✦ Familia
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Cuando finalmente JongIn le indicó que podía estacionarse frente a una de las casas de aquella pequeña calle, KyungSoo se sentía un poco cansado de haber hecho el trayecto de manera tan apresurada.
Apagó la calefacción porque afuera el clima estaba frío y se aferró a la chaqueta de cuero que traía que no le favorecía mucho para ese tipo de ocasiones, sin embargo, JongIn creía que se veía increíblemente sexy. Probablemente era que el color realmente le sentaba muy bien.
JongIn sumergió sus manos en las bolsas de su abrigo y suspiró, estaba vestido con la misma ropa del día anterior y pese a que se había bañado era lamentable no haber traído ropa un poco más cálida y adecuada para ver a su madre.
ㅡ Bueno, llegamos... ㅡ KyungSoo pronunció para cortar el incómodo silencio y JongIn asintió, observando por la ventana.
ㅡ ¿No... quieres pasar al baño o tomar agua antes de irte? ㅡ JongIn no quería ser maleducado.
Sabía que el trayecto era cansado y que KyungSoo simplemente lo hubiese ido a llevar y tuviera que regresar era peor, pero con las nubes grises amenazando con descargar nieve en cualquier instante, eso sí que definitivamente era una locura.
ㅡ Estaré bien, en la gasolinera me detendré un rato.
ㅡ Entonces... gracias por todo. ㅡ Las mejillas morenas se le colorearon de rosa, apenado por sus propias palabras, aunque probablemente era demasiado tonto pensar que el otro quizá estuviese pensando que le estaba agradeciendo por lo de la noche pasada. Sí. Así de enredoso todo.
KyungSoo asintió con un atisbo de sonrisa en sus labios gruesos y JongIn tragó saliva porque no sabía cómo despedirse, así que el muchacho le facilitó las cosas, acercándose repentinamente hacia su lugar.
La punta de la nariz de KyungSoo tocando la de JongIn bastó para hacerlo estremecer, se aferró a la manija de la puerta y cerró los ojos cuando sintió el cálido aliento del hombre chocando contra sus labios, para un instante después sentirlos sobre los suyos plácidamente.
JongIn se movió inmediatamente, como si lo hubiese estado esperando, lo besó de regreso y dejó que KyungSoo tomara el mando de la situación. Del beso que aumentaba de ritmo y de la tensión esparciéndose a su alrededor.
Le gustaba esa manera en que KyungSoo demandaba por más y él simplemente obedecía, porque le gustaba mucho la sensación de dejar que el otro lo guiara y le mostrara pequeñas chispas tras los párpados cerrados.
Y cuando su respiración estaba al punto de llegar al límite y sus manos estaban viajando hasta el cuello del otro para retenerlo un poco más, alguien tocó la ventana del auto y se exaltó por completo.
JongIn dio un brinco en el asiento y KyungSoo se relamió los labios, acomodándose nuevamente en su asiento mientras que el moreno abría la puerta apresuradamente.
ㅡ Ma-mamá... ㅡ JongIn quería que se lo tragara la tierra en ese instante, YooNa estaba parada frente al coche con un abrigo grueso recubriéndola casi por completo.
La mujer cuyas arrugas eran muy pocas para una mujer de su edad, observó a su hijo con el ceño ligeramente fruncido y después se inclinó lo suficiente como para observar a KyungSoo al volante. Negó entonces en silencio y JongIn hizo un puchero sin saber cómo zafarse de esa.
Pese a que su madre sabía de su orientación sexual, nunca lo había visto besarse con alguien, y ahora estaba ahí, con su aventura de una noche. Bueno, con su aventura de un día completo, si sacaba bien las cuentas. Y JongIn era un maldito experto sacando cuentas.
ㅡ Kim JongIn... ㅡ YooNa se llevó las manos a la cintura de manera apresurada y KyungSoo simplemente sonrió con nerviosismo, no sabiendo si arrancar el motor o bajarse a saludar pese a lo inapropiado de la situación. ㅡ ¿Qué modales son estos?
ㅡ Ay mamá... ㅡ JongIn se puso a hacer pucheros infantiles y casi da saltitos sobre sus propios pies mientras se aferraba al brazo de su madre. ㅡ No fue nada...
