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III

Ciudad de Berk.

Hiccup avanzó hasta la oficina de su padre, sabiendo que a esa hora estaría ahí. Jack lo acompañó de cerca, siendo solamente su apoyo en ese momento. Cuando llegaron, llamó a la puerta y esperó por su permiso.

—Adelante. —los menores entraron con calma —Ah, hijo.. justo estaba hablando de ti. —Estoico sonrió al ver al menor, borrando su sonrisa al notar la seriedad de este —¿Algo de lo que deba enterarme? —preguntó con calma

—Lamento si interrumpo algo, pero necesito hablar contigo. —Hiccup se acercó hasta su padre, Jack permaneció alejado, disculpándose en bajo con el concejo de Berk, que parecían estar teniendo una reunión esa noche

—Dame unos minutos y te escucharé. —le dijo, el castaño asintió con la cabeza y se sentó junto a su padre cuando este se lo pidió —Discutimos sobre la posibilidad de un trato comercial con los hermanos Gimborn. —le informó el mayor

—¿Por qué? —preguntó el castaño con curiosidad, su padre respondió a su pregunta con calma

—Hemos recibido información de que el territorio de... Guardianes.. Está tratando de hacer alianzas con otras regiones. —Jack, que se encontraba de pie detrás de Hiccup, hizo una mueca y desvió la mirada

—Quieren recuperar simpatía y poder, después de la rebelión de hace seis años. —explicó Spitelout, viendo a Jack sin poder evitarlo

—Y quieren adelantarse a sus planes. —entendió, notando la manera en que su tío veía a su mejor amigo —Deja de verlo así. —le advirtió con calma. Jack giró la mirada al castaño y después a Spitelout, que rodó los ojos y desvió la mirada del castaño de ojos azules.

—Lo importante aquí —intervino Estoico —, es llegar a un acuerdo que pueda beneficiarnos tanto como a ellos.

—Los territorios humanos no se tocan. —negó Hiccup enseguida, haciendo sonreír a su padre

—Justo por eso tu nombre llegó a la conversación. —dijo Bocón, que estaba sentado junto al jefe —Estoico afirmó que lo dirías.

—Entonces.. Una vez aclarado que ese territorio no se toca... —Cubeta cubrió con una tela suave el territorio en el mapa sobre la mesa, sonriendo satisfecho mientras Abono continuaba hablando —¿Qué podemos ofrecerles?

—Probablemente no hay nada más que les interese. —murmuró Bocón haciendo una mueca

Hiccup los escuchó, no queriendo intervenir mucho en las decisiones que tomarían para no causar problemas. De pronto escuchó los pensamientos de Jack, dándose cuenta que se sentía incómodo.

"—Lamento que te sientas incómodo"—se disculpó con él por pensamiento, haciéndolo sonreír

"—No te preocupes, entiendo la situación"—Hiccup sonrió, prestando atención nuevamente a la discusión de su padre y el concejo

—————

—Bien, hijo. Ahora si, dime que sucede. —Estoico prestó atención a su hijo una vez terminó su junta y estaban en la oficina solo ellos dos y Jack

—Bueno... es sobre el poblado humano cerca del río.

—Creí que no volverías ahí. —le vio con curiosidad

—No estuve ahí, no específicamente. —negó con la cabeza —Nunca salgo del bosque.

—Está bien.. —le hizo una seña de que continuara

—Hay una familia que se metió en problemas con...

—Sabes que no puedo intervenir. —le recordó enseguida —No es nuestro territorio.

—Pa, hay niños involucrados. —continuó el castaño —Están siendo amenazados por hooligans, por... alguna razón. —titubeó, aquello llamó la atención del mayor que vio al otro castaño con curiosidad

—El padre de la familia hizo una apuesta con un hooligan, les debe dinero y los han estado amenazando. —explicó Jack con calma, siendo incapaz de mentirle al padre de su amigo —Hace una hora casi incendian su casa, donde también hay niños.

—Si él lo provocó...

—Tenemos que ayudarles. —Hiccup interrumpió a su padre

—Ahí no hay un motivo por el cual debamos intervenir. —negó con calma —Sabes perfectamente que eso podría generar una disputa mayor. —el menor hizo una mueca —Hijo, ¿por qué es tan importante? —preguntó, notando que había algo detrás de aquella petición

Antes de que el castaño pudiera decir algo, una ave roja entró por la ventana y revoloteó un poco antes de prenderse en fuego y cambiar de forma, colocándose junto a Hiccup.

