(Basada en la historia "Sorpresas de la vida")

Un par de jovencitos se encontraban dentro de un pequeño ambiente algo oscuro sentados en el piso del mismo, abrazados mientras platicaban entre ellos.

No puedo creer que hoy cumplamos un mes como novios secretos, decía una bella jovencita pelinegra, que tenía sus ojos iluminados de alegría y que vestía un gi color rojo.

Pues créelo mi niña bella, créelo, hoy cumplimos un mes como novios y por ello te tengo una invitación, dijo un apuesto jovencito de cabello alborotado de gi color naranja que se encontraba abrazando a la pelinegra.

¿Una invitación?, respondió intrigada la pelinegra.

Si, mi niña, dijo Gokú.

¿A dónde?, ya sabes que papá....., decía Milk siendo interrumpida por su novio secreto.

No te preocupes, la invitación es para aquí, para cuando acabe el entrenamiento con los chicos, ya sabes que por nuestros padres no podemos......, respondía Gokú siendo ahora interrumpido por la pelinegra.

Si lo sé, no quiero ni imaginar cuando se enteren de lo nuestro, dijo Milk con cierto temor en su voz.

Pondrán el grito en el cielo mi niña pero ello no debe importarnos, cuando sea el momento adecuado se lo diremos a todos, yo quiero tener un romance sin temores contigo, sin estar escondiéndonos de nadie pues amarse no es pecado mi niña pero también soy conciente que por los problemas que nuestros padres tienen entre ellos ello y siendo nosotros aún menores de edad nuestro amor por ahora solo debe ser un secreto de los dos, tenemos que seguir así en la clandestinidad mi niña bella, solo siendo amigos ante los ojos de todos y siendo novios solo cuando estamos solos como ahora, decía el apuesto jovencito de cabello mientras acercaba su rostro al de su amada.

Lo sé, yo comprendo ello, dijo Milk con cierta nostalgia en su voz antes de sentir los cálidos labios de su joven novio sobre los de ella.

El par de jovencitos se besaban dulcemente cuando de repente una voz que ellos bien conocían hizo que sintieran que su cuerpo se escarapelara del temor de pensar que su amor sería descubierto.

Kakaroto, Milk, insectos, ¿dónde se han metido?, el vigilante me dijo que los vio entrar muy temprano, decía una voz haciendo que el par de jovencitos se separaran rápidamente al tiempo que se ponían de pie.

Calma, calma, mi niña, es Vegueta, como siempre él tan puntual, dijo Gokú con una ligera sonrisa en su rostro.

¿Qué hacemos?, respondió nerviosa Milk.

Tú no digas nada, déjamelo a mí, eso si ponte a buscar algo en alguna de esas cajas, yo haré lo mismo, dijo Gokú rápidamente.

Bien, dijo Milk mientras se dirigía a una de las cajas que estaban en el piso al igual que el joven de cabello alborotado.

Insectos, respondan, decía la voz en tono molesto.

Estamos en el almacén, dijo Gokú mientras continuaba buscando en la caja.

Abriré la puerta, para que no empiece a sospechar, dijo Milk.

Bien, respondió Gokú.

A los pocos minutos un joven cabello de flama llego al almacén y con una mirada inquisidora miro con detenimiento al par de jovencitos.

Creo que con estos son suficientes, dijo Gokú mientras sacaba unas pesas.

Si, respondió Milk.

Cómo que últimamente andan muy colaboradores con el maestro, ¿no?, dijo de manera irónica Vegueta.

¿Por qué dices eso Vegueta?, pregunto con calma Milk.

Nada, nada olvídenlo, mejor llevemos esto de una vez fuera, dijo Vegueta con firmeza.

Si, respondieron simultáneamente el par de jóvenes mientras se miraban disimuladamente y sonreían.

Minutos después:

Un par de jóvenes se miraban entre si de manera disimulada mientras combatían sobre una plataforma.

Ya te he dicho que cada día te vuelves más bella, dijo Gokú con dulzura mientras le lanzaba una patada a la jovencita pelinegra que logro esquivar.

Si, siempre me lo dices cuando llego al gimnasio, bueno me lo dices sin que nade lo oiga, respondió Milk mientras sentía sus mejillas teñirse de carmín.

