Capítulo 53 💖
No soy un maldito fanático de las tradiciones.
Quiero que las cosas se hagan a mi manera, rápido y bien hecho, no importa el precio. Pero hay cosas que simplemente no puedo controlar. Una de ellas es mi futura esposa.
Me hizo posponer la boda civil un día, porque aparentemente necesito todo un jodido día para conseguir un vestido y zapatos adecuados, incluso cuando ofrecí llamar a Caroline de Neiman Marcus. Algo sobre elegir su propio atuendo.
Como sea.
Termino de ajustar la corbata y miro sobre mi hombro a Taylor, que espera paciente.
—¿Llamaste a Raymond? ¿Están listos? —o mejor dicho. ¿Ana aún se está presentando a la ceremonia?
—Si, señor. Están saliendo del apartamento justo ahora.
—Bien.
Además del atuendo, insistió en seguir la estúpida tradición de mantenerse alejada la noche previa y Raymond la llevó ahí. No la he visto en 32 horas y mis putos nervios están de punta.
—Debemos salir ahora. —un vistazo rápido a mi reloj lo confirma—. Quiero estar ahí cuando ella llegue.
Jason asiente, luego pone a Albert en mis brazos para que él pueda ir a alistar el auto.
Como será una ceremonia rápida y muy breve, solo su padre y Jason estarán ahí además del niño. Luego, cuando tengamos la gran boda en la iglesia, estarán los Grey y todos sus compañeros.
Pongo a Albert en la silla, me aseguro de llevar los anillos que compré para esta ocasión y nos dirigimos a la oficina de matrimonios dentro del ayuntamiento. Seremos solo dos personas contrayendo matrimonio en un martes.
Taylor estaciona a unos metros del edificio para que todos bajemos juntos y busco inmediatamente el Audi negro que conduce Raymond. No se ve por ningún lado.
—Carajo, llama a Steele de nuevo y asegúrate que...
El sonido de un motor me distrae, el auto se detiene detrás de nosotros pero nadie se mueve. ¿Qué carajos está pasando ahora?
Antes de que pueda preguntar, el móvil de Taylor suena con un tono de llamada.
Inmediatamente frunce las cejas.
—¿Steele? —gira para mirar el auto—. ¿Qué? Si, espera un momento.
Estoy perdiendo la jodida paciencia y juro que será peor si Ana no está en ese auto.
—Señor, la señorita Steele pide que se adelante a la oficina.
—¿Por qué? —gruño, incapaz de esconder la frustración.
—Insiste en que no debe ver su vestido.
¿Qué? Estamos a escasos metros del edificio, la jodida tradición puede irse a la mierda. No voy a entrar ahí sin mi novia. Albert me apoya señalando el auto negro.
—¡Mamá! ¡Mamá! —chilla.
—Si, hijo. Ahí está tu nueva madre. Espera aquí.
Hago que Taylor tome la mano del niño, aún sosteniendo el teléfono pegado a su oreja mientras me dirijo a mi auto en posesión de Steele. No hablo con él, voy directo a la ventana del acompañante.
—Baja del auto. —le pido y ella me mira con sus ojos muy abiertos—. Baja del jodido auto, nena. O voy a lanzarte sobre mi hombro.
Hace una mueca curiosa, pero es su padre quien baja y rodea el auto.
—Christian, creo que no es necesario que... —lo interrumpo porque justo ahora no estoy de humor para mi suegro.
—Estoy haciendo exactamente lo que pediste, ahora apartate para que pueda casarme con esa chica necia que llamas hija. Ahora.
Raymond permanece en silencio solo mirando, yo tiro de la manija de la puerta para abrirla pero no cede. Le hago una seña a Ana para que la libere.
Ella solo baja la ventanilla.
—¡Christian! ¿Qué crees que haces?
Mierda.
Libero el seguro manualmente y abro la puerta, tomando su brazo rápidamente para sacarla de ahí.
—Nena, estoy jodidamente harto de estar aquí, lidiando con estupideces. Solo quiero entrar ahí y hacerte mi esposa. ¿Vas a hacerlo de la manera fácil o de la manera difícil?
—Rayos. —chilla, soltandose de mi agarre y tomando mi mano—. Cualquiera que nos vea diría que estás forzándome. Y yo solo quería que me vieras cuando entrara a la oficina del brazo de papá.
Carajo. Me aparto un poco para mirarla, lleva un hermoso vestido en color blanco que cae delicadamente sobre su figura y un maquillaje muy ligero sobre sus ojos que la hace lucir inocente. Y joven.
Tal vez Steele tiene razón, Ana no está lista. Pero soy un bastardo egoísta y voy a conseguir a mi chica justo ahora.
—Te ves preciosa, Ana. Me disculpo por mi impaciencia, pero he esperado por ti durante mucho tiempo.
Algo ahí suaviza su expresión y sonríe, poniendo la delicada palma de su mano en mi mejilla de barba crecida.
—Ya no tienes qué esperar por mi. He terminado de correr.
—Jodidas gracias, Dios. —gruño y ella pone los ojos en blanco.
—Ahí va mi momento romántico. —gira para mirar a su padre—. Bueno, supongo que estamos listos todos. ¿Te importa si entro con Christian y Albert?
—No. —se apresura a decir Steele—. Pero aún tendré el honor cuando sea en la iglesia.
Lo hará. Será justo como ella lo planeó, me aseguraré de ello. Pero hoy es todo mío.
Tomo a mi mujer de la mano, luego a Albert con mi brazo libre y entramos juntos a las oficinas. La licencia de matrimonio está lista desde ayer, y he organizado una pequeña cena en casa para festejar.
Gracias a mi influencia, somos atendidos tan pronto como nos reciben en un salón decorado para la ocasión. Steele y Taylor permanecen detrás de nosotros mientras la jueza nos habla.
—Bienvenidos, Christian y Anastasia. —su mirada vuela al niño en lo brazo—. Oh, traen a su pequeño hijo.
Abro la boca para corregirla, pero en realidad no tiene caso. Anastasia es la única madre que Albert recordará, aunque intente mantener la imagen de Leila para él.
—Si, es nuestro. —Ana acaricia la barriga del niño—. Hoy seremos oficialmente una familia.
Lo seremos.
Mantengo a Albert conmigo mientras escuchamos el discurso de la mujer sobre el compromiso del matrimonio, hasta que finalmente nos pide que firmemos la acta. Nuestros testigos se acercan para hacer lo mismo.
Aprovecho el momento para dirigirme a mi nueva esposa.
—Anastasia, sé que haremos esto de nuevo en la iglesia, pero quería dártelo ahora. —digo, tomando su mano y deslizando la sencilla argolla de oro en su dedo—. Prometo que para entonces será algo mucho más brillante, como tú.
—Christian, no es necesario. —le entrego la argolla idéntica que pedí para mí y ella la pone en mi dedo—. Estos anillos son perfectos, gracias por pensar en todo.
—¡Excelente! —la mujer firma el documento y gira para mirarnos—. Con todos los requisitos, estoy lista para nombrarlos a ustedes, marido y mujer. Puede besar a su novia.
Finalmente.
No me importa quién esté mirando, atraigo a mi mujer para besarla y será mejor que su papá se acostumbre. Mis brazos se enredan en su cintura por largos segundos antes de que Albert grite.
—¡Papá, yo! ¡Beso mamá!
Ana sonríe y se aparta para que pueda volver a tomar al niño en mis brazos, le besa las mejillas y lo hace chillar de felicidad, mi pecho llenándose de calor al admirar a mi familia.
Mía.
Tal vez no es la forma en que su padre quería las cosas para ella, pero fue lo mejor para nosotros. Y ambos son míos para cuidarlos.
Al fin.
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¡Capítulo nuevo! Siento la demora, espero que todas y todos estén super bien.
El próximo capítulo será el final.
¡Lo subiré pronto! ☺️
(◍•ᴗ•◍) 💙✨
Pd. Les presumo que el perfil de WattpadRomanceES en Instagram recomendó una de mis historias. Los amito 🥺❤️
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