—Jefe. —saludó a Estoico con una sonrisa

—Snotlout, ¿Sucede algo? —preguntó el mayor desconcertado por su llegada tan repentina

—Vengo del poblado cerca del río.

—¿También hay una familia humana a la que quieres que ayude? —preguntó con curiosidad

—En realidad, es la misma familia. —los castaños lo observaron desconcertados —Seguí a Hiccup y Jack cuando se fueron esta tarde. —explicó

—¿Y tú puedes decirme por qué mi hijo está tan interesado en ayudarles?

—Lout.. —Hiccup trató de intervenir para hacerlo callar, pero no lo logró

—Por la rubia. —respondió, viendo después a su primo, que tenía el ceño fruncido

—¿Una chica? —Estoico vio con curiosidad al castaño, que desvió la mirada —¿Te gusta una humana? —Hiccup no dijo nada por lo que el mayor dirigió la mirada ahora hacia el mejor amigo de su hijo

—Es la razón por la cual vamos al bosque con un ciervo cada luna llena. —explicó Jack en bajo al sentir la mirada de Estoico sobre él

—Y... escuché que ya le gustó al hombre al que le deben dinero. —murmuró Snotlout

—¿Qué? —Hiccup lo observó enseguida

—Los escuché hablar, considerando que tan buena idea sería perdonar la deuda a cambio de la chica rubia. —le dijo el pelinegro con calma, el castaño giró a ver a su padre

—Veré que puedo hacer, pero no te puedo prometer nada. —le dijo con calma

—Gracias. —le agradeció en bajo, sonriendo apenado por tener que pedirle ayuda a su padre para salvar a la chica que le gustaba

Astrid salió a trabajar esa mañana, sintiéndose molesta aún por la situación de la noche anterior. Sin embargo, sonrió con cariño al ver a sus pequeños sobrinos salir de su casa junto a Dagur y Heather.

—¡Tía! —la más pequeña corrió a ella y la cargó con cuidado

—Buenos días, preciosa. —le sonrió

—¿Estás bien? —preguntó la menor, tomando el rostro de la rubia para verla con detenimiento —El accidente de anoche fue muy feo.

—Si.. fue muy feo. Pero estoy bien. —le aseguró —¿Ustedes están bien? —la menor asintió con la cabeza y la abrazó

Astrid suspiró y avanzó hacia el resto de la familia con calma.

—Buenos días. —le dijeron los menores y Heather

—Buenos días. —les saludó igualmente

—Bien.. se van con cuidado. —Dagur acomodó el cabello de su hijo para después acercarse a su hija mayor, dejando un beso sobre su frente —Por favor, cuídate mucho. —le murmuró

—Estaremos bien, papi. —le sonrió

—Yo las cuidaré, papá. No te preocupes. —le aseguró Oswald

—Sé que sí, mi niño. —lo abrazó antes de despedirse con un beso de la menor de sus hijas

—Vamos ya o llegaremos tarde. —les apresuró Heather, tomando la mano de Oswald y Helga mientras Astrid llevaba a Igna en sus brazos

—¿Cómo te sientes hoy? —preguntó la rubia hacia su sobrina mayor, que caminaba despacio

—Me siento mejor, la medicina que conseguiste ha sido de mucha ayuda. —le sonrió —Gracias por eso.

—Cariño, yo haría lo que sea por ustedes. —le aseguró con una sonrisa

Heather sonrió al escucharla hablando con sus sobrinos, pensando en cómo podría ayudar a reunir dinero y pagar aquella deuda lo antes posible. No quería arriesgar la vida de sus pequeños de ninguna manera.

—Heather, Heather... —la pelinegra reaccionó al escuchar a su mejor amiga

—¿Eh? ¿Qué pasa? —preguntó confundida, no sabiendo cuánto tiempo le habían estado hablando

—Te preguntaba si pudieron dormir. —volvió a decirle la rubia, con calma, notando que estaba algo dispersa esa mañana

—Oh, si.. después del susto.. no fue tan difícil dormir. —le respondió con una sonrisa

—La tía Heather nos contó una historia para dormir y nos aseguró que estábamos seguros. —dijo la más pequeña, quien ya caminaba junto a Astrid

—Bueno, eso es cierto. —dijo la rubia —Ahora están a salvo.

