Nada es irrompible, nada es tan fuere para jamás quebrarse... TODO tiene un punto de ruptura. Todo es frágil, todo tiene un inicio y también un fin.

Las amistades, el amor propio y hacia alguien más, la familia.

Pero la verdad, nunca sabes cuánto va a doler o cuando por fin desaparecerá.

Días, meses, años... O tal vez solo hay que aprender a vivir con ese dolor, a controlarlo para que al final, no nos destruya.

Pero es cansado ¿Saben?

Hay días donde simplemente logro olvidarlo y puedo ver el atardecer sin ningún tipo de dolor.

Hay noches más difíciles, donde mi único sueño y pensamiento es destruir a quien daño todo lo bueno que quedaba.

Hay veces que logro perderme en el mundo que leo y escribo.

Hay veces que plasmo lo que hiciste en los personajes que creo, porque una pizca de mi quiere pensar que la sonrisa falsa que me mostraste durante tantos años era verdadera... Pero no lo logro, así que te aviso que hay una parte de ti en cada villano de mis historias.

El pensamiento de destruir lo que está a mí alrededor me acompaña bastante seguido, porque creo que esa es la única forma de que el dolor se vaya.

Pero no puedo

No soy lo suficiente valiente

Así que seguiré teniendo noches donde mi único deseo será es que vivas con dolor, seguiré escribiendo a mis villanos con tu rostro en mi mente para transmitirles un poco de tu maldad... Hasta encontrar una forma de reconstruir lo que destruiste, sin dañar lo poco que dejaste.