Clark dejó salir un suspiro al ver a Bruce bajo en el marco de la puerta, los dos chicos se alejaron uno del otro y permanecieron en silencio mientras Batman ingresaba a la habitación.

El tenso silencio solo se vio interrumpido por el sonido que generó Bruce al liberar a Clark de los grilletes conectados al techo con algún artilugio de su cinturón.

Cuando se vio libre, Clark tambaleante cayó de rodilla frente a sus pies, Bruce ni siquiera lo miró, se alejó en dirección a sus hijos y extendió su palma derecha hacia ellos.

Después de miradas retadoras y un par gruñidos de irritación, Jason depositó la bala y nudilleros de kryptonita sobre su mano. Confundido por la facilidad con que el robín entregó el fragmento, Clark esperó alguna reacción de Bruce, quién solamente se limitó a guardarla en un compartimiento de plomo en el cinturón.

Batman tomó a Damián del brazo para dirigirlo hacia la salida.

—¡No! —gritó el niño, zafándose del agarre.

—Damián —reprendió Bruce entre dientes.

—No lo empeores, niño —dijo Jason, guardando la pistola.

—Hablaremos en la mansión —masculló Bruce, tomándolo nuevamente desde el brazo.

Damián miró fijamente a Bruce hasta que terminó por ceder y apartar la mirada de su padre, caminaron hacia la salida, dejándolo atrás.

—¿Eso es todo? —gritó, la herida en el hombro y mejilla de Clark desaparecía al mismo tiempo que su fuerza regresaba poco a poco.

Bruce detuvo su andar para girar y enfrentársele.

—Explícate.

—Tus hijos amenazaron mi vida, ¿y tú simplemente no dirás nada? —cuestionó, queriendo que mostrara alguna reacción, cualquier cosa, ya fuera enojo, remordimiento... preocupación.

—Fuiste capturado por mis chicos cuando las oportunidades que tenían contra ti eran escasas, aún así, se las ingeniaron para detenerte con facilidad. No, no tengo nada que decir.

Cerró la boca ante sus palabras y frunció el ceño dando un paso hacia ellos, Bruce rápidamente se colocó frente a sus hijos.

—Quiero hablar con ellos —declaró Clark.

—Ya dije lo que tenía que decir. —Jason se posicionó aún lado de Batman.

Damián intentó hacer lo mismo, pero Bruce lo mantuvo detrás de él.

—Yo me haré cargo de su castigo, Superman —dijo con precaución, totalmente a la defensiva.

Retrocedió como si alguien le hubiera dado un golpe físico directamente en el rostro, contempló anonadado al hombre que hasta hace unos meses pretendía mirar como un amigo, pero que tan solo con una noche había pasado a convertirse en algo más para él.

La simple idea de que creyera que podría lastimarlo a él o a su familia dejo claro algo que Clark creyó ambos habían superado después de ser compañeros en la liga por años. Bruce no confiaba en él, nunca lo había hecho y una parte de Clark se sentía aliviada con el conocimiento, porque Bruce sería el único capaz de frenarlo si algo malo le ocurría, si esa curiosidad resultará ser más fuerte, pero esa parte era minúscula, solo una medida de precaución que siempre se había negado a si mismo.

Entender que Bruce aún seguía considerándolo una amenaza a pesar de haberle permitido tener su amistad, era doloroso.

Pero más allá del dolor, estaba presente una ferviente ira.

Clark ni siquiera lo pensó, simplemente tomó a Bruce en brazos y lo protegió con su cuerpo antes de atravesar el concreto del techo y salir volando. Ignoró las maldiciones de ambos chicos detrás.

Rompió capa tras capa de concreto hasta que vio la tenue luz del día colándose entre las nubes cargadas de Ghotam. Clark se sentía débil, aún así, se impulsó más allá de las nubes hasta que la luz del sol lo golpeó directamente.

Después de unos segundos se dirigió a Metrópolis llevando su carga, apresando a Batman entre sus brazos, dirigiéndose a su departamento.

