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ONE SHOT: "UN LUGARCITO PARA LOS DOS"

(Basada en la futura historia GoChi: "La Joya")


Un apuesto jovencito de cabello alborotado, de vestimenta sencilla que tenía la mirada firme y las manos en el bolsillo, se encontraba parado frente a un grupo de hombres de lentes oscuros (algunos de estos portaban sombreros y se encontraban fumando cigarrillos), respondiendo a las preguntas que estos le hacían.

Ya les dije que no se nada, decía con firmeza el apuesto jovencito.

No mientas, tu mantenías contacto con ella, respondió con firmeza uno de los hombres.

Solo el necesario, ya se les olvido que ustedes me dieron la tarea de vigilarla, decía con firmeza el apuesto jovencito.

Y que bien que la vigilaste, la vigilaste tan bien que se escapó sin que lo notaras, respondió con furia e ironía a la vez, otro de los hombres, haciendo una pausa para decir: ¿Sabes que esto te podría costar la vida?, al jefe no le va agradar para nada saber que la joya escapo.

Basta, basta, decía un hombre maduro de cabello alborotado mientras entraba al lugar.

Bardock, decían unos de los hombres.

¿Escuchaste todo?, decían otros.

No, no lo creo, decía un hombre de cabello en puntas.

Sí, es lo más probable, de seguro no escuchaste mucho Bardock, pero yo te lo explicare, ni siquiera imaginas lo que el atarantado de tu hijo hizo, dijo uno de los hombres, mientras llevaba el cigarrillo a su boca, una vez que aspiro un poco de la nicotina de este continúo diciendo: Se le escapo la joya, según él, él no sabe nada.

¡Gokú¡ ¿Es cierto lo que Dodoria dice?, dijo con firmeza Bardock, dirigiendo su mirada a su apuesto hijo.

Si padre, es cierto, la joya escapo, y yo no lo note, no sé en qué momento pudo escapar, tal vez cuando fui a los servicios higiénicos, respondió con calma el apuesto jovencito.

¿Ya la buscaron?, no puede andar muy lejos, dijo con firmeza Bardock, dirigiendo su mirada al grupo de hombres.

Si, ya la buscaron por los alrededores y no hay rastros de la joya, es como si se la hubiese tragado la tierra, respondió furioso otro hombre.

No puede estar muy lejos, búsquenla y tráiganla, antes de que el jefe llegue, decía con firmeza Bardock.

¿Y si no la encontramos?, ¿Qué harás?, no vamos a cargar con una culpa ajena, dijo uno de los hombres, mientras los demás asentían.

Aquí el único culpable de que la joya haya escapado es tu hijo, por lo tanto, él debe responder por su irresponsabilidad, porque la verdad, no creo que él jefe le perdone ello, decía otro.

El hombre maduro de cabello alborotado giro a ver a su hijo, mientras pensaba: No puedo permitir que asesinen a mi hijo, Gine no me lo perdonaría, ya hemos perdido a uno por estar en este medio, no podemos perderlo a él también, además yo no me trago eso de que la joya haya podido escapar de aquí sin que él la viera, ello es imposible.

No se preocupen, yo hablare con el jefe,...., decía Gokú, calmadamente.

Tú no hablaras con nadie, ahora mismo te vas a tu habitación a empacar, por la noche sale mercancía, aprovechando ello tú saldrás en uno de esos camiones al pueblo y de allí buscaras la forma de huir a la gran ciudad, allí el jefe no podrá encontrarte, respondió Bardock.

Pero no es correcto Bardock, si sacas a tu hijo de aquí, ¿quién va a cargar con la culpa de lo que paso?, decía un hombre de lentes oscuros, mientras los demás asentían.

Nadie cargará con la culpa, porque simplemente no abra culpable, él estará tan desaparecido como la joya, no abra nadie que responda por lo que paso, ya que nadie estuvo presente al momento en que ellos desaparecieron, respondió Bardock con firmeza, mientras los hombres murmuraban entre ellos.

