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Al cerrar la puerta, JongIn se recargó en ella y suspiró sin poder hacer algo al respecto, todavía sentía los pies hechos gelatina y las manos le temblaban mientras su mente le repetía la perfección con la que aquellos labios de corazón lo habían besado.

La pasión que desbordaba KyungSoo le hacía sentir demasiado bien, le excitaba la manera en que lo veía, tan directa y tan profunda a la vez, como si pudiera desnudarlo con ella y conocer cada uno de sus secretos. Era un poco terrorífica, pero lo cierto es que se sentía cada vez más atraído a ella, como uno de esas pequeñas polillas que van ensimismadas directo hacia la luz, pese a que no saben lo que les espera.

Y entonces despertó a la realidad cuando escuchó a JiMin aclararse la garganta, JongIn parpadeó y observó la ceja levantada de SungWoon, como si estuvieran esperando una explicación. Mientras que TaeMin se bajó del banco en el que estaba sentado y se apresuró a ir en su dirección para encontrarlo.

ㅡ ¿Tú te has vuelto loco o qué? ㅡ TaeMin estaba demasiado molesto, de hecho JongIn pocas veces lo había visto así.

Tragó saliva sin saber qué decir porque desconocía el motivo y prefirió esperar a embarcarse en lo desconocido.

ㅡ ¿Dónde rayos te metiste? Estuvimos buscándote como locos cuando vimos que desapareciste y no respondías el teléfono. ㅡ TaeMin soltó con palabras atropelladas y se llevó la mano a la cabeza en señal de frustración. ㅡ En este momento quisiera golpearte o algo.

JongIn estaba realmente estupefacto, porque de hecho, desde que había salido de la mano con KyungSoo del bar por la puerta trasera, entre besos y caricias se había olvidado por completo de sus amigos, se le olvidó llamarlos al día siguiente o siquiera mandarles un mensaje.

ㅡ ¡Desapareciste del puto mapa, JongIn! ㅡ SungWoon soltó con una mueca de disgusto y JongIn respiró profundamente.

ㅡ En verdad te buscamos como loco...

ㅡ Llamamos a tu mamá para preguntar por ti porque recordamos que irías a casa y ella nos tranquilizó diciendo que estabas con ella y con tu...novio.

La mirada que TaeMin le aventó fue demasiado filosa, JongIn sintió el veneno fluir fuera de su boca con el desdén enunciando aquella palabra en específico. JongIn avanzó hacia la barra de la cocina y todos lo siguieron con la mirada, dejando crecer el silencio entre ellos.

ㅡ No sabía que tenías novio. ㅡ SungWoon se echó a reír, como si con ello quisiera cortar un poquito la tensión que solo iba en crecimiento.

ㅡ Es porque no lo tiene, se fue con un tipo del bar, como lo supuse. ㅡ TaeMin rodó los ojos y se dejó caer en uno de los sillones de la sala.

JongIn se giró y los observó a los tres, que prácticamente estaban acusándolo como si hubiese cometido el peor de los crímenes, entonces... cuando sus ojos llegaron a los de JiMin, se dio cuenta de que sabía. El brillo en sus ojos le decía que lo sabía todo. Que lo había visto todo.

ㅡ Está bien que buscaras divertirte, incluso que nos preocuparas ㅡ soltó el muchacho con una mueca en los labiosㅡ Pero... ¿Do KyungSoo?

ㅡ ¿Qué tiene de malo Do KyungSoo? ㅡ JongIn frunció un poco el ceño y después se relajó, o al menos lo intentó, porque sentía algo en el pecho que solo lo ponía a temblar y no tenía nada que ver con el frío.

ㅡ Estudia derecho, comencemos por ahí... ㅡ SungWoon hizo el comentario como si fuese lo más evidente del mundo ㅡ es un don nadie y además seguramente es un matón, de esos tipos que van de cama en cama, JongIn tú simplemente no debías acostarte con alguien como KyungSoo.

ㅡ Mucho menos llevarlo a tu casa ㅡ TaeMin suspiró mientras se ponía la cabeza entre las manos, con frustración.

ㅡ Bueno pero... KyungSoo me llevó porque pues ㅡ JongIn tanteó sus palabras, con el calor subiendo a sus mejillas morenas por la pena que suponía hablar del hecho ㅡ me quedé dormido y se me hacía tarde.