Ni siquiera se tomó la molestia de abrir la ventana, una vez más protegió a Bruce y rompió el cristal para entrar, Clark no estaba pensando racionalmente cuando por fin lo dejó libre en medio de su sala de estar.

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Cuando Tim recibió la llamada de Red Hood creyó que al que consideraba su medio hermano estaba alucinando.

Al terminar la comunicación, Dick y Conner lo miraban fijamente sin dar crédito, tomando la misma actitud ante lo que Damián corroboró, repitiendo con enojo las palabras de Jason.

Superman se había llevado a Bruce, secuestro era la palabra que había gritado robín.

Superboy había dejado salir una risa seca de incredulidad.

—Está mintiendo —dijo Kon, miró de manera ferviente a Tim—. ¿No?

Tim apartó la mirada sin saber que decir, observó a Dick con creciente aprensión.

—Ellos no se escuchaban como si estuvieran mintiendo —murmuró—, más bien me pareció que estaban realmente furiosos y preocupados.

—Jason y Damián no son precisamente fans de Superman, debemos considerar eso. —Tim se alejó de la computadora, también se alejó de su amigo.

—¡Si!, quizás están en una misión, algo secreto, quizás ellos malinterpretaron las cosas... ¿qué rayos estaban haciendo con ellos de todos modos? —preguntó Conner.

Los tres permanecieron en silencio, Dick estaba de brazos cruzados, él, igual que red robín se mostró extrañado cuando Bruce dijo que sabía la ubicación de Superman y que iría solo, había discutido con Green Arrow por eso, en sí Oliver había expresado su opinión y Bruce simplemente permaneció en silencio ignorándolo, además no se perdieron la expresión preocupada de Bruce antes de colocarse la capucha y subirse al batimóvil.

—Fueron ellos —dijo Dick en un murmullo.

—¿Qué? —Kon se mostró incrédulo.

Tim contempló a su hermano y sacudió la cabeza cuando llego a la misma conclusión.

—No culpen solo a sus hermanos. —La voz de Alfred se abrió paso en la cueva, tomándolos desprevenidos— También tengo responsabilidad en esto, yo le di las claves de la bóveda al joven Todd y el joven Damián realmente no formaba parte del plan.

—Kryptonita —masculló Tim, Superboy lo miró casi horrorizado.

—Recomiendo que hablen con el señor Queen para tranquilizar la situación con la liga de inmediato, el maestro Bruce regresará —dijo Alfred antes de dar media vuelta para marcharse—, solo necesita que ustedes permanezcan aquí para él cuando vuelva —murmuró al final.

—Encárgate Timmy —dijo Dick, refiriéndose a lo dicho por el mayordomo—. Superboy... puedes quedarte si quieres, aunque no creo que quieras estar aquí cuando Damián y Jay regresen.

Conner miró a su amigo de soslayo, repentinamente incomodo Tim se dirigió a la computadora. No iba a escoger entre su amigo y su familia.

—Esperaré... Clark regresará y junto a Batman aclararan la situación —contestó, yendo directamente tras Tim.

Tim sintió la mano de Kon sobre su hombro, se detuvo cuando un calor pareció precipitarse desde su hombro hacia todo su cuerpo, mantuvo su expresión impasible al girar y toparse con los peculiares ojos azul profundo preocupados, tomó una ligera reparación casi imperceptible cuando su amigo acercó su rostro, centímetros lo separaban.

—Cuando pediste mi ayuda para averiguar que sucedía con la liga, lo hice, averigue lo que pude... Tim, más de uno ha notado a Clark extraño últimamente, hasta Má, pero creo que esto tiene que ver con el hecho de que Batman haya dejado el manto, tiene que ver con el raro comportamiento de Clark, pero me niego a creer que el lastimaría a tu padre... —Tim sintió el débil apretón en su hombro— ¿Me crees? —murmuró su amigo.

Tim lo miró fijamente para después asentir y apartarse bruscamente, incapaz de controlar los latidos de su corazón.

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¡¡¡Gracias por leer linduras!!!

Tarde mucho, lo siento.

Hermoso...