Si, tiene razón, decían unos.

No creo que el jefe se conforme al saber que la joya ya no está, decían otros.

Tal vez tengas razón, de seguro volverá a crear un plan para volverla a traer aquí, ese es un hecho, decían otros.

Pero Bardock ya hizo esto una vez, él ya tiene experiencia en manejar este tipo de situaciones, dijo uno de los hombres.

¿Cómo?, dijeron los demás posando su mirada en el hombre que había dicho algo tan confuso.

Papá, ¿ya has ayudado a alguien más a salir de aquí?, pregunto despacio Gokú.

Si, a tú hermano, dijo despacio Bardock.

Pe....pe...pero, no que estaba muerto, respondió despacio Gokú.

Él está muerto para la organización, y para sus padres, así como tú lo estarás cuando te vayas de aquí, dijo Bardock, haciendo una pausa para decir con firmeza, mientras miraba a los demás hombres: Bueno, ya está decidido, aquí nadie sabe nada, el culpable ya no está al igual que la joya, entendido.

Si, entendido, dijeron los hombres, mientras se ponían de pie.

Y no quiero que se vuelva a hablar de lo que paso hace 10 años, mi hijo está muerto, por lo tanto, dejémoslo descansar en paz, respondió Bardock.

Bien, dijeron los hombres.

Muchacho, tienes suerte de tener a un padre, al que todos aquí respetamos y que por ese respeto permitiremos que te salve el pellejo, solo te doy un consejo, vete, vete muy lejos porque el jefe si no recupera su joya, no descansara hasta encontrarte a ti y destruirte con sus propias manos por inepto, dijo el hombre mirando al jovencito de cabello alborotado, antes de salir del lugar.

Una vez que el lugar se quedó vacío, el hombre maduro miro a su hijo a los ojos y le dijo: Sígueme.

Si padre, respondió Gokú con firmeza.

El par de hombres caminaron por un estrecho callejón que los condujo a una pequeña y oscura habitación.

Voy a encender la luz, dijo Bardock, mientras oprimía un botón para iluminar el lugar.

¿Para qué me trajiste aquí padre?, decía un intrigado Gokú.

¿En verdad no viste escapar a la joya?, pregunto Bardock con firmeza.

No padre, no, dijo Gokú con firmeza.

¿Seguro?, acoto Bardock con mayor firmeza, mientras miraba los ojos de su hijo.

Seguro padre, dijo Gokú.

Bien, vamos con tu madre, para que alistes tu maleta y te despidas de ella, como te dije, por la noche saldrás en uno de los camiones que llevan mercancía, podrás tener la vida que siempre quisiste, una vida normal, una vida sin sombras, acoto Bardock.

Bien padre, como digas, gracias por el apoyo, te agradezco mucho ello, dijo Gokú, haciendo una pausa para decir: ¿Te puedo preguntar y decir algo?

Claro, respondió Bardock.

¿Mi hermano vive?, pregunto Gokú.

No puedo responderte esa pregunta porque no lo sé, como te dije, él está muerto para todos, como tú lo estarás a partir de que pongas un pie fuera de este lugar, respondió Bardock.

Padre, deja esta vida, aun estas a tiempo, hazlo por mama, a ella no le gusta la vida que llevamos, ella sigue a tu lado por el amor que te tiene, dijo Gokú, en tono de súplica.

No puedo alejarme de ella, no puedo abandonar a la persona que me apoyo cuando más lo necesitaba, respondió Bardock con firmeza.

Pero padre....., decía Gokú.

Vamos con tú madre, dijo Bardock con la mayor firmeza posible poniendo fin a la plática.

Tiempo después:

No, no, de nuevo no, decía una hermosa mujer de cabello corto, mientras llevaba a sus manos su rostro para acallar su llanto.

Es lo único que puedo hacer por él mujer, ¿o prefieres que el jefe lo fusile?, respondió Bardock.

No, claro que no, pero nuevamente perderé a un hijo, decía Gine sollozando.

Al menos sabrás que está vivo, no lo verás morir frente a tus ojos, dijo Bardock, mientras la abrazaba.

En tanto:

En una pequeña habitación un joven de cabello alborotado alistaba lo necesario en una pequeña habitación mientras pensaba: ¿Cómo estarás?, espero que estés tranquila, pronto iré por ti, para sacarte de este pueblo, solo mantén la calma, solo mantenla, por suerte encontré aquella puerta de escape y todo salió como lo planee.

Luego de algunos minutos, ya con su maleta en la mano el apuesto jovencito, salió de su habitación y fue al lugar donde estaban sus padres.

Ya estoy listo, dijo Gokú.

Bien, solo nos queda esperar, dijo Bardock.

Hijo, cuídate mucho, dijo Gine, mientras se acercaba a abrazar a su hijo.

¡Gracias mamá¡ ustedes también cuídense y espero algún día cambien de opinión y renuncien a esta vida, respondió Gokú.

Bueno, solo a esperar el momento de tú partida, dijo Bardock, mientras Gine asentía.

Sí, acoto Gokú.

1 horas después:

El momento ya llego, dijo Bardock, mientras su hijo tomaba su pequeña maleta, y salía de la habitación bajo la mirada de su entristecida madre.

Cuídate hijo, decía Gine mientras veía salir a su hijo del lugar.

Luego de algunos minutos, sin que nadie lo notara, Gokú subió a uno de los camiones y salió del lugar.

Una vez que el camión, estuvo lo suficientemente lejos de la casa, él apuesto jovencito maleta en mano, con mucha cautela, saltó de este y hecho a correr al espeso bosque.

Bosque:

En medio de unos árboles una bella jovencita pelinegra, de vestimenta bastante fina, estaba sentada al pie de un frondoso árbol, pensando: ¡Será que se arrepintió, y no me ayudará como me lo prometió?, de ser así, ¿qué hago?, este bosque me da miedo, además hace algunos minutos me pareció oír pasos, a lo mejor me andan buscando para regresarme a ese lugar.

El pensamiento de la bella jovencita fue interrumpido por unos pasos que parecían acercarse más a ella.

Viene hacia aquí, pensaba la jovencita, mientras se abrazaba a sí misma.

Milk, Milk, decía la voz.

¡Gokú¡ si, es Gokú, vino por mí, como me lo prometió, pensaba la pelinegra mientras sus ojitos se empezaban a nublar por las lágrimas, al tiempo que se ponía de pie.

Milk, Milk, ¿dónde te escondiste?, escuchaba la pelinegra.

Aquí, estoy aquí, respondió Milk, mientras caminaba hacia el lugar donde escuchaba el llamado de la voz.

Milk, dijo Gokú al verla, mientras corría a darle el encuentro.

Gokú, estás aquí, pensé que te arrepentirías, que no cumplirías la promesa de ayudarme a escapar, respondió la pelinegra, mientras se abrazaba al apuesto joven.

Yo te lo prometí, por lo tanto, te lo cumplo, así como cumpliré la promesa que te hice cuando niños, claro si tú lo deseas aún, decía un tanto nervioso el apuesto jovencito de cabello alborotado.

Claro que lo deseo, ni siquiera imaginas lo que sentí al volverte a ver después de 10 años, respondió la pelinegra con lágrimas en los ojos, mientras se aferraba más al cuerpo del joven de cabello alborotado.

Claro que lo imagino, porque yo me sentí muy feliz a pesar de las circunstancias en la que nos volvimos a encontrar, dijo Gokú, haciendo una pausa para decir: El único problema es que no podemos ir a un con tu padre, el jefe nos buscara por todos los pueblos aledaños a este.

Lo sé, dijo Milk.

Bueno, luego continuamos planificando el futuro que nos espera, por ahora tenemos que continuar con la huida aprovechando que ya cayó la noche, si tomamos este camino, para el amanecer estaremos en otro pueblo y de allí tomaremos un tren para la capital, allí el jefe no podrá encontrarnos, respondió Gokú, mientras tomaba la mano de la pelinegra, para que ambos corrieran.

Sí, respondió la jovencita, antes de echar a correr junto al joven de cabello alborotado.

Al día siguiente:

Un par de jovencitos abordaban un tren con destino a la Capital, mientras platicaban entre ellos.

Ya somos libres, ahora solo nos queda buscar un lugarcito para los dos, dijo Gokú.

Sí, es cierto, pero ¿con qué?, yo no traigo dinero, ni alhajas para venderlas, respondió Milk, mientras tomaba asiento.

No te preocupes, yo si traigo mis ahorros, con ellos nos bastara para encontrar ese lugarcito donde iniciemos una nueva vida, dijo Gokú, mientras tomaba asiento junto a la pelinegra.

Gokú, gracias por ser tan leal, dijo la pelinegra.

No agradezcas nada, la lealtad y la confianza se ganan y tú te ganaste ambas cosas de mí desde que nos conocimos, por ello te hice aquella promesa, acoto Gokú, al tiempo que el tren empezó a moverse.

¿Entonces no es por amor que te casaras conmigo?, dijo con nostalgia la pelinegra.

Claro que es por amor mi princesita, es solo que en aquel entonces cuando nos conocimos yo no tenía el más mínimo conocimiento del significado de esa palabra, yo solo sabía que te quería mucho, te estaba muy agradecido porque habías evitado que tú padre me castigue, además te habías enfrentado a él por nuestra amistad, y muchas veces estuviste pendiente de mi cada vez que me enfermaba y no habían mis padres para curarme, cuando mis padres me llevaron a otro pueblo y no volví a saber de ti me puse muy triste, anhelaba que algún día el destino nos vuelva a reunir y así sucedió, aunque no de la mejor forma, tú eras mi secuestrada y yo tu secuestrador, cuando te vi, sentí mi cuerpo temblar, pero no podía decirte nada en ese momento, ya te lo dije alguna vez, no estaba solo, habían más personal de la banda conmigo, a pesar de ello, no pude evitar fijarme en tu belleza, esa belleza que hizo que mi corazón empezara a latir como nunca antes había latido, fue amor a primera vista sin duda, en ese entonces comprendí que aquel cariño de niños se había convertido en amor en un solo día, con solo verte, respondió Gokú.

La pelinegra se abrazó al joven de cabello alborotado, mientras este le continuaba diciendo: Sé que la vida que te ofrezco, no es a la que tú estás acostumbrada, pero prometo a pesar de las carencias que de seguro pasaremos hasta que podamos estabilizarnos, prometo hacerte inmensamente feliz y serte muy, muy leal siempre.

No importa el lugar, solo me importa que estemos los dos siempre, solo me importa tener un lugarcito para los dos, acoto dulcemente Milk, mientras el apuesto jovencito de cabello alborotado posaba sus labios sobre los de ella, para que ambos se fundieran en un dulce beso, al tiempo que un par de hombres que habían llegado corriendo a la estación decían: Detenga, detengan ese maldito tren.




FIN





Nota:

¡Gracias a todas las personas que hayan leído este pequeño one shot que ha sido escrito con mucho cariño para ustedes¡

Espero y el mismo sea de su agrado, agradezco de antemano sus votos y comentarios.

El sentimiento de Lealtad en esta pequeño one shot se plasmó en tres posiciones, la lealtad de Bardock hacia su jefe, lealtad por la cual él no puede dejar el medio en el que se desenvuelve, la lealtad de Gine hacia su esposo que no lo abandona a pesar de que ella muchas veces no concuerda con las decisiones que este toma, y la lealtad de Gokú y Milk, lealtad que les permite a ambos confiar tanto en el otro sin importarle las clases sociales o el pasado que haya tras de ellos.

Ahora si me despido de ustedes, no sin antes decirles que para este mes y para este sentimiento, solo escribiré en esta obra este one shot, ya que el tiempo no me da para más, espero su compresión.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.

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