0-"Sensei"
Notas del fanfic:
Explicación Importante: Si bien, a lo largo del oneshot se explica, aquí, México es un countryhumans que puede tomar forma humana (Inspirada en gran parte del México humano de MadaraEnj) y, el humano de nombre Yoshiko (perdón, fue el primero que encontré y me pareció adecuado) viene a ser la representación humana pero de Japón... lo demás, se va explicando durante la historia o sino en datos extras
Ahora las que no son tan importantes pero que deben de tomarse en cuenta... México tiene 16 años y Japón 37... esto es shotacon, esto es un lemon hard para +18... de esos zukulentos ¬u¬, muy explicito... bueno, ya se saben las clásicas advertencias que de todos modos ni van a leer... solo dejo las advertencias XP
Notas del cap:
A según yo, esta pinche historia iba a ser solo un oneshot... de hecho, solo escribí primero el oneshot... pero no podía sacarme de la cabeza algunos otros lemons dentro de esta idea ¬u¬ ya saben cómo soy... así que he acabado por convertir este oneshot en un fanfic espero yo, y que sea pequeño... realmente solo quiero que sea puro lemon sin demasiadas explicaciones... que de todos modos voy a responder para dar contexto... sea como sea...
No pregunten... andaba viendo un anime, hay un wey que me cae... pinche suggar daddy pero de esos que... *¬* y necesitaba ponerlo como se necesita respirar... me he acabado este primer lemon a la primera sentada (así de inspirada andaba) dejemos de lado lo demás
Antes de que se me olvide... iba a arreglar el primer capítulo para que solo fuera puro lemon hard pero, a la forma en que está escrito, creo que lo arruinaría si le hago modificaciones así que... en teoría, el primer capítulo, es el oneshot, de ahí, me deslindo a lo demás... lean y luego les explico
¡A leer! (los veo en datos extras)
0-"Sensei"
Elevo la mirada al cielo azul que ya estaba siendo invadido por nubes oscuras, un viento frio le envolvió aun a través de su sudadera abierta y su camisa, entrecerró sus ojos y froto sus brazos con incomodidad cuando un escalofrío trepo por su espalda haciéndolo desear calor... pero no precisamente el calor de su propio cuerpo. Mordió su labio inferior con incomodidad, mirando a sus alrededores, se encontraba a mitad de una maldita plaza, iba a comprar la comida para la siguiente semana y no tenía ganas de volver a ver a ese sujeto tan pronto, se dijo incomodo y molesto, tratando de ignorar que su piel se había erizado por completo y que le friccionaba contra las telas haciéndolo incomodo; trago duro, luchando por seguir su camino y comenzar a comprar su comida o al menos esas habían sido sus intenciones...
Como a un maldito mal chiste, desde su pantalón, haciéndolo estremecer por completo, el sonido de un opening de anime hace mella junto a suaves vibraciones que le estremecen por completo tensándolo, termina de agradecer al vendedor por la comida y, en cuanto se aleja lo suficiente saca el artefacto observando lo que temía...
~Director Yoshiko~
~Llamando...~
Su cuerpo entero se estremeció aun ya sabiendo quien era y, aunque fue más que tentativo el colgarle o simplemente ignorar la llamada, su pulgar se dirigió a la tecla verde, tomando la llamada y enviando el artefacto directo a su oreja, ahogando un gemido de excitación, cuando escucho su voz al otro lado de la línea
-Te quiero aquí- ordeno sin siquiera darle oportunidad a México de negar a algo, el latino cerro uno de sus ojos mordiendo su labio inferior y sintiendo sus piernas temblar cual gelatina
-N-No... e-estoy comprando... la comida para mi semana... n-no puedo ir ahora- gruñe, intentando sonar molesto, aun cuando escucha al otro lado de la línea la risa tranquila de aquel imponente he intimidante hombre mayor. Trago en seco, recargando su espalda en un muro de algún callejón para tratar de mantener algo de compostura... maldijo a su suerte el día que le toco su celo y ese hombre estuvo cercas
-Creo que no estás comprendiendo Tenoch. Te estoy dando la orden de que vengas aquí, ahora mismo- escucho, si bien, una voz tranquila y apacible, el tono ocultaba perfectamente una autoridad que, por algún incomodo motivo el latino no podía negar y, Yoshiko, quien sabia que lograba ese tipo de reacciones en el latino, sonrió divertido cuando, a través del teléfono escucho un leve gemido que lucho por ser más un gruñido de incomodidad
-Puedo sentir perfectamente que me necesitas, así que no te hagas del rogar demasiado y ven, para que pueda ayudarte con tu problema- escucho un bufido acompañado de una respiración pesada que solo le hizo alegrar discretamente; México, por otro lado, ya se encontraba sentado en el suelo, tomando con su mano libre el pecho y observando que, entre sus piernas, además de las bolsas de compras que tenía apenas, en su propio pantalón ya sobresalía un pequeño bulto si bien, discreto, pronto seria un problema de ocultar si no callaba al hombre al otro lado de la línea