Algún día todos oirán que te amo sin temores mi niña, decía Gokú mientras esquivaba los golpes que le propinaba su amada con los puños.

Cada día te haces más fuerte y hábil, bueno además te vuelves más bello, dijo Milk con dulzura al tiempo que escucharon: Suficiente, bajen de la plataforma chicos, ahora es el turno de Vegueta y Piccolo.

Si maestro, dijeron Gokú y Milk a la vez.

Cada día mejoran más, dijo Yamcha mirando al par de pelinegros mientras los demás jóvenes que estaban junto a él asentían.

2 horas después:

¿Hija me ayudas a ordenar todo?, decía el maestro de los jóvenes mirando a la pelinegra.

Si maestro, dijo Milk con dulzura.

Yo me encargo de guardar todo en el almacén, dijo Gokú mientras pensaba: Y allí aprovechare para prepararle su sorpresita a mi niña.

¡Gracias hijo¡ ¡gracias¡ siempre tan colaborador, respondió el maestro.

Minutos después:

El apuesto jovencito de cabello alborotado se encontraba colocando un mantel en el piso mientras pensaba: Por suerte pude ingresar todo lo que necesito para la sorpresita a mi niña sin que nadie lo note. Mi niña, mi Milk, desde que te conocí aún siendo unos niños sentí que había una química especial entre los dos, eras muy especial para mí, si tú fuiste desde ese día especial para mí y conforme pasaban los días, semanas, meses y años, te volviste aún más especial, tú sola sonrisa me ponía feliz, tú tristeza me dolía tanto como a ti, tú alegría era la mía, bueno yo en esos momentos no comprendía mucho del amor y de que todo lo que yo estaba experimentando cuando la tenía la cerca era por ello, solo sabía que tú me hacías sentir especial pero a la vez me sentía terrible cuando alguien te miraba, pero desde que empezamos a darnos la oportunidad de descubrir juntos el amor me di cuenta que no solo eres especial, me di cuenta que te quiero y no como a una amiga sino como a la chica a la que en un futuro deseo convertirla en mi esposa pues lo que siento por ti es algo difícil de describir con palabras, lo único que se es que es una sensación maravillosa, te has vuelto indispensable en mi vida, creo que no podría vivir sin ti, ahora se que todo esto que siento tiene un nombre y es "Amor".

El joven de cabello alborotado luego de colocar el mantel coloco unas cajitas sobre este, una botella y dos vasos, una rosa roja también fue puesta sobre el mantel. Una vez que Gokú acabo su trabajo se puso de pie para esperar pacientemente a su amada.

Gimnasio:

Milk acaba de realizar todas las actividades que su maestro le había asignado.

Creo que ya termine, dijo la pelinegra mirando el ambiente que lucía como si nadie hubiera entrenado aún allí.

Buen trabajo hija, ya puedes retirarte, dijo su maestro.

Si maestro, respondió la pelinegra mientras un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

Un par de jovencitos se encontraban dentro de un pequeño ambiente algo oscuro sentados en el piso del mismo, abrazados mientras platicaban entre ellos.

No puedo creer que hoy cumplamos un mes como novios secretos, decía una bella jovencita pelinegra.

Pues créelo mi niña bella, créelo, hoy cumplimos un mes como novios y por ello te tengo una invitación, dijo un apuesto jovencito de cabello alborotado mientras abrazaba a la pelinegra.

¿Una invitación?, respondió intrigada la pelinegra.

Si, mi niña, dijo Gokú.

¿A dónde?, ya sabes que papá....., decía Milk siendo interrumpida por su novio secreto.

No te preocupes, la invitación es para aquí, para cuando acabe el entrenamiento con los chicos,......, respondía Gokú.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Gokú me está esperando en el almacén, el me dijo que hoy me tenía una invitación allí, no sé bien a lo que él se refiera con ello, solo sé que quiero disfrutar cada minuto que la vida me permita vivir a su lado, quiero disfrutarlo al máximo sin pesar en el mañana, sin pensar en nada, ni siquiera en papá, solo quiero dejarme arrastrar por está adrenalina que siento cuando estoy a su lado, quiero vivir este amor con toda la intensidad del mundo porque él merece que yo me entregue a nuestro amor por completo, él lo merece porque yo siento que él me ama tanto como yo, él siempre esta cuidándome, ayudándome a mejorar día a día, él me hace sentir tan bien, me hace sentir especial y más cuando me besa, si cuando me besa me siento en las nubes tanto así que a veces me parece que estuviera en el cielo, me pregunto ¿él se sentirá como yo?, o yo soy la única de los dos que me siento flotando por así decirlo, desde que nos hicimos novios, pensaba la bella jovencita pelinegra.

