I.-Cartas
" Existe una sola ley y es la ley de la atracción. "
De Rhonda Byrne
⚠Advertencia⚠
El siguiente contenido va a ver escenas de violencia y groserías, leer bajo su propia responsabilidad.
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Error había regresado de sus compras del mercado junto con sus estudios de sangre; él doctor que le atendía le había dicho que no tenía nada pero le hizo unos que otros estudios y también le preguntó cosas sobre su estado. Él moreno le empezó a comentar; había veces en las cuales sentía su corazón doler sin ninguna razón como si le avisar que estaba en peligro, se levantaba con mucha energía pero pocas horas después empezaba a tener sueño y aveces llegaba a escuchar voces o alterarse sin razón aparente con Ink.
No escuchó lo que decía él doctor, pero si había puesto atención sobre el cada cuando debía consumir algunas pastillas, también le dio otras pero eso era cuando estuviera alterado. Luego de la conversación se fue directamente a casa.
-Joder... -De nuevo se sentía cansado y sentía que las fuerzas se le iban, era el momento de consumir una de las botellas que tenían pastillas de una forma rara. -¿Por qué de animales?.
Decidió no hacerse más preguntas y consumió solamente una, no se podía tomar todas o tendría una sobredosis de quien sabe que cosa. Pasaron minutos, sentía como dejaba de estar cansado a sentirse con más energía y con más fuerza para hacer muchas cosas en un día.
-Bien, ¿qué hora es? -Miro el reloj y se dió cuenta que era casi la 6:00 p.m, había tardado mucho en llegar a casa, pero el sonido de un " ding dong " lo saco de sus pensamientos. -¿Quién será?.
Camino y abrió la puerta sorprendiéndose al instante al ver los rostros de esqueletos conocidos y uno humano que prefería evitar y espera ¿quién los invitó?, como habían llegado entraron a su casa sin el mínimo respeto de privacidad. Error los iba a echar a patadas si no fuera que traían un pastel de chocolate y algunos regalos.
-¿Quién es él cumpleañero?. -Preguntó una " esqueleto de azúcar " a Error que la miro confundido. -Pues eres tú Error, eres tú. -Dijo en un tono alegre pero fue interrumpido por uno de bufanda roja.
-Adela hoy no es su cumpleaños.
-... ¡Feliz no cumpleaños!. -Los que acompañaban a la chica llevaron se palmearon la frente de su cráneo.
-No es por ser grosero pero, ¿quién los invitó a ustedes?. -Rápidamente su pregunta fue respondida más rápido de lo que esperaba.
-Nosotros obviamente. -Habló uno que tenía una capucha puesta dándole un aire de misterio hacía su persona.
-Además escuchamos que Ink no estaría aquí en dos semanas, y decidimos aprovechar que no está. -Habló otro esqueleto de color blanco y pupilas moradas.
-Y no creas que le tenemos miedo a Ink, simplemente ya sabes como se pone de caníbal cuando nos acercamos a ti. -Respondió Adela apresurada dejando el pastel y los regalos en el comedor. -Tienes un pinche comedor bien pequeño, pero no importa ya nos las arreglamos.
Todos se sentaron en el comedor pero unos se sentaron en el suelo por el reducido espacio que tenía la mesa, además de que uno de ellos se subió a la mesa a bailar y tuvieron que bajarlo a la fuerza para que no dejará rastros de que anduvieran en la casa de Error.
Pero Error había notado a Geno y Nightmare demasiado raros, como si se sintieran incómodos por alguna cosa pero no era por los demás, había algo en aquellas paredes que los incomodaban pero no les dio atención ya que se mantenía atento a Ofris y sus movimientos.
-A su puta madre, ¿dónde están las chelas puto?. -Dos de los que estaban ahí ya estaban ebrios y empezaban a decir incoherencias. -No mames el mundo está dando demasiadas vueltas cabrón.
-Y yo ¿cómo mierda voy a saber donde están las cervezas?.
-Hey Error. -Llamó Geno al moreno. -¿No a pasado nada extraño últimamente?.
-Todo sigue igual que siempre Geno, no tienes de que preocuparte.
-Bien, por si las dudas ten mí número de teléfono. -Geno le entregó un pedazo de papel a Error. -Llámame si pasa algo.
Después de eso, Nightmare le había pedido hablar a solas y lo más alejados posibles de los demás, él moreno aceptó pero preguntaría la razón. Salieron de aquella casa y estaban cerca de la carretera y finalmente él albino habló.
-Tienes que tener cuidado con Ink, no sabría decirlo pero algo le está pasando, cada vez lo veo un poco más... Apagado que otros días que lo veo, así que ten cuidado.
-Tranquilo Nightmare, no creo que sea capaz de hacerme daño, siempre me protegió cuando éramos niños... Como extraño esos tiempos donde jugaba con el lodo.
-Habló enserio Error, ten cuidado; si empieza a actuar de una manera extraña será mejor que te alejes.
-Bien, bien; ahora dime la razón por la que querías que habláramos solos.
-Es simple, es como si las paredes pudieran escucharte y te hablan, además que este vecindario me da malos recuerdos. -La muerte de Dream había afectado demasiado a Nightmare.
-Tranquilo Nightmare, no hay nadie más que nosotros aquí afuera en plena penumbra. -Tomó su mano para hacerle saber a Nightmare que tenía todo su apoyo para cualquier cosa.
-Gracias Error, realmente serías un buen esposo. -Él albino no pudo evitar sonrojarse por el tacto tan "suave" de su contrario.
-Entremos.-Error abrió la puerta pero se encontró a un Reaper, Geno y Adela pegados a ella para escuchar la conversación.
-Tengo la enfermedad de vecinos chismosos, no me culpen. -La primera en irse de regreso al comedor fue la fémina para después ser seguida por Reaper.
-Yo... Perdón jajaja... -Geno estaba rojo de la vergüenza, no era de él estar escuchando conversaciones que no le incumbían.
-Ya no importa Geno. -Suspiro Error para luego entrar junto con Nightmare a la casa.
Todo se lleno de risas y chistes malos, pero después de unas horas sólo quedaban Geno, Nightmare y él moreno en aquel silencio un poco incómodo que luego fue roto por el mismísimo Error.
-Quiero que se queden a dormir, ya es un poco tarde para que se vayan a casa, recuerden que hay demasiados locos afuera.
—Está bien Error, pero ve a descansar de una vez. —Contestó Geno con una sonrisa.
Él moreno no dijo nada más y fue a acostarse mientras los otros albinos hacían otras cosas, pero antes de entrar a su cuarto decidió entrar en la de Ink. Abrió lentamente la puerta y al abrirla completamente; sólo encontró el típico cuarto de color negro, había otras cosas pero se centró más en las paredes de color negro.
Había algo raro en aquellas paredes que le resultaba incómodo, pero no sabía la razón; por pura curiosidad empezó a tocar cuidadosamente cada pared pero no había nada fuera de lo común en estas, se rindió pero antes de irse de la habitación una caja de zapatos captó su vista.
—No Error, esto no es correcto. —Iba a tocarlo y ver su contenido pero al final no hizo nada, se retiró del cuarto de Ink y entró al suyo. —Mañana será otro día.
Eran las 6:30 p.m e Ink se encontraba festejando junto con otros monstruos y humanos, festejaban que algunos de ellos subieran a puestos más altos y claro también por la paga que les darían.
—Entonces yo le dije, ¿realmente lo va a hacer, realmente me va a ascender?. —Un esqueleto con lágrimas en los ojos hablaba de su reacción al saber que sería ascendiendo. —Me respondió que sí y que era uno de los mejores en el trabajo.
Ink comía demasiada carne, era un sabor adictivo para él, un poco enfermizo pero que no llegaría a ningún extremo; la salsa de color rojo que tenía en sus manos, las sentía como si de ellas escurriera la misma sangre de Error, una sensación de placer y lujuria era la consecuencia de estar en contacto con ella.
Fue al baño para poder limpiarse las manos y también la cara, aunque cuando ya estaba ejecutando aquella acción su corazón latía demasiado rápido; como si tuviera un gran miedo a ser atrapado por un crimen que cometió...Pero no había echo ninguno ¿verdad?.
Fue en ese momento que recordó todo de su vida, pero en especial cuando estaba con Error de pequeño y como su relación comenzó. Esperaba que Error no recordará nada o si no estaría en serios problemas, perdería la cabeza por él si se enteraba lo que pasó antes, afortunadamente esos recuerdos estaban sellados y era mejor que siguiera así por mucho tiempo.
—Maldita sea. —Su traje se había manchado, pero cuando estaba a punto de limpiarlo se escuchó la alarma que tanto amaba escuchar.
<<Querida comunidad, son momentos difíciles pero tenemos que acoplar nos a ello, es nuestro deber sobrevivir ante todo. Sin más que decir, que empiece el día rojo. >>
El momento perfecto para saciar su necesidad de llenarse las manos de sangre, salió del baño y veía a muchas personas cubriéndose debajo de las mesas; algunos de sus compañeros sostenían a otro en la mesa mientras tenían un cuchillo de carnicero en sus manos. Él albino se acercó a la víctima el cual era un monstruo oveja que temblaba y lloraba por misericordia.
—Querida no llores, mira esto como una señal de que te irás al cielo sin haber cometido un pecado. —Ink miro detalladamente el cuerpo. —No te preocupes... Te haremos sufrir de una muerte dolorosa y lo más lenta posible.
—Por favor Dios sálvame, por favor Dios sálvame... —Aquellas palabras salían de la boca de la oveja, tenía los ojos cerrados para no ver lo que le harían. —¡Que alguien me ayude! —Empezó a llorar mientras se movía bruscamente. —¡Ayúdenme por favor!. —Los que estaban debajo de la mesa se taparon los oídos mientras repetían "lalala" al unísono para no escuchar esos gritos.
—Nadie te va a ayudar, naciste rodeada de muchas personas... Pero estás sola en la vida.
—¡No, suelten me, no me maten!. —De un momento a otro se había liberado del agarré de los que la sostenían y corrió hacia la puerta pero Ink la jaló de su lana y la golpeo contra el suelo.
Él albino se posiciono encima de la oveja para empezar a golpearla en el rostro; cada golpe que daba lo llenaba de una satisfacción difícil de decir, aquella sensación de sentirse bien al golpearla y verla morir lentamente le fascinaba. Pero no la mataría a golpes, levantó su mano para que uno de sus compañeros le diera un cuchillo de carnicero y con mucho gusto se la dieron.
—Lo que más me molesta, es cuando nadie acepta el destino de que tarde o temprano tienen que morir de alguna forma. —Con mucha fuerza levantó el cuchillo de carnicero y lo más rápido que pudo le empezó a hacer demasiadas cortadas de una manera agresiva mientras que la oveja empezaba a gritar más y pedir ayuda con más gritos, pero nadie acudiría a su ayuda.
—¡Ahhhhh ayúdenme por favor, ahhhhh!. —El dolor era insoportable y rasguñaba el suelo para distraerse de esa horrible sensación.
—Gracias por la carne querida.
Gritos de otras personas se escucharon, súplicas y la sangre que escurría en aquel restaurante fue el escenario de crímenes atroces que jamás serían llevados ante la ley a menos que tuvieras demasiado dinero, era el día rojo después de todo; esos días que se podían cometer de todo tipo de crímenes excepto el infanticidio.
Ink mordía la piel de la oveja como si de un animal se tratara, sus ojos que mostraban un vacío pero que tenía una emoción enorme al estar acabando con la vida de alguien más; claramente eso no pasaría a mayores.
Después de haberle he echo cortadas a la oveja, empezó a quitarle la carne y arrancarle la lana de poco a poco.
—Al fin lo has entendido querida, es bueno saberlo, ahora es momento de lo peor.
Buscó un cuchillo de cocina y lo agarró rápidamente, posicionó la punta de este cuchillo en su ojo para que lentamente empezará a bajar y con un movimiento brusco se lo enterró; hacia movimientos de arriba a abajo para que llegará más adentro el cuchillo, después hizo lo mismo con el ojo sano. Se estaba aburriendo ya que había dejado de gritar así que procedió a poner el cuchillo en la mandíbula exactamente en la parte del apófisis alveolar.
Saco unos frascos, se quedaría con la sangre de aquella monstruo para hacer pinturas con ella y también utilizaría los dientes de ella para volverlos polvo o para otras cosas. Hizo algunos roces con el cuchillo y la boca de la oveja empezó a sangrar mientras le quitaba los dientes uno por uno.
Cuando finalmente acabó, guardo los frascos de pintura junto con los dientes y los pedazos de carne que le había quitado. Salió de aquel restaurante y camino por las calles tranquilo, a pesar de la sangre, golpes y gritos que daban las personas no le importaron; pero necesitaría más carne para tener una buena comida.
—Mí nombre es Ink... ¿Cuál es el tuyo?. —Un esqueleto albino miraba fijamente a un esqueleto de huesos negros a los ojos, lo estaba incomodando.
—Error, tienes un lindo nombre... Supongo. —Él moreno intentaba alejarse pero no podía ya que ambos estaban atados de pies y brazos, estaban haciendo una actividad en aquel campamento. —¿Por qué estás aquí Ink?.
—Ya sabes, mís padres querían que pasara por lo menos las vacaciones divirtiéndome y conviviendo con la naturaleza.
—Igual, aunque ¿qué opinas de la condonación del canibalismo y pedofilia?. —La sociedad iba cambiando siempre e incluso los jóvenes menores a 15 años no podían adherirse bien a nuevas reglas; no habían sido criados para una sociedad que pronto ya no existiría.
—Son uno enfermos por permitir eso. —Se sincero él esqueleto albino.
—Tienes razón, totalmente la razón.
Error despertó de aquel sueño, los rayos del sol eran molestos para que siguiera durmiendo en ese momento pero necesitaba dormir más y se cubrió con la cobija. Volvió a dormir pero la puerta de su habitación fue azotada con fuerza alterando al moreno y diera un brinco del susto.
—Es hora de despertar Error. —Era él don mañanero o mejor conocido como Geno.
—Unas horas más. —Él esqueleto negro se removió en las sabanas pero escucho el sonido de que le habían tomado una foto. —No te atrevas.
—Prueba me. —Antes de que Geno hiciera algo Nightmare le arrebató el celular de sus manos.
—Con su permiso. —Se fue caminando tranquilamente a otro lugar mientras Geno se acercó a la cama de Error y lo cargo envuelto en las sabanas.
—Entonces haré que nosotros vayamos al comedor. —Dijo Geno y emprendió su caminar al comedor.
En cierto modo Error se sentía incómodo, pero ser cargado hacía el comedor no era algo de todos los días así que no se quejaría. Una vez ahí Geno puso a Error en una de las sillas y se sentó al lado, Nightmare sirvió los platos y comenzaron a comer.
—Hey Error, últimamente me han llegado cartas; sin embargo, dicen que en realidad son para ti, así que de paso te las dejó aquí. —Geno las colocó en una parte de la mesa.
A Error le parecía extraño, tal vez era un conocido o también podría ser sus padres pero era menos probable ya que los llamaba los fines de semana. Luego los leería pero era más importante la alimentación en ese momento, además no debería ser de mucha importancia.
—Hey Error, quisiera saber si un día de estos... —Nightmare captó la atención del esqueleto negro, el de bufanda lo captó todo y fue por un vaso de agua. —Podría salir contigo, claro como amigos. —La voz nerviosa de Nightmare y su sonrojo lo delataron, Error bien sabía de sus intenciones pero aceptaría por el momento.
—Claro que me encantaría Nightmare, sólo que por estás semanas no podré. —Sonrió para darle seguridad a Nightmare.
Cuando Geno regreso con su vaso, siguieron comiendo y momentos después de comer tenían que irse a sus casas.
—Bien Error, cuídate que en estos días la violencia sigue en las calles.
—Pff Geno no te preocupes. —Error le dió al de bufanda roja unas palmadas en su hombro.
—Enserio debes de cuidarte. —Ahora quien tomó la palabra fue Nightmare en un tono serio que hizo temblErron poco a Error. —Se que Ink te protege pero, realmente me preocupa que sea un cani—
—No pasará nada Nightmare, te lo prometo.
Después de eso los esqueletos se despidieron, Error volvió a la soledad de su casa y se dirigió a la cocina para leer esas cartas que en total eran cuatro. Revisó la carta pero sólo aparecía su nombre completo y ni rastro de otro nombre del que había escrito la carta, sin más comenzó a leerlas.
—Veamos que hay aquí. —Agarró una y sacó la hoja que tenía adentro para leerlo
" Se que no me conoces, pero créeme que soy de mucha confianza Error, por ningún motivo te podría hacer daño. Iré directo al grano, el motivo por la que te escribo es para avisarte sobre el peligro que corres al estar con tú amada Ink; creerás que estoy loco pero se como acabará esto y será el final cuando tú seas asesinado por las propias manos de Ink.
Se que no me creerás pero para eso tengo pruebas, debemos escarbar tú pasado para que sepas las verdaderas intenciones, las siguientes cartas tendrán lugares a los cuales deberás ir y antes de que vayas... Revisa la caja de zapatos que se encuentra en la habitación de Ink. "
Era más que obvio que no creería en eso, pero la curiosidad lo mataba así que fue al cuarto de Ink y abrió la caja de zapatos que tenía; el contenido que había en esa caja eran muchos casetes, una pulsera, dos collares, una toalla llena de sangre y lo que le dejó un poco raro fue ver una flor llena de sangre que estaba marchita que era obvio que era de hace mucho tiempo.
Agarró la caja de zapatos y volvió al comedor donde estaban las cartas, abrió todas y sólo había lugares específicos, eran tres lugares los que estaban escritos en hojas de papel que parecían de pocos años que habían sido escritas.
—¿Qué clase de broma es está? —Preguntó Error así mismo.
—Estoy cansado, no quiero seguir caminando. —Se quejó él esqueleto negro por andar caminando en aquel bosque.
—Vamos Error, a los que se quedan a mitad del camino no les tocará cenar.
—No tengo la misma energía que la tuya Ink.
Estaban regresando al campamento, habían recorrido demasiado aquel bosque y estaba oscureciendo y en cierto modo a Ink le empezaba a dar miedo estar lejos de las personas.
—Sigamos.—Error se levantó y camino junto con Ink.
—Dream y Berry ya debieron haber llegado.
—Tal vez no, corremos a la cuenta de tres y puede que lleguemos más rápido.
—Bien.
—Uno, dos, tres. —Ambos empezaron a correr como pudieron, el cansancio era demasiado pero todavía tenían fuerzas para seguir.
Cuando llegaron al campamento, ambos habían regresado temprano, pero el precio de ello fue tener sus cabellos desaliñados y cortes en las mejillas del moreno que sangraban; a Ink le llamó la atención la sangre que brotaba en esas heridas y no dejaba de verlas.
—Bien quédense quietos, les quitare el amarre. —Habló una adulta que estaba a cargo del campamento, pero Ink siguió poniendo más atención a la sangre.
—Error.—Llamó Ink a su contrario que le dirigió la mirada, con sus huesudas manos le seco la sangre de aquellas heridas. —Tenías un poco de sangre.
—Gracias.—Sonrió Error para después volver a su cara sería, para Ink ese momento se quedaría grabado en sus recuerdos.
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