—Mierda, Christian. ¿Podrías ser más egoísta? —lelliot gruñe, sacando la cartera de su bolsillo y poniendo un par de billetes en la mano de la Mía.

¿Por qué carajos sigue dándole dinero? No es que me importe demasiado, al menos ella está feliz con las noticias. Todos los demás en mi mesa se quedan mudos.

Y Grace sacude la cabeza.

—¿Qué dijiste? —pregunta al mismo tiempo que Carrick menciona mi nombre.

Si, están molestos. Pero no tanto como Raymond Steele, que apenas encuentra las palabras necesarias para atraer mi atención.

—Christian, ¿Podemos hablar?

Mierda.

Sé que voy contra sus deseos, me lo advirtió. Está molesto y lo entiendo, pero no hay vuelta atrás, el bebé está sucediendo así que voy a tomar ventaja del momento para presionarla solo un poco.

—Por supuesto. —me pongo de pie y hago una seña hacia el pasillo de mi estudio.

Mis padres aún no pueden salir de su asombro, por lo que solo observan mientras Raymond se levanta de la silla y me sigue. Otro par de pisadas de escucha por detrás de él, atrayendo nuestra atención.

—Annie, será mejor que esperes en la mesa. —le dice, revelando la identidad de la tercera persona.

Obviamente la señorita terquedad quiere ser parte de la discusión.

—No, papá. Esto también me involucra y no dejaré que ustedes dos hablen de mi como si no existiera.

Ella pasa por un lado de Raymond y luego por el mío, empujándome en su intento de pasar primero al estudio. Al señor Steele no le queda más remedio que seguirnos y cerrar la puerta detrás de él.

—¿Y bien? —le digo, sin querer perder más jodido tiempo en lo inevitable.

—Christian, hablamos de esto, mi hija es demasiado joven para tener un bebé. —la señala y ella inmediatamente frunce las cejas.

—¿Demasiado joven? Soy una adulta, tengo un trabajo y ya me hago cargo de un pequeño niño.

Cierto.

Abro la boca para apoyar a mi chica, pero Steele arruga el gesto.

—Eso es diferente, cariño. Sabes que amo a Albert, pero al final del día es responsabilidad de Christian, es su padre.

Abro la boca para brindar una respuesta, pero el gesto obstinado de la señorita Steele me detiene. Bueno, al menos ella no está discutiendo conmigo sobre la propuesta de matrimonio.

—Lo sé, papá. Y resulta que estoy viviendo con ambos, así que también es mi responsabilidad ahora.

—Yo... —quiero señalar que me hago cargo de Albert al cien por ciento, pero de nuevo el señor Steele me interrumpe.

—¡Pero no es lo mismo, hija! Albert es pequeño pero no necesita tantos cuidados como un recién nacido, no estás lista para eso. Debes casarte primero y luego ser madre, ese es el orden.

Ana hace un gesto de molestia con su boca, lo que me permite interrumpir la conversación.

—Como estaba diciendo, soy responsable de Albert y puedo hacerme cargo de lo demás, ya sea una esposa o un bebé.

Ambos Steele giran para mirarme.

—Eso está por verse, hijo. —Raymond no luce muy convencido—. Espero que se casen antes de que llegue el bebé.

Su hija frunce las cejas y apoya las manos en su cadera en ese gesto obstinado que ahora veo heredó de él.

—En realidad, papá, creo que no hay prisa. Me gustaría tener una gran celebración y eso requiere planeación.

—Yo podría hacerlo. —O Andrea—. Pero me gustaría que...

—Annie, cariño, me sentiría más tranquilo si se casan lo más pronto posible. No es que no confíe en ti. —gira brevemente para mirarme—. Pero debo asegurarme que cumples tu palabra con mi hija. Has estado insistiendo con casarte con ella, ahora es el momento.

Carajo.

No me gusta que me presionen, pero tampoco estoy de acuerdo con esperar demasiado. Deseo complacer a Anastasia en primer lugar, aunque no puedo negar que concuerdo con el señor Steele.

—Podemos hacer ambos. —sugiero, esta vez sin permitirles interrumpir—. Me gustaría una gran boda, pero no voy a esperar un jodido año para hacerlo. Tendremos una ceremonia dentro de dos meses, me haré cargo, pero tengo una condición.

Ana y Raymond me miran, tal vez considerando mis términos el tiempo suficiente para permanecer callados. Mi voz es firme, una exigencia que no admite cambios.

—Nos casaremos legalmente mañana, ustedes pueden elegir lo que deseen sobre el resto: el salón, las flores, la comida, el viaje de luna de miel, etcétera. El dinero no es un problema, pero haré los arreglos para la parte legal.

Ambos Steele parecen ligeramente sorprendidos.

—¿Hay alguna razón para la urgencia? —Ana es la primera en quejarse—. ¿Piensas que cambiaré de opinión?

Raymond y yo confirmamos al unísono.

—Si.

Su bonita boca se tuerce en un gesto de molestia.

—¿Entonces que? ¿Volamos a Las Vegas para una boda rápida?

Es mi turno de arquear las cejas por sorpresa ante la impulsividad de mi futura esposa.

—No pensé que te sentirías cómoda en una capilla, o que lo encontrarías romántico.

Tengo la impresión de que la conversación se está desviando del objetivo.

—Por supuesto que no, Christian. A menos que estemos huyendo de mi padre, aunque no es realmente el caso. ¿Tengo opción sobre esto?

—No.

Le toma un largo momento antes de soltar un suspiro de resignación.

—Pero voy a tomar cada una de las futuras desiciones sobre la boda, hasta la más mínima.

La dejaría decidir sobre los próximos eventos sociales del año si eso hace que ella por fin acepte mis jodidas condiciones. Su padre es más fácil de complacer.

—Estoy de acuerdo.

La miro, esperando que la impulsiva mujer se retracte pero no lo hace. En cambio, estira su mano hacia mi para sellar el trato con un apretón de manos demasiado formal.

—Felicidades, Christian. —Raymond tiene la desfachatez de reírse—. Haz hecho la adquisición de tu vida.

Bueno, carajo.

Voy a casarme.

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¡Nueva actualización!

Felicidades magaly523 por tu cumpleaños, hermosa 🥳 Un abrazo fuerte y que tengas un maravilloso día 🙌✨💙

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