Chapter 2
Si me preguntan; pese a ser una persona cristiana que se puede llamar a sí misma devota, puedo decir sin tapujos que me repugnan las fechas festivas.
Es algo que desde niña no he tolerado con facilidad, dos semanas que son estrictamente separadas y planificadas para el ciudadano promedio, el cuál es subyugado por un estado indiferente todo el año, siento que es un premio a una larga temporada de arduo trabajo mal pagado.
Pero este año algo más me cayó pesado y fue el hecho de que estaría dos semanas sin mi dulce alumna de rosadas mejillas, a quien me he acercado un poco más estas últimas semanas, ganándome por primera vez, una cálida y dulce sonrisa de su parte justo después de haberla ayudado con el uniforme en el que no tenía claro alguna que otra consigna.
Y aquí se planta un disyuntiva, adoro que sea una alumna tan brillante en mi materia pero detesto no poder ayudarla un poco más, eso me permitiría aunque sea sacar una charla casual, quizás con suerte con café, no estoy buscando más que conocerla.
Realmente me gustaba Jennie, pero con su problema para comunicarse y el mío de no querer quedar como una profesora pervertida, todo se volvía más complicado.
Ahora un poco más.
Aquella mañana nos encontrábamos reunidos en la sala de profesores mientras corregíamos algunos trabajos y diseñábamos un plan de estudios para cuando apareció Hoseok, mi colega y profesor de Semántica de segundo año, decidido a tirar una bomba la cuál detonó justo frente a mi nariz.
— ¿No lo sabías? — Habló cómo un muchacho chismoso de secundaria — La nieta de Lee está en tu clase y tú ni yo lo habíamos notado.
Paro mala suerte la mía, no había dos mujeres apellidadas Lee en el campus.
La única era Lee Chaeyeon, mi jefa, y decana de la universidad.
— ¿Quién es? — Pregunté algo temerosa de su respuesta.
—Kim Jennie, según me dijieron.
— ¡Carajo! — Solo me di cuenta que había gritado cuando media sala se volteo a mirarme. Entonces me adapté a mi asiento e intenté ser un poco más discreta está vez. — ¿Estás seguro de lo que hablas?
— Sí, Lee quería que no se supiera por un tema administrativo pero encontraron sus documentos y supieron que es la hija de su única hija, Chaehyun.
Si Jennie me parecía difícil de obtener antes, ahora era francamente imposible, porque no pondría en riesgo mi empleo por ella por más bonita que fuera, siempre hay alguien más, pensé intentando hacerme creer aquello a mí misma.
Por lo menos ahora podía tomar ventaja de nuestro distanciamiento temporal.
Iba caminando por uno de los pasillos de la Universidad cuando algo devuto mi andar, más precisamente alguien.
— Profesora — Había escuchado su dulce voz detrás de mí, sintiendo como su mano rodeaba mi antebrazo.
En mi sorpresa me di media vuelta para observarla reparar algo de aire, debido a que corrió hacia mí. Luego su lengua humectando sus labios rojos y entonces tuve que apartar la vista.
— Profesora...
— ¿Qué sucede, Kim? — Intenté sonar distante pero no lo logré entender si era muy obvio que era fingido. Luego ví su rostro y la tristeza la asaltaba.
— Usted nunca llama a sus alumnos por su apellido... — La ví bajar la mirada y jugar con sus manos como una niña — ¿Hice algo mal, Señora?
Bastante jodido fue pensar todo lo que pensé cuando oí ese "señora" de sus propios labios.
Está niña me corrompía de una manera casi escalofriante, jamás pensé que una persona pondría en juego mi autocontrol cómo lo hacía Jennie cuando la tenía cerca.
Era una loba hambrienta frente a una deliciosa y mansa oveja quien entregaba su yugular gustosa de lo que podría hacerle.
— Solo te llamo como debería... — Suspiré algo entristecida. No, ni siquiera su acercamiento cambiaría que ella ahora pasaba a ser algo prohibido. — ¿Necesitas algo? Oficialmente será receso invernal en cinco minutos.
— Sólo le he traído mi tarea para que la corrija — Acercó unas hojas de papel en un folio.
Pero no recordé haber dado una tarea que requiera entregarse ahora. Me extraño aquella actitud mientras la observé mirando disimuladamente al su alrededor como temiendo algo.
— Tomela, por favor — Insistió sin mirarme y cuando al fin la sujeté en mis manos se fue despidiéndose con un corto "adiós".
Ni bien le di un visto rápido a las primeras dos hojas noté inmediatamente que era informe que le había puesto a Jennie, fue un sobresaliente cómo en cada informe entregado de su parte.
Pero, sin embargo, este no parecía ser la misma copia sino más bien era como un borrador anterior sin corregir.
Sin más lo doblé guardándolo junto a mis otros informes sin corrección para analizarlo una vez esté en la tranquilidad de mi hogar.
Caminando hasta mi auto con celeridad noté que la tormenta de nieve estaba comenzando nuevamente y mi abrigo negro se tornaba casposo por las cristales de nieve.
Estaba decidida a que no tocaría los trabajos de mis alumnos por lo menos hasta después de navidad, pero el último suceso con Jennie me mantuvo dudando pese a mis propias insistencias de no ser tan dependiente de mi alumna.
Es que no debía cambiar mis planes sólo porque se comportaba algo raro, en definitiva la chica era todo menos normal, pero jamás me mantuvo tan inquieta como esa vez.
Pero esa noche mientras me encontraba sentada a la mesa desgustando mi Bibimbap, literalmente solo podía preguntarme qué significaba el movimiento de mi alumna hacia mi persona.
¿Qué es lo que intentaba?
Cansada de esa voz represiva en mi cabeza me levanté hacia mi portafolio a buscar aquel dichoso informe esperando encontrar alguna respuesta, lo tomé en mis manos y lo saqué confirmando que era una tarea anterior, sin embargo en la cuarta hoja la caligrafía era distinta.
Alcancé a leer: "Está noche entra en AHYA; 20:15 hs sea puntual por favor."
Reconocía ese sitios de foros porque era el Facebook de los ánimos; allí te podías conectar de distintos servidores entrados a las diferentes salas de chat del sitio.
Había sido parte de esa comunidad desde que supe que el internet era para otros asuntos más aparte de mirar porno o preguntar cosas banales cómo la existencia del diablo.
Estaba pensando en aquello cuando me pregunté por qué Jennie buscaba contactarme por allí (un sitio casi obsoleto) y no en Instagram o en Twitter como las chicas de hoy.
Con un movimiento acelerado me dirigí a mi escritorio donde se encontraba mi laptop encendida, faltaban dos minutos para la hora pactada, pero los gasté intentando entrar al sitio que por estás horas se volvía realmente inútil.
CAT GIRL96 quiere iniciar una conversación
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CAT GIRL96: Es muy puntual profesora :)
LILI.L27: ¿Jennie?
CAT GIRL96: Sí, y usted es M.L LILI... Tal como sospechaba
LILI.LI27: No sé de qué hablas.
CAT GIRL96: Ame Encuentros Carnales y El infierno de Emily, fueron las novelas con las que me corrí más rápido mientras me mansturbaba pensando en todas las cosas que usted podría hacerme.
LILI.LI27: Jennie, esto está mal. Eres mi alumna y... yo no quisiera que las cosas se tornaran confusas. Soy una mujer adulta... Y tú eres una niña.
CAT GIRL96: No soy una niña y lo sabe. Y si el problema es que lo sepan, nadie dijo que buscaba una relación formal. A mí tampoco me favorecería, profesora.
LILI.LI27: Es que.... Esto no está bien.
CAT GIRL96: ¿Piensa que no me di cuenta cómo me mira? ¿Qué desea esto tanto como yo? ¿Que seguramente fantasea conmigo?
LILI.LI27: ¿Qué? No. ¿Qué estás diciendo?
CAT GIRL96: Estoy diciendo la verdad, que me encantaría que me espose en la cama, justo como Jungkook esposó a Taehyung en "Ella o yo", y que me coma el culo de la misma forma para finalmente tomar posesión de mi coño de niña* con su miembro. ¿O qué? ¿Sólo es palabras cómo cualquier escritor mediocre?
LILI.LI27 SE HA DESCONECTADO.
— ¿Qué demonios?
Esa noche mientras me removía en mi cama sim poder dormir, sólo podía darme cuerda una y otra vez con todo lo que leído de mi supuesta alumna.
Pero quizá ni siquiera era ella.
Quizás Jennie no pudo conectarse y otra persona sólo vio la oportunidad para molestarme, el hecho de que me llamara profesora era irrelevante debido a que me llamaban así con un juego de palabras la palabra Master* y que seguramente dedujo que era yo por mi nombre de usuario.
Quizás era el momento de cambiarlo.
Sí, ahí estaba una buena explicación.
Es que simplemente no me parecía viable la idea de que Jennie, aquella chica que tenía hablar en clase, la de temperamento tímida y dócil, fuera de ella misma que me escribió que la esposara a la cama y la jodiera por el ano.
No, todo esto superaba la realidad de una forma tragicómica.
Me reí creyendo evidentemente todo era una ocurrencia de alguna persona aburrida por el Internet.
¿Y si no?
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