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2. Odio poder escuchar tu voz


N/A: Y seguimos avanzando con esta historia, hay que aprovechar la inspiración antes que se seque dasjkd

El capítulo de hoy veremos más interacción entre Ash y Eiji y un poco más sobre el contexto en donde vive Eiji, por lo que aparecerán nuevos personajes ♥

¡Muchas gracias por todo su apoyo!

Que tengan una buena lectura. 

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La ecuación de una recta: y = mx + b, donde m es la pendiente y b es la intersección con el eje y; la ecuación de un círculo: (x - h)^2 + (y - k)^2 = r^2, donde (h, k) es el centro y r es el radio; la ecuación de una parábola: y = ax^2 + bx + c, donde a, b y c son constantes; la ecuación de una elipse: ((x - h)^2)/a^2 + ((y - k)^2)/b^2 = 1, donde (h, k) es el centro y a y b son los ejes mayor y menor; y, la ecuación de una hipérbola: ((x - h)^2)/a^2 - ((y - k)^2)/b^2 = 1, donde (h, k) es el centro y a y b son los ejes transversal y con jugado —suspiró mientras analizaba lo que acababa de pensar. —. ¡Perfecto!

Eiji, desvelado, agotado, con los ojos pelados y rojos, observaba el techo de su habitación. Ha estado dar vueltas a su cama para concentrarse en algo más, en dejar caer sus párpados y pensar que si no descansa el día siguiente en la escuela no rendirá de la mejor manera.

Es imposible.

Desde aquel día del examen, ha seguido escuchando esporádicamente esa voz infantil en su cabeza. Incluso ahora tiene miedo de pensar porque posiblemente esa misma voz le pueda responder en inglés con incoherencias qué no entiende.

Además, el misterio más grandes es ese flujo de emociones que percibe en su interior. Por ejemplo, en ese momento esa vocecita explicaba sobre ecuaciones geográficas, lo supo por las operaciones que decía a pesar de estar en inglés, y sintió una satisfacción enorme y altanería a pesar que él no entendió ni mierda.

Eiji se frustró grandemente y pateó sus sábanas con furia.

¡¿Qué estaba pasando?!

Entonces, Eiji salió de la cama desencantado y se dispuso a merodear los pasillos mientras los demás dormían. Quizás si daba una vuelta su mente se despejará.

De por sí Izumo los veranos son cortos, calurosos, opresivos y mayormente nublados; los inviernos son muy fríos, ventosos y parcialmente nublados y está mojado durante todo el año. Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 2 °C a 30 °C y rara vez baja a menos de -0 °C o sube a más de 33 °C.

En la casa antigua donde vivía el sonido de la noche era bastante apacible por los grillos qué se asentaban en las plantas del jardín interno. Sin embargo, en la habitación de sus padres él no podía oír sus voces al ser amortiguadas haciendo que sea inaudible lo que estaban diciendo.

Sin embargo, lo que realmente vociferaban era esto:

—¡Te enfermas demasiado en el trabajo! ¡De seguro pides permisos para irte con tu amante! —la señora Tashi Okumura gritó con furía.

—¡Qué eres necia! ¡¡Te estoy explicando con pruebas que me he sentido mal últimamente!! —chilló el señor Marumasa Okumura con voz temblorosa —. ¡Sí te dignaras a irme a visitar al hospital sabrás que no voy por gusto!

—¡No puedo confiar en ti! —la mujer jadeó ofendida.

—¡Jah! ¡Mira quien habla! —el hombre acusó sin remedio. —. Yo me parto en lomo para que te quedes criando de los niños y ve el mal trabajo que haces. Nuestro hijo es un idiota en la escuela, sus calificaciones son patéticas —tiró sus gafas y comenzó hacer mucho ruido. —. ¡Debiste prever eso, mujer! ¡Solo estas de adorno en esta casa!

—¡Ya deja de joder! ¡Nuestros hijos no tienen nada que ver con tus locuras!

