Amada mía
Mi corazón late a cien kilómetros por hora con tu presencia
Tu aroma agudiza mis sentidos, adueñándose de ellos y esclavizándolos en el proceso
Mis ojos se pierden en la tormenta de los tuyos, luchando con todos tus demonios y oscuridad
Te suplico me beses y acabes con mi tormento
Con esta agonía de desearte y no tenerte junto a mí
Amada mía, de todos los crímenes que he cometido has sido el que repetiría cientos de veces para conservarte conmigo
Para bailar contigo
Para sufrir contigo
Para vivir contigo
Vuelve a mí, amada mía y acaba con esté dolor...
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