ㅡ ¿Por qué no lo invitas a pasar? Llegas tarde y dejas a tu novio ahí en el coche, estoy casi segura de que ibas a decirle que se fuera ya.
Los ojos acusadores de YooNa le cayeron como un balde de agua helada en esa tarde invernal, dejándolo completamente estupefacto y sin poder moverse por un segundo. Porque su madre había malinterpretado todo... ¡Y cómo no! Si lo había visto besándose con KyungSoo.
ㅡ ¡Yah! Ni siquiera me habías contado de él... ㅡ YooNa le lanzó una última mirada a su hijo y después de darle un manotazo para que la soltara, se inclinó sobre la ventana del auto. ㅡ Buenas tardes, tú debes ser...
KyungSoo se quedó quieto por un instante, en el que JongIn le hacía señas y muecas de todo tipo tras su madre para que terminara de irse, pero aquello le resultaba realmente divertido. Nunca había visto a JongIn tan desesperado por algo, excepto la noche anterior, claro estaba.
ㅡ Do KyungSoo... discúlpeme un segundo. ㅡ KyungSoo dio una rápida reverencia y optó por abrir la puerta del coche, bajándose con todo el frío que estaba haciendo en ese instante.
Rodeo el automóvil con presteza y reverenció otra vez a la madre de JongIn, mientras que ella se mostraba maravillada con el muchacho ante sus ojos.
ㅡ Oh por todos los cielos... eres el primer novio que le conozco a JongIn ㅡ YooNa sobre exageró sus ademanes y saludó a KyungSoo con fuerza, palmeándole la espalda un poquito después y apoyándose en su brazo para indicarle el camino. ㅡ Vamos dentro, que aquí solo vamos a congelarnos.
KyungSoo asintió divertido, tomando de la mano a la madre de JongIn y avanzando por la pequeña vereda hacia la entrada principal de la casa, mientras que JongIn observaba el firmamento cubierto de nubes, sintiéndose demasiado perdido como para siquiera darse la vuelta y caminar hacia su casa.
ㅡ Me voy a morir ㅡ JongIn se golpeó la frente con la palma de la mano y cuando escuchó a YooNa gritar desde el interior de la casa, supo que ese sería un cumpleaños inolvidable.
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¿Qué se creía que estaba haciendo Do KyungSoo?
JongIn lo observó desde la cocina, atrincherado detrás de la barra, estirando la mano para tomar otra galleta y llevársela a la boca. Eran sus favoritas, con chispas de chocolate. Su mamá siempre se las preparaba todos los cumpleaños y se desvelaban viendo películas del gusto de los dos.
Pero ahora estaba ahí, sorprendido porque Do KyungSoo, el chico que fue su aventura la noche pasada, estaba sentado en el sillón en medio de sus dos tías y su madre. Todas se estaban riendo como si lo que sea que él dijera fuera lo más gracioso del mundo y JongIn no podía creer que él no aclarara la situación y les dijera que no eran novios.
Salió de su escondite después de comer el contenido completo del plato de galletas y suspiró, acercándose lentamente hacia la sala donde todos parecían estar muy risueños.
ㅡ ¿Y dónde conociste a mi hijo? ㅡ YooNa le ofreció una de sus galletas especiales y JongIn ladio por perdida, definitivamente.
ㅡ Nos conocimos en un bar...
Todas se sorprendieron por la respuesta y voltearon a ver a JongIn inmediatamente, quien sonrió con torpeza y de dejó caer al sillón más pequeño.
ㅡ ¿JongIn en un bar? ㅡ habló su tía Yuri, completamente sorprendida porque el muchacho de excelentes notas asistiera a esos lugares.
ㅡ Sí... JongIn no suele frecuentarlos, pero fue bueno que lo haya hecho. Eso creo. ㅡ KyungSoo se hundió de hombros y las tres mujeres exclamaron con un puchero tierno.
ㅡ Sobrino... yo en verdad no creía que fueras, bueno ya sabes, pero este hombre es bastante atractivo SeoHyun, su otra tía, le dio unas palmaditas en la rodilla a KyungSoo y JongIn enrojeció cuando el muchacho se regodeó por ello.