-B-Bien, bien... iré... p-pronto...- lucho para hablar lo mejor pudiera aun con su cuerpo casi a punto de entrar en celo solo por la simple presencia de la voz del adulto al otro lado, quien por cierto, sonríe divertido y malicioso
-¿Y crees soportar tanto tiempo tu solo? O... ¿Es acaso que quieres otro castigo para que entiendas la importancia de llegar puntual a tus citas?- esta vez, México no soporto y soltó un gemido más claro, cerrando sus piernas con incomodidad de sentir ahora aquel bulto creciendo de un modo más doloroso, mordió su labio inferior, a punto de casi lastimarse a sí mismo y, aun contra todo, tomo aire con una respiración titubeante que fue escuchada al otro lado de la línea
-E-Estaré allá... e-en c-c-cinco... minutos...- jadeo, apagando el teléfono para ya no seguir escuchando la voz del contrario; aquel hombre de cabello negro con algunas pocas canas denotando su edad, solo sonrió de medio lado divertido, observando que la pantalla mostraba el tiempo en la llamada y luego aparecía su fondo de pantalla normal, una de cierto adolescente de piel morena y largo cabello negro que le llegaba a las caderas y que, pese a que siempre le había visto con un mirar fiero, en la imagen que tiene de él, además de ese sonrojo y mirada avergonzada, se muestra semi recostado, completamente desnudo, tomando con una de sus manos su trasero para jalar una de sus nalgas y dejar ver su única entrada ya abierta con semen escurriendo en ella... una de las muchas fotos que Yoshiko solía tomarle a sus "sesiones" juntos
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Toco suavemente, escuchando desde el interior un permiso para pasar, la puerta es abierta y de ella, se deja ver perfectamente al moreno asomando solo la cabeza, con tan solo eso, el hombre sentado detrás del escritorio con sus manos cruzadas, a la espera por el menor, ya podía apreciar que realmente el adolescente estaba en celo... por extraño que esto pareciera en principio
-Te he dicho que podías entrar Tenoch, no me hagas repetirlo- hablo, cuando observo que el adolescente de 16 se negaba a entrar y solo asomaba su rostro sonrojado. Aquel latino solo maldijo por lo bajo, abriendo la puerta para pasar por completo y cerrando detrás suyo. Yoshiko, el hombre japonés de 37 años observa fijamente al adolescente que se niega a moverse ahora de la puerta cerrada... su cuerpo tiene ligeras convulsiones, su rostro sonrojado es adornado por un poco de sudor y la tensión de sus músculos así como un bulto sobresaliendo entre sus pantalones... la imagen más adorable que gustaba de ver siempre que se encontraban
-N-Ni siquiera... me ha dejado acabar mis compras...- le reclama con voz suave... si bien, se percibe el reclamo en su voz y su tono, la verdad, es que suena tan titubeante que más parece una simple mención al aire de una voz tímida y sumisa
-No es mi culpa que seas tú quien me pida a mi... sabes que puedo percibirte y que puedo saber cuando estas entrando en celo... solo te estoy ayudando a diezmarlo- responde como lo más natural del mundo, haciendo temblar al latino que gruñe bajito, luchando en todo momento por no ver la cara del hombre que, sonriendo divertido, se echa hacia atrás en su sofá, dejando a un costado su escritorio y dando unas suaves palmadas a una de sus piernas
-Como es claro que no dirás nada mas ¿Te parece si vamos directamente a bajar ese celo tuyo?- menciona divertido y burlón, México eleva la mirada viendo con enfado al hombre que, con una sonrisa maliciosa, continua palmeando suavemente una de sus piernas
Tragando duro, México comienza a avanzar a pasos lentos, observando cada una de sus acciones, sus labios rosados y delgados curvándose en una sonrisa superior y maliciosa hacia su persona, esos ojos oscuros que, juraría el latino, el café de su mirada brillaba mas en un carmesí sanguinario, su cabello apenas amenazado por un par de canas, perfectamente peinado hacia atrás para darle un aspecto de hombre de negocios, acentuado por su forma elegante de portar el traje vino tinto oscuro que casi luce en negro... México solo se estremece cuando, por fin lo tiene cara a cara, esperando por la siguiente orden del hombre delante de su cuerpo
-Ven aquí México- menciona el hombre, estirando su mano al latino que, al saber que ha pronunciado su verdadero nombre, aquel que nadie más debería de saber, se estremece y, mansamente toma su mano; ahora es el latino quien es guiado por la mano del adulto para sentarse de piernas abiertas sobre las piernas del contrario; su cuerpo entero se estremece con tan simple tacto y, aun cuando lucha por no ser notado, por apenas escasos segundos, su piel morena cambia ante los ojos del mayor a aquellos colores vibrantes que no pertenecen a ningún humano... aquel verde, blanco y rojo con escudo de águila...