Eiji suspiró y siguió su camino. A juzgar por el tono tosco, posiblemente tenían una pelea, otra vez...

¿De qué tanto discutían sus padres? Pareciera que no se llevan bien. ¿Cuándo empezaron estos constantes desenfrenos?

Eiji siguió caminando sin rumbo por la casa. Aunque no espero ver a su abuela sentada en el suelo de madera, recostada en uno de los pilares y viendo el jardín con detenimiento hacia las luciérnagas posar sobre las hojas.

—¿Abuelita?

La mujer mayor llamada Senko Hiroshi (la cual este último es el apellido de soltera de la mamá de Eiji) giró su rostro plegado por la edad y sonrió ampliamente, creando más arrugas de lo habitual.

—Oh, mi querido Ei-chan — hizo un manoteo tembloroso. —. Ven aquí, ven acompáñame...

El chico asintió un poco desubicado y se dirigió a sus brazos delicados.

—Abuelita, ¿qué haces despierta a esta hora? — alzó su mirada mientras se dejaba mimar con las caricias de la señora Senko en su cabellera.

—Buena pregunta — sonrió apaciblemente. —, eso me pregunto yo, supuestamente todos deberíamos estar dormidos y mira a tus padres, no ponen el ejemplo...

—Mhhmm — frunció el ceño y desvió su mirada. ¿Acaso habrá algún día que no discutan ellos dos? —. Extrañamente no los escuché desde mi habitación...

—¿Oh? — la curiosidad fue apreciable en sus facciones. —. ¿Entonces que te aflige esta noche, Ei-chan? No es normal que acompañes a esta anciana en sus noches en vela...

—¿Qué? ¿No puedes dormir todas las noches? —Eiji partió sus labios, sorprendido.

La abuela curvó una sonrisa traviesa.

—No cambies el tema...

Eiji parpadeó, su abuelita era sabia, tranquila y buena. Si le contaba, ella no se burlaría o lo tacharía de insolente como sus padres.

—Pues... — meneó su cuerpo apenado y sus mofletes se pusieron rojos. —. No se lo cuento a nadie...

—¿Oh? —la anciana Senko dio una pequeña carcajada. —. ¿Es un secreto?

—Sí —asintió con frenesí. —. No se lo digas a nadie.

—De acuerdo, de acuerdo — prometió ante la desesperación del chico y lo abrazó con más suavidad. —. ¿Qué es lo que pasa?

Eiji vaciló. ¿Cómo podría resumirle a su abuela sobre esos eventos que ni siquiera sabe si son reales? ¿Se los estará imaginando? ¿O de verdad se está volviendo loco por el estudio y las constantes peleas de sus padres?

—Últimamente he escuchado una voz en mi cabeza, estoy seguro que no es mía — murmuró, enterrando su índice en su cabellera. —, y no sé cómo explicarlo... son muchas emociones raras dentro de mi cuerpo, a veces siento que es de alguien más.

Lo que Eiji no se imaginó fue que la anciana Senko se pondría estupefacta, no por incredulidad sino por compresión.

—Oh... — se tensó ligeramente. —. Ya veo... ¿Y qué más? ¿Qué te dice esa voz, Ei-chan?

—No sé — hizo un mohín. —. No la puedo entender.

—¿Por qué no es clara? —sonrió sutilmente.

—¡Habla en inglés! — nuevamente la frustración salió a flor de piel en Eiji, la cual extendió sus brazos y bramó débilmente. —. Siempre dice "Griffin" o palabras extrañas que no sé que quiere decir... Soy pésimo en inglés...

La sonrisa de la anciana Senko se borró y se quedó muda.

—Ya... Veo... — musitó con los ojos saltones.

En eso, Eiji palideció por la expresión de la mujer. ¡Lo sabía! ¡Lo que le sucede es un misterio que se va directamente al manicomio! ¡Ella ya estaba planeando como internarlo!

—Ay, no... —tragó saliva, palideciendo. —. ¡¿Estoy loco, abuelita?!

Sin embargo, la señora Senko le regaló una tierna sonrisa.

—¿Has intentado responderle, Ei-chan?

El aludido jadeó indignado.

—¡¿Eso no lo haría un loco?! —Tenía los pelos de punta. —. ¡Ya me confirmaste que lo soy!

La abuela no se aguantó a estallar de la risa, olvidando que su otra nieta se encontraba dormida o que su hija y su esposo estaban en plena pelea. Lo que alimentaban más la risa era la cara de estupefacto de Eiji, realmente estaba aterrado.

—Te lo explicaré más adelante — sobó sus cabellos para peinarlos. —, por el momento, hazle caso a tu abuela y atrévete a hablarle...

Eiji sentía que le daba vueltas la cabeza.

—¡Pero, pero, pero! —balbuceó todavía en estado de shock. —. No sé inglés...

—Esa materia te la enseñan en la escuela, ¿no? Es hora de practicar con esa mente holgazana qué te has traído...

—¡Abuelita! — chilló. ¡No era justo! ¡Él solamente buscaba consuelo, no consejos ni regaños!

Ante la conversación de ellos dos ocasionó que los padres de Eiji se detuvieran de pelear y apagaran las luces de la habitación. Aquello fue un pequeño triunfo para la abuela pero hubo un efecto contraproducente.

La mujer iba a reír nuevamente hasta que fue interrumpida por unos pasitos cortos: era la hermanita de Eiji, Utsumi Okumura de seis años de edad y quien se dirigía hacia ellos de forma somnolienta.

—A-Abue, hermanito... — se rascó el ojo con una de sus palmas. —. Mucho ruido...

Eiji se cubrió la boca con sus manos de inmediato. De por sí el cuarto de su hermana era el último de la casa, y era lo mejor puesto que no podía escuchar los alegatos de sus padres en las noches. Por lo mismo, él no consideró en bajar su voz tras estar con su abuela.

Mal ahí, hermano mayor.

—Oh, mi querida nieta — la mujer mayor la tomó en sus brazos y la acomodó en su regazo junto con Eiji. —. Si ya es muy tarde, es mejor irnos a descansar y soñar cosas bonitas esta noche...

Ambos hermanos sonrieron por las dulces palabras de su abuela, sentían su aprecio y cariño como una acaricia a sus corazones.

Luego de eso, la señora Senko llevó a sus nietos para que durmieran con ella en su propia habitación y protegerlos de cualquier otra discusión de sus padres que se pudiera suscitar durante la noche. Sin embargo, aquello no sucedió y los niños lograron recuperar un poco más de su descanso hasta el siguiente día.

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Eiji se tomó en serio las palabras de su abuela a pesar de no haber entendido las razones de su consejo.

Iba a seguirlas con fe ciega.

Ahora la pregunta era: ¿Cómo mejorar su inglés sin aburrirse o pensar en la escuela, sin que sus padres lo regañen en el camino?

La solución era sencilla: Shunichi Ibe.

Se lo preguntó un día en su horario laboral, en el momento donde había poca afluencia de clientes y el adolescente podía disfrutar de películas y series extranjeras a diestra y siniestra.

—¿Qué? — parpadeó un poco confundido. —. ¿Quieres ver El Club de la Pelea conmigo...? — luego frunció el ceño. —. La clasificación no es para niños...

—¡Pero he visto Dragon Ball y One Piece antes! — defendió su punto con emoción. —. Además, comparto el tiempo contigo, Ibe-san.

Eiji sonrió entre dientes. Él le aburre estudiar pero quizás si se concentraba en entender algo que le gustaba, aprendería más rápido el inglés.

Por otro lado, al adolescente se le achicó el corazón. ¡¿Cómo este niño puede ser tan lindo?!

—Esta película es larga. ¿No te regañarán en tu casa? — preguntó con el atisbo de se sensatez qué le quedaba.

En eso, Eiji encogió sus hombros y su mirada se entristeció, haciendo entender a Ibe rápidamente la situación.

—Bueno...

Cada vez que se tocaba el tema de su familia, el adolescente concluía qué eran muy parecidos. Lo único que los diferenciaba era que él no dejaría a Eiji a su suerte como lo hicieron con él. No se lo desearía a nadie que pase por lo mismo.

—Sabes, tengo unos mangas qué mi tío me envió desde Estados Unidos — se acercó al niño y sobó su hombro. —, están en inglés y las portadas no son tan coloridas como las de Japón. Puedes leerlas y tus padres no sospecharán nada...

A Eiji se le iluminaron sus ojos. ¿Cómo es que Ibe le atinó qué estaba intentando entender el inglés?

¡Qué importaba! ¡Ya sabía que hacer hoy!

Momentos después, Eiko apareció para poder saludar a Shunichi, sabiendo que esa hora no había muchos clientes; pero jamás se imaginó en encontrarse a Eiji escondido, viendo absorto la pequeña televisión, casi ni parpadea.

—Shunichi-san, ¿es bueno que Ei-chan esté aquí? — torció sus labios al escuchar las palabrotas de los artistas en la escena de peleas. —. No es una película para él...

Sin embargo, Ibe hallaba hilarante la situación.

—En los subtítulos no traducen las groserías — susurró, aguantandose la risa. —. Además, ¿no te has percatado del anime últimamente? Son más sanguinarias que esto...

—Mhhmm... —Eiko no estaba muy convencida. —. Si tú lo dices...

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La señora Carpenter untaba la espalda de Sybil con bronceador, repartiéndolo sobre sus omóplatos, delicados como alas. Sybil estaba precariamente sentada sobre una enorme y tensa pelota de playa, mirando el océano. Llevaba un traje de baño de color amarillo canario, de dos piezas, una de las cuales en realidad no necesitaría hasta dentro de nueve o diez años.

Eiji carcajeó de forma malévola estando acostado en su cama, observando el techo, siendo la una de la mañana y con marcadas ojeras en su cara.

Después de mucho tiempo su inglés ha mejorado un poco a base de mangas y películas de acción según el gusto de Ibe todas las tardes en la tienda de conveniencia.

Se ha tenido que aguantar esas incoherencias de aquella vocecita en su cabeza. No era de menos concluir que todavía le costaba descifrar lo que decía pero hora de hablarle como era debido y aconsejado por su abuela.

Empero, también era hora de su venganza.

Entonces, Eiji aclaró su garganta y comenzó a pensar en inglés:

Cierra la boca, hijo de perra. — mofó como los jefes de las películas de mafiosos.

De repente, la vocecita en su cabeza se detuvo de golpe.

¿Qué...?dio una pausa. —. Eso no continúa en el libro. ¿Por qué se me vino a la mente aquello?

Eiji sonrió triunfador al sentir en sus adentros entremezclar su propia felicidad que provocaba una incertidumbre a esa vocecita infantil.

Dos emociones paralelas qué ambos podían sentir pero que no sabían en aquel momento.

¿No entendiste por las buenas, eh? —Eiji quiso sonar intimidante al pensar lo siguiente. —. Te digo que te vayas al carajo y comas mierda.

¿Qué?— esa vocecita en su cabeza se aturdió. —. ¿Acaso alguien de la cantina se coló en la casa? No... si Griffin se asegura que las puertas y ventanas estén cerradas antes de irse. ¿Qué hago?

Eiji entendió un cincuenta por ciento de lo que dijo esa voz infantil. Lo que le preocupó ligeramente era percibir ese destello de angustia en sus palabras. ¿Será que lo asustó? ¿Por qué se sentía mal en haberlo tratado "feo"? Pero si en las películas y series pareciera que el inglés es un idioma grosero. Aunque lo que le llamó la atención es volver a escuchar esa palabra: Griffin.

¿Qué es un Griffin?

Es mi hermano mayor.

Eiji jamás esperó recibir una respuesta pronta y llena de inocencia.

¿Qué estaba pasando? ¿De quien era esos emociones que sentía?

Fue en ese instante que Eiji fue consciente que estaba hablando con alguien más.

¿Quién eres? — pronunció con un inglés roto y con su acento japonés fuerte.

De la nada, Eiji sintió un escalofríos en su espina dorsal y su mente le daba vueltas por la incertidumbre y vergüenza. Esos sentimientos no eran de él, sino de la vocecita. De verdad entró en pavor.

Si resolvemos √(√(36x)) = √(6^2 × x) = 6√x; luego tenemos a √(√(x^2 + 9)) = √(√(x^2) + √9) = √(x + 3); y después está √(√(4/16)) = √(2^2 / 4^2) = ½.

Eiji gritó sin medirse y pataleó sus sábanas. ¡¿Esa vocecita entró en corto circuito?! ¿Por qué estalló en pánico y comenzó a pensar todo eso?! ¡¿Acaso estaba hablando con una persona o una computadora?! ¡¡Todo era tan confuso!!

¡Cállate! ¡No entiendo qué dices! —bramó Eiji en su mente, sin darse cuenta que lo dijo en japonés.

¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?— la vocecita se preguntó con ingenuidad. —. ¿Qué es? ¿Chino, coreano...?

—¡Eiji!

—¿Qué sucedió? Te oímos gritar...

De repente, la vocecita se silenció porque la puerta de su habitación se abrió de golpe.

Eiji giró su rostro aturdido, quedando aún más estupefacto tras vislumbrar a sus padres mirándolo con congoja.

Qué extraño, sus papás no se han mostrado afectivos con su hermana y él últimamente, verlos preocupados le resultaba incluso un poco incómodo.

—Eh... sí — sonrió nervioso y cubrió su boca con sus sábanas. —, fue un mal sueño nada más.

—Ah. — el señor Marumasa Okumura asintió.

—Intenta descansar, Eiji. Mañana tienes escuela. — la señora Tashi Okumura comentó afectivamente.

Rápidamente los padres del niño lo arroparon, se despidieron de él y lo dejaron reposar.

Eiji quedó viendo la nada luego de aquello, sin darse cuenta que todos esas emociones iban a ser percibidas directamente a esa vocecita qué le hablaba en su cabeza.

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N/A:  Por si se lo preguntan, cuando Ash no entiende algo que está sucediendo en el momento, comienza a pensar cosas académicas y complicadas para sentirse tranquilo y a salvo dkjsahd es un mecanismo de defensa para un niño genio, el que sufre al final es Eiji jajaja.

La abuela de Eiji sabe cosas, será un personaje clave para desenredar este embrollo e iluminar un poco a su nieto adkasj

Con respecto a Ibe, yo sé que aquí no es tan "papá" hacia Eiji pero hay una razón: en este fic, él aún es un adolescente, tiene que lidiar con sus propias cosas y trabajar, y no cuida a Eiji al 100% como en la serie porque no es su responsabilidad; todo lo contrario con Griffin, quien está super paternalizado con Ash porque está al pendiente de él de 24/7. Por lo mismo, a Ibe no le "importó" mucho que viera películas y series gringas violentas si de por sí Eiji ve shonen alksdjals jamás se imaginó que quería verlas por el inglés djskal mala influencia ahí.

Por último, los papás de Eiji, ufffff. Yo sé que es un fluff ladkjsa, sin embargo, existe una disconformidad en esa familia, sobre todo con los padres, que pronto saldrá a la luz. Recuerden que este es el POV de Eiji, y si nos damos cuenta, cuando sus papás escucharon a Eiji, su abuela y la hermana en el pasillo se callaron, y también al escuchar a Eiji gritar lo fueron a ver de inmediato. Tan malos padres no son, solo hay diferencias entre ellos que sabremos más adelante. 

¡El otro capítulo Ash y Eiji se acercarán más! Por ahora se odian un poquito adkjs

¡Nos vemos hasta la próxima!

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