-Bueno, bueno... pasemos a la mesa y ahí nos platican un poco más. - YooNa se puso de pie y sus hermanas las siguieron, pero JongIn permaneció quieto en su lugar.
KyungSoo lo observó fijamente, haciendo que se sintiera extraño, como la noche anterior en el bar, como si estuviera desnudándolo con la mirada y a él no le faltaba más en ese día como para alterarse por una sola mirada del muchacho.
El chico se puso de pie y comenzó a avanzar lentamente hacia el moreno, deteniéndose justo frente a él para observarlo desde su lugar; estirando la mano posteriormente para que su dedo índice, para que la punta lograra tocar los labios carnosos de JongIn mientras que él le guiñaba con cierta coquetería.
KyungSoo era así, con esa seguridad desbordándose por las suelas de sus botas, contoneando esas malditas caderas que lo ponían mal, como todo lo que KyungSoo representaba, aunque a esas alturas no sabía si podía catalogarlo como una maldita noche ardiente y nada más.
Se sentaron a la mesa y su madre les sirvió el estofado favorito de JongIn, y el moreno no podía creer la facilidad con la que KyungSoo parecía desenvolverse a su alrededor. Se había ofrecido a poner la mesa pese a que Yuri insistió en que solo se sentara porque no todos los días conocían al novio de su sobrino.
Y se había reído de los pésimos chistes de la tía Seo, que solía ser un poco torpe para socializar pese a lo hermosa que era, siempre teniendo mala suerte con sus relaciones de cualquier tipo, según lo que había escuchado.
KyungSoo se ofreció a lavar los platos y a JongIn no le quedó más remedio que seguirlo para ponerse a secarlos, porque le parecía un poco descortés dejarlo hacerlo todo.
-Van a quedarse esta noche, ¿verdad? - YooNa les guiñó un ojo y después se fue por el pasillo rumbo a las escaleras de la casa.
El moreno suspiró y KyungSoo no pudo evitar soltar una risilla.
-Traigo un hombre y todos hacen fiesta, apenas te conoce y ya quiere que te quedes, mi madre no es normal.
-A mí me agrada, JongIn.
-¿Eso... significa que vas a quedarte? - El estudiante de ingeniería tragó saliva y desvió la mirada cuando KyungSoo se giró lo suficiente como para tenerlo más cerca.
-Sólo si quieres...
JongIn cerró los ojos, porque aquella respuesta lo orillaba a ser un despiadado que despacha a alguien en medio de una fría noche de nieve o a ser amable y permitir que se quedara en su casa pese a lo demás.
Y JongIn era conocido por su buen corazón, pese a que sus mejores amigos lo hicieran ser un poquito engreído respecto a su posición. Iba a ser ingeniero, el mejor de su campo y era obvio por muchas razones que los ingenieros eran superiores a todos los demás.
Pero seguía siendo un chico amable, que negó en silencio mientras KyungSoo le pasaba rápidamente un brazo y lo encarcelaba frente al lavamanos con su propio cuerpo.
Su respiración se aceleró considerablemente y se preguntó si estaba bien que aquel tipo lo afectara tanto, al punto de querer pedirle que lo besara nuevamente. Lo observó a los ojos y no tuvo que suplicar, afortunadamente. Porque los labios de KyungSoo ya estaban acomodándose sobre la parte baja de su mejilla, dejándole un beso demasiado suave sobre la superficie de su piel, haciendo que las piernas le flaquearan un instante.
JongIn pensaba que efectivamente KyungSoo tenía el poder de la seducción, y no le importó dejarse besar ahí, en la cocina de aquella casa donde había vivido toda su vida, donde su madre podría irrumpir en cualquier instante.
Porque los labios de KyungSoo parecían ser adictivos, tenían algo que lo hacían jadear con un simple contacto y ponerlo ansioso. Ansioso de un poquito más.
De tener un poquito más de Do KyungSoo.
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Notas:
¡Hooola!
Van a decir que ya voy a empezar y probablemente es la costumbre pero siento que quedó raro XD... igual me gustó.
Espero que les guste a ustedes también~
Gracias por el apoyo a la historia y ya tendrán cositas más candentes más adelante xD
También agradezco a las personitas que se pasaron por mi proyecto del mes del KaiSoo ♥
Nos vemos en el siguiente
Besos posholatosos.
Ary
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