Una silueta peculiar de observar por tan poco tiempo antes de que el mismo latino recupere la movilidad y control de su cuerpo volviendo a mostrar su piel acanelada. Yoshiko sonríe, liberando la mano del latino para pasar ahora ambas por los costados del moreno y comenzar a acariciar sobre la ropa, observando gustoso los gestos que provoca en el menor que, suavemente, y entre temblores, comienza a tratar de mover sus caderas con sus tímidos ojos cerrados
-Yo-Yoshiko...- se ahoga bajito el mexicano cuando lucha por abrir uno de sus ojos para verlo; el sonrojo en sus mejillas incrementa y sus manos se aferran al pecho (por la zona del estomago) del adulto para poder encontrar algo de estabilidad al tiempo que el adulto comienza a atravesar la ropa para tocar la cálida piel del menor
-No, no, no... ¿Cómo es que debes de llamarme Tenoch? No pensé que fueras tan mal estudiante... y en especial, uno tan mal educado- menciona, como si el que sus manos estuvieran ya tocando la cálida piel del moreno no fuera algo de importancia y cómo, si los espasmos del latino ante su tacto no fueran suficientes para ahogar la voz del menor
-S... Sensei- jadeo nervioso, siendo recompensado por apenas una mano del mayor, subiendo hasta el pecho del tricolor para pellizcar uno de sus pezones suavemente, acariciándolo con tal maestría que hizo al latino soltar por fin un gemido más fuerte ante su caricia
-Bueno, eso ya es un avance... ahora... el día de hoy, tendré que imponerte un castigo nuevo- menciona, alejando sus manos del pecho del menor para bajar por el mismo recorrido hasta salir de debajo de la camisa del latino y llegar a su trasero el cual aprieta con tranquilidad, notando como el contrario abre sus ojos confundido y nervioso
-¡¿Pero qué? ¿Por qué? ¿Ahora que hice?!- se queja nervioso... aun recuerda que la última vez que fue "castigado" literalmente recibió azotes en su trasero y no le dejo correrse hasta la tercera ronda... indudablemente, en estos momentos, México estaba temblando, no solo por las atenciones que aquel hombre le estaba entregando, sino por sus amenazantes palabras
-"¿Por qué?" preguntas... creí que ya lo sabías Tenoch... después de todo, hoy, cuando te he dado la orden de venir para acá, no solo te has negado a una orden, además te has demorado en llegar y te has atrevido a llegar a la hora que te ha venido en gana, cuando te dije que te quería aquí, tan pronto como acabara la llamada- sonríe él, de un modo peligroso, México jadea cuando siente una suave nalgada en su trasero, apenas un suave golpe que no le lastima en absoluto pero que, en su excitación, le parece alucinante
-Estaba... comprando... mi comida... n-ni siquiera... me... me dejaste acabar- se queja en busca de defenderse del adulto que solo asiente tranquilo, pasando su mano derecha al frente para abrir la hebilla del pantalón seguido de su cierre y el botón, observando los nervios del latino y como aferra las ropas de su saco con nervios de saber lo que viene a continuación
-Tus argumentos no son suficientes Tenoch, te negaste a una orden y estabas a punto de saltarla, siendo incluso, que aun tienes problemas con la puntualidad- se queja el adulto, México le mira sin comprender, cerrando sus ojos y sintiendo su cuerpo estremecerse cuando la mano derecha del adulto ha entrado por su ropa para acariciar su miembro sobre la ropa interior pero con suficiente fuerza para obligar al latino a casi querer llegar al punto del orgasmo
-Pero... yo no- se ahogan sus intentos de hablar, Yoshiko niega, sacando de la ropa interior la erección del menor y envolverla con su mano para comenzar a acariciarla
-Te llame a las 6:48 pm... y ya son las 7:20 pm... te he estado cronometrando y te has tardado más de 7 minutos en llegar a mí, tal y como te he dicho, la puntualidad es algo fundamental en el mundo Tenoch... y parece que tu aun no lo has comprendido por completo
-E-Espere... s-sensei... haaaaa haaaa haaaa... ghhh- ahora, ante la mirada del adulto, México se aferra a su pecho, haciendo su cuerpo hacia adelante mientras el adulto simplemente masturba el miembro del contrario con más velocidad
-Tendré que castigarte Tenoch ¿Comprendes el porqué de tu castigo?- pregunta, ahora solo notando la pura cabeza que, entre jadeos y temblores se mueve de forma asertiva; el mayor asiente tranquilo, deteniendo las estimulaciones al cuerpo contrario y permitiendo a México respirar entrecortado, con un delgado hilo de saliva escurriendo por la comisura de su boca, el sonrojo más amplio en su rostro y una mirada de cachorro necesitada que siempre le parecía adorable de observar al mayor
-Entonces, comencemos tu castigo- finaliza el hombre, empujando el cuerpo ahora sobre el escritorio
Yoshiko observa fijamente al menor recostado sobre su escritorio, con la mirada nerviosa y jadeante siendo cubierta por uno de sus brazos para no verse directamente, con sus ropas mal puestas y su pantalón abierto dejando ver su erección, Yoshiko carga con el cuerpo ajeno solo unos momentos, apenas lo suficiente para bajarle los pantalones y la ropa interior, quitándola por completo del cuerpo ajeno y dejándolo de la cadera hacia abajo completamente desnudo y sin calzado, observa las piernas llenas de marcas y moretones, mayormente chupetones y mordidas que él ha estado dejando en la zona cada vez que era el celo del mexicano
Se inclino y, pasando de su miembro el cual, solo beso en la punta, bajo hasta la entrada del latino, lamiendo lentamente la entrada con suavidad, escuchando al instante los gemidos de México al clamar por su nombre de ese mismo modo nervioso que siempre tenía cuando estaba en celo, completamente ajeno a su personalidad aguerrida y violenta
-Haaaa... s-sensei... n-no tan... ¡Profundo!- ahogo un gemido cuando, lo que apenas comenzaba como una suave caricia en su recto, se vuelve una penetración de la lengua del adulto en la zona, removiendo sus entrañas sin consideración alguna, haciendo a la mirada del latino a abrirse con lagrimas en los ojos y comenzar a degustar como, las manos del adulto lo toman desde las piernas para abrirlo hasta donde su propio cuerpo le permite y comenzar con su "castigo"
¿Cómo es que el latino había terminado en las garras de un hombre como Yoshiko? Se pregunto por escasos segundos antes de volver a perder su cordura en las manos del mayor...
... ... ...
Todo había comenzado con su propia creación y existencia... el, no era un ser humano, sino una combinación alienígena de algún tipo de elemento encontrado en otro planeta, combinado con sabrá dios que tantas cosas más, acabando con algo parecido a un ser humanoide, un tipo de programa militar conocido como "countryhumans" si bien, al menos el no había sido el único, era en esos momentos el más joven de un grupo de "hermanos", otras creaciones como él, conocidos mejor como "latinos"
Pero no habían contado que, así como los countryhumans heredaron rasgos de países (de ahí su nombre...) también heredaron de esa gente, sus personalidades y algunos rasgos... por tanto, apenas los latinos comprendieron que iban a ser utilizados para armas de destrucción masiva, dominio de territorios y demás cosas, optaron unánimemente en escapar...
Y lo habían logrado, se dijo el latino. Todos pudieron huir y ahora se mantenían ocultos. Como las instalaciones yacían ocultas entre México y Estados Unidos, el latino no podía quedarse en sus tierras... por algún motivo parecía más importante para ellos encontrarlo a él primero, que al resto de sus hermanos... y si bien, eso era desagradable, también era conveniente...
Al menos, sus demás hermanos estarían a salvo mientras él se ocultaba también
Y todo iba más que perfectamente bien... había logrado llegar hasta Japón, con sus habilidades, se había hecho pasar por un japonés mas... ya saben, piel blanca como la leche, ojos rasgados, cabello corto negro y lacio... cualquiera que lo viera, sabría que era un simple japonés mas... jamás dudarían de su nacionalidad...
Y así había sido un tiempo... México había podido pasar desapercibido, solo teniendo un "nombre extraño" al negarse a ponerse otro nombre que no fuera Tenoch... era lo único que podría poner en duda su falsa nacionalidad japonesa... pero... no todo podía ser perfecto, se dijo
Algo que nadie nunca le dijo a México, es que al parecer los countryhumans tenían como los animales, periodos de celo... su cuerpo se ponía caliente y necesitaban marcar o ser marcados... vamos, tener sexo salvaje. México había logrado mantenerse a salvo... podía reconocer cuando estaba a punto de comenzar un celo y por lo regular, se había mantenido encerrado en su hogar hasta que este pasara al día siguiente... peeerooooo...
Entre el hecho de que, en esa temporada; por desgracia el gobierno que lo había creado, había dado con él, sin querer, había involucrado al director de su escuela... un caos y una batalla entre él y otros de sus hermanos por libertad (que sin querer se había llevado a cabo en territorio Japonés) pero que había acabado más que bien con los countrys siendo los vencedores... acabando con todo aquel que supiera de la existencia de los countryhumans y finalizando sus asuntos con todos ahora pudiendo volver a sus ahora respectivas tierras a vivir una vida normal como seres humanos, ocultos en la sociedad...
México no tenía a donde ir de todos modos y, aunque quería volver a su hogar, también era cierto que no había acabado sus estudios y que, siendo honestos, Japón estaba mejor preparado en ese sentido que su propio hogar. En principio, el latino solo había pensado en lograr alguna carrera para que, estando ya bien preparado, ir a su hogar y ayudar a su gente... pero las cosas, si bien, hasta ese punto, le estaban yendo tal y como debía... un problema enorme se le había sumado...
Su director
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-S-Sensei- ahogo un gemido, con su pecho pegado al escritorio junto con su cabeza, su trasero le ardía luego de una sesión de nalgadas de parte del adulto y ahora, lo que sentía era algo duro y cálido restregándose entre sus nalgas, paseando descaradamente por su entrada sin dilatar completamente... y aun cuando lo sabía, México solo ahogo un gemido, luchando por elevar un poco mas su trasero para suplicar por tener aquel pedazo de carne en su interior
-No Tenoch, este es tu castigo, no un premio, así que primero quiero que te disculpes honestamente por haber desobedecido mis órdenes- le ordena, tomándolo por las caderas y restregando su miembro erecto entre las nalgas del moreno que, entre gemidos trata de girar a verlo sin lograr mucho
-Lo... Lo lamento mucho... s-sensei... n-no volverá a pasar... o...tra vez...- jadeo tembloroso, Yoshiko enchueco la boca ligeramente, sonriendo tranquilo y malicioso poco después; se aleja un poco, permitiendo observar la escena del latino ahora completamente desnudo encima de su escritorio, con su cuerpo marcado ya por mordidas nuevas y chupetones en las zonas que aun no habían sido marcadas por él. Sonrió satisfecho cuando alcanzo a percibir un tenue color violáceo en el trasero del latino, se inclino un poco para dar una pronunciada mordida en uno de sus globos de carne, escuchando un alarido de dolor del tricolor y que mandara sus manos hacia atrás en busca de liberarse de la mordida del mayor
-Aquí Tenoch- Yoshiko toma las manos del latino, guiándolas a su trasero y haciendo que con estas, el mismo latino abriera su trasero para dejar ver su entrada que de a poco se contraria y soltaba. El mayor observa los nervios del menor y, con la misma tranquilidad que siempre le ha caracterizado, saca su teléfono para tomarle una nueva fotografía desde la posición en la que se encuentra, notando un brinco del latino y que este se tense, sus caderas comienzan a moverse de un lado al otro como si de una cola de perro se tratase, el mayor sonríe suavemente y, tomándolo de un costado para detener su movimiento, apenas colocando la punta de su miembro sobre la entrada del contrario, sin mediar palabra alguna, se empuja con fuerza
-¡SENSEI!- grita el latino; las puntas de sus dedos se entierran en su propio trasero y sus ojos abiertos ante la invasión sin avisar, son cubiertos por la mano del adulto que, jalando con su rostro (su mano cubre los ojos de México) comienza a embestir al menor con poderío y velocidad, haciendo a México solo soltar gemidos de placer y sorpresa, negando a que alguna palabra brota de ella
-Vamos Tenoch, abre bien tu trasero o seré mas estricto contigo- demanda el adulto, México no puede asentir o negar, su voz apenas enmudece suavemente cuando busca necesitado jalar por aire, un nuevo estremecimiento apenas le llega cuando siente la mano del adulto tomando de nuevo su miembro y dejando algo que aprieta bajo la cabeza de su miembro... ho no... era uno de esos anillos especiales de acero con goma que evitaban que se fuera a correr... significaba que esta vez, iba a acabar tan agotado que no podía irse a casa... se dijo por escasos segundos, temeroso de saber que su castigo apenas iba comenzando...
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La vez que todo había comenzado, las cosas, simplemente se habían dado por mero accidente nada más... el latino no había contado correctamente las cosas. Después de la batalla campal que había significado el poder liberarse de su pasado y de todos los que alguna vez supieron de los countryhumans, el había quedado demasiado débil como para tener en cuenta que su siguiente celo estaba cercas...
Debido a la intensidad de la batalla, le tomaría dos semanas el recuperarse al máximo; hasta entonces, su cuerpo, aunque mostraba ser el de un ser humano, había cambiado sus rasgos a los rasgos más semejantes a la gente que vivía en México... o sea, su piel blanca había pasado a ser morena, sus ojos rasgados ahora eran más grandes, sus cortos cabellos ahora eran largos hasta debajo de su cintura negros como la noche y su complexión misma, se había dejado ver, como la complexión de los latinos, con caderas más amplias, un trasero redondo y grande (para ser de un chico) y una sonrisa traviesa como maliciosa que ahora apenas se mostraba debido a su agotamiento para recuperar sus energías...
El día que todo había comenzado, México solo había salido a hacer sus compras, había desviado su camino a una plaza en el centro de la ciudad pues estaban firmando autógrafos de un anime shonen que estaba siguiendo y, teniendo la oportunidad, había huido rápidamente para conseguirlo... mientras iba de regreso, aun con la idea de comprar al menos solo comida para ese día, ve a lo lejos a su director atrapado por lo que parecen algunos delincuentes del momento
El latino se mete, el solo logra hacer huir a los que estaban asaltando a su director y... por algún motivo que ya no comprende, el mexicano se encuentra dentro del auto del adulto siendo llevado a la casa del mismo para agradecerle y curarle alguna que otra herida sangrante que le hicieron durante la batalla... aun cuando México se ha negado explicando a bolitas y palitos que él posee la habilidad para regenerar incluso partes de su cuerpo mutiladas... igual, el hombre no le escucha y de todos modos acaba el mexicano en la casa del mayor
México siempre había visto con cierta timidez a su director... el hombre tenía un porte y un nivel de inteligencia tan aterrador que simplemente el latino se sentía intimidado con su presencia... pese a que el hombre era una persona amable y de modales muy recatados... México siempre había podido apreciar ese brillo malicioso en su mirada que le hacía sentirse inseguro he incomodo (aun cuando el mismo moreno pudiera matarlo con tan solo agitar su mano) desgraciadamente, mientras se encuentra en la casa de Yoshiko siendo atendido por el adulto... su celo comienza, esta vez, de un modo tenue que México no nota hasta que es demasiado tarde
Para cuando el latino tiene consciencia de que era lo que estaba pasando, su ropa ya estaba desapareciendo, se encontraba en la cama del mayor, siendo despojado prenda por prenda por el mismo adulto que pasionalmente lo acariciaba como nunca nadie jamás lo había tocado... y, entre tanto placer que el mismo latino sentía y su propio celo del momento, se dejo hacer por las atenciones de Yoshiko
Para cuando abrió sus ojos, ya estaba desnudo en la cama del mayor, siendo abrazado protectoramente por el adulto que dormía aun plácidamente y que parecía ser bañado por el brillo de un nuevo amanecer... México pego un brinco que hizo despertar al adulto que a su vez, confundido de igual manera por lo que ha ocurrido, tiene que ser explicado muy lentamente por el latino
El celo aparecía una vez al mes, solo por 24 horas; no era la gran cosa, el había podido controlarlo pero, por la última batalla, no se había dado cuenta que su celo había comenzado un poco antes y que la razón de que su propio director lo tomara fue por las hormonas que su cuerpo en celo despide, volviendo susceptible a la persona más cercana al country...
Al ver la preocupación en la mirada de su director, México opta por borrarle la memoria de aquello que recién le ha explicado y de la noche que han tenido (donde igual, imagina que ninguno estuvo muy consciente de lo que sucedió) y, aunque México se aseguro de borrar todo recuerdo de el siendo subido al auto del director, llegando a la casa del adulto y todo lo que paso después... una semana antes de su siguiente celo, su celo aparece con violencia de nuevo, a mitad de escuela... solo que nadie parece notarlo
Justo cuando México está a punto de retirarse de la escuela alegando que no se sentía bien, es llamado por el director que, en cuanto lo tiene de frente, cierra con seguro la puerta de su despacho y lo toma ahí mismo con la misma intensidad...
Gracias a un corto momento de relajación entre ambos, México logra sacarle al adulto una verdad que no se esperaba... los recuerdos que el mismo se había asegurado de borrarle a Yoshiko... si habían desaparecido... pero la mente del mayor era tan fuerte, que después de un tiempo los había recuperado sin ayuda y... ahora que había tenido tiempo para pensar bien las cosas, se sincera por escasos segundos... anunciando que él podía percibir cuando el latino estaba a punto de entrar en celo
Esta situación hace a México alertar y sale huyendo... los siguientes días, aun cuando México está en un enredo al no saber qué hacer, y no teniendo el valor para volver a la escuela (huyendo lo más posible de su director) lo encuentra un día en la puerta de su casa y, como si su simple presencia fuera alguna especie de interruptor, un celo antes de siquiera llegar a la semana de su celo anterior, aparece en el latino. Yoshiko invade el hogar del latino para tomarlo de nuevo... por el momento, las palabras son innecesarias hasta que ambos cuerpos apaguen la necesidad por el contrario
Entre roses y caricias, México alcanza a escuchar algún tipo de amenaza-petición... Yoshiko no quería dejarlo ir y... el celo de México reconocía a Yoshiko volviéndolo adictivo para el latino... el tampoco podía escapar de sus instintos para con el adulto... y después de lo que son algunas horas de intenso placer por parte de ambos, Yoshiko hace la jugada final que deja al mexicano entre la espada y la pared...
México ya había estado diciendo desde hace algún tiempo que tenía planes de volver a su hogar en México (en especial luego del primer celo que tuvo con Yoshiko) así que, sabiendo que él (Yoshiko) es el único ser humano que sabe de su existencia como countryhumans, lo amenaza a que, si se entera que escapa de él, daría aviso al mundo entero de su presencia; en consecuente, los gobiernos lo cazarían sin parar y él, que poseía suficiente dinero debido a las acciones de su propia empresa, tendría lo necesario para comprarlo "como a un animal exótico" y tenerlo a su lado por lo que les quede de vida a ambos
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-¡Sensei! Sensei, sensei, sensei- jadea el latino con una mano echada hacia atrás, siendo sujetado por arriba de su codo por el mayor mientras las caderas del adulto golpean incesante contra las del moreno... y, aun con la bruma de placer que ahora al latino... México lo reconoce...
El latino no tiene de otra... borrarle la memoria no funciono, sus amenazas son fuertes y aun mas, parecen tomar fuerza, cuando el mismo adulto besa solo las sienes del menor, haciendo al corazón del latino acelerar y que, el celo que apenas había logrado calmar, vuelva con fuerza, acentuado cuando de nuevo, las manos del adulto, comienzan a recorrer la piel ajena...
Yoshiko no solo tenía al mexicano atrapado contra una pared con sus amenazas... sino que lo tenía contra la cama, con sus caricias, con su forma de tomarlo... el latino no quería aceptarlo, pero el adulto se había vuelto el dueño de sus celos... y, cual toxina y droga... el tacto de Yoshiko se volvía adictivo y creaba su celo. El celo en México hacia a Yoshiko perder los estribos, olvidarse de su propia rectitud de director para centrarse solo en tomar al adolescente
-¿Te vas a correr ya, México?- pregunta el adulto divertido, saliendo del interior del menor para sentarse en su sillón, jalando desde las caderas al menor y obligarlo a sentarse sobre su erección para volver a embestirlo, México se estremece, con su mirada al techo, con un hilo de saliva escurriendo, sintiendo sus piernas cargadas y abiertas por el adulto que ahora, cargando con todo su peso, continua penetrándolo con fuerza
-Sensei... por favor... déjeme... correrme- suplica, abrazándolo con uno de sus brazos, el cuello del adulto, viéndolo por apenas y lamiendo su mejilla suavemente como un cachorro suplicando por piedad; el adulto sonríe, tomando la oportunidad para besar al moreno que continua con la lengua de fuera jadeando con fuerza, en ningún momento le permite descansar, sus caderas golpean con fuerza contra el latino que, entre espasmos, siente de nuevo el orgasmo llegar y atorarse en la punta al no poder correrse como tanto desea además de ser llenado nuevamente en su interior por aquel adulto
-¿Ya has comprendido tu lección, México?- pregunta luego del beso, notando las lagrimas en el latino y como, aun con un gesto de dolor y ese sonrojo, asiente efusivamente, Yoshiko permite a las piernas del latino bajar y tocar con la punta de sus pies el suelo, el latino siente que algo caliente lo está llenando aun más que antes y juraría que ya está comenzando a escurrir fuera... pero, lo que le hace perder el cielo y el suelo, son las cálidas manos del adulto, acariciando su hinchado miembro adolorido con tal suavidad y tacto que aun dominado por el dolor, México puede sentir un placer alucinante volverlo loco y obligarlo a echar su cabeza hacia atrás jadeando aun entre el dolor y el placer del tacto
-Espero que la próxima vez que te de una orden, sea acatada al momento... o tendré que castigarte de nuevo, con más severidad la próxima vez- es lo último que alcanza a escuchar conscientemente a antes de que, entre las caricias suaves a su miembro, el anillo que evitaba que se corriera, por fin fuera liberado, permitiéndole al latino llegar al clímax negando de un modo tan escandaloso que se tiene que tomar del adulto mientras su orgasmo invade cada uno de sus sentidos dejándolo atrapado en una bruma blanca por largos y placenteros minutos
... ... ...
Su respiración es jadeante, su cuerpo no para de temblar y agradece que el adulto aun lo esté cargando porque no cree tener la fuerza para ponerse en pie luego de semejante orgasmo... aun siente que todo el da vueltas, aunque va recomponiéndose de un modo lento, percibe un beso de parte del adulto en su mejilla, es su forma de llamar su atención y hacer que la mirada de ambos colinde; la gentil sonrisa que le muestra el adulto, es suficiente para que el menor comprenda que esa sesión de sexo estaba lejos de acabar... y lo peor es que no sabía reconocer si ya había acabado su castigo o si todavía habría más...
Y mientras el mayor, con cuidado lo deja sentado sobre sus rodillas en el suelo, cara a cara con su propio falo, México trata de pensar si no es muy peligroso que ellos aun sigan teniendo sexo en un lugar así... después de todo, si bien, la oficina del director esta en lo más alto de los edificios, también es cierto que tiene tres grandes ventanales que dejan ver perfectamente hacia el exterior... además, aun estaba el turno de la tarde rondando y México sabia que estando en celo, no era precisamente callado...
Le preocupaba que ese hombre respetable e imponente estuviera siendo perjudicado por sus feromonas... aun cuando el mismo latino ha tratado de alejarse del nipón, no puede... siempre que lo escucha, siempre que lo mira, siempre que siente su suave y sutil toque, el celo viene y no puede hacer nada más que estar a la merced del hombre que justo ahora le está empujando la cabeza para que le haga una mamada
-Vamos Tenoch, si lo haces bien, te dejare ir a casa para que continuemos con esto en un lugar más privado, se que te gusta estar a solas para gritar todo lo que quieras... así que haz lo que te digo y tendrás una recompensa- le anima el mayor, acariciando su cabeza cual cachorro, el latino sube apenas la mirada, asintiendo... ahí iba de nuevo su celo a activarse con desesperación... ahí iba su mente, su cordura y su sentido común por la borda mientras su cuerpo reacciona al deseo de seguir siendo tocado por aquel adulto...
Ahí iba su idea de escapar de ese hombre... todo queda en el olvido mientras se esmera para recibir su "premio" de manos y tacto del adulto...
Notas finales:
Okey, primero, explicaciones fuera de esta historia. Como dije, en principio quería que esta idea fuera solo un oneshot y ya, como pueden leer, este capítulo está planeado de este modo, tiene una explicación, hay un "tema principal" y un concepto de "aquí acaba esta idea pero la historia continua"... de verdad iba a cambiarlo para que solo sea lemon hard pero pienso que queda mejor así (además, mientras escribo esto, tengo poco tiempo, prefiero usarlo para seguir escribiendo mas lemon) de todos modos, lo que se ha explicado en este primer capítulo, se va desglosando en los siguientes... tipo "lo que paso antes" por si llegan a tener dudas
Ahora, un poco sobre la idea... como dije, andaba viendo anime (como pocas veces, porque casi nunca tengo tiempo entre los shimejis, mis ideas, mis fics y mi vida como esclava de casa TTnTT) así que, al andar viendo anime, me encontré este tipo de persona seme rompe ovarios todo sensual que *¬* bueno... ya se darán una idea y, como no quiero que me miren raro, no diré el anime para no echarme más en cara que esto es... bueno, mejor me callo por mi seguridad. Ahora sí, comencemos con las explicaciones, aunque de todos modos, lo que explique aquí, lo iré desglosando mas, en los siguientes capítulos (con sus respectivos lemons)
Datos extras:
*México está viviendo en Japón, oculto
**(Esta es medio importante pero no aquí) el concepto de lo que es México... una combinación alienígena de algún ADN de otro mundo con "sabrá dios que mas" lo he ido desarrollando mas para otra historia que sería mucho más extensa... pero se me salió la idea aquí XD... no es de importar pero, en teoría, México no es nada humano... tal vez un 10% si bien va... es mitad aliens, mitad quimera de la ciencia y un poquito humano, de ahí que de todos modos sea un countryhumans. Como countryhumans, México y el resto de su hermanos los latinos, fueron planeados bajo la premisa de que serian armas pero, dado a que, para cada country utilizaron un tipo de ADN humano diferente, cada country obtuvo eso, sus rasgos de country, por eso todos son diferentes entre sí (al menos explicándolo para esta historia)
*Al ser un revoltijo de cosas, los countrys prácticamente vienen a ser un concepto de "dios" pero sin llegar a serlo... más adelante se ve, pero, entre sus muchas habilidades, cambiar de aspecto para hacerse pasar por humano, tele transportación, curación, magia, telequinesis (algunos), manipulación de la mente humana, manipulación de la realidad (aunque en muy pequeños espacios), regeneración casi completa entre muchas otras cosas más, vuelve a los countryhumans prácticamente dioses casi indestructibles... pero, al ser creados por humanos, no son perfectos y tienen sus muchas desventajas... por ejemplo, México, es un idiota del tipo que piensa con el corazón y no con la cabeza, de ahí, buena parte de su incomodidad y nervios estando con Yoshiko
