el trasero a Kid.

Busqué por el barco con el máximo cuidado pero acababa siempre en el mismo sitio, las paredes del barco se debían estar moviendo o algo... después de unos minutos buscando la encontré tirada durmiendo en una habitación. La cogí y la apoyé muy delicadamente sobre mi hombro. Se la veía tan guapa dormida con esa cara de ángel y ese precioso pelo largo... pero lo importante era salir de allí.

-Robin...

No despertaba, le di un leve beso en la mejilla y susurré:

-Te quiero.

Posiblemente ella no lo escuchó pero mis labios pedían decirlo. Acaricié su largo pelo negro y brilloso, al rato despertó.

-¡Zoro!

Se abalanzó con tanta emoción a mí que consiguió tirarme al suelo, nos quedamos abrazados un rato.

-Sabía que vendrías a por mí -dijo aún abrazándome con fuerza.

-No debes dudarlo nunca, jamás me separaré de ti.

Nuestros ojos se encontraron, mi corazón se aceleró, quería besarla. Mis labios casi se podían rozar los suyos pero Luffy tuvo que llegar... y fastidiar el momento. Nos separamos.

-¡Robin!

La abrazó con fuerza.

-¿Estás bien?

-Claro que sí aunque estaría mejor sin las esposas -sonrió

-¡Es verdad! Estaba buscando a Kid pero no lo encuentro, buscaré arriba.

Se fue, como Luffy había roto el momento "especial" intenté buscar las llaves por aquella habitación.

-No creo que Kid sea tan tonto Espadachín-san, además se llevó la llave la última vez.

Me había leído el pensamiento.

-Genial, ya eres la segunda persona que me dice esas cosas mujer. ¿Tan listos son los demás?

-No...

-¿Que propones?

-Deberías ir con el capitán-san, yo esperaré aquí.

-No te dejaré sola.

Sonrió y mi cara se puso roja como un tomate.

-Espadachín-san...

Se acercó a mí acariciándome el pelo.

-Gracias.

Me decepcionó esa respuesta, pensaba que diría algo mejor. De repente, una llave cayó al suelo ¿de donde salía? Me acerqué rápidamente a por ella.

-¡Zoro es una trampa!

-¿Qué?

Por detrás apareció Kid, algo metálico rozaba mi cuello.

-Hola Roronoa Zoro, bienvenido a mi barco.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro