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capitulo 1 sasuke

Mikoto miró el cielo una vez más. Ya casi estaba, ya casi lo tenía entre sus brazos. Suspiró una vez más y trató de calmarse. Otra contracción se apoderó de nuevo de su cuerpo. Un grito ahogado resonó en la habitación. Las manos se cerraron contra las sábanas esperando que aquel instante pasara cuanto antes.

La puerta se abrió dejando ver a su marido. Fugaku Uchiha sonrió a su esposa y se apartó a un lado, para que entrara la pequeña personita que iba detrás de él. Unos ojos negros y penetrantes observaron a la mujer tendida en la cama.

-Hola.- Susurró despacio.

-Acercate, Itachi.- Mikoto sonrió a su hijo antes de encogerse de nuevo.- Viene otra.- Y apretó de nuevo las sábanas.

-¿Mamá esta bien?- Preguntó el moreno a su padre asustado.- ¿Que le pasa?

-Va a tener a tu hermanito.- Dijo Fugaku cogiendo al pequeño de siete años en brazos.- Vamos fuera.

-Un beso.- Itachi pataleó para que su padre lo soltara.- Un beso, mamá.- Tras darle el beso a su madre, acarició suavemente el vientre de ésta.- No te portes mal, Sasuke, no le causes dolor a Mamá.

Tras aquellas palabras, Fugaku cogió de nuevo a su hijo mayor entre sus brazos y lo sacó fuera. La abuela Uchiha los estaba esperando fuera con una sonrisa ladina.

-Abuela.- Itachi abrazó a su abuela.- Mamá va a traer a Sasuke al mundo. Le dule mucho, Sasuke se está portando mal.- Dijo con lágrimas en sus ojitos negros.

-Sasuke no le esta haciendo daño.- La abuela acarició la melena negra de su nieto.- Es un proceso natural de la vida, tú también la hiciste pasar por lo mismo.- Dijo con una sonrisa.

-No quiero hacerle daño a nadie.- Dijo apenado.- Mi mujer no tendrá hijos.- Miró a su padre.- Así no le harán daño.

Los dos adultos se rieron ante las palabras del niño. Fugaku se despidió de su hijo y se adentró d enuevo al cuarto donde estaba Mikoto. Se acercó lentamente mientras la matrona examinaba a su mujer.

-Esto ya está.- Dijo la mujer tiernamente con una sonrisa.- Vayamos abajo.

Fugaku cogió la mano de su esposa y la acompañó hasta la asala de partos. Mikoto sentía cada vez más dolor y como poco a poco Sasuke iba saliendo.

-Un empujón más.- Dijo el médico a la mujer.- Solo uno más y podrá usted ver su carita.

-Vamos.- Fugaku besó al frente de su esposa.- Solo un empujón.

Mikoto dió su último aliento para sacar a ese pequeño niño al mundo. Una sonrisa se dibujó en sus labios al sentir como el cuerpecito del bebé salía de ella. Fugaku y Mikoto esperaban que Sasuke llorara como lo hizo Itachi, pero los lloros nunca llegaron.

-¿Que le ocurre?- Preguntó Mikoto con cara de pánico.- ¿Que le pasa a mi bebé?

-No lo sabemos, señora Uchiha.- El médico miró a su esposo.- Debemos llevarnoslo con urgencia.

Tras aquellas palabras, los Uchiha se quedaron llorando desolados. Fugaku abrazó a su mujer mientras terminaban de curarla y arreglarla. Mikoto no pudo más y cayó rendida del cansancio. Necesitaba dormir y recuperar fuerzas paraver a su hijo pequeño.

Las horas pasaban lentamente. La abuela había llevado a Itachi a casa, tras comprobar que no verían a Sasuke esa noche ¿Que le ocurria al pequeño? Se preguntó la anciana una y otra vez mientras trataba de que el pequeño Itachi, no se diera cuenta de la situación.

Las peores noticias llegaron a la familia Uchiha, tras tres días de incertidumbre y espera. No Sabían que le ocurría, pero lo que si tenían claro, es que el pequeño debía estar aislado de todo aquello que lo rodeaba.

Mikoto se acercó a la incubadora donde estaba el pequeño Sasuke y sonrió al ver a su pequeño de mejillas sonrojadas. Haría cualquier cosa por su bebé. Fugaku abrazó a su mujer y tras ver los ojitos negros de Sasuke, salieron de allí para ir a casa y cuidar del pequeño Itachi.

-Itachi.- Dijo Mikoto abrazando a su pequeño.- Sasuke es hermoso.- Le afirmó.

-¿Donde está mi hermano?- Preguntó mirando la puerta de casa con lágrimas en su sojos.

-Sasuke está enfermito.- Mikoto lo cogió entre sus brazos y lo sentó en sus rodillas.- Hasta que no mejore, no lo enviarán a casa.

Tras aquel día, Itachi había tenido que vivir cuidando de su hermanito pequeño. Los años pasaban y Sasuke no mejoraba. Había veces que ingresaba en el hospital y tardaba meses en salir. Otras simplemente era aislado en su habitación y el mayor no podía verlo.

Ya no utilizaban productos químicos en casa, ni alimentos del supermercado, ni utilizaban el coche, ni entraba gente en casa...

-¡Itachi!- Sasuke llamó a su hermano.- ¿Por qué no vienes?- Preguntó asustado.

-Tranquilizate.- Le dijo su hermano mayor.- Acabo de llegar del instituto y debo ducharme.- Le dijo desde la otra parte de la puerta.- No tardaré, te lo prometo.

Sasuke miró una vez más la pared blanca de su cuarto. Odiaba tener que estar allí encerrado ¿Por qué no podía ver el exterior como su hermano? Desde que tenía memoria, solo andaba por aquella blanca y casi vacía casa. Mikoto y Fugaku Uchiha no podían sacarlo al exterior, ni podía entrar nadie de la calle sin autorización.

-¡Itachi!- Volvió a aclamarle el pequeño Sasuke.

-Ya estoy aquí.- Itachi abrió la puerta de la habitación y se acercó a la cama del pequeño Sasuke.- Tenía que esterilizarme, ya lo sabes.

-Me aburro.- Dijo el pequeño de diez años.- Cada día tardas más en llegar a casa.

-Ahora estoy en los examenes finales.- Dijo el mayor.- El año que viene iré a la universidad y no puedo suspender ningúna asignatura.

-Juega conmigo.- Dijo el pequeño Sasuke con una sonrisa en sus labios, ignorando las palabras de su hermano.- Juega conmigo.- Repitió dando pequeños saltos.

-Solo un rato.- Itachi observó a su hermano con paciencia.

Itachi cargó a Sasuke en su espalda y lo llevó por toda su habitación como si fuera un caballo. Después sacó una caja de madera y tras colocarle unos guantes a su hermano, le dio pieza por pieza las maderas del nuevo puzzle que habían fabricado para él.

-Me tengo que ir a estudiar.- Le dijo Itachi casi entrada la noche.- Te dije un rato y llevo aquí toda la tarde. Nos vemos mañana, hermano.- Y le dio un pequeño beso en su nivea frente.

Tras salir de la habitación, el pequeño Sasuke se acostó de nuevo en su cama. Los días eran realmente aburridos. Sabía que su hermano conocía a mucha gente de diferente color y diferentes creencias. Sabía que su hermano comía muchas cosas que él jamás podría llegar a imaginar.

Se dio la vuelta en la cama y se durmió antes de que sus padres llegaran de trabajar. Sasuke solo conocía a sus padres, a su hermano y al médico que lo trataba en casa, ya que de su abuela no se acordaba. La abuela Uchiha murió cuando él solo tenía tres años. Sabía que muchas veces había ido al hospital, pero jamás había conocido a otras personas. Nunca se había interesado en conocer a aquellas personas con trajes blancos y cascos extraños.

Todo el mundo lo miraba con lástima tras aquellas mascaras. Incluso sus padres lo miraban de aquella forma. Sabía que lo querían, pero nunca estaban en casa. Siempre tenían la excusa de que debían trabajar muy duro para poder ayudarlo. Sasuke se sentía solo...

-¡Itachi!- Gritó Sasuke desde su habitación.- Tengo hambre.- Susurró.

-¡Ya voy, Sasuke!- Itachi entró con su ya conocido traje blanco y la bandeja entre sus manos.- Lo siento, pero no soy tan bueno con estas cosas como mamá.

Ya habían pasado siete años desde aquella noche en que Itachi había jugado con Sasuke. Cada día había tenido menos tiempo para estar con su hermano, y eso Sasuke lo había notado. Ahora Itachi era un adulto de veinticuatro años y estaba en la universidad estudiando medicina.

-Hoy hace dos semanas.- Sasuke miró apenado a su hermano.- Dos semanas que no salgo de esta habitación.

-Lo siento.- Itachi miró con lastima a su hermano.- Pero desde que mamá y papá murieron en aquel accidente de coche...Yo no se tratarte como ellos.

-Lo sé.- Sasuke sonrió sin alegría a su hermano.- Lo siento, Itachi...

-¿Por qué?- Preguntó sorprendido.

-Nunca te han dejado ver la tele conmigo, ni usar tus juguetes, ni tus cosas...- Sasuke dejó el tenedor en la bandeja.- Nunca te han dejado que me cuentes nada del exterior, ni que me hables de las personas. Nunca has podido traer a tus amigos a casa...

-Sasuke.- Itachi abrazó a su hermano.- Nunca te abandonaré, lo sabes ¿Verdad?

-Ya tengo diecisiete años.- Dijo Sasuke mirando a su hermano.- Creo que es tiempo para ti. Solo enseñame como haces las cosas y como debo cuidarme.

-Sasuke.- Itachi se levantó soprendido.

-Estoy solo la mayoría del día...- Sasuke miró la ventana y vio la luna reflejada en el cristal.- Solo quiero ser un poco más independiente.

-¿Y si te pasa algo?- Itachi se volvió a sentar al lado de su hermano.

-Solo te digo...- Bufó exasperado.- Que ya se cuidarme. Me pondré la mascarilla y los guantes. Puedes dejar que tu novia entre en casa.

-¿Mi novia?- Itachi miró divertido a Sasuke.

-Os veo tras la ventana muchas tardes. Sé que quieres que ella pase a casa.- Sasuke se levantó de la cama y caminó hasta el cristal.- Que haga lo mismo que tú. Ella también puede ducharse en la ducha de la entrada y ponerse la bata blanca.

-Papá y mamá me matarían si se enteraran de eso.- Dijo Itachi agachando la cabeza.

-Ellos nos dejaron hace dos semanas.- Sasuke miró a su hermano.- Debemos seguir con nuestras vidas... y yo quiero que la tuya sea normal. Prometeme que mañana entrará tu novia a casa.

-Sasuke ¿Estas seguro?- Itachi se acercó a su hermano.- No sabes nada de la vida. No sabes tratar con otras personas que no sea yo.- Cogió la mano de su hermano.- Nunca has visto a otros seres humanos y no tienes ni idea de lo que hace la gente con tu edad. Eres un niño demasiado inocente todabía.

-Solo quiero vivir, hermano... y que vivas.- Sasuke sonrió a Itachi.-Solo quiero eso.

-Está bien.- Itachi abrazó a Sasuke.- Pero si te pasa algo...si te llegara a pasar alguna cosa por...

-Será bajo mi responsabilidad.- Sasuke se apartó de su hermano.- Además, dijiste que tendrías que buscar a alguien para cuidar de mi. Papá y mamá ya no están y tú tienes que estudiar... no puedo quedarme solo por si me pasa algo, así que tendré que acostumbrarme al resto de personas.

-Tienes razón.- Itachi sonrió a su hermano.- Mañana hablaré con Karin para que pase a casa y empezaremos la prueba. Según como salga, empezaré a buscar a alguien para que te cuide.

-Gracias.- Sasuke le dio un beso en la mejilla a Itachi y se metió en la cama con una sonrisa.- Nos vemos mañana, buenas noches.

Sasuke se durmió feliz pensando que al fin conocería a alguien más. Siempre había soñado en como sería aquello. Nunca había tocado a otra persona que no fuera su familia o su médico. Al fin podría hablar de cosas ajenas a la casa y sonreirle a alguien más. Desde aquel día, las cosas iban a cambiar para Sasuke Uchiha.

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