—¡dígame que por fin estamos llegando a cuando murió!— la jueza está bastante aburrida y no ve como para cuándo llegarán al hecho que en realidad le importa

—supongo...que estamos cerca— le responde la chica con los ojos hinchados y rojos por el llanto

Verá, antes de dormirme...una ligera sospecha recorrió mi cabeza...a causa de mi obsesión tenía un registro de ¡todos! los chicos de la ciudad...y el chico que estaba en la foto...jamás lo había visto, me pareció algo muy extraño, pero llegué a la conclusión qué tal ves se mudó recientemente, no quise darle más vueltas al asunto y me dormí. Al día siguiente me paré con un gran ánimo, por alguna razón decidí ponerme maquillaje...solo para esconder mis ojeras, me puse algo de rubor para que no me viera tan pálida y recogí mi cabello en una coleta, por lo general no me maquillaba, así que ese hecho llamo la atención de mis padres y amigas

En la escuela...no pude evitar contarles a mis amigas de el chico que había conocido, supongo que hablé muy emocionada por que Yumi dijo que tenía brillo en mi mirada, lo cual era nuevo...por lo general mis ojos parecían muertos

—nos alegra escuchar eso  pero....— Alexa no estaba segura de cómo decirle que no era bueno que se emocionara demasiado

—nada te asegura que todo lo que te dijo ese chico sea cierto...—completo la pelirrosa la oración, intentando tener tacto

—¿por qué creen que se trata de una mentira?— pregunta la chica algo irritada  —¿creen que lo estoy inventando todo?

—no creemos que lo esté inventando Lizzy pero...— Eloísa entró en la conversación, intentando que su amiga entendiera su punto

—ten cuidado y no le digas ¡todo! de ti— concluye Karen intentando no hacer la conversación más larga

—algunas personas encuentran a su alma gemela por medio de las redes sociales...pero otras solo son ilusionadas y secuestradas— argumenta Yumi algo fría

Cuando recuerdo las palabras de mis amigas...tenían toda la razón de el mundo, no se porque yo no les hice caso...eso me hubiera salvado, supongo que estaba muy ilusionada y lo peligroso de la ilusión...es que actúa como una venda en tus ojos, no ves la realidad...hasta que es demasiado tarde

Ese día...yo de ridícula me enoje con mis amigas y me fui sola a casa...que patética fui— con la voz entre cortada a causa del nudo en la garganta que empezaba a formarse —para mi buena suerte ese día ninguno de los maestros dejó tarea, así que pude ponerme en mi esquina favorita con mi teléfono, lógicamente volví a entrar a la aplicación y hablé con Cris, hablábamos de muchas tonterías...como por que las donas tienen un oyó en el centro o por que las paredes son cuadradas. Entre todas nuestras respuestas estupidas, el hacía preguntas extrañas...como mi tipo de sangre y cosas por el estilo, aunque me pareció extraño le respondí a todas y cada una de sus preguntas

Mis padres llegaron más tarde de lo acostumbrado, dijeron que por fin tuvieron un ascenso, lo que significaba que sólo cubrirían un turno y la paga sería ¡mucho! mejor

Esa noche cenamos algo más formal, pizza...tal ves para usted eso no cuente cómo formal...pero para una familia que cenaba unos "sándwiches" sin mayonesa, ni queso, tampoco lechuga y mucho menos jamón...era todo un banquete la pizza

Yo quería contarles a mis padres de Cris esa noche, pero algo en mi...sencillamente me lo impidió, me pareció algo bastante extraño...yo nunca fui de el tipo de hija que les ocultaba cosas a sus padres, por más que quería platicarles de él...no lograba articular las palabras

Esa noche comí tanto que sentía que si me tocaban explotaría, algo que era nuevo...estaba muy contenta y mis padres aún más...por fin las cosas parecían acomodarse, supongo que si se acomodaron al m-menos económicamente hablando. Yo me fui a dormir más tarde de lo usual, después de todo mis padres querían contarme todo lo que había sucedido, los dos estaban muy entusiasmados y contentos. Cuando me acoste...tarde más de lo usual en poder cerrar los ojos y dormir, para cuando me dormí yo creo que eran las 4:54  de la mañana o algo por el estilo, por lo que al día siguiente no pude evitar quedarme dormida en clase...

—tengo que tomar un respiro, en un rato vuelvo para que me siga contando su historia— le interrumpe la jueza exasperada por el relato

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