Capítulo 4: ¿A qué le tienes miedo?
Abro mis ojos encontrando la habitación a oscuras, los cierro y vuelvo a abrirlos mirando a Hanne, sonríe un poco dejándome saber que está despierta. Somnoliento, giro en la cama quedando boca arriba, no sé qué hora es, pero aún no amanece.
— ¿No puedes dormir? —mi voz sale más ronca de lo normal.
—Hace dos años te escuchaba llamar a tu amiga en sueños—dice en voz baja. La miro sin entender—Dos años después no pensé escucharte llamarme en sueños.
— ¿Estaba llamándote?
—Sí—responde— ¿Era un sueño malo?
—No lo recuerdo siquiera—restriego mis ojos. No miento cuando lo digo, no recuerdo lo que soñé, sabía que solía llamar a Dae cuando dormía, es primera vez que digo otro nombre además de ella. Hanne se ha quedado callada, volteo la cabeza en la almohada encontrando sus ojos en mí— ¿En qué piensas?
—No he tenido la oportunidad de preguntarte sobre ella—se corrige—Me refiero a...¿Cómo sigues con su ausencia? ¿Has mejorado? Nunca tocamos el tema en las llamadas o mensajes.
Suspiro recostándome de costado, Hanne acomoda algunos mechones de mi frente y yo respondo:
—Creo que he mejorado, sigo pensando en ella, pero...al mismo tiempo pensé en ti—sonríe con dulzura—Extraño a Dae, sé que...si siguiera en este mundo me habría animado a estar contigo.
—Y tú no lo hubieras hecho—comenta.
— ¿Por qué?
—Porque DaeYoon siempre te gustó, tú mismo me lo dijiste, si ella siguiera con vida...—hace una pausa—Tú estarías detrás de ella mientras yo sólo te miraría desde lejos—lo siguiente lo dice con una pequeña sonrisa burlona—Seguirías siendo mi sunbae.
Tal vez fuera cierto lo que dice, pero tal vez no, nada indica que por el hecho de que DaeYoon me gustaba iba a terminar en una relación con ella, si lo pienso bien, todo esto ha sido obra de Dae, por ella estoy aquí. Ella me hubiera juntado con Hanne pasara lo que pasara. Me coloco sobre el cuerpo de Hanne apoyando mi peso sobre el suyo, me mira en medio de la oscuridad, puedo apostar que se ha sonrojado.
—Hay personas que están destinadas a conocerse pase lo que pase—tomo su barbilla mirando sus ojos oscuros.
— ¿Crees que estábamos destinados a conocernos?
—Así es.
Sus brazos rodean mi cuello, deposito un corto beso a sus labios, seguido de otro y otro. Ella sonríe divertida por el tonto juego de besos. Escondo mi rostro en su cuello abrazándola.
—Estamos en otra etapa, ¿Cierto?
—A este punto ya no sé en qué etapa estamos—suspiro—Pero agradezco mucho que hayas aparecido en mi vida.
Cuando me separo un poco, noto que Hanne sonríe con ojos brillantes.
—No, gracias a ti por aparecer en la mía—acaricia mi cabello—Y lo digo muy enserio, gracias por quererme, JungKook.
Deposito un beso en su frente, uno en su mejilla derecha, en la punta de su nariz que la hace sonreír y finalmente en sus labios. Hanne corresponde manteniendo un ritmo lento además de suave, la chica levanta mi camisa hasta sacarla por mi cabeza dejándola caer al suelo. A pesar de ir despacio nuestras respiraciones van agitándose poco a poco.
—Esta etapa es divertida—la escucho decir y ambos reímos en medio de los besos.
...
Han pasado unas dos semanas desde que Hanne y yo nos encontramos en este lugar, hace dos semanas que se puede decir que estamos en algo... ¿Estable? Todavía tengo un pequeño temor en el pecho, no sé porque, Hanne no me da señales para dudar de lo que tenemos, luego de mi trabajo solemos ir a pasear, a comer algo, incluso fuimos a un bar nuevo que abrieron cerca de la playa.
Los demás no saben que Hanne está conmigo, bueno sí, hay una persona.
— ¿Entonces...esto puede considerarse como una luna de miel? —mi madre está en la pantalla de mi teléfono mediante una video llamada.
—No tanto así—corrijo algo avergonzado—Sólo es...un mes para aclarar lo que sentimos.