Heather sonrió a medias, volviendo a guardar silencio el resto del camino.

—Estás muy callada. —dijo Astrid a su mejor amiga una vez avanzaban hacia sus respectivos trabajos, después de dejar a los niños en su escuela

—Les mentí.. —admitió en bajo, sintiéndose culpable por ello

—Lo sé.. —se acercó a tomar su mano —No dormiste, se nota.

—No podía.. Me siento aterrada por lo que pueda pasar con ellos, contigo..

—Estaremos bien, Heather. —la atrajo para abrazarla por los hombros —Haré lo que sea necesario para mantenerlos a salvo. —le aseguró

—Prometiste..

—Sé lo que te prometí. —le interrumpió —Pero, si la situación no mejora..

—No, no harás eso. —negó con la cabeza, apretando un poco el abrazo —Te daré todos los ahorros que tengo, si es necesario.. Pero no te meterás a trabajar en la guadaña, ¿me oyes?

—No puedes darme todo lo que tienes, eso no es... no está bien. —negó la rubia

—Quiero que estés a salvo. —murmuró la pelinegra

—Estaré bien. —se separó despacio del abrazo de su mejor amiga —Déjame encargarme de esto, lo arreglaré. —Heather suspiró y la abrazó nuevamente antes de separarse por completo para seguir avanzando hacia la tienda de ropa donde ambas trabajaban desde hacía unos años.

Jack avanzaba tranquilo por los pasillos de la enorme propiedad de los Haddock, sacudiendo su cabello blanco, el cual había lavado antes de dormir para retirar el pigmento castaño. Sonrió al ver a Hiccup discutiendo con Snotlout en bajo por lo que había pasado la noche anterior.

—No deberías enojarte con él por tener curiosidad. —dijo con calma al llegar junto a ellos

—No debió seguirnos anoche. —se quejó el castaño, frunciendo su ceño

—Para ser justos, no debimos haber salido anoche. —le recordó, sonriendo divertido al verlo hacer una mueca molesta hacia él

—Tiene razón, no debieron salir. —se defendió Snotlout, cruzándose de brazos y viendo con molestia a su primo —Ni siquiera deberías estar cerca de los humanos.

—Tú no puedes decirme que no me acerque a ellos. —se quejó el castaño

—Y tú no puedes decirme que no te siga. —se defendió —Menos cuando estás haciendo cosas que no deberías hacer. —le recordó

—Además.. —Jack intervino, colocándose un poco entre ellos para evitar una confrontación o pelea —De no ser por Lout, no sabrías que tu preciosa rubia está en la mira de alguien más. —dijo con calma, Hiccup desvió la mirada mientras murmuraba algo entre dientes —Es bueno que lo sepas y que lo sepa tu padre, así podrá ver la manera en la que puede intervenir sin causar tantos problemas.

—Deberías agradecerme en lugar de enojarte conmigo. —le recriminó el pelinegro

—No haré eso. —negó el castaño enseguida, dando unos pasos atrás para alejarse de ellos, manteniendo su expresión molesta

—Bueno, bueno.. —volvió a intervenir el peliblanco —¿Por qué no hablamos mejor sobre otra cosa?

Antes que cualquiera de los dos pudiera decir algo, se escuchó la voz angustiada de una mujer pelirroja, quien se acercó a ellos de prisa llamando al castaño. Hiccup se acercó enseguida, cambiando su semblante de molesto a preocupado al escuchar las noticias sobre Anja. Salió prácticamente corriendo para estar cerca de su madre.

Jack le agradeció a la mujer por avisarles y avanzaron junto con Snotlout hacia la habitación de la señora Haddock. Hiccup entró en la habitación, viendo a Anja ser revisada por Gothi y Phlegma. Notando que su madre tenía el cabello húmedo y estaba usando una bata de baño.

—¿Qué pasó? —preguntó angustiado, acercándose a la mujer castaña, tomando su mano y dejando un beso en esta mientras se arrodillaba junto a la cama

—Se desvaneció cuando salía de la ducha. —informó Phlegma con calma, buscando una de las varias medicinas que la mujer tomaba para calmar sus malestares

—¿Llamaron a mi padre