Voy con el otro grupo hija, cierras todo, escucho la pelinegra.

Si, si, dijo la pelinegra interrumpiendo sus pensamientos.

Luego de algunos de que su maestro partió la pelinegra camino en dirección del almacén.

La pelinegra caminaba a paso lento hacia el almacén mientras pensaba: Nuestro primer mes juntos, parece un sueño pero es real, real, tan real como nuestro amor.

Luego de algunos minutos Milk llego al almacén, la jovencita giro con sumo cuidado la perilla de la puerta y abrió lentamente la misma.

Milk, ya estás aquí, dijo con una encantadora sonrisa un apuesto jovencito de cabello alborotado al ver a su amada en el umbral de la puerta al tiempo que camino hacia ella y la tomo de la cintura para dar vueltas con ella mientras esta reía.

Ja ja ja, Gokú, ya bájame, bájame, me vas a marear, decía la bella jovencita pelinegra mientras reía.

Siempre quise hacerlo, desde que nos hicimos novios soñé con hacer algo así, por ello lo hice, disculpa, mi intención no era que te marearas, dijo Gokú dulcemente mientras dejaba de girar y bajaba a la pelinegra al piso.

No tienes que disculparme, fue hermoso, me encantaría que lo repitieras otra vez, se siente como si estuvieras volando, respondió Milk dulcemente.

¿Entonces te gusto mi arrebato?, dijo Gokú con una encantadora sonrisa.

Me encanto, me encanto, respondió la pelinegra con dulzura al tiempo que sentía nuevamente las manos de su joven novio en su cintura.

¿Lista?, escucho la pelinegra.

Si, dijo Milk con una dulce sonrisa al tiempo que el joven de cabello alborotado empezó nuevamente a girar con ella.

Luego de algunos minutos el joven de cabello alborotado dejo de girar con su bella novia y ambos tomaron asiento en el pequeño mantel que estaba tendido en el piso.

Es algo pequeño pero quise hacerlo con mucho amor para este día tan especial para los dos, decía Gokú mientras abría una botella.

¿Qué es?, dijo intrigada la pelinegra.

Es un vino añejo que encontré entre los licores que tienen papá en casa para que comparta con sus amigos e invitados cuando van a casa, respondió Gokú mientras tomaba una de las copas.

¿Vino?, dijo Milk sorprendida.

Es dulce, muy bajo en alcohol además solo probaremos un poquito para brindar por nuestro primer mes juntos, respondió Gokú al tiempo que servía el vino.

Bueno, siendo así está bien, dijo Milk con dulzura mientras recibía la copa que su novio secreto le alcanzaba.

También traje algo de comida tradicional para que la comamos juntos,......, decía Gokú mientras se servía su copa.

¿Y cómo ingresaste con todo sin que nadie lo notara?, pregunto intrigada la pelinegra.

Pues vine más temprano que todos incluso vine más temprano que el maestro y aproveche el momento en que el encargado de abrir la puerta principal se distrajo para yo entrar con las bolsas, dijo Gokú haciendo una pausa para decir: Sabes Milk, nunca imagine que haría algo así pero por ti, por nuestro amor creo que seré capaz de hacer las cosas que nunca imagine que haría.

Yo pienso igual, desde que decidimos hacernos novios e hecho muchas cosas que no imagine que haría entre ellas mentirle a mi padre pero prefiero ello a que nos separen, respondió la pelinegra con dulzura.

Si yo también prefiero e hecho muchas cosas por este amor, pero sabes mi niña nosotros no estamos mintiendo a nadie solo estamos ocultando nuestro amor pero como ya te dije antes solo será hasta que seamos mayores de edad, dijo Gokú haciendo una pausa para decir levantando su copa: Brindemos por nuestro primer mes juntos.

