Sasuke sentía la respiración agitada, el aire azotaba su rostro y una sonrisa imborrable estaba dibujada en sus labios. Las piernas las sentía flojas y las mejillas ardiendo, sin embargo, en aquel instante no había nada que le detuviera. Llevaba más de quince minutos corriendo junto a Naruto. Los dos habín decidido salir a correr un rato y de paso conocer un poco más Konoha.

El azabache se detuvo ante la fuente del parque y trato de respirar un poco más calmado. La sonrisa del rubio tampoco se borraba, Sasuke debía admitir que se habían hecho los mejores amigos. Aquella palabra hinchaba su pecho, jamás pensó que pudiera tener un amigo, y mucho menos "Su mejor amigo"

-¿Sasuke?- El rubio le miró después de beber en la fuente.-¿Te encuentras bien?

-Me siento perfecto, Naruto.- Le levantó el pulgar para calmarlo.- Llevo ocho días saliendo por la aldea, así que estate tranquilo.

Naruto asintió y volvió a sonreirle. Tras beber nuevamente, los dos volvieron a coger la marcha y empezaron a correr de nuevo. Konoha era realmente hermosa, sobretodo la parte del bosque, desde hacía dos días, Sakura y Sasuke, les había dado por ir allí a pasar la tarde y a merendar.

-Llegamos al linde del bosque y volvemos.- Le dijo a Naruto.

-Bien, llegaremos hasta donde te veas capaz.- Naruto dio un pequeño salto y siguió corriendo.

El azabache había cogido gusto a hacer deporte y no le gustaba rendirse tan pronto. Su cuerpo se iba habituando poco a poco, pero eso no le frenaba para comenzar a disfrutar de la vida. Sasuke se detuvo en el linde del bosque y apoyó las manos sobre sus rodillas, aquello realmente cansaba.

-Volvamos.- Naruto tiró de su brazo.- Has quedado con Sakura y se enfadará si no te devuelvo a tiempo.- Naruto se rascó la nuca divertido.

-Si.- Sasuke se rio al recordar el golpe que le dio en la cabeza al rubio una tarde que llegaron media hora después de la hora establecida.

La vuelta a casa fue muy tranquila, Naruto de vez en cuando se giraba para ver si su nuevo amigo estaba en condiciones de seguir. No es que él desconfiara de Sasuke, pero Itachi le había hecho jurar que se responsabilizaría de él y sería responsable de lo que pudiera suceder.

-Ya estamos en casa.- Sasuke entró en la casa después de darse una buena ducha en la sala de esterilización.-¿Donde está todo el mundo?- Preguntó mirando a Naruto.

-A saber.- El rubio se rascó la nuca y sonrió.- Bueno yo me voy con Hinata.

-Nos vemos en otro rato.- Sasuke se despidió de su amigo.

El Uchiha menor se adentró en su habitación y se tiró en la cama a esperar a que la pelirosa apareciera ¿Donde estaba Sakura? Sus negros ojos se cerraron y cayó en un profundo sueño.

-Sasuke.- Pudo escuchar que alguien susurraba en su oído.- Despierta dormilón, solo me he retrasado veinte minutos y ya estas durmiendo.

El azabache sintió cálidos besos por su cuello. En un intento vago, abrió perezosamente los ojos y sonrió al ver a Sakura practimente sobre él.

-Sakura.- Sasuke acarició sus cabellos rosados.- Lo siento, me dormí.

-Ya lo veo, ya.- La pelirosa adentró las manos bajo la camiseta del Uchiha menor.- Pero no pasa nada, seguimos solos en la casa.- Y sonrió contra los pezones ya erectos del Uchiha.

-Eres mala.- Sasuke le dio la vuelta a Sakura y se posicionó entre sus piernas.- Muy mala.- Y sonrió de lado.

-Me encanta que me mires así.- Susurró ella sonrojandose al sentir como él la desnudaba lentamente.

-¿Así, como?- El azabache volvió a sonreirle de la misma manera.

-De lado, con brillo en tus negros ojos.- Sakura gimió al sentir que él le quitaba la última prenda que la cubría.

-Solo tú provocas eso.- Sasuke descendió dandole pequeños besos por su plano vientre.- Solo tú haces que yo sea feliz, Sa-ku-ra.

-Te amo.- Sakura enredó sus dedos en los negros cabellos cuando sintió la cálida lengua del menor rozar su sexo ya húmedo.- Sasuke.- Y mordió su labio inferior intentando no gritar.

-No te reprimas.- Sasuke alzó un poco la cabeza y sopló suavemente sobre sus ardientes pliegues.- Grita para mi, Sakura.

-Sas.- Sakura arqueó la espalda al sentir como la invadía con dos de sus largos dedos y succionaba su clítoris con fuerza.-Más... ahhh.. si... más...- Pidió acalorada.

-Eso es, vente para mi.- Sasuke aceleró el ritmo de sus dedos y la lengua y sintió el sabor a almizcle en su boca.

-Sasu-ke.- Los ojos jade de ella se empañaron al sentir aquella oleada de placer recorrer su cuerpo.

-Me haces tan feliz.- Sasuke se acomodó entre sus piernas y pateó los pantalones lejos de ellos.-Tan completo.

-Hazme tuya.- Susurró ella mientras mordía suavemente el hombro del Uchiha menor.- Siempre tuya.

Sasuke entró en ella de una sola estocada, un gemido ronco salió de su garganta y sintió las uñas de ella clavandose contra la piel de su espalda.

-Levanta un poco más la pierna.- Susurró él contra su slabios.- Ahhh.. Sakura.- Gimió al sentirse completamente dentro de ella una y otra vez.

-Si.- La ojijade apretó los muslos contra las caderas del menor y mordisqueó el lobulo de su oreja.- Más, dame más.

Sasuke al escuchar sus súplicas, adentró las manos bajo su cuerpo y apretó las nalgas de ella contra él. Poco a poco sintió como ella lo apretaba más y más en su interior.

-Sa-ku-ra.- Sasuke lamió sus labios.- Me voy a correr.- Y sus negros ojos se empañaron.

-Dale más rápido, más fuerte, más hondo.- Pidió ella desesperada al sentir como poco a poco un nudo se formaba en su vientre.- Dame más, Sasuke.

El azabache se movió con más fuerza contra ella, adentrandose en su ser con fuertes estocadas.

-Ahhh...Sakura...ahhh.- Sasuke aumentó la velocidad y sintió como se descargaba en su interior.- Te amo.

-Sa-su-ke.- La pelirosa llegó al orgasmo cuando sintió que él se descargaba en su interior y la llenaba completamente.

-Supongo que este no era tu verdadero plan.- Susurró Sasuke mientras la llevaba contra su desnudo pecho.

-No.- Sakura acarició suavemente la piel expuesta de él ante sus ojos.- Venía a decirte que Karin esta embarazada, por eso me tardé tanto.

-¡¿Embarazada?!- Sasuke se sentó de golpe en al cama.-¿Voy a ser tío?- Y sonrió de oreja a oreja.

-Así es.- Sakura besó los labios de su novio con nerviosismo y alegría.- Esta de dos meses.

-¿Como lo sabes?- Sasuke arrugó su ceño.

-He ido al hospital con ella.- Sakura se levantó y se dirigió al baño.- Ella creía que era por los nervios de haber vuelto a casa.

-¿Itachi lo sabe?- Sasuke la siguió al baño y se adentró en la ducha para no perder más tiempo.

-No.- Sakura enjuagó sus negros cabellos con delicadeza.- Karin se lo dirá en la cena esta noche.- Y besó dulcemente los labios de su novio.

-¿Se van a casar?- Sasuke se envolvió en la toalla.- Sería la unión definitiva. Ellos dos casados y con un bebé en camino.

-Karin no me ha comentado nada de eso.- Sakura se colocó su ropa de algodón.-Pero supongo que lo harán, ella me ha contado que tenían planes para final de año.

-Ya veo.- Sasuke bajó las escaleras tras vestirse.- Tenemos que prepararles algo especial para esta noche.-¿Donde estan ahora?

-Karin fue a comprar algo de bebé para darle la noticia.- Sakura sonrió mientras sacaba el arroz del armario para cocerlo.- E Itachi estaba con Kakashi, Iruka, Yamato, Izumo y Kotetsu, tomando algo.

-Vaya.- Sasuke cortó unas verduras.- Entonces pongamonos manos a la obra para cuando lleguen.

Los dos se liaron en la cocina para hacer una gran cena y celebrar la noticia. Sasuke no podía dejar de sonreir al pensar que habría un pequeño Uchiha en la casa. De pronto, al verlos aparecer por la puerta juntos, el miedo le invadió por completo ¿Se irían de la casa?

-Bievenidos.- Sakura sonrió a su pequeña familia.

-Hola.- Karin besó al mejilla de su prima.- Estoy muerta de hambre.

-¿Que tal, hermanito?- Itachi revolvió los cabellos de su hermano pequeño.

-Bien.- Susurró no muy convencido ¿Los dejarían solos?- Supongo.

-¿Supongo?- Itachi se sentó enfrente de su hermano.-¿Que te ocurre?

-Nada.- Sasuke trató de sonreir sin lograrlo.- Solo estoy cansado.

-Que pinta tiene la cena.- Karin olisqueó el aire.- Habeis hecho mucha.

-¿Se celebra algo?- Itachi miró confuso a los tres presentes.

Karin apretó la pequeña bolsa entre sus dedos y suspiró con miedo ¿Le haría ilusión a Itachi ser padre? Por un instante sus ojos se empañaron ¿y si no quería ser padre todavía?

-Karin.- Itachi la miró con confusión.-¿Que te sucede, mi amor?

-Itachi.- Susurró la peliroja poniendose sus negras gafas en el sitio.- Tengo algo muy importante que decirte.

Sasuke y Sakura sonrieron al saber que es lo que vendría ahora.

-¿Que ocurre?- Preguntó el Uchiha mayor con preocupación.-¿Estas enferma?- Y miró a Sasuke.-¿Te ha ocurrido algo, hermano?- Y trató de levantarse de la silla para comprobar que su hermano estubiera bien.

-Espera.- Una pequeña bolsa rosada y azulada apareció ante los ojos del Uchiha mayor.-Ten esto.- Y sonrió sonrojada.

-A mi no me pasa nada.- Lo tranquilizó Sasuke.

Al menos eso esperaba el Uchiha menor, ya que no sabía que futuro les esperaba desde ese momento ¿Se irían de la casa?

-¿Que es esto?- Preguntó Itachi con los ojos abiertos de par en par.- No me digas que...- Su voz se ahogó cuando sacó unos peucos de color rosa y otros azules de la bolsa.

-Estoy embarazada.- Susurró ella con lágrimas en los ojos.

-Karin.- Itachi se levantó de golpe de la silla haciendola caer al suelo asustandolos a todos.- Vamos a ser padres.- Y la alzó entre sus brazos besandola con pasión, con amor, con dicha.- Te amo.

-¿Esta bien?- Preguntó ella cogiendo un mechón negro de él entre sus dedos.

-Es...- Itachi miró a lso demás y observó que ellos también lloraban de alegría junto a ellos.- Perfecto, mi vida.

-Enhorabuena.- Sakura se levantó del asiento y abrazó a la feliz pareja.

-Voy a ser tío.- Repitió Sasuke en voz alta.- Itachi.- Miró a su hermano aún confuso.

-Sasuke.- Itachi abrazó a su hermano pequeño.- Vamso a tener un bebé, tendremos un pequeño Uchiha en la casa.

Sasuke se separó con miedo de su hermano y lo miró directamente a los ojos. Podía sentir como su cuerpo entero temblaba ante aquella noticia. Sus manos sudaban y su corazón estaba realmente muy agitado.

-¿Os marchareis de la casa?- Preguntó avergonzado.

-¿Sasuke?- Itachi detuvo sus emociones y miró al pequeño con dolor.-¿Por qué preguntas eso?

-Supongo que querreis vuestra intimidad.- Él agachó la cabeza.- Y lo entiendo, pero yo...

-No tengas miedo.- Karin abrazó a su cuñado.- No nos vamos a ir a ninguna parte, nunca.

-¿Eso es lo que te pasaba?- Sakura se acercó a su movio y lo cogió de la mano.-¿Por eso estabas triste?

-Lo siento.- Sasuke agachó al cabeza avergonzado.- Sé que no debería comportarme así, pero no quiero que se alejen de mi.

-No voy a irme a ninguna parte.- Itachi alzó a su hermano en el aire y dio vueltas por todo el comedor con él.- Tú eres mi todo, luché por ti tanto como me fue posible.- Lo dejó en el suelo.- y nunc ate abandonaré, aunque tenga mi propia familia.- Y besó su frente.- Tonto hermano.- Y golpeó allí donde le había besado con sus dedos índice y corazón.

-Bien.- Karin se sentó de nuevo.- Es hora de cenar.

-Si.- Sasuke asintió despacio y se sentó en su lugar.- Celebremos la llegada de un nuevo Uchiha a la familia.

O-o-o-o-o

Los día spasaban muy deprisa, Sasuke sentía que cada hora que pasaba, la vida se hacía más y más completa. Kiba, Naruto, Shikamaru, Sai, Lee, Neji, Tenten, Chöji, Ino, Hinata y Sakura eran al alegría de todos los días. Ellos se habían convertido en un pilar enorme para su día a día. Muchas noches salín a cenar juntos por konoha, otros días iban a bañarse al rio o simplemente quedaban para ver alguna pelicula o jugar a la consola.

Cada uno había empezado de nuevo en sus estudios o trabajos y él no podía dejar de sonreir y pensar en su futuro sobrino o sobrina. Karin cada día estaba más gordita y poco a poco se iba notando al bebé. Sakura había comenzado las practicas en el hospital de Konoha y su hermano era su gran pilar.

Itachi había conseguido un buen puesto en jefe de pediatría y Karin era su ayudante en todo lo que él hacía. Aquello fue una cena más de celebración. Sasuke no podía quejarse de su nueva vida en Konoha y de como poco a poco se sentía una persona normal.

-Sasuke.- El azabache escuchó la voz de su cuñada llamandole.- ¿Puedes venir un momento?- Y observó que ella se sonrojaba.

-Dime, Karin.- Sasuke cogió su mano lentamente y se dejó arrastrar hacía la otra parte de la casa.

-Quiero darle una nueva sorpresa a Itachi.- Karin suspiró y se limpió el sudor de la frente.- Pero necesito que me ayudes con algo.- Y abrió la puerta de una habitación.

-¿Es el cuerto dle bebé?- Sasuke miró el vientre ya visible de su cuñada.-¿Quieres darle esta sormpresa?

-Si.- Karin le sonrió feliz.- Y me gustaría que tú me ayudaras a crear la habitación de tu sobrino o sobrina.- Karin acarició la blanca pared.- Quiero que le hagas un hermoso dibujo en esta pared.

-Será un honor para mi, Karin.- Sasuke sonrió a su cuñada y se dirigió a la habitación a por sus pinturas naturales, sus pinceles y todo aquello que necesitaba para crear vida y fantasía en aquella blanca habitación.

O-o-o-o-o

Tras muchos días de trabajo, al fin pudo terminar el trabajo. Sasuke estaba orgulloso de lo que había conseguido en aquellas paredes blancas. La puerta se abrió despacio y Sakura entró con una bandeja entre sus manos.

-Te traigo la merienda.- La pelirosa se sentó a su lado en el suelo y le tendió un sandwich.- Es de crema de cacao.

-Gracias.- Sasuke se limpió las manos y lo cogió dandole un buen mordisco.- Las horas aquí pasan muy deprisa.

-Te lo has tomado muy enserio.- Suspiró la ojijade.

-Le debo mucho a mi hermano.- Sasuke se acercó a Sakura y besó sus rojizos labios.- Os debo mucho a todos vosotros. Itachi es el mejor hermano que pudiera desear y vosotras dos soys parte de mi.

-Yo más que Karin ¿No?- Preguntó Sakura divertida.- O eso espero al menos.

-Tú siempre serás única.- Sasuke volvió a besar sus labios.

-Eso en privado, por favor.- La voz divertida de Karin los sacó de aquel acalorado beso.- Vais a hacer que me ponga de parto antes de tiempo. -Los tres se echaron a reir.

Sasuke observaba el rostro de Karin impaciente, desde que había fijado la vista en las paredes, no había salido palabra alguna de su boca. Podía sentir como retorcía el pincel entre sus dedos y las gotas de sudor empezaban a formarse en su nuca.

-¿Y bien?- Preguntó desesperado ante la falta de palabras.- Puedo pintar de blanco de nuevo y empezar de cero si no te gusta.- Sus mejillas se sonrojaron.

-Esto es.- La voz de Karin se quedó en el aire.

-Esta emocionada.- Susurró Sakura a su novio.- Dejala un poco.

-Ya estoy en casa.- Itachi abrió al puerta y sus negros ojos se maravillaron de lo allí pintado.- Sasuke, esto es...

-Impresionante.- Susurró al fin Karin cortando a su futuro marido.- Parece que estemos en el mundo de oz.

A Karin siempre le había gustado el Mago de Oz desde que era una niña. Amaba a Dorita, el león, el espantapajaros y al hombre de ojalata. Sasuke había pintado el camino de baldosas amarillas con el hada y los habitantes de oz en una pared. En otra había pintado al espantapajaros con Dorita y el perrito Toto. En otra pared había pintado al león, y al hombre de ojalata. Todo parecía magico. Itachi se dio la vuelta y observó la pared donde estaba la puerta de la habitación, allí se encontró la casa de Dorita y a ella chascando sus zapatitos rojos de charol.

-Sasuke.- Itachi lo miró con los ojos desorbitados.- Jamás pensé que dibujaras tan bien.

-Sus dedos son mágicos.- Karin se lanzó a los brazos de su cuñado.- Estoy en el mundo de Oz, me siento Dorita.- Y sonrió con lágrimas recorriendo sus acaloradas mejillas.

-Gracias.- Dijo al fin el aludido.- Creí que no os iba a gustar, cambié el tema de la habitación.

-¿Cambiaste el tema?- Preguntó Itachi admirando el mundo de oz con la hada y los habitantes tan enanos y llenos de mágia.

-Si.- Sakura le tendió una carpeta.- Debía de hacer el mundo mágico de disney. Una Deisy y un Donal. A un Mikey Mouse junto a Pluto y Minnie.

-Pero jamás pensé que él creara este magnifico paraiso.- Karin volvió a abrazar a su cuñado con fuerza.- Gracias.

-Escuché la otra noche qu ete encantaba el Mago de Oz y que te gustaría comprarla para que la viera el bebé algún día, así que pensé que podrías viajar ahora a ese mundo y compartirlo con tu bebé.- Sasuke sonrió a su familia.

-Gracias, Sasuke.- Itachi lo separó de su futura esposa y volvió a estrecharlo contra su pecho.- Debes estudiar Arte. Tú serás un artista reconocido en Konoha.

Los cuatro rieron ante aquellas ocurriencias, tal vez algún día, podría ser realmente alguien reconocido en Konoha. Tal vez algún día, llevaría esa mágia a otras casas y adornaría las habitaciones de todos esos niños que necesitan cumplir sus sueños...

O-o-o-o

Itachi caminaba de un lado a otro nervioso. Sasuke lo miraba intentando tranquilizarlo, desde que Karin se habí apuesto de parto, parecía que su hermano mayor fuera a cabar un socabón en el suelo.

-Todo irá bien, hermano.- Sasuke sonrió al Uchiha mayor.- Debes tranquilizarte, Sakura esta con ella ayudandola.

-Aún no entiendo porque yo no puedo estar dentro.- Itachi miró la puerta y se giró de nuevo para seguir caminando por aquella sala insípida.

-Eres familia directa ¿Y tú eres médico?- Sasuke se levantó y lo abrazó en un intento vano de tranquilizarlo.

-Sakura también lo és.- Itachi apretó las manos contra la espalda de su hermano menor.

-No realmente.- Sasuke acarició la larga coleta de su hermano.- Vamos, tranquilizate ¿También te ponías así cuando yo ingresaba en el hospital?- Preguntó tratando de sacarlo de sus pensamientos.

-Peor.- Reconoció el Uchiha mayor sonrojandose.- Una vez, incluso me colé en la habitación y Hatake me sacó con una patada en el culo... literarlmente.

-Vaya.- Sasuke se separó de él y señaló la puerta.- Pues no creo que est avez te saquen a patadas de ningún lado.- Y le sonrió alegremente.- Por ahí viene Sakura sonriendo.

-Es una niña.- Sakura abrazó a Itachi.-Las dos estan en perfecto estado, podemos entrar.

Itachi entró nervioso a la habitación y observó a Karin recostada en aquella cama. Sus pies se paralizaron al encontrar aquella mata rojiza entre los blancos brazos de su novia. Una cálid amano apretó la suya y alzó al vista para observar a su pequeño hermano sonreirle y tirar de él.

-Es hermosa.- Sasuke destapó un poco a la pequeña.

-Si lo es.- Karin entreabrió los ojos y sonrió a su familia.- Como su padre.

-Es como su madre.- Sakura rió al escuchar la conversación tonta de aquella pareja de papás.- ¿De qu ete ries?- Preguntó Itachi molesto.- Es igual que Karin.

-Tiene el cabello como Karin.- Sakura la cogió entre sus brazos y se la mostró a Sasuke.- Pero los genes Uchiha corren por sus venas. Sus ojos son negros como el ónix y tiene mala leche.

-La mala leche es de Karin.- Apuntó enseguida Sasuke divertido.

-Serás bruto.- Karin trató de no exaltarse.

-Te lo dije.- Sasuke miró divertido a su hermano y a su novia.

O-o-o-o

Karin entró en aquella mágica habitación y la depositó en la pequeña cuna. Sasuke, Itachi y Sakura estaban a su lado sonriendo. El azabache menor, sentía algo extraño dentro de su pecho. Hacía tan solo unos meses que había ido a vivir a Konoha. Él pensó que iba a morir, que jamás soportaría caminar entre otros humanos, que nunca podría respirar el aire puro y sentir la hierba bajo sus pies.

Sin embargo, allí estaba. Sasuke tenía a su pequeña familia junto a él. Sus negros ojos se clavaban en la pequeña niña de cabellos rojizos. Ella sería su fuerza, por todos ellos, seguiría luchando y viviría tal y como sus padres hubiesen querido.

-Gracias a todos.- Susurró en aquel absoluto silencio.- Gracias por ser como soys.- Sasuke se acercó a ellos.- Por apoyarme y no rendiros jamás. Por luchar con vuestra alma y poner vuestro entusiasmo en que fuera un chico normal.

-Gracias a ti por darnos tu pureza, hermano.- Itachi lo abrazó con lágrimas en los ojos.-Te quiero... siempre.

-Me alegro de que Mikoto no tenga que vivir esa vida.- Sasuke la cogió entre sus brazos.- No soportaría ver como al vida de una criatura pequeña e inocente se consume bajo cuatro paredes. No soportaría que ella viviera bajo todas aquellas normas por mi culpa.

-Sasuke.- Itachi tocó la frente de su hermano con sus dedos índice y corazón.- El pasado, pasado és.

Tras aquellas palabras, Sasuke se dio cuenta que realmente era normal, que podría ser feliz en aquella villa y que su futuro no se vería truncado por su pasado. Sonrió al aire y dio gracias por poder vivir aquella vida.