ㅡ ¿Y qué fue lo de hace unos minutos? Te vi allá abajo... eso parecía algo intenso. ㅡ JiMin se observó las uñas con interés y después se giró para ver a los demás, que no despegaban la mirada de JongIn.

JongIn amaba a sus amigos, siempre habían estado con él y siempre lo habían aconsejado en la mayoría de sus asuntos personales, y aunque era él quien al final tenía la última palabra, JongIn sentía que lo correcto era lo que la mayoría pensaba.

Quien sabe, lo más probable es que tuvieran razón, que KyungSoo fuese un chico rebelde que va acostándose con medio mundo, que tuviera el tiempo para embriagarse porque probablemente no le importaban de verdad sus estudios. Y pese a que lo había visto con su madre, actuando de aquella manera. La manera en que aquellos tres lo veían en ese momento, le hizo recordar que unos besos y un par de acostones no lo hacían algo con KyungSoo, que por el contrario, era uno más en su larga lista.

ㅡ No lo sé... supongo que el final de nada, porque no pasó nada más. ㅡ JongIn se hundió de hombros para restarle importancia y los demás que parecían haber dejado de respirar por un momento, se relajaron por completo.

ㅡ Vaya, ya estábamos comenzando a preocuparnos... ㅡ SungWoon sonrió y se aproximó a JongIn para abrazarlo y atraerlo a la sala. ㅡ Tenemos que felicitarte por descarrilarte, pero hay chicos bastante buenos en nuestra facultad que pueden hacerte el favor la siguiente vez.

JongIn sonrió con las mejillas rojas ante el comentario, pero los puños apretados no se ablandaban, y realmente no sabía por qué, si estaba haciendo lo correcto.

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Asistir a la universidad nunca se sintió tan extraño después de aquel fin de semana, JongIn llevaba unos pantalones de mezclilla y una camiseta que no se veía debido al swater color vino que su madre había tejido para él la navidad pasada. Era una prenda bastante acogedora y lo protegía del frío siempre, junto con la bufanda que se encargó de anudar alrededor de su cuello para evitar enfermarse.

Había tenido clases a primera hora de la mañana y estaba helando, incluso las aceras que se abrían entre los diversos edificios mostraban pequeñas capas de hielo y tenía que ser muy cuidadoso al pisar, porque lo que menos quería era resbalarse y caer en el piso, pasando vergüenzas.

JongIn salió de sus primeras clases con un muy buen ánimo, era uno de los chicos predilectos de algunos profesores y eso le ocasionaba una felicidad inmensa, haciéndolo sentirse orgulloso, caminando con la barbilla en alto y la mirada en el horizonte, como todo buen ingeniero debe hacer.

Había escuchado comentarios de que los de su carrera por lo general eran unos engreídos por sacar buenas notas o porque creían que el título por sí solo merecía respeto. JongIn era uno de esos, junto con sus amigos se mofaban de las demás carreras algunas veces y también criticaban a unos cuantos.

Pero eso no los hacía unas malas personas, simplemente se sentían orgullosos de ser buenos estudiantes y de que algún día todo les sería recompensado, mientras que otros, se la llevaban más relajados para salir de fiesta y tenían las cosas más fáciles.

Se detuvo por completo cuando observó una silueta en la distancia y se aferró a la cinta del bolso donde llevaba algunos libros, porque podía apostar que era Do KyungSoo caminando en su dirección.

JongIn hubiese preferido huir, tener la habilidad de tele transportarse a la cafetería donde lo estaban esperando sus amigos para comer algo antes de seguir con su rutina y para ponerse de acuerdo para estudiar algunas cosas en la biblioteca por la tarde, porque JiMin estaba teniendo problemas con las Integrales y todos se reunirían para explicarle y que lograra entender.

El moreno no quería toparse con Do nuevamente, había querido pensar que cada uno seguiría su camino y que eso había sido todo, o al menos eso era lo que se repetía mentalmente una y otra vez antes de dormir.