Si, dijo Milk con dulzura.

Por que nuestro amor siga creciendo tanto como nuestro talento para las artes marciales, dijo Gokú topando su copa con la de la pelinegra.

Salud por ello, respondió Milk.

Ahora te toca a ti, dijo Gokú con una encantadora sonrisa que hacía que la pelinegra se sintiera como si flotara.

¿Me toca?, respondió Milk.

Si, dijo Gokú sonriendo.

¿Qué?, ¿qué me toca?, respondió Milk con ojos soñadores.

Hacer el brindis, aún no acabamos el contenido de nuestras copas por lo tanto tienes que hacer tú mi niña bella un nuevo brindis, dijo Gokú con una encantadora sonrisa que hechizaba a la pelinegra.

Si, claro, respondió una ruborizada pelinegra mientras inhalaba y exhalaba mientras pensaba que debería decir.

El joven de cabello alborotado al ver a su novia con las mejillas sonrosadas que la hacían lucir muy tierna sonrió antes de decir: Si gustas, yo hago otro brindis.

No, claro que no, lo haré yo, dijo Milk con firmeza haciendo una pausa para decir mientras levantaba su copa: Quiero que brindemos porque sigamos descubriendo juntos más de este maravilloso sentimiento que se ha instalado en nuestros corazones, quiero que siempre estemos juntos descubriendo más del amor.

Siempre, siempre estaremos juntos aprendiendo más sobre el amor mi niña, dijo Gokú topando su copa con la de su amada pelinegra que le regalo una dulce sonrisa a su novio secreto.

Luego de ello el par de jovencitos llevaron sus copas a sus labios y las bebieron, una vez que las terminaron, el joven de cabello alborotado dejo su copa sobre el mantel y tomo la copa que sostenía su amada para dejarla junto a la suya.

¡Gracias¡ dijo Milk con dulzura.

¡Gracias a ti por elegirme para que juntos descubramos  el amor¡ respondió el joven de cabello alborotado antes de tomar el rostro de la jovencita entre sus manos para luego acercar el suyo y besarla dulcemente.

Luego de algunos minutos el par de jovencitos se separaron lentamente mientras uno de ellos decía: Cada vez lo hacemos mejor.

Si, así es, es que las cosas siempre salen mejor con la práctica, respondió el joven de cabello alborotado sonriendo haciendo una pausa para luego decir: Comamos o se enfriara.

Si, dijo Milk con dulzura.

El joven de cabello alborotado empezó a trozar la carne que había colocado en un plato, tomo un trozo de la misma con ayuda de un tenedor y se lo ofreció a la pelinegra quien lo recibió con una dulce sonrisa.

1 hora después:

Luego de haber recogido todo lo que había utilizado en unas bolsas y de haberlas dejado en el lugar de los desperdicios, él joven de cabello alborotado tomaba la rosa roja que estaba sobre el mantel y se lo entrego a la pelinegra.

¡Gracias¡ es hermosa, dijo Milk con dulzura.

Tanto como tú, respondió el joven de cabello acercando su rostro al de su amada pero junto cuando la iba a besar un par de voces hizo que ambos se separaran.

Ya le dije que Milk se fue de aquí hace más de una hora, ella se quedo unos minutos demás por que se lo pedí para que me ayudara recoger los materiales pero en cuanto termino se fue, decía una voz.

Pues ella aún no llega a casa y hoy quedamos en que acompañaría a una reunión de negocios, decía otra voz.

Como le dije señor Ox, Milk hace más de una hora que se fue, decía la voz.

Es mi padre, dijo Milk con voz temblorosa al tiempo que se tornaba pálida.

Y la otra voz es del maestro, respondió Gokú cuando escucharon: A lo mejor regreso por algo que se le olvido, ¿dónde guardan los materiales?, a lo mejor mi hija guardo algo allí por equivocación y al notarlo decidió volver aquí.

Viene para acá, dijo Milk nerviosa.

Calma mi niña, calma, respondió Gokú al tiempo que unos pasos se aproximaban y una voz decía: Acompáñeme, solo para que no se quede con la duda, Milk, ya no está aquí a lo mejor se entretuvo por la calle con alguna amiga.

Están viniendo, dijo Milk.

