Narra Robin

Alguien se acercó mucho a mí, noté sus fuertes labios sobre los míos y me besó, se había aprovechado de la situación y eso tenía que ser o Zoro o Franky. Lo más probable es que fuera el cyborg ya que es más lanzado que el peliverde pero no estaba segura. De repente alguien me sopló en la oreja y un escalofrío recorrió por todo mi cuerpo, le golpeé involuntariamente notando algo metálico.

-¡Carpintero-san! ¿Que haces?

-¡Franky no te aproveches de la situación! -gritó Zoro

-¡NO OS APROVECHÉIS NI DE NAMI-CHAN NI DE ROBIN-CHAN! - se notaba que Sanji estaba enfadado - ¡NO ME QUEDARÉ SOLO!

Esta vez alguien me tocó el culo y no me importaría si no fuera porque... ¡No sé quién lo había hecho! Me estaba poniendo nerviosa así que decidí cambiar las cosas. Me agarré a alguien que suponía que era Zoro.

-Espadachín-san, ¿Eres tú?

-Sí Robin

-No me sueltes

Me coloqué encima de él abrazándolo fuertemente.

-Oye, tampoco os SUUPER pongáis así que hay gente.

Me quedé asombrada por esa respuesta.

-Carpintero-san ¿Puedes vernos?

-Claro que sí, incluso vi como Nami SUUPER besaba a Luffy.

-¿QUÉ? -gritó Sanji

-Así que fue Nami... -Luffy se reía - ¡Besas muy bien!

Todos se quedaron callados, esa reacción de Luffy no era normal, yo solté una leve carcajada porque era una situación bastante graciosa aunque posiblemente Nami mataría luego a Franky por haber dicho eso.

-Franky ¿hay algún interruptor de la luz? -dijo Luffy

-¡ES IMPOSIBLE QUE HAYA UN INTERRUPTOR DE LA LUZ! -gritamos

-Creo que sí, voy a apretar este SUUUPER botón.

Escuchamos un leve 'click' y una pequeña lámpara que estaba cerca de la pared se iluminó.

-¿POR QUÉ NO HICISTE ESO ANTES? -volvimos a gritar todos

Nami se puso histérica y empezó a darle golpes a Franky hasta desahogarse, se los dio en la espalda así que el pobre sufrió bastante pero se lo merecía. Me fijé que no era un sitio muy grande, estábamos muy pegados todos. Chopper estaba abrazando a Ussop con fuerza y luego vino corriendo para abrazarme a mí, así que tuve que separarme de Zoro aunque estaba muy a gusto y supongo que él también por la cara que puso de tristeza. Sanji estaba en una esquina apartado de todos, me daba un poco de pena.

-Bueno Capitán-san ¿Que hacemos?

-Pues no puedo pensar en claridad sin comida...

Su estómago estaba rugiendo, ya llevábamos horas sin comer, era normal.

-Tranquilos, SUPER destruiré esa tapa y luego Luffy nos llevará hacia arriba de nuevo.

Me guiñó un ojo, se colocó en su típica posición y gritó: "Franky radical beam". Destrozó toda la tapa y pudimos ver de nuevo el sol. Luffy nos llevó a todos arriba.

-¡COMIDA! -gritó

Y al decir eso, salió corriendo mientras Nami y el decepcionado Sanji lo perseguían.

-¡No os vayáis! ¡Quizás los enemigos vuelvan a atacarnos!

Ninguno de los tres pudieron escuchar lo que dijo Chopper y tenía toda la razón.

-Yo necesito un poco de sake.

-Te acompaño Espadachín-san.

-Yo también os SUUUPER acompañaré.

Y nos fuimos dejando a Chopper, Brook y Ussop que empezaron a correr a un ritmo asombroso hacia el barco. Yo y Franky íbamos siguiendo a Zoro pero el pobre se perdía constantemente, la verdad es que nos echamos unas risas viendo como intentaba encontrar una taberna pero sin éxito, todo el rato daba vueltas en círculos.

-Oí Robin, ¿Y si dejamos a Zoro a su aire y vamos nosotros a la taberna? A este ritmo tardará unas SUUUPER horas.

-Que malo eres Carpintero-san.

-No entiendo como puede perderse así.

-Yo la verdad es que tampoco lo sé.

-Cambiando de tema, SUUPER sabes que los enemigos vendrán de nuevo ¿no?

-Sí pero la próxima vez acabaremos con ellos -sonreí

-Me gustaría que nos hubiéramos quedado encerrados tu y yo solos en aquel sitio.

Se puso colorado, yo simplemente le sonreí, no quería decir nada sobre ese tema, es verdad que Franky siempre me ha ayudado y comprendido pero Zoro siempre me había llamado la atención. El peliverde dio la vuelta al ver que ya llevábamos un buen rato hablando cosas sin él.

-¿De qué habláis?

-Nada Espadachín-san

Nos miró de manera rara.

-Ya claro.

Narra Nami

Seguí a Luffy, el muy idiota fue corriendo en busca de carne(siempre igual). Necesitaba hablar con él por lo del beso y también por lo del agarron de manos pero Sanji también nos seguía.

-¡LUFFY ESPÉRAME!

Frenó en seco consiguiendo que me cayera encima de él y Sanji encima mía, que vergüenza, la gente nos miraba. Les hice un par de chichones a cada uno ¡Se lo merecían!

-¡Nami! ¡Dijiste que parara y paré! ¿Por qué me pegas?

-¡Nami-Chwan!, Luffy se lo merecía pero yo no.

-¡Callaros! Me habéis hecho pasar vergüenza. Me voy al barco.

Estaba enfadada, no conseguiría nada estando con ellos dos, solo quería hablar con Luffy ¿tan difícil era? No es que no me gustara Sanji... pero de verdad necesitaba estar sola con el capitán. Di media vuelta pero me frenó.

-Quédate -me dijo muy serio

No podía irme si me lo decía de aquella manera mi capitán. Al final entramos en un restaurante que parecía bastante barato (con lo que comería nos iba a hacer falta) aunque luego ya regatearía con el camarero para que nos saliera aún mejor. Empezamos a pedir comida y el camarero me guiñó un ojo, Sanji se dio cuenta.

-Como vuelvas a guiñarle el ojo a este señorita te vas a quedar sin él.

-Sería impresión suya señor. ¿Que desean?

Lo miró con odio, Luffy no se había enterado y estaba mirando toda la escena con una cara muy extraña.

-¿Qué pasa? -dijo

-¡Nada! Mira, pónganos bastante carne de lo que sea...-dije

-¡Toda la carne!

-Yo solo quiero la mejor sopa, espero que por lo menos sepa a algo.

-¡Sanji para ya!

Me hizo caso y se cayó, estaba harta de que siempre hiciera lo mismo, creo que puedo defenderme sola, además solo había sido un guiño, no hacía falta ponerse así. El camarero se fue a encargar la comida, tenía ganas de irme de allí o por lo menos de que se fuera Sanji.

-¿Que pasó Sanji?

-Que el idiota ese guiñó el ojo a Nami-Chwan.

-¿Por qué?

-¿Cómo que por qué? ¿Quizás porque le gustaba?

La cara de Luffy de repente cambió, ahora estaba cabreado. Se levantó de la silla, ¿no iría a hacerle algo no? Imposible, no es así.

-¡Voy a patearle el trasero!

-¿Qué? ¡No digas tonterías y siéntate!

-¡No eres un trozo de carne Nami!

Esa reacción de era tan extraña que hasta Sanji se estaba frotando los ojos porque no se lo creía. Agarré su mano con fuerza y dije:

-Por favor, no hagas nada quiero comer en paz.

Me miró a los ojos y se sentó. Su expresión cambió de nuevo a la de feliz.

-¡De acuerdo!