- los libros... No están- dijo finalmente. Me quedé en silencio, si alguien lee esos libros y los distribuye, mi imagen se verá afectada.

- ¿Adrien? ¿Estás bien?- preguntó Arek. Mi mirada estaba fija en varios papeles de mi escritorio.

- sí. Me encargaré de esto- respondí con una sonrisa sombría. A pesar de que él no me viera, de alguna forma podía sentir que él sabía qué gesto estaba haciendo en estos precisos momentos.

- me alegra oír eso- comentó, en mis adentros sabía que Arek pensaba de igual forma que yo- destrózalos -.

Colgué.

"Destrózalos"

Una cruda palabra para los demás. Una dulce palabra para susurrarle a tu enemigo. ¿Quién me ha traicionado? Pocas personas saben de esos libros. Es preocupante, pero al mismo tiempo me causa una sensación de peligro.

Hugo estuvó en el sótano con esa mujer. Quién sabe que le habrá dicho de mí. En todo caso, voy a tratar de mantenerme a raya.

|Mátala|

Dijo mi subconsciente. Maldición, siempre aparece en el peor momento.

- cállate- murmuré con rabia y apretando los dientes.

|Esta mañana Hugo estaba muy callado, diría que hasta distante|

- solo es la adolescencia- dije tratando de restarle importancia. Pero, decía la verdad, ¿y sí sabe algo de mí?

Debido al estrés tomé unas pastillas para dormir, dos minutos después recordé que no provocaban nada en mí. Mi cuerpo no es humano. A pesar de que podía sentir dolor y sensaciones, no podía recibir medicamentos ya qué no me hacían nada.

Suspiré molesto conmigo mismo, solo me descuidé unos momentos, y en esos momentos podría Hugo saber todo. Miré el espejo con molestia, recordándome que soy un vampiro. Siempre se tuvo la creencia de que no nos podiamos reflejar en los espejos. Los mortales son unos idiotas, creando infamias para alimentar sus ansias de sobresalir.

- demonios, deja de mirar el espejo. Solo me hace daño- me regañé a mí mismo, pero pareciera como si me negase a obedecer.

Estoy tan cansado y... Estresado.

✴✴✴

POV HUGO

Estaba en el recreo/descanso hablando con Noah, solo temas triviales sin mucha importancia. De repente aparació en frente de mí Mailen, estaba nerviso, se acercó a mí y me miró fijamente, sentía como si me fuera a desmayar. Me besó la mejilla. Mi sonrojo no se tardó en aparecer.

- ¡estoy tan orgullosa de ti! ¡Revelaste quién eras verdaderamente!- exclamó con una alegría desbordante, regalándome una de esas hermosas sonrisas que adoro y pagaría por verla todo el día. Ella se fue dando saltitos y sonriendo. Mi mejor amigo me dió un suave golpe en el hombro y me miró con una sonrisa perversa.

- ¿por qué me miras así?- pregunté rascándome la nuca con nerviosismo y buscando que mirar, si lo veo a los ojos me voy a morir de vergüenza.

- no mientas, Hugo. Mailen te encanta- dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Nos miramos fijamente y reímos ante el comentario, aunque era verdad y no podiamos negarlo.

|Dile a Noah que eres un vampiro|

Dijo mi subconsciente, ¿por qué justo ahora? Además, él no podría entenderlo, pensaría que estoy mintiendo o bromeando. Pero por otro lado, no pierdo demasiado con intentar.

- Noah- lo llamé.- ¿qué dirías si te dijera que soy un vampiro?- pregunté con un evidente temblor en mi cuerpo y un poco en mi voz. En su cara se veía la sorpresa, me miró de arriba a abajo, para después estirar sus labios en una suave curva, sus ojos brillaban, como si dijeran: "finalmente, confías en mí".

- diría que ya lo sabia- respondió relajado, demasiado para mi gusto.

- ¡¿EH?!-

- sí, lo sabía desde hace un tiempo. ¿Qué me dirías si te dijera que yo también soy un vampiro?- preguntó mirándo el cielo con unos ojos compasivos pero también melancólicos.

- diría que ahora nos podremos entender mejor y es más probable de que nuestra amistad continua hasta la muerte- respondí mirándolo con unos ojos felices.

- ¿"muerte"?- repitió con una extraña expresión. Él sonrió, cambiándo drásticamente su semblante de hace un momento, pero no con sus típicas sonrisas brillantes y felices, esta vez era... Escalofríante.

Todo está al revéz... Mi mundo y el mundo en general.

✴✴✴

Ignoraba el hecho de una posible discusión con mi padre, era poco probable. No le hablé en todo el día, debe estár enojado. Entré a la mansión, de nada servía intentar estar callado a la hora de caminar, mi papá lo iba a oír de igual forma.

- ¡Hugo!- me gritó desde el segundo piso y bajó con rápidez las escaleras.

- aléjate- dije retrocediendo. ¿Qué es esto repentinamente? El aroma de su sangre me llamaba, no sé cuánto tiempo llevaba sin beber de él.

- ¿tienes sed?- preguntó, parece que lo notó. Qué incómodo. Hace mucho no tomo de la sangre de Mailen, solo una vez bastó para que me encantase. Solo pude desviar la mirada.

Él retiró un poco la prenda que cubría su cuello.

- toma. Disfrútala- dijo ofreciéndome. - sé que no te puedes negar- mencionó. Odio que me conozca tan bien.

Me acerqué, mis colmillos crecieron y se los encajé con rudeza, en este momento me da igual que sea mi padre o no. Su sangre... Era deliciosa, pero al mismo tiempo venenosa. Era de un sabor agridulce en el fondo de la garganta, por alguna razón solo me daban más ganas de tomar más hasta dejarlo seco.

En este momento estoy bebiendo la sangre de un asesino a sangre fría.

¡Hola! Nuevo cap, comenzaré a editar estahistoria desde ahora porque no quiero qué se me acumule después T-T. Si les gustó el cap regálenme una estrellita que saben que me ayida mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)