Ven, vamos, respondió Gokú tomando con fuerza una de las manos de su amada y con su otra mano libre los pequeños maletines de entrenamiento de los dos.

¿A dónde?, dijo Milk preocupada.

Solo confía en mí, respondió Gokú mientras caminaba presuroso con la pelinegra hacia un lado de la pared, el joven de cabello alborotado al llegar a esta la topo con su mano y esta se giro dejando atónita a la pelinegra.

El par de jóvenes pasaron al estrecho pasillo y allí se quedaron parados por unos minutos.

Este es un pasillo secreto, creo que lleva a la salida del gimnasio lo descubrí hace poco me imagino que el maestro sabe de él, dijo Gokú quedándose callado al escuchar una voz que decía: No está.

Se lo dije, decía otra voz.

Volveré a timbrarle, dijo otra de las voces.

Una vez que el par de jóvenes escucharon la puerta cerrarse volvieron al almacén.

Ya más tranquila, dijo Gokú al ver que su amada retomaba el color natural de su piel.

Si, dijo Milk sonriendo.

Creo que deberías llamarle a tú padre, respondió Gokú.

Si, eso haré ahora, mi teléfono se puso en modo silencioso por ello no escuche sus llamadas, dijo Milk mientras marcaba el número de su padre.

La pelinegra hablo con su padre por algunos minutos luego que dio por culminada la llamada miro a su novio y dijo: Creyó lo que le dije y ya no iré con él pues hasta que llegue se hará tarde para su reunión.

¿Entonces podemos quedarnos unos minutos más?, respondió el joven de cabello alborotado tomando las manos de la pelinegra.

Si, dijo Milk conectando su mirada con la de su apuesto novio.

Ahora si mentiste, pero fue una mentirita por amor, dijo Gokú sonriendo.

Lo sé, respondió Milk haciendo una pausa para decir: Sabes Gokú desde que nos hicimos novios me siento algo extraña.

¿Extraña?, dijo intrigado el joven de cabello alborotado.

Si, siento como si anduviera flotando, ¿a ti te pasa lo mismo?, respondió la pelinegra dulcemente.

¿Flotando?, dijo Gokú sonriendo.

Si, como si estuviera soñando, dijo Milk.

Pues no estamos soñando amor, esto que sentimos es real pero sabes te comprendo, me imagino que debes sentir que una inmensa alegría te embarga cuando estamos juntos, ¿verdad?, dijo Gokú con dulzura soltando una de las manos de la pelinegra para que con ella acaricie una de las mejillas de la joven.

Si, ¿a ti te pasa lo mismo?, pregunto Milk con ilusión.

Si, claro que si y es normal mi niña bella, ambos estamos en el mismo cielo, por ello nos sentimos tan especiales, dijo Gokú con dulzura.

¿En el mismo cielo?, dijo Milk intrigada.

Si, estamos en el mismo cielo del amor, experimentando solo lo que las parejas enamoradas pueden sentir, respondió Gokú con dulzura mientras su corazón latía a prisa como el de la pelinegra.

Si tienes razón estamos en el mismo cielo, dijo Milk mirando los ojos de su amado pero al hacerlo volvió a sentir aquella sensación que la inundaba, aquella sensación que sintió desde que se hicieron novios y se dieron su primer beso.

¿Lo sientes?; pregunto Gokú mientras acercaba su rostro al de su amada.

Si, me siento en el cielo, en el mismo cielo, dijo Milk con dulzura.

Yo también, respondió Gokú antes de posar sus labios sobre los labios de su amada.

FIN

Nota:

Este es el segundo one shot que forma parte de esta colección llamada "Sentimientos" y que esta basada en la historia titulada "Sorpresas de la Vida", a través de este one shot quise plasmar el amor en la adolescencia, ese amor que no le importa los riesgos, que no siente temor ante nada, ese amor que se mueve por impulsos pero que a la vez puede ser muy tierno al ser el primer amor.

Espero haber podido lograr ello y poder haberles trasmitido a través de está historia como se siente un adolescente cuando está descubriendo el amor.

De antemano gracias a todas las personas que se den la oportunidad de leerlo ya que lo escrito con muchísimo cariño para ustedes.

Y con este proyecto será hasta una nueva actualización, que tengan un lindo fin de semana.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.