— ¿Y estás cómodo con tus sentimientos?
—Hanne me hace sentir bien, me hace sentir seguro y querido.
—Eso no fue lo que pregunté—sonríe un poco—JungKook, hijo, dime que no haces esto por obligación.
—No, no—me apresuro a decir—Estoy con Hanne porque lo deseo, ella realmente me gusta, me importa, pero...me cuesta abrirme de la manera que ella lo hace conmigo—tomo una bocanada de aire—No sé qué pasa conmigo, mamá.
— ¿Crees que tus sentimientos puedan cambiar en lo que queda del mes?
—No, porque sé que me gusta Hanne. Creo que sigo teniendo miedo.
Mi madre frunce el ceño viéndome.
— ¿Tu cabeza te dice que a DaeYoon no le gustaría?
—Por primera vez esto no tiene nada que ver con Dae.
—No te presiones con nada, dejen que las cosas fluyan y si no te sientes cómodo...deberías ser honesto con Hanne, hijo.
Niego con la cabeza.
—Dejaré que todo fluya. Cuando volvamos ya veremos.
...
La habitación en la que me encuentro se me hace muy familiar, un cosquilleo me recorre el cuerpo, me siento...extraño. Las cortinas se mecen con suavidad por la brisa suave de afuera, cuando me acerco a la ventana abierta me detengo al escuchar una voz detrás de mí.
—Se siente raro estar aquí después de mucho tiempo—giro sobre mis talones mirándola. DaeYoon está sentada junto a la cama, hay algunos libros abiertos a su alrededor, me sonríe un poco jugando con un lápiz entre sus dedos. Me acerco sentándome frente a ella con mi espalda apoyada de la cama—Aquí fue donde ambos tuvimos nuestro primer beso oficialmente.
Claro, donde ella me pidió que le enseñara a besar.
—Recuerdo la petición que me hiciste—la miro con atención. Luce exactamente como la recuerdo—Estábamos en esta posición.
—Tal vez nunca debí pedírtelo—suspira dejando el lápiz en uno de los libros—JungKook, en algún momento estas visitas ya no serán posibles.
— ¿Tienen un límite?
—Puedo visitar a mi familia el tiempo que quiera, pero contigo...—ladea su cabeza un poco pensativa—Ellos me dejan hacer una excepción.
— ¿Ellos?
— ¿A qué le tienes miedo? —pregunta dejándome helado.
— ¿Qué?
—Sabes a que me refiero—se cruza de brazos. Sonríe de lado mirándome atentamente—Tienes miedo de que Hanne se vaya, ¿No es así? Tienes miedo de que las cosas empeoren de repente—¿Cómo es que sabe exactamente lo que siento? —Deja de vivir con miedo, JungKook, siempre estarás condenado si dejas que el miedo siga en ti.
—No tengo miedo de que ella se vaya.
—Tú y yo sabemos que mientes—mira mis ojos. Su cabello va suelto por sus hombros—Ibas muy bien, esa chica te ama sin duda alguna, confía en mí. Pero...no lo verás ni serás capaz de corresponderle hasta que ese miedo en ti desaparezca.
Inclino mi cabeza hacia atrás apoyándola de la cama, miro al techo de la habitación respirando profundo. Sí, tengo miedo respecto a Hanne, pero es un miedo que apareció desde que perdí a DaeYoon, tonto lo sé, ninguna de las dos está conectada.
—Me asusta lo mucho que ha influenciado en mí en poco tiempo.
—Eso significa que realmente te has enamorado de ella—Dae se sienta a mi lado. Sigo mirando al techo sincerándome.
—Me asusta que...algo pase y todo se desmorone, me asusta...
—Perderla a ella—la miro—Ese es tu verdadero temor, tienes miedo de que ella haga lo que hice yo—chasquea la lengua—JungKook, Bae Hanne no es Joon DaeYoon, ¿Cuándo lo entenderás? Lo que sentías por mí era atracción y quizás pudo ser amor, pero lo que sientes por ella es más fuerte que eso. ¿Por qué dudas de ti mismo? Ya basta de eso, tienes casi treinta años, has pasado mucho tiempo dudando, es hora de arriesgarse a todo.
—Arriesgarse a todo sin miedo a perder nada.
—Así es—recuesta su cabeza en mi hombro—Así es.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro