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Capítulo III: Frustración.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

A pesar de que su padre lo había reprendido por la broma que le realizó a su hermana, y que había cumplido su castigo sin oponer resistencia, no lograba sentirse tranquilo. Hinata estaba triste todo el tiempo, y eso era algo que no quería para ella en las vacaciones de verano.

Se dió la vuelta en su cama, pensando en una manera de hacer que su hermana saliera de casa para divertirse. Quería verla sonreír en lugar de escuchar sus pláticas tristes con su mejor amiga Ino, al menos las que solía oír por accidente cuando pasaba por la puerta de su habitación, no es como que le gustará espiar a su hermana. 

En ese momento sonó su celular, sabía que se trataba de Sasuke porque ese era el tono que le había puesto para identificar sus mensajes. Se revolvió un poco más en la cama antes de estirar su mano y tomar sus celular. 

Shisui acaba de rentar una quinta, estás invitado. También irá mi hermano, Shikamaru y Chōji

¿Invitaste a los demás?

Si, pero aún no confirman.

Una sonrisa alegre adornó el rostro de Naruto al encontrar una solución a sus problemas. 

¿Puedo llevar a mi hermana?

Si.

Gracias Sasuke.

La invitación de su amigo y rival le cayó del cielo, el clima favorecía los motivos para salir a una alberca, estaba seguro de que podía convencer a su hermana menor de salir con él. 

Logró que Hinata aceptara ir con sus amigos, solo con la condición de que Ino fuera con ellos. Sin querer, había desatado el principio de lo que sería un caos en su vida. 

Hinata bajó a la sala de su casa con una pequeña maleta, en ella llevaba toallas, bloqueador y un cambio de ropa. No estaba muy segura de salir con su hermano, pero terminó aceptando debido a que con el calor de verano, de verdad le apetecía nadar un poco. Usaba una blusa blanca, un short de mezclilla que llegaba a mitad de sus muslos y unas sandalias. Su traje de baño lo tenía debajo de su ropa, como consejo de su mejor amiga.  

Naruto la esperaba en el regalo que su padre le dió por obtener buenas notas, un Jeep Wrangler en color guindo. Hinata se subió en el asiento del copiloto, no le dirigió la palabra hasta que ambos pasaron a recoger a Ino. La amiga de Hinata es quien no paraba de hablar, Naruto agradecía en su interior, con ella conversando el camino era menos incómodo y aburrido.

Fue fácil dar con el lugar gracias al GPS de su celular, por la ventana logró ver a Sasuke esperándolo en la entrada. 

—¿Qué demonios están haciendo ustedes dos?— su hermana y su mejor amiga se estaban quitando la blusa, Naruto no pudo evitar apartar la vista de Hinata. Su pecho había dado un pequeño salto cuando terminó de quitarse la blusa blanca. 

—¿Crees que íbamos a entrar en la alberca usando un short de mezclilla?— le preguntó Ino con desdén —Usa el cerebro, genio. 

Sus pupilas se dilataron al ver que Hinata desabrochaba el cierre de su short y comenzaba a deslizarlo por sus piernas. Sabía que su hermana seguía una dieta saludable y constantemente asistía al gimnasio con Ino para estar en forma, pero jamás imaginó que lo que para el parecía algo sencillo, diera tan buenos resultados. La cintura de Hinata era estrecha en comparación a sus amplias caderas, sus piernas estaban firmes e interminables y lo que más resaltaba en ese conjunto de dos piezas color melón eran sus grandes senos. Pasó saliva al darse cuenta de que no sería el único en percatarse de esos detalles.

—N-no puedes salir así Hinata, estoy seguro de que los demás notarán que estás un poco subida de peso.

Hinata pareció desconcertada, por dentro la idea de no parecer bonita ante otros le afectó, pero su mejor amiga siempre la animaba diciendo que era linda. Y no creía que Ino le mintiera —¿Eso crees?

—No le hagas caso Hinata-chan, tu hermano solo tiene celos. No quiere que sus amigos noten lo linda que eres— Ino tomó su maleta, dispuesta a salir del Jeep después de los hermanos Hyūga. 

—Mis amigos pueden ser algo tontos Hinata-chan— trató de defenderse ante la mirada acusadora de Ino y la triste de Hinata —No es cierto que tienes peso extra, al contrario, te miras muy bien.

—Ya Naruto, terminaré creyendo que quieres cometer incesto con tu hermana— murmuró Ino de mal humor, ella aún estaba molesta por el hecho de que Naruto haya arruinado el noviazgo de Hinata. A ella le había costado mucho juntar a esos dos, ambos eran tan tímidos y torpes cuando se trataba de amor. 

—Cállate Ino, no estás ayudando— su hermana sonreía discretamente, se había acostumbrado con el tiempo a ver discutir a su hermano y su mejor amiga —Sólo no creas todo lo que te dicen mis amigos Hinata-chan, y no dudes en llamarme a mi o a Neji si alguien te molesta. 

—¿Neji-niisan también está aquí?

—Si— Naruto miró de reojo a Ino, la rubia se había sonrojado al escuchar el nombre de su primo —Y creo que no tiene novia, esta disponible para ti Ino.

—Vámonos Hinata-chan— Ino salió del Jeep y se llevó a su mejor amiga antes de que está pudiera decir una palabra.

Naurto las miró divertido, metió las llaves de su vehículo en su maleta y salió al encuentro de su amigo Sasuke. El Uchiha aún miraba por donde Hinata e Ino habían corrido. 

—Hey— Naurto abrazó a Sasuke y despeinó su cabello, el pelinegro lo apartó con un golpe en su costado. 

—Pensé que solo traías a tu hermana.

—Bueno— el rubio rascó su cuello, la mirada astuta de Sasuke siempre lo ponía nervioso —Ino va a donde sea que vaya Hinata-chan.

—Hmph— Sasuke caminó a lado de su mejor amigo, sin apartar la vista de la hermana menor de este último. Por fin había creído encontrar a la persona que lo ayudaría a ocultar su secreto. 

Hinata e Ino se sentaron en el lugar que Shisui Uchiha les había asignado, el primo de Sasuke no perdió el tiempo en atender a tan lindas invitadas. Se alejó solo porque su mejor amigo Itachi lo llamaba para arreglar un pequeño inconveniente. Ino no dejaba de hablar sobre lo lindo que era Shisui. 

—Es un encanto Hinata-chan— los ojos de Ino parecían dos estrellas brillantes, su mejor amiga pensaba que por poco y la saliva comenzaría a abandonar su boca.

—Pensé que te gustaba Neji-niisan— Hinata intentó contener su sonrisa, cosa que no funcionó.

—Claro que me gusta, pero eso no quiere decir que no pueda ver a otros chicos— contestó su mejor amiga, como si fuera lo más obvio del mundo. 

—Me alegra escuchar eso— Hinata e Ino dejaron de hablar al ver a Sasuke de pie frente a ellas —Neji necesita alguien que lo acompañe por unos refrescos, y para ser sinceros, a mi no me apetece ir— Sasuke tenía las manos en los bolsillos de su traje de baño, mostrando total indiferencia.

—¿De verdad?— Sasuke asintió. Ino no dudó en levantarse de su asiento, después de todo, el Uchiha no tenía motivos para mentirle —¿Dónde se encuentra?

—Esta en la entrada, dile que irás en mi lugar.

—Gracias Sasuke-kun. Nos vemos luego Hinata-chan. 

La ojiperla miró partir a su amiga y se alegro por ella, a Ino le gustaba su primo desde que tenía memoria. Aunque eso no impedía que su amiga tuviera otras salidas con chicos, entendía que eso se debía a que nunca intento algo de verdad con Neji. En la fiesta también miró a Sakura y a su novio Rock Lee, el chico de cejas grandes decía cosas que hacían reír a Sakura. Se alegraba por ellos, aunque le entristecía que su hermano no pudiera estar con la chica que le gustaba.

—Hyūga— La voz de Sasuke la alejó de sus pensamientos, él se sentó en el lugar que Ino había dejado vacío.

—Sasuke-kun.

El Uchiha abrió sin permiso la maleta que creía era de Hinata, la azabache se sonrojó, pero no fue capaz de decirle algo. Sasuke sacó el protector solar y dejó la maleta en el suelo de nuevo.

—Date la vuelta.

—¿Qué?— los ojos perla de Hinata se abrieron más debido a la impresión, Sasuke no espero a que siguiera su orden y comenzó a frotar el protector por los brazos delgados de la chica. 

—Es lo primero que debes hacer cuando te vas a exponer por tanto tiempo al sol, si no lo haces tu piel quedará roja al final del día— Hinata seguía sin saber que decir —Necesito que me ayudes, es un pequeño favor.

—¿También quieres que te ponga protector solar?

—Eso suena muy conveniente para ti Hyūga.

—N-no es cierto— se apresuró a decir avergonzada, Sasuke sonrió de lado —Sabes, puedes decirme solo Hinata.

—De acuerdo, solo Hinata.

La azabache no pudo evitar la sonrisa que brotó de sus labios —¿Qué favor necesitas?

—¿Tan rápido quieres deshacerte de mi?

—N-no, lo siento Sasuke-kun— el Uchiha frotó en esta ocasión el rostro de Hinata.

—Antes tenía una novia— empezó a decir Sasuke —Ella me ayudaba a guardar un secreto, pero creo que nunca comprendió lo que en verdad estaba sucediendo. Terminamos— Hinata lo observaba con sus ojos bien abiertos —No te atreves a disculparte de nuevo, esto no tiene que ver contigo— advirtió el Uchiha, atemorizando a Hinata por haber adivinado sus pensamientos.

—¿Y qué necesitas de mi?

Sasuke colocó algo de protector solar en su manos y las pasó por el pecho de Hinata, la Hyūga dió un respingo pero no apartó las frías manos de su acompañante —Quiero que me ayudes a ocultar ese secreto.

—¿Cómo?

—Siendo mi novia.

Hinata por fin reaccionó, apartó con cuidado las manos de Sasuke. Tal vez a eso se refería su hermano cuando le advirtió sobre sus amigos.

—Lo siento Sasuke-kun, en este momento no quiero tener novio.

—Date la vuelta— Hinata obedeció, sintiéndose un poco intimidada por Sasuke. Él deslizó sus manos llenas de protector por sus piernas y espalda —Ya encontraré la manera de que aceptes. Pareces una persona sensata, a diferencia de mi anterior novia. Créeme que no te dejaré ir fácilmente, Hinata.

Naruto no dejaba de ver a su hermana siendo tocada por su mejor amigo, le advirtió sobre lo que posiblemente pasaría y ella había decidido ignorarlo. Casi quería ir y llevársela a la fuerza de regreso a casa, pero no podía hacerlo, la miraba feliz y ese era el principal motivo por el que decidió invitarla a salir desde un principio. 

En ese momento, Akamaru le obstaculizó la vista, Kiba corrió a su encuentro y aprovechó para saludar a su revoltoso amigo.

—Hola Naruto, veo que Akamaru logró reconocerte. 

—Si, lamentablemente— dijo cruzando sus brazos, claramente de mal humor. 

Kiba no movió a Akamaru —Vamos Naruto, ver a Sakura y Lee no te ayudará.

—¿Qué?— el rubio dejó de prestar atención a su hermana y dirigió su vista a Kiba —¿De qué rayos estás hablando?

—No te hagas el desconcertado conmigo, incluso Akamaru se da cuenta de que estás mintiendo. 

—Es cierto Naruto.

El nombrado llevó su mano a su acelerado corazón —¿Y tú de dónde saliste?— preguntó visiblemente alterado —Por un momento pensé que era Akamaru quien me hablaba. 

—Si ves que eso es algo tono, ¿Verdad?— Sai tenía una ceja alzada, Akamaru ladeó su cabeza, un poco asustado por los gritos de Naruto.

—Si, tan tonto como eso de que estaba viendo a Sakura— comentó con cierta hostilidad hacia sus amigos.

—Pero es cierto— insistió Sai —Tú estás enamorado de Sakura.

—Si, todos lo notamos— lo apoyó Kiba, Akamaru ladró.

También tú Akamaru, pensó Naruto.

—Leí en un libro, que los hombres tienen varios síntomas cuando están enamorados— continuó hablando Sai —Sus pupilas se dilatan, suelen sudar más de lo normal, sus mejillas se vuelven rojas, su pulso va en aumento, incrementa su apetito, sienten euforia, exceso de energía o ansiedad, pánico e insomnio, su mente siempre está ocupada, y, sobre todo, no pueden dejar de ver a la persona amada.

—Y eso es lo que estás haciendo— complemento Kiba.

—No, están locos, yo no estoy enamorado de mi— se detuvo antes de terminar su oración. ¿Por qué si lo acusaban de estar enamorado de Sakura, solo podía pensar en su hermana? 

—No esta mal sentir amor Naruto, mi libro dice que es el sentimiento más lindo que existe— Sai le dió ligeras palmadas en la espalda, un gesto que, también según su libro, era para apoyar a un camarada.

—Si Naruto, no es tan malo.

—¿Cómo puedo olvidarla?— su voz sonaba preocupada, no podía creer que estaba enamorado de su hermana. Era algo ilógico, y también muy horrible. ¿Qué clase de monstruo sentía algo más que fraternal por su inocente hermana menor?

—Lo primero es aceptarlo— le aconsejó Sai con algo de seriedad. Ese sin duda sería un problema para Naruto, él no se atrevía a aceptar algo como eso, se decía a si mismo que solo eran celos de hermano mayor, siempre los había tenido. ¿Por qué serían diferentes ahora? —Después puedes salir con amigos e intentar otras cosas para distraerte.

—Y conocer nuevas personas, seguramente puedo presentarte a alguna compañera de la escuela— opinó Kiba para hacer sentir mejor a Naruto.

A el rubio le interesó mucho su última opción —¿Conocer nuevas personas?

—Si— Kiba frotó su barbilla, pensando seriamente en alguna chica adecuada para su despistado amigo —¿Qué hay de tu hermana Sai?

—¿Tienes una hermana Sai?— Naruto no daba crédito a lo dicho por Kiba.

—No es mi hermana, es la niña con la que siempre estaba en el orfanato. Cuando me adoptaron la llevaron a ella también, es porque no nos gustaba separarnos. 

—¿Entonces no es tu hermana?

—No lo es, pero la quiero como a una. Ella me acompañó en todo momento desde que mi hermano mayor murió.

Naruto decidió no preguntar más, sabía que ese era un tema sumamente sensible para Sai. 

—¿Por qué no se la presentas a Naruto?

Sai pareció meditarlo, luego de unos segundos asintió con una sonrisa —Es una buen idea, ella vendrá de regreso a la ciudad. Entrará a la preparatoria este año con nosotros.

—¿No estaba aquí?— el rubio ahora estaba más confundido que antes. 

—Ella estudiaba en otra ciudad, a nuestro padre adoptivo le pareció que era lo mejor. Pero ahora quiere que la familia esté reunida de nuevo.

—Me alegro por eso Sai.

—Yo también me alegro— Kiba se estiró un poco, tomó el brazo de sus amigos y, alentado por los ladridos de Akamaru, los llevó a la orilla de la alberca —Y creo que debemos tener una competencia para demostrarlo.

Naruto se emocionó ante la propuesta —Te haré morder el polvo Kiba.

—¿No sería el agua?— el rubio golpeó su frente al escuchar a Sai, en ocasiones solía ser un poco raro. 

—El agua no se puede morder, idiota— le dijo Kiba exasperado. 

Naruto miró por última vez a su hermana, estaba completamente seguro de no sentir algo más que lo correcto por ella.

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Las vacaciones de verano pasaron en un abrir y cerrar de ojos, la más afortunada con todos esos días libres fue Ino. Luego de la pequeña salida que Sasuke le arregló con Neji, la rubia había aprendido a ganarse el corazón del Hyūga. Hinata creía que se debía a que ellos jamás regresaron a la fiesta, ni hablar de los refrescos que faltaron y que Shisui e Itachi tuvieron que ir a buscar. 

Esa era una nueva etapa para ambas amigas, la preparatoria era muy distinta de la secundaria. Y eso era algo que sus profesores del último año se encargaron de enfatizar en su curso. La primera hora la tenían libre, pero sólo era para escoger el club al que querían participar. Ino convenció a su mejor amiga de anotarse juntas en el club de atletismo. 

Los clubes también era algo nuevo y exclusivo de la preparatoria, dos días a la semana se reunían con su profesor asignado para tomar esa clase extra. Duraban dos horas, y tenía la singularidad de que se impartía a alumnos de distintos niveles por igual. Era por eso que Ino quería atletismo, de esa manera podía estar más tiempo con su primo Neji.

Después de conocer a su nuevo profesor, Maito Gai, y de acordar con él su nuevo horario y lugar de reunión, Ino y Hinata se dirigieron a su aula. Para su fortuna, habían sido asignadas en el mismo grupo, justo como en secundaria.

Su siguiente clase era de literatura, llevaban media hora esperando a su profesor y este no se dignaba a hacer acto de presencia. Ino comenzaba a desesperarse. 

—Buenos días, lamento la demora— la primera en verlo fue Ino, sus deseos de reclamar por la tardanza se vieron esfumados al ver a su nuevo profesor. 

—Buenos días— respondió Ino junto a otras de sus compañeras. Hinata volteó a verla, sorprendida de que no hubiera armado un escándalo.

—Mi nombre es Kakashi Hatake— Hinata miró en esta ocasión a su profesor. Tenía un rostro impasible cubierto por una oscura máscara, una voz relajada, además de ser alto, incluso más que su hermano, su cabello de punta era de color plata. Todo en su interior se removió al verlo sonreír —Seré su nuevo profesor de literatura.

Y, con esas simples palabras, un gran caos se desató dentro de la pequeña Hyūga. 

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