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11:34 AM. Aproximadamente

Un rayo de sol entró por la ventana, iluminando la cara de nuestro querido  Red, quien dormía plácidamente en su nido y honestamente no se quería levantar Se sentía agotado y exhausto, como si hubiera dormido sobre rocas, o si no hubiera dormido en absoluto.

Desde que su hogar ahora estaba en la aldea con las demás aves y no en la playa, las noches eran un poquito más ruidosas que de costumbre. En este caso, una alocada fiesta con música a todo volumen y luces de neón, las cuales invadían su hogar a cada momento, un bendito domingo. No podía pedir nada mejor.

Con gran pesadez se levantó de su nido, frotándose los ojos con sus alas y dejando salir un gran bostezo, ya que bueno, había dormido como 3 horas. Tal vez asomarse por la ventana y contemplar el tranquilo océano podría hacer que se sintiera menos estresado en ese momento...

Oh.

Cierto.

Ya no estaba en la playa. Rayos

Al ponerse de pie, Red miró su calendario, ubicado a un lado de su nido y notó algo remarcado en el día de hoy.

Clase con Matilda - 9:00 AM

Eso explicaría porque Bomb y Chuck no estaban ahí. Desde el incidente de los cerdos, Red los invitó a que se quedaran en su casa y vaya que lo hicieron, aunque no era definitivamente. Se quedaban con el 2 o 3 veces a la semana, el resto de los días permanecían en sus respectivos hogares.

Espera. ¿Por qué no lo despertaron para ir a la clase?

Bueno, ya le daba igual.

Mentiría si dijera que se le había olvidado, fué culpa de todo el ruido de la noche anterior que no lo dejó dormir, y que él tampoco tenía muchas ganas de ir. Después de un rato de analizar si debería ir a la clase o primero comer algo y después ir, recordó que Matilda podría estar un poquitín enojada.

Igual no tenía tanta hambre, así que prefirió esperar a que terminara la clase.

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Comenzó a caminar hacia la clase de Matilda, la cual estaba relativamente cerca. En el camino muchas aves lo saludaron con entusiasmo y grandes sonrisas, al fin y al cabo él había salvado sus huevos.

Red solo se limitó a devolverle las sonrisas y uno que otro saludo con su ala, ya que no era tan fanático de ser "feliz". Ni de demostrarlo.

En poco tiempo, ya había llegado al lugar, entró pasando a un lado de las famosas esculturas que jamás comprendió por qué o para qué estaban ahí y posteriormente se dio cuenta de que el lugar estaba vacío, o así parecía.

"¿Hola?" Dijo Red en voz alta esperando una respuesta "¿Hay alguien aquí?"

¡Genial!. No había nadie.

Ya estaba dando la vuelta para irse del lugar cuando...

"¡Red!" Exclamó una voz detrás de él.

Red saltó del susto, puesto que no se esperaba eso.

"¡Llegas tarde!...De nuevo" Habló Matilda detrás de él, con una sonrisa que se notaba de lejos que era fingida. "Tranquila, igual no quería venir" Respondió Red en un tono sarcástico.

Red sabía que a Matilda no le gustaba cuando él actuaba así, por eso precisamente habló en ese tono. Matilda solo gruñó, aguantando su ligero enojo.

"¿Dónde están todos?" Preguntó Red mientras miraba a su alrededor.

"¡Oh!, ya ellos están haciendo la actividad" Respondió Matilda juntando sus alas.

"¿Y por qué me hiciste venir hasta acá?" Dijo el ave roja, el cual ya estaba comenzando a alterarse.

"Hoy ustedes decidirían donde sería la actividad" Contestó Matilda. "Lo sabrías si hubieras llegado temprano como los demás" Dijo mientras sonreía sarcásticamente.

"Como sea ¿Por qué tenemos que seguir tomando clases de todos modos?"  Red habló, desviando el tema. "A pesar de que eres el héroe de la isla y todos te apreciamos, nunca tus problemas de ira se... resolvieron" Explicó el ave hembra. "Y no olvidemos lo que paso hace unos días".

"¡No fue mi culpa, ese chico fue el que comenzó todo!" Dijo Red, cruzando sus alas, y tal vez poniéndose a la defensiva."Sí Red, lo que tú digas, mejor vamos a la clase, ya es tarde" Terminó de decir Matilda mientras salía del lugar.

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Y así, comenzaron a dirigirse al lugar donde era la actividad.

El camino fue un tanto incómodo, Red no era bueno para iniciar conversaciones y no quería decir algo para quedar como un tonto. Así que había un silencio tan frágil como una delgada capa de hielo y que se podría romper con el simple peso de una de sus plumas. Solo se limitó a seguir a Matilda la cual estaba caminando delante de él como un guía.

Al parecer se dirigían a la playa. ¿Quién lo diría?  El sitio en el que estaba pensando esta mañana y que ciertamente extrañaba. Le traía tantos recuerdos, como la vez que los cerdos llegaron y destruyeron su casa...

Ok, tal vez no bonitos recuerdos.

Al llegar, Red pudo ver a Chuck a lo lejos, sentado en una roca mientras admiraba al mar. ¿Por qué estaba solamente él?. Tal vez Bomb y Terence estaban cerca del lugar, Red pensó mientras los buscaba con la mirada, pero no había ninguna señal de ellos.

"Bueno Red aquí te dejo, tengo que retirarme a hacer unas cosas" Dijo Matilda sacando a Red de sus pensamientos mientras se iba del lugar. "¡Espera!" Gritó Red. "¡Ni siquiera sé que es lo que tengo que hacer!"

Matilda volteó a mirarlo con una mirada mortal "Te lo he estado explicando durante todo el camino" Dijo acercándose a él.

¿Qué? ¿Cuándo pasó eso?. Oh

Resulta que "el silencio incómodo" no fue ningún silencio, lo que decía Matilda era verdad, durante el camino le explicó a Red en qué consistía la actividad, pero Red estaba tan perdido en sus pensamientos que no escuchó nada.

"Ah bueno, claro que sé de qué trata la actividad Matilda, ¿Cómo crees que no voy a saber?" Dijo Red, el cual comenzó a sudar y dio unos pasos hacia atrás en caso de que Matilda perdiera los estribos.

"Hmmm" Matilda se puso en frente de Red mirándolo fijamente a los ojos, Red comenzó a sudar aún más."Se dió cuenta"  Red pensó ya imaginándose su funeral.

"¡Esta bien!, Bueno, nos vemos,  Red" Matilda finalmente se fué dejando a Red aún sudando.

Después de esa rara escena, Red caminó hacía donde estaba Chuck, aún preguntándose donde estaban los demás.

Tocó el hombro de Chuck, el cual aún seguía mirando el océano para sacarlo de sus pensamientos"¡Oh! ¡Red, llegaste!" Exclamó Chuck en su tono entusiasta de siempre"Un poco tarde por cierto" Agregó.

"No me lo recuerdes, Chuck" Dijo Red un poco avergonzado "Bueno ¿Listo para empezar?"-Preguntó Chuck"Me encantaría, pero ni siquiera sé que es lo que tenemos que hacer".

"¿Qué? ¿Matilda no te dijo?" Chuck levantó una ceja en señal de confusión. "Bueno, digamos que sí me lo dijo pero pueeeeede que no le estuviera prestando atención" Red contestó con un tono de voz un poco apenado "¿Podrías decirme que hay que hacer?".

"¡Claro!, es bastante fácil ,tenemos que dibujar un lugar el cual nos traiga buenos recuerdos y luego explicar por qué escogimos ese sitio en específico" Explicó Chuck sin ningún problema "¡Oh y se me olvidada! La actividad es en pareja"

"¿Y en donde están Bomb y Terence?" Preguntó Red. "Ah y también lo tendríamos que realizar en un ambiente de nuestra preferencia" Comentó Chuck. "Pensé que la playa te gustaría"

Chuck tenía razón, la playa era un sitio que en cierto modo Red le tenía aprecio ya que bueno, vivió ahí durante casi toda su vida.

"Bomb convenció a Terence o algo así, es difícil entenderlo ya que no habla, de que fueran a una pequeña montaña en el centro de la isla" Respondió el ave amarilla a la pregunta que tanto se hacía Red.

¿Bomb escalando? ¿Después de la última vez que tuvieron que ir a una montaña bastaaaaante alta? ¿Y además con Terence? Eso era algo difícil de creer para Red, pero bueno, que se le va a hacer.

"Qué bueno que Matilda no me puso con alguno de ellos dos" Comentó Red"Terence me da miedo y Bomb cuando no sabe que decir empieza a crear historias y es un poco incómodo"

"De hecho" Dijo Chuck llamando la atención de Red. "Matilda nos dejó escoger a nuestro compañero, y te escogí a ti".

¿Por qué Chuck lo escogería a él y no a Bomb? Bomb y Chuck se llevaban bastante bien y la actividad hubiera sido más entretenida para él. Eso dejó a Red pensando un rato.

"Red, ¡Red!" Chuck habló mientras movía su ala frente a la cara de Red, el cual estaba perdido mientras miraba hacia el suelo "Ah! ¿Qué? ¿Qué pasa?" El pájaro de color carmesí finalmente reaccionó.

"Te decía que si ya quieres que comencemos"

"¿Ah? ¡Claro! ¡Claro! Empecemos"

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