Pero verlo ahí, caminando con esa seguridad, envuelto en su chaqueta de cuero pese al frío y sus grandes botas, lo hacía sentir extraño. JongIn notó sus cabellos revueltos y se preguntó si probablemente Do acababa de tener algún encuentro sexual, lo que lo hizo sentirse completamente estúpido y se molestó consigo mismo por juzgar sin saber.

Pero... ¿Qué era lo que debía hacer en ese instante? JongIn lo sabía muy bien, sabía que debía mirar al frente y avanzar, aunque las piernas le temblaban con la diminuta sonrisa creciendo en los labios del contrario.

KyungSoo había pasado una amena mañana, había tenido un examen y estaba casi seguro de que sacaría buena nota, y como no había tenido oportunidad de ver a JongIn desde el domingo en la noche, siendo que ya era media semana, Do se dijo que tenía que movilizarse y siquiera preguntarle su número si es que quería seguir encontrándose con él, y por todos los cielos, por supuesto que quería.

Así que con las manos en los bolsillos, KyungSoo avanzó hacia el muchacho, sonriéndole por el simple hecho de verlo nuevamente, pensando en si debía de tomarlo por sorpresa y besarlo en aquel frío panorama. KyungSoo se estaba congelando y necesitaba aquellos labios pomposos para calentarse un poco, quizá sus manos entrarían en calor si lo acariciaban un poco, si se enlazaban con las de JongIn al caminar.

Era un pensamiento tonto, era demasiado cursi también, por lo general no solía ser de esa manera, pero JongIn lo hacía sentir que podía ser un buen novio incluso cuando él pensaba no serlo de alguien.

ㅡ Hey, JongIn... ¿vas a algún lado? ㅡ KyungSoo soltó entre una sonrisa y después de un par de segundos de observar al muchacho que no se detuvo en absoluto, se quedó helado de verdad.

Sus grandes ojos lo enfocaron un poco mientras JongIn avanzaba, pasando a su lado sin siquiera mirarlo a los ojos, sin dirigirle una pequeña mirada o darle un segundo de su tiempo. Pasó por un lado suyo, ignorándolo por completo.

Y KyungSoo nunca había sentido una punzada tan fuerte en el pecho, aparte de cuando lo habían terminado exponiendo en la secundaria sobre sus extravagantes gustos por los hombres. Sentía que se había congelado en aquel lugar, con las capas de nieve a su alrededor y los pequeños copos cayendo de las colosales nubes grises.

El panorama era gris y JongIn lo ignoraba, como si no lo conociera, como si nunca se hubiesen visto, como si no hubieran tenido sexo y como si no hubiese conocido a su madre. Quien sabe, a lo mejor y hasta había soñado despierto.

Pero no se sentía merecedor de un rechazo de esa magnitud, sin una explicación después del fogoso beso de la otra noche. Y KyungSoo estaba un poquito aterrado, porque no creía entender nada, absolutamente nada de lo que estaba pasando en ese momento.

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Cuando finalmente llegó a su habitación después de un largo y tedioso día, JongIn se derrumbó sobre la cama y observó sin mucho interés el techo blanco de su habitación. Le había puesto seguro porque no quería que lo molestaran en esos momentos.

No necesitaba ni quería saber nada del mundo, lo único que deseaba es dormir un poco. Después de todo estaba bastante agotado y una imagen en específico repitiéndose en sus pensamientos no terminaba de dejarlo tranquilo.

JongIn cerró los ojos y pudo verlo otra vez, a Do viniendo en su dirección, sonriendo con esa confianza que lo hacía sentir mareado, con los ojos un poco brillantes por lo grandes que eran.

Se veía guapísimo así, vestido de negro con sus botas grandes, con sus cabellos revueltos y la chaqueta de cuero abrigándolo un poco. JongIn tragó saliva de solo imaginarlo y se sintió mal por haber grabado la expresión del muchacho cuando decidió que no debería hablarle.

Quizá había sido demasiado infantil, el actuar como si no lo conociera o pretender que no había sucedido nada entre ellos, pero lo cierto era que no sabía qué hacer y se había dejado llevar por uno de sus impulsos.

JongIn se removió entre las sábanas hasta cubrirse con el edredón y envolverse en él como un gusano, como una oruga cuando está lista para entrar en el capullo. Él se sentía listo para entrar y evitar al mundo, especialmente a KyungSoo.