*Otro punto importante. Solo fueron creados los countrys latinos... o sea, son los únicos que existen aquí; USA, Japón, Rusia, China, etc. No existen como tal... a lo mucho, los que vienen a ser sus "representaciones humanas" que en este caso, la representación humana de Japón, viene a ser Yoshiko
*Las "representaciones humanas de un country" (pff que largo nombre ¬¬) vienen a ser algo parecido a la idea de "super humanos" casi casi, pegándole a la idea de "monstruos" pues, para ser humanos, tienen habilidades superiores a la media... un ejemplo, la elevada inteligencia y astucia de Yoshiko... aunque, si expandiera este universo, otro buen ejemplo seria USA, un marin de las fuerzas armadas estadounidenses, el mejor en su rama, un asesino de elite capaz de manejar cualquier arma sin problemas, casi hasta con los ojos cerrados, increíble estratega habilidoso, ágil y prácticamente imposible de atrapar... vamos, una chingoneria de persona... así me imagino a los que vienen a ser las representaciones de cada country... eso sí, sin llegar a la idea de Hetalia (más que nada porque nunca he visto hetalia)
Bueno, acabando las explicaciones globales... vienen las explicaciones conforme la historia:
*Para el momento en que se presenta esta historia, se supone están en la actualidad... obvio, antes de la pinche pandemia XP
*(Importante) Como countryhumans que es, México posee ese que es su verdadero nombre "México" pero, como humano, posee otro, que este vendría a ser Tenoch (no recuerdo donde vi un México que así se llamaba) y, se supone, ningún humano debe de saber su verdadero nombre, por eso, cuando Yoshiko lo llama por ese nombre, se vuelve aun mas sumiso si es que eso es posible ¬u¬
*Bueno, esto mejor lo explico ya. En este mundo/AU no existe nada como los alfas y los omegas... algo que salió sin desearlo en los countryhumans es el concepto del celo, o sea que no estaba planeado que tuvieran un celo una vez cada mes pero, así son las cosas; ahora, explicando el asunto con Yoshiko, esto es un circulo vicioso que nunca va a acabar a menos que México le ponga un alto. Me explico: Cuando México tiene su celo, deja fluir feromonas que vienen a funcionar como las de un omega en celo; entre countryhumans estos pueden soportar las feromonas de otro country en celo, pero los humanos no pueden, aun los que son las representaciones de un country no pueden evitar actuar por las feromonas percibidas pues en ellos, funcionan como una especie de afrodisiaco potente... es aquí cuando comienza el circulo vicioso porque, dependiendo de la cantidad de feromonas que expulse el country, es la cantidad de afrodisiaco que recibe el humano y por consiguiente, es lo que dura con el country en el sexo, debido a esto... el humano viene a quedar bajo el concepto de un alfa (pero sin llegar a marcarlo) y, cada vez que se vuelven a encontrar, la simple presencia del humano, obliga al country a expulsar las feromonas, de ahí que esto se vuelva un circulo vicioso y, siendo el country el único que aun posee algo de raciocinio en esos momentos, es el único que puede decidir si escapa del humano o si sigue aceptando el sexo
*Esto de las feromonas es contraproducente porque, a fin de cuentas, son humanos los afectados... después de un determinado tiempo, por tanto sexo, terminaran poniendo su vida en riesgo y si no son detenidos, acabaran con la vida del humano. La forma de evitarlo es que, aun cuando el country entre en celo, el humano no vaya a su ayuda (o en caso de México, que él no vaya a donde Yoshiko) así, después de un tiempo (dependiendo de qué tan intoxicado este el humano) será el tiempo que tardara en desintoxicarse de las feromonas del country salvado su vida... pero como que siempre se la dejo difícil a México XD haha Obviando de eso ¿queda claro estos puntos sobre las feromonas y el celo? Si no, pregunten
*Debido a las mismas feromonas (casi como si fuera un alfa) el humano también puede saber cuando el country entra en celo y, ya sea ir en su ayuda o hacer venir al country a donde él se encuentre... de verdad, apenas caigo que esto de verdad parece un omegaverso pero sin serlo completamente... que rayos???
*Esta idea da inicio luego de la batalla para la libertad de los countrys (seria mucho pedo explicar desde la creación de los countrys, además, quiero que esto sea solo lemon)
Madres... una hoja entera de puros datos extras... bueno, si se me ha olvidado algo, durante la historia lo voy explicando; ya saben, si han quedado dudas, yo con mucho gusto respondo n.n
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Que tengan lindo día
¡Comenten!
¡Portada hecha por mi muajajajajajaja! (los presentes son Mexico-Tenoch y Yoshiko-Japón)
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