Capítulo 3: Te dije que todo mejoraría
No puedo enfocarme en el trabajo cuando Hanne apareció y no de la manera que esperaba. A cada minuto miro el teléfono respirando aliviado cuando es la hora de salir, Hanne me esperaría en el hotel, le había dado incluso la llave de éste, un poco temeroso escribo a su número.
JungKook:
Voy camino al hotel.
JungKook:
¿Estás allí?
Un taxi se detiene cuando hago una señal con mi brazo, subo al vehículo dando la dirección cuando recibo un mensaje.
Hanne:
Estoy en la habitación.
Respiro aliviado por esa respuesta. Guardo el celular mirando por la ventana, tengo mucho en que pensar, todos mis pensamientos se centran en Hanne, ella realmente estaba dolida con su madre y molesta con su prima, ¿Qué ganaba aquella mujer mintiéndole a su tía? Incluso le había escondido el pasaporte a Hanne, todavía había cosas inconclusas, sé que me las explicaría poco a poco. Pensando en Hanne mi mente toca las imágenes de anoche, estuvimos juntos, tuvimos sexo como cualquier pareja lo tendría, ¿Cómo debo catalogar nuestra..."relación"?
...
Cuando llego a la habitación del hotel, Hanne me recibe abriendo la puerta, debemos hablar muchas cosas. En el sofá donde ambos nos entregamos anoche hay un bolso grande, mi mente de inmediato recuerda que ella se había llevado más equipaje.
—Oh—Hanne parece entender lo que pienso—Perdí mucha ropa en ese tiempo, tenía otro bolso, pero...no lo conseguí—dice avergonzada—No sé si fue suerte o una bendición que no me robaran mi pasaporte o mis documentos de identidad—la miro.
— ¿Te dijo algo esa anciana?
—Echó mis cosas a la calle y no me permitió buscar el otro bolso—noto como contiene las lágrimas—Pero estoy bien, enserio—sé que miente—Pedí la cena para ambos, espero que no te moleste—señala el carrito de comida—Estaba esperando que llegaras para comer juntos.
—Puedes pedir lo que quieras, la empresa corre con los gastos—la miro ir hacia el carrito sirviendo la comida para ambos. Me acerco dejando mi bolso en el sofá, dejo mi saco en el respaldar subiendo las mangas de mi camisa—Hanne, ¿Podemos hablar un momento?
—Te escucho.
¿Por dónde empezar?
— ¿Cómo consideras lo que tenemos? —me mira deteniendo lo que hace— ¿Lo llamarías una relación?
—No lo sé—frunce el ceño— ¿Seguimos en la etapa de decirnos te quiero? Porque lo de anoche es algo más que un te quiero—toma los cubiertos— ¿No sabes lo que sientes hacia mí? ¿Es eso?
—Sé que me gustas—ella vuelve a mirarme—Y sé que...nunca quise que te fueras a Italia.
— ¿Por qué nunca me lo dijiste?
—Porque quería saber si lo nuestro era serio o no.
—Para mí es serio, JungKook—dice muy seria—Esto no es sólo sexo, me gusta que siempre escuches lo que tengo que decir y es atractivo saber qué quieres ayudarme. Para mí estamos en la etapa donde un "te amo" encaja más con nosotros.
— ¿Eres capaz de decirlo en voz alta?
— ¿Tienes miedo de escucharla? —sonríe dulcemente. Deja lo que hace y se acerca para susurrar en mi oído—Te amo, Jeon JungKook—la forma en que sus ojos brillan es muy hermosa, la forma en que me mira me deja muy en claro lo que siente—Necesitas acostumbrarte a estas cosas.
...
— ¿No te has preguntado lo que se sentirá escuchar a alguien decir que te ama? —DaeYoon mira distraídamente a la pareja que está sentada un poco lejos de nosotros, ellos ríen y sonríen tontamente por cualquier cosa que el otro hace—Unos dicen que es ridículo, otros dicen que es...inexplicable.
Sonrío un poco desviando mi atención de los ejercicios de biología.
—Bueno...mi madre dice que me ama—golpea mi brazo y me echo a reír.
—Ya, no me refiero a eso, me refiero a cuando la persona que quieres te dice que te ama.
"Sí, yo también me pregunto lo mismo, Dae"
— ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? Ya es demasiado que me dejes quedarme contigo y pagues mi pasaje a Daegu...
—Necesitas ropa, hago un gran esfuerzo para no ir a donde vivías y reclamarle a esa anciana por ser tan cruel al robarte tus cosas—y añado—Porque así es, es una ladrona.
Hanne sonríe un poco mirando la ropa de la tienda. Ella comienza a revisar las camisas, los pantalones e incluso algunos vestidos, pocas veces la he visto usar uno. Mi teléfono comienza a sonar con una llamada, Hanne está mirando algunos zapatos por lo cual aprovecho de responder.
— ¿Bam está bien?
—Hola oppa, estoy bien, oppa, gracias por preguntar, oppa.
—Lo siento—acaricio mi frente—Pensé que ocurría algo con Bam.
—Bam está bien, está siendo un buen perro—y acto seguido escucho un ladrido—Mañana lo llevaré al parque, caminaremos un rato.
—Recuerda no soltar su correa demasiado o hará un desastre, te dejé en la cocina una lista con las instrucciones...
—Sí y me parece absurdo que un perro tenga ese horario. Cuidas mucho a Bam, espero que a tu hijo o hija lo cuides igual en el futuro.
—Si llego a tener hijos sería un milagro.
—Por favor—bufa—Todos saben que entre los dos tú serás el primero en hacer abuela a mamá.
—Claro que no.
—Tienes veintinueve, oppa. En cualquier momento sentarás cabeza y siendo honesta espero que lo hagas con Hanne—apenas dice eso volteo a ver a la chica que está ajena de la conversación— ¿Sabes algo de ella?
—Está bien—me limito a decir.
—Oh, ¿Hablaste con ella?
—Sí, lo hice. Cuando regrese a casa les cuento, sigue cuidando a Bam.
—Oppa—llama— ¿Pasó algo con Hanne?
Tomo una bocanada de aire negando con la cabeza, no quiero comentar las cosas de la chica, sólo puedo decir lo justo.
—No está pasando un buen momento ahora, me dijo que volvió a Corea—Hanne voltea a verme indicándome que me acerque—Seamos discretos con este tema, ¿Sí?
—Está bien.
—Hablamos luego—cuelgo la llamada acercándome a la chica— ¿Tienes todo?
—Mira ese traje—me señala. En la vitrina hay un traje de caballero muy formal, perfecto para el trabajo, el pantalón de vestir es azul oscuro al igual que el chaleco, la camisa blanca y la corbata relucen en ese traje—Se parece a ti.
—No necesito un traje para el trabajo.
—Cuando tenga dinero lo compraré, si está aquí, debe estar en Daegu.
—No es necesario...
—Lo es, mi pareja debe lucir bien y estos trajes te quedan muy bien—sonríe mirándome hasta que se da cuenta de sus palabras cubriendo su boca.
— ¿Dijiste tu pareja? —mi corazón late un poco rápido.
—Lo siento, no quería incomodarte...
—No estás incomodándome, suena...bonito—sonrío un poco—Tú lo dijiste, debo acostumbrarme.
...
Hace una hora aproximadamente que volvimos al hotel, es de noche, acabo de tomar un baño vistiéndome con algo cómodo para dormir. Mañana debo ir a la oficina luego del mediodía. Cuando salgo de la habitación para decirle a Hanne que puede usarlo la escucho hablar desde el balcón, de nuevo está llorando.
Me acerco despacio deteniéndome en el marco de la puerta.
—No fue así, lo juro—la voz de la chica se quiebra—No hice nada de lo que HaRim dijo...—del otro lado la interrumpen—Appa, debe creerme—lleva su mano a su frente. Es imposible no sentir las ganas de abrazarla—No, nunca, lo juro, HaRim estaba tramando cosas raras conmigo, me escondió mi pasaporte, fue ella quien cambió su actitud luego de los primeros meses—respira intentando calmarse. Puedo notar como tiembla—Quiero ver a mamá, la extraño mucho, necesito hablar con ella en persona—aparta las lágrimas de sus mejillas— ¿Enserio? —su voz suena diferente. Más...esperanzada—Gracias.
Ella asiente por algo que le dicen y cuelga. Gira sobre sus talones apartando sus lágrimas deteniéndose al verme.
— ¿Está todo bien? —me acerco a ella.
—Mi padre hablará con mi madre para vernos—sonríe un poco—Tengo dos años sin verla y se siente una eternidad—me abraza en cuanto estoy cerca. La estrecho entre mis brazos sintiéndome contento por ella—Dijo que me cree y que quiere hablar conmigo.
—Te dije que las cosas se arreglarían.
—Tenías razón—sus ojos contienen las lágrimas—Pero sigo teniendo miedo de que ella no me crea.
—Si luego de verla tu madre no cambia de opinión...—acaricio sus mejillas. No es común verla llorar tanto—Debes saber qué hiciste lo que pudiste para verla y hablarle en persona. No te sientas culpable por nada, Hanne, ¿De acuerdo? —asiente—Y no llores, no me gusta verte así.
—Pensé que la optimista Hanne te sofocaba—intenta bromear.
—Sofocaba un poco, pero fue ella la que se introdujo poco a poco en mi corazón.
— ¿Jeon JungKook siendo romántico? —sonríe burlonamente—Es bueno que te abras conmigo.
Vuelvo a abrazarla acostumbrado a sentirla de esa manera.
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