¿Qué era lo que iba a decirle? Lo cierto era que no sabía y se sentía muy curioso al respecto, sobre las intenciones del muchacho para con él y sobre todas sus dudas también.

Se sentía tonto por no ser lo suficientemente valiente para encararlo después de cómo habían pasado las cosas y ponerle un punto final a su situación pese a que no habían comenzado nada, o al menos eso volvía a repetirse.

Había vuelto a ver a KyungSoo esa misma semana un par de veces más, después de haberlo dejado ahí con la palabra en la boca. JongIn había tenido la mala suerte de encontrárselo más veces rondando la universidad y todas y cada una de ellas le habían molestado demasiado.

JongIn había quedado realmente sorprendido la primera vez, cuando vio a KyungSoo abrazar a una chica que no conocía y le había sonreído de una manera bastante afectuosa. Para ser un chico que se jactaba de que le gustaran los penes, a JongIn le pareció que era un completo mentiroso. Que seguramente agarraba parejo y aquella chica era su amante en turno.

Estaba bastante enojado como para seguir viendo la escena, y sin querer se informó, por azares del destino, de que la muchacha era una tal SeungWan que estudiaba Derecho también. ¡Pues claro! Si estaba hecho el uno para el otro hasta en eso.

Pero no suficiente con eso, JongIn se había sentido extraño cuando se topó con él completamente de frente en la cafetería, y no era que esperara que lo saludara de nuevo, pero KyungSoo pasó con su bandeja de comida por su lado sin siquiera voltear a verlo un poco. Lo que solo hizo que se sintiera más extraño aún.

No podía definir la manera en que sentía las cosas, si es que sentía algo, porque no sentía nada por el muchacho y de eso estaba completamente seguro. Lo más probable era que le molestara su descaro a niveles descomunales.

Era un idiota, después de todo, porque lo vio abrazando a un chico por la espalda y murmurarle cosas al oído. JongIn había apretado los puños porque no podía creer que hubiese caído con un chico como ese, tan corriente que no quería seguir pensado en él.

Era contraproducente, porque aunque le gustaba enumerar sus defectos como en ese momento, JongIn se frustraba por volver a ver las escenas en su cabeza una y otra vez. Ese chico caminando al lado de KyungSoo, él ignorándolo por completo, y la chica abrazándolo una y otra vez.

Se llegó a sentir usado, un chico más de una noche más que fue aprovechado en el momento correcto, pero había algo dentro de él que se burlaba y le recordaba que estaba siendo un estúpido, que estaba creándose una serie de eventos desconsiderados donde se victimizaba, porque al final las cosas no habían sucedido exactamente de esa manera, pero le pesaba aceptar el motivo por el cual lo estaba haciendo de esa forma.

Ignorar la realidad de los hechos, tragarse su propia mentira, evadir lo que sentía y finalmente tomar responsabilidad de las consecuencias de sus actos.

Y pese a todo ello, JongIn durmió esa noche envuelto en la colcha, con los pensamientos de KyungSoo abrumándolo, con sus labios sobre su piel deslizándose perezosamente mientras su corazón se aceleraba. Porque era un estúpido y lo sabía, uno que no tenía remedio.

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Notas:

Drama, chingus, drama.

Todo está perfectamente calculado ;) bueno la verdad lo siento raro como siempre hahaha que novedad.

Quiero aclarar que he conocido a algunos ingenieros o futuros, creyéndose mucho y menospreciando a los demás, incluso mi hermana que iba a ser ingeniero, me contaba sobre sus conocido al respecto. PERO con esto no estoy diciendo que todos sean así, o que los licenciados tengan fama de fiesteros y esas cosas. Simplemente me basé en lo que he visto y leído al respecto.

Si ustedes estudian cualquiera de estas dos carreras -o cualquier otra- sepan que los admiro, los respeto y los quiero un montón ♥ pongan muchas ganas a sus estudios :)

Bueno, es todo por hoy, espero que les haya gustado el capítulo aunque sea un poco, ya veremos lo que se viene con JongIn indeciso~ y con lo que "ve" de KyungSoo, claro está.

Por seguir esta historia, tienen ganado el cielo en mi universo, los adoro ♥

Besos posholatosos

🌠Ary.