Nosotras
Narra Robin
Mientras cenábamos no pude ignorar las veces que Franky me guiñaba el ojo intentando jugar conmigo, me divirtía bastante pero también hacía sufrir a Zoro así que simplemente me limité a sonreir. Al acabar, fui directa hacia mi habitación aunque no sin despedirme de todos amablemente como siempre, a pesar de todo lo que había ocurrido, en el ambiente se respiraba tranquilidad y nuestras heridas no se veían tan mal o por lo menos eso creía. Me puse un camisón violeta y luego me acosté en mi cómoda cama tapando el cuerpo con la sábana, deseaba que llegara Nami pronto para decirle lo que estuve pensando sin parar mientras cenaba, tenía un plan pero necesitaba su ayuda. Al rato, oí unos pasos pero sabía que ella no venía sola, cerré los ojos y acomodé mi cabeza en la almohada.
-Sanji-kun estoy bien -la voz de Nami sonaba alegre.
-Solo quiero que llegues bien a cama Nami-chan.
-Shhh... vamos a despertar a Robin.
-De acuerdo, entonces me callaré.
Me parecía raro que estuvieran los dos tan contentos, en la cena Luffy no se separaba de ella y tampoco dejaba que nadie se acercase. Hubo unos minutos en los que no se oía absolutamente nada así que decidí abrir un poco los ojos para ver que ocurría y la escena tan tierna en parte me sorprendió: encontrarlos muy juntos abrazados y esas miradas... En esta ocasión, Sanji no parecía el mismo pervertido, notaba un cariño especial que irradiaba entre ellos y no era un cariño de amistad precisamente. Cerré los ojos de nuevo para que no me pillaran, no quería fastidiarles el momento, Nami debería saber que hacer, tenía dos chicos detrás de ella, al igual que yo aunque muy diferentes.
-Nami-chan, ¿seguro que estás bien?
-Si, ya te lo he dicho.
-¿Quieres que te vigile esta noche? Me sigue preocupando esa herida, también estoy preocupado por Robin.
-Yo creo que estamos perfectamente Sanji-kun, gracias.
-Como quieras... no quiero presionarte.
-Gracias por comprenderme -su voz era tierna
-Y en cuanto a lo de Luffy... quizás yo habría echo lo mismo.
-Entiendo...
Entonces eso confirmaba lo que pensaba, algo había ocurrido, me picaba demasiado la curiosidad.
-Nami-chan, buenas noches.
-Buenas noches Sanji-kun.
Oí como unos pasos pasos se alejaban. Al rato, abrí los ojos y me acerqué a Nami que estaba acostada mirando hacia la pared.
-Navegante-san... -susurré
-¿Ocurre algo Robin? -dijo ella con las mejillas sonrojadas
-Estaba deseando que llegaras a la habitación para contarte algo pero antes de nada, quiero que me cuentes lo que ha ocurrido.
-¿A que te refieres? -estaba algo sorprendida
-Primero quiero saber que ha ocurrido desde que me fui y segundo que expliques la escena que acaba de ocurrir con el Cocinero-san hace nada.
-Lo has visto... -se sonrojó más
-Exacto.
-Últimamente estoy mucho con Luffy, ya te imaginas pero hoy... se ha pasado un poco de la raya. ¡Ni siquiera me dejaba respirar! Estaba rarísimo. Solo le dije que quería un poco de espacio, gritó un "no" y yo le golpeé en la cabeza como siempre. Luego se fue enfadado y estuve un rato con Sanji.
-Entiendo.
-Es todo muy complicado Robin. Y sobre antes... simplemente estaba muy bien con Sanji pero siento que ya va siendo hora de aclarar mis sentimientos hacia ellos.
La comprendía demasiado bien o por lo menos, eso creía.
-Navegante-san tómate tu tiempo. Respecto al Capitán-san, ya sabes como es.
Sonrió.
-Tienes razón. Por ahora dejemos el tema, ¿Para que me esperabas?
-Desde que pasó lo de Kid... hemos sido rescatadas y heridas, quiero acabar de una vez por todas con eso.
-Yo también.
-Tengo una idea que quizás puede que te guste.
Le conté todo mi plan que no era muy complicado. Esta vez, seríamos nosotras las que acabaríamos con Kid sin necesidad de ser rescatadas.
-Estoy totalmente convencida de que lo conseguiremos.
-Eso espero Navegante-san, somos suficientemente fuertes.
-¡Desde luego!
Se levantó de cama y recibí un enorme abrazo muy cálido de parte de ella.
-Por cierto -dijo- ¿cuando lo haremos?
-Mañana por la noche, tenemos que convencer a todos de que no se muevan del barco. Seguro que Kid intentará algo malo de nuevo con nosotras, si no nos movemos todo irá bien y así también tenemos un día para descansar nuestras heridas.
-Perfecto, me prepararé.
-Solo descansa Navegante-san -sonreí- todo irá bien.
Creo que se puso algo nerviosa, si seguía así mañana tendría que tranquilizarla. Le di esta vez yo un abrazo y luego fui hacia la cubierta para tomar un poco el aire antes de dormir.
-¿No tienes frío?
Dirigí la mirada hacia donde había oido esa voz, vi que Zoro estaba levantando unas pesas enormes.
-No Espadachín-san, solo iba a tomar un poco el aire antes de dormir.
-Tsk... deberías descansar.
Le sonreí.
-No te preocupes por mi, estoy bien.
-¿Que tal la herida? -dijo sin dejar de levantar las pesas.
-Perfecta, ya te he dicho que no te preocupes.
Me senté debajo del árbol de Nami y me quedé observando a Zoro, sus mejillas se empezaron a poner coloradas.
-¿No vas a leer o algo?
-¿Cuantas veces tengo que repetirte las cosas esta noche Espadachín-san? Ya te dije que solo iba a tomar el aire.
-Tsk...
Cuando pasaron cinco minutos, su cara parecía un tomate, decidí guiñarle un ojo y se puso tan nervioso que casi le caen las pesas en el pie.
-¿Que-que intentas? -dijo tartamudeando
-Nada.
Me levanté y fui a paso lento hacia él quedándome parada justo delante, luego le di un beso en la mejilla y noté como su cuerpo se relajó de golpe.
-¿En la mejilla?
-Pues claro -dije sonriendo- Buenas noches Espadachín-san
-Buenas noches mujer...
Creo que pase lo que pase, Zoro siempre reaccionará de la misma manera, aunque era fuerte, en el fondo también era tierno a su manera.
Narra Nami
Robin se fue a la cubierta, su manera de pensar me encantaba y el plan que había ideado era realmente genial. Esta vez demostraríamos lo fuertes que éramos a toda la tripulación. No dejaba de pensar en todo por si acaso algo podía salir mal. Fui al baño a despejarme un poco y luego me metí en cama de nuevo para intentar dormir aunque me costaría. Al rato, la puerta de la habitación se abrió.
-¿Robin?
-¿Te he despertado Navegante-san? -dijo calmada
-No, estoy intentando dormir.
-Supuse que al contarte el plan te pondrías nerviosa pero tranquilízate, todo irá bien.
-De acuerdo, intentaré dormir.
-Si algo sale mal, de daré todos mis berris y libros para que los vendas.
En mi rostro se dibujó una sonrisa.
-Entonces seguro que no perderemos.
-Desde luego que no, también te daré mi ropa y joyas.
-Vale, vale, todo irá bien.
Ella se acostó y yo cerré mis ojos. Mi mente no dejaba de pensar en el plan pero de repente, todo cambió y solo podía pensar en Luffy y Sanji...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro