Señora Hinata 💕 XXX
Señora Hinata 💕
-¡No me grites! ¡Lo haré!
-¡No!- Respiré profundamente, intentado que un poco de paciencia entrará en mí cabeza y poder intentar hacer entrar en razón a Hinata-. No puedes hacerlo sola, delicia.
-¡Si que puedo!- me gritó y alzó su barbilla, nunca encogiéndose-. Y lo voy a hacer.
Suspiré, era tan cabezotas.
Para Hinata, el momento al fin había llegado. Decirle de nuestra relación a Sasuke. Ella estaba segura que él estaba listo, y que si tal vez se enojaba no sería tan duro como al principio de nuestra relación.
Ambos estábamos discutiendo esto en mí habitación, ella sentada en la cama mientras yo caminaba por mí espaciosa recámara. El nuevo departamentos era mucho más grande que el que había tenido el año pasado y nos daba más intimidad, con Ino dentro del departamento agradecía las puertas.
El asunto de nuestra discusión no era porque se lo dijera a su hijo. Yo era él primero en celebrar cuando Hinata me dijo que se lo diría esa noche. ¿El problema? Ella no me quería ahí. Y eso me parecía un terrible error. Estoy seguro que si mí madre hubiera tenido otra pareja después de la muerte de Minato, me hubiera gustado que él diera la cara cuando lo anunciará. Intenté explicárselo a Hinata, pero ella era un hueso duro de roer cuando se trataba de Sasuke.
Suspiré mientras me sentaba a su lado. Quise tomarla de la mano, pero ella me esquivó y se levantó. Mí enojo había bajado, pero el suyo, al parecer, no.
-Por favor, Naruto. Entiende que esto es algo nuestro. Algo privado.
-Pero...
-¡Él no me hará daño! ¿Puedes entenderlo?
-No creo que él te haga daño, físicamente- le dije cuando me levanté-. Pero puede decirte cosas feas, delicia. Déjame estar allí.
-No Naruto- ella se cruzó de brazos, dándome la espalda.
-¿Al menos puedes llamarme y mientras le hablas, escuchar lo que dice?- Hinata me miró sobre el hombro con una ceja alzada, algo confundida-. Sólo quiero saber lo que dice delicia. No me meteré- juré, aunque no estaba convencido de esa parte.
Hinata suspiró mientras la abrazaba desde atrás, su cuerpo relajándose y supe que había ganado, por lo menos en parte.
-Esta bien, te llamaré.
Besé su mejilla.
-Todo saldrá bien, amor-, le susurré al sentir que aún seguía nerviosa.
Hinata se movió para terminar frente a frente y envolvió sus brazos en mí nuca, apoyando su mejilla en mí pecho. Yo la abracé más fuerte, deseando que ella me pidiera que fuera a la casa esa noche. Quería estar para Hinata si las cosas se ponían difíciles.
Un plan comenzó en mi cabeza y decidí que lo haría.
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Agradecí que las noches empezarán a ser un poco más calurosas mientras la primavera comenzaba a florecer. Lo agradecida de verdad, al estar en las rejas de la casa de Hinata mientras esperaba su llamada.
Había jurado no meterme, pero no podía dejar a mí chica pasar por esto sola. Le había dicho la verdad cuando dije que no creía que Sasuke se enojara lo suficiente para hacerle algún daño físico. Pero no estaba seguro que no dijera un montón de mierda. Si bien, desde la última pelea que habían tenido en la universidad, Sasuke ya no le hablaba de esa forma, podía tener un retroceso en su avance con el psicólogo.
Busqué en mis bolsillos y saqué el paquete de cigarrillos, me prendí uno mientras miraba a la casa distraídamente. Me alegraba que las casas estuvieran más alejadas en el barrio de Hinata. Porque definitivamente parecía un merodeador enfermo o un ladrón.
Mí teléfono vibró en mí bolsillo trasero y lo saqué con rapidez, atendiendo al ver el número de Hinata.
-Hola delicia, ¿Cómo va todo?
-Bien, bebé. Ya estoy por bajar a cenar-, escuché perfectamente su timbre nervioso y quise estar a su lado para tranquilizarla.
-Todo estará bien, amor. No te preocupes.
Hinata suspiro.
-De verdad lo espero.
- Créeme que sí.
Hinata tomó una respiración profunda y temblorosa mientras escuchaba los ruidos de que se movía por su habitación.
-Muy bien, iré ahora. Tendré el celular en la mano, no podré contestarte.
-Esta bien delicia. ¿Segura que no me quieres contigo?- intenté por última vez.
-Si, estoy segura-, está vez su voz no dudó.
Suspiré.
- Está bien, amor. Mucha mierda. Te amo.
-Yo te amo más bebé.
Escuché algo amortiguado sus pasos, el ruido de la puerta al abrirse y cerrarse. Mí corazón latió fuerte mientras soltaba humo por mí boca. El celular pegado a mí oreja y mí mirada anclada en la casa con varias luces encendidas. Tenía la copia de la llave de la casa, si Hinata me llegaba a necesitar estaría allí en un segundo.
-Hola cariño-, la voz de Hinata que ya había llegado al comedor.
-Hola ma.
Escuché el ruido de una beso y supe cuando Hinata se sentó en su silla frente a Sasuke. Estuvieron silenciosos y hablando un poco de la universidad y de los libros de Hinata. Por suerte, mí celular tenía una buena carga de batería.
-Ah, Sasuke- llamó Hinata de repente.
Suponía que Sasuke estaba por levantarse de la mesa y ella se apresuró a detenerlo.
-¿Que pasa?
-Necesito hablar contigo de algo importante. Por favor, siéntate.
Escuché el ruido de la silla cuando Sasuke se sentó. Tiré la colilla de cigarrillo que tenía en la mano.
-¿De qué se trata?- preguntó Sasuke después de un momento en silencio.
Mí corazón golpeando fuerte en mí garganta tuve que esforzarme por escuchar la conversación.
-Yo... Se trata del tema que habíamos tratado antes. De mí. Teniendo una relación seria.
-Hmm.
-El asunto es que ya estoy en esa relación-, hubiera pagado por ver la reacción de Sasuke a las palabras de Hinata-. Hace unos meses nos estamos viendo y saliendo.
Otro silencio, tal vez Hinata esperando alguna respuesta de su hijo. Pero nada me llegó a mis oídos.
- Él... Aamm él es un buen hombre...
-Me alegro mamá, pero yo qué tengo que ver con eso. Tú te acuesta con él, no yo.
Mis cejas se alzaron por la contestación de Sasuke. Apreté las llaves en mi mano y la metí en la reja, dándole las dos vueltas para entrar rápido si necesitaba.
-Si, cariño. Pero tú eres mí hijo. Quiero que lo sepas antes que otros.
-De acuerdo.
-Mi novio... Él... Bueno...- Hinata suspiró profundamente-. Es Naruto.
Abrí la puerta cuando escuché un estruendo y el gritó de Hinata con el nombre de Sasuke. Mí corazón amenazando con salir por mí boca mientras corría a la casa. Dejé caer el teléfono antes de llegar a la puerta, mí hombro golpeó la sólida madera mientras mí mano la abría del picaporte.
-¡Hinata!- grité mientras entraba a tropezones.
Cuando me precipité por la puerta de la cocina me quedé congelado al ver a Sasuke protegiendo a Hinata como si fuera yo el peligro.
Los ojos de ambos estaban abiertos de par en par cuando me vieron. Mí mirada recorriendo los platos rotos en el suelo y la silla donde tal vez había estado Sasuke volcada. Mis ojos duros cayeron sobre él.
-¿Naruto? ¿Que haces aquí?
-¿Que diablos, Dobe?- preguntó Sasuke al mismo tiempo que Hinata.
El sudor corría por mí sienes, mí chaqueta pegada a mí cuerpo mientras mí corazón seguía en una carrera infernal.
-Yo... Umm.
Hinata salió de atrás de Sasuke y quiso acercarse a mí, aún su cara perdida. Su hijo la detuvo cuando casi pisa los platos rotos.
-¿Qué pasó?- pregunté en cambio.
Hinata frunció el ceño.
-Te dije que no te quería aquí- susurró con los dientes apretados, su ceño fruncido.
- Sabes cuál era mí opinión sobre esto.
Hinata se soltó de Sasuke inconscientemente.
-Esto es un tema nuestro...
-No, también es un tema mío Hinata-. Miré a Sasuke-. Soy el novio de tu mamá y me importa una mierda si no te gusta.
-¡Naruto!
Miré a Hinata cuando ella quiso regañarme por mis palabras.
-¿Qué delicia? Es lo suficientemente grande-, dije apuntándolo con mí mano-. No tiene cinco años para que se lo explique o tenga que esconderme de darte un beso o tocarte. Maldita sea, él ya está follando. No tiene que importarle con quién estás o no.
Hinata apretó los labios con fuerza. Ella iba a decir algo, pero se detuvo cuando Sasuke habló.
-Es la verdad-, Hinata se volteó a ver a su hijo asombrada, pero él se quedó con la mirada fija en mi-. Sabía que estabas con mí madre, sin embargo-, una de mis cejas se alzaron-. Déjenme decirles que son pésimos actores. Se notaba a leguas de distancia que había algo entre ustedes, las miradas y las escapadas. Justo cuando mí madre no estaba, tú extrañamente te desconectabas del mundo. No necesité ser Sherlock Holmes para darme cuenta.
Miré a Hinata, que me observaba igual de asombrada. Parecía haber quedado sin palabras.
-¿Entonces no tienes problemas que tengamos nuestra relación?
Sasuke se encogió un hombro.
-Si tú puedes aguantar el control de mí madre y si ella puede aguantar tu estupidez... Eso es cosa suya.
Yo sonreí y miré a Hinata. Hasta que toda la información me llegó.
-¡Hey, Teme!
Continuará...
El próximo el final, pero habrá una sorpresa. 😘🤓
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