Narra Zoro

Durante toda la noche hice ejercicio mientras vigilaba la puerta de la habitación de las chicas, no quería que Kid se volviera a acercar a ellas. Por la mañana, Luffy salió de su habitación con un trozo de carne y una cara de decepción enorme, parecía que en vez de andar, se arrastraba por los suelos.

-Oe Luffy -grité desde mi posición- ¿estás bien?

-Si... -dijo comiendo- solo tenía hambre...

Suspiró y siguió andando. Yo me acerqué a él y le toqué el hombro para que frenase.

-Ya sé que estás mal por lo de ayer pero entiende que Nami quería también estar con los demás y tu apenas la dejabas hablar.

-Pero... me duele el corazón cada vez que se acerca Sanji.

-Sé lo que sientes pero debes dejar que piense tranquila, ella no irá con el cocinero pervertido.

Su cara de repente cambió e incluso dio un enorme salto con el pedazo de carne.

-¡Es verdad! -gritó

Y luego se fue corriendo hacia la cocina, no sé que tenía en mente.

Decidí despertar a las chicas para que fueran a desayunar pero se encontraban profundamente dormidas.

-Nami, Robin...-dije en voz baja

-No molestes... -dijo Nami lanzándome una almohada en la cabeza.

-Oe... tenéis que desayunar.

-Espadachín-san... tenemos sueño...

-Desayunad algo -insistí

-Zoro, como sigas molestando, te cobraré 1000 berris por cada segundo que hables -se tapó la cabeza con la sábana- en dos horas vamos.

-De acuerdo...

Nami seguro que me haría pagar todo ese dinero de verdad así que debería parar. Aproveché que ella estaba completamente tapada para darle un beso en la mejilla a Robin, ante el contacto, no abrió los ojos pero sí que sonrió y eso me reconfortó bastante.

Luego fui a la cocina, Luffy y Sanji volvían a discutir.

-¡Déjame cocinar Saaanjii!

-No Luffy.

-¿Que hacéis? -pregunté

-¡Quiero hacer bombones de chocolate! Y quizás galletas...

Juraría que Luffy no sabía cocinar... no me gustaría probarlos.

-Pues que te los haga el cocinero pervertido.

-Exacto, por una vez el marimo tiene razón.

-¡Zoro no me comprendes! ¡Quiero hacerlo yo!

Cogió varios ingredientes que había guardados por las alacenas aunque el cocinero intentaba impedirlo y empezó a mezclarlos en una tarrina. No sé que tipo de bombones o galletas quería hacer pero de repente cogió un tarro que ponía "sal" y echó demasiada cantidad.

-¡LUFFY ESO NO ES AZÚCAR, ES SAL! -gritó Sanji

-¿Si? Sabrá bien igual -dijo sonriendo

Me senté en la silla mientras veía como Luffy primero intentaba fundir el chocolate y Sanji no dejaba de quejarse todo el rato. Al rato, seguían discutiendo.

-¡Mal!

-¡Está bien! ¡Prueba!

El capitán le metió una cuchara de chocolate caliente en la boca.

-¡QUEMA! -dijo escupiendo fuego por la boca- ¡Y LE HAS ECHADO SAL IDIOTA!

-Shishishi. ¡Pero si en el bote ponía azúcar!

Me sorprendía la recuperación de Luffy, hace nada estaba fatal y ahora era todo lo contrario.

-Luffy, antes de que acabes, acuérdate de añadirle algún toque especial a los bombones -aconsejé

Él se giró y me miró extrañado.

-¿A qué te refieres?

-La bruja tiene un árbol que aprecia, quizás podías hacer algo con sus frutos.

-Tienes razón ¡Gracias!

Salió corriendo de la cocina aunque ya no parecía una cocina ya que estaba todo realmente sucio.

-No le ayudes marimo, eso es trampa.

-No es trampa, además ya has visto como cocina.

Tenía una pequeña esperanza de que le saliera todo bien, le quedaba una hora antes de que se despertaran las chicas. Fui hacia la cubierta y me relajé apoyado en la barandilla mientras veía como Luffy cogía las frutas.

Narra Robin

Desperté recordando el beso en la mejilla que me había dado Zoro, no pude verlo pero sabía que había sido él. Nami seguía descansando así que como no quería despertarla me levanté con mucho cuidado y fui a asearme. Cuando acabé abrí la puerta y me encontré a Franky a pocos centímetros de mí.

-Que susto Carpintero-san...

-No pretendía asustarte, solo quería SUPER hablar contigo, estos días apenas hablamos.

Fuimos hacia el acuario para estar tranquilos, su cara parecía triste.

-¿Te ocurre algo conmigo?

-Todo está como siempre Carpintero-san.

-¡Ese es el SUPER problema! No debería seguir todo igual, ni siquiera pude tener una hora contigo en el parque de atracciones.

-Lo sé, pero ha sido por culpa de Kid.

-Es verdad ¿Cómo te encuentras? Debería habértelo preguntado antes.

Franky se preocupaba siempre mucho por mí. Zoro también lo hacía, pero de distinta manera.

-Estoy perfecta, gracias -sonreí

-Me alegro, eso para mí es lo más importante.

-¿Tú estás bien?

-No porque noto tu SUPER rechazo. Pero solo te voy a decir una cosa: Te quiero más que a nada.

Sus labios se juntaron con los míos y mi corazón empezó a latir a una velocidad asombrosa. Yo abrí los ojos como platos porque no me esperaba esa reacción, obviamente sabía que le gustaba pero no pensaba que iba a ser tan directo. Se separó de mí acariciando mi cara con una de sus manos y se fue. Estos dias, tenía claro que mis sentimientos hacia Zoro eran más fuertes que los de Franky pero mis pensamientos ante estas situaciones, enloquecen. Me quedé sentada en el sofá y contemplé los peces, ahora no tenía que pensar en eso, debería pensar en lo que sucedería esta noche.

-¡Robin! -dijo Chopper acercándose a mí- ¡Es hora de comer!

-Genial, tenía algo de hambre.

Fui a la cocina donde ya se encontraban todos. Parecían alegres, incluso Luffy que estaba separado de Nami, yo pensaba que estaría triste o enfadado.

-¡Esta tarde patearemos el culo a Kid! -gritó él

-Capitán-san, deberíamos esperar hasta mañana por la tarde, no tenemos un plan.

-¡Pero quiero atacarle por haceros daño! -dijo cruzando los brazos

-Luffy, Robin tiene razón. Además, queremos que todo salga bien -dijo Nami

Ella me guiñó un ojo, parecía bastante tranquila.

-De acuerdo -aceptó- pero mañana por la tarde iremos si o si.

-¡EL VALIENTE USSOP ACABARÁ DE UNA VEZ POR TODAS CON EL PESADO PELIROJO!

Narra Nami

La tarde pasó normal, cuando acabamos de cenar, fui hacia la habitación pero antes de entrar, Luffy me agarró de la mano y me arrastró hasta el acuario. No dijo nada hasta llegar allí.

-¿Que ocurre? -dije sorprendida

-Nada. Shishishi. Toma.

Cogí la cajita que me entregó y dentro había unos pequeños... supongo que bombones.

-Pruébalos.

Tragué saliva, no tenían muy buena pinta pero estaba segura de que se había esforzado, espero no morir probándolos. Cogí el que parecía que tenía forma de corazón y lo comí. Sabía... a sal, sabía a sal con chocolate. Horrible.

-Eto... -dije intentando poner la mejor cara posible- están muy buenos.

Él cogió la caja y la colocó en la mesa. Me quedé aún más sorprendida.

-Están horribles, los he probado. ¿Por qué me mientes?

-Porque seguro que te has esforzado.

-No -dijo sonriendo.

Me entregó de nuevo otra caja.

-Prueba.

Abrí y probé los nuevos que tenían un aspecto genial. ¡Sabían perfectos!

-¡Están buenísimos Luffy!

-Me ha ayudado Sanji, al final no pude hacerlos yo solo. Ni los he probado. ¿Puedo?

-Claro

Restregó un poco de chocolate por mis labios y luego empezó a besarme con delicadeza.

-Pues si, están buenos, no valgo para cocinar.

-Pero sirves para otras cosas.