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Capítulo único

La primera vez  que lo vio, no puede decir que quedó flechado o que había experimentado el amor a primera vista. Todo lo contrario... Recuerda sentirse indefenso ante su presencia, tímido y un poco asustado, ¿y cómo no? si frente a él se encontraba un peligroso jefe de una de las pandillas más destacables de Nueva York.

Un jefe, que no pasaba de los diecisiete años de edad.

¿Qué clase de persona debía ser para llegar tan lejos en tan poca edad?

Eiji en esos momentos, solo fue movido por la curiosidad. Nada más la curiosidad y el que se sintiera increíblemente intrigado sobre el tipo de persona que sería Ash, ignorando completamente el peligro que pudiera significar aquello.

Pero las cosas se fueron tornando de otra manera y sin darse cuenta, ya se encontraba enredado en una maraña de problemas, del que no podía salir fácilmente. Y tampoco quería hacerlo, no cuando él estaba en medio de todo y por una extraña razón, sentía que debía quedarse a su lado y protegerlo de los peligros que pudiera correr.

Era irónico ¿no? Porque a pesar de ello el que siempre terminara siendo protegido y rescatado era él mismo. 

Quizás en esos momentos, el orgullo era el que tomaba las decisiones por él y no le dejaba subirse a aquel avión con destino a Japón que Ibe insistía en abordar. Porque ya estaban hasta el cuello de los problemas y Nueva York se había convertido en un campo minado que explotaría bajo cualquier movimiento en falso.

Quizás solo era el orgullo... o quizás, mucho antes de que se diera cuenta, ya había comenzado a desarrollar aquel sentimiento que se había instalado en su pecho y se había negado a irse, a pesar de los años, a pesar de las circunstancias, a pesar que él ya se había ido...

Porque Eiji no sabía en qué momento se había enamorado de Ash, no hasta que estuvo a punto de perderlo durante la pelea contra Arthur y su corazón latía presuroso viendo como ambos arremetían sin piedad contra el otro, sintiendo una pequeña opresión en el pecho ante la idea que Ash sufriera algún daño mortal.

Pero a pesar de todo lo que sucedió luego y todo lo que sufrió por la separación, lo tuvo de vuelta a su lado, trayéndole paz a su delicado corazón y dándole un respiro de la situación.

Pero el sufrimiento no se había detenido y se le fue recordado de la peor manera posible. 

Años han pasado desde aquello, los recuerdos son difusos y la verdad es que no quiere hacerlo. Lo único real que queda en él es aquella cicatriz y el dolor latente en su alma, que no se ha detenido en el transcurso de los años.

Porque si él hubiera ido a buscarle, si él le hubiera entregado la carta, quizás él no se hubiera ido y todavía estaría en este mundo, quizás juntos en Japón disfrutando de la vida que le había prometido o quizás en cualquier otra parte del mundo, lejos de la mafia, de las drogas y la prostitución. Lejos de todo aquello que había hecho sufrir a Ash desde temprana edad.

Quizás, Eiji pudo haberle dado todo aquello que anhelaba desde el corazón hacer; entregarle una familia llena de amor, el calor de un hogar, una vida lo suficientemente tranquila como para no volver a tomar un arma durante el resto de sus días.

Quizás...

Pero la vida se había burlado en su cara por su ingenuidad y en cuanto dio un momento la espalda, se le fue arrebatado, sin piedad y sin miramientos. 

Y él no pudo hacer nada...

Y ahora, en la soledad de su habitación, no puede hacer más que llorarle y anhelar su calor, deseando que todo no fuera más que una mentira del destino, una jugarreta de la vida. Que le vería entrar por aquella puerta que se había convertido en su hogar, luciendo una gran sonrisa y sus hermosos ojos jade brillando como la cosa más bella del mundo. Y Eiji le abrazaría, como nunca antes y le pediría que nunca más le dejase solo.

Pero todo se quedaba en solo eso, en plegarias al cielo que se pierden en el mar de suspiros que escapan de su boca cada vez que ve las fotos de él, su más grande y único amor, el que nunca podrá sacarse del corazón.


*-*-*-*-*-*

Pues... terminé la serie el día que fue emitido su último capítulo y no puedo explicar el tumulto de emociones que me generó en sí Banana Fish. 

Debía escribir algo, pero la verdad es que no podía organizar mis ideas, hasta que una noche mientras dormía, soñaba con algo como lo que escribí. Fue raro y doloroso a la vez.

De todas formas, aquí les traigo algo pequeño pero hecho con el corazón.

Espero les haya gustado. Tengo una idea para otro one-shot, con toques fluff y angst también, solo como Eiji y Ash pueden ser, así que espero leernos pronto.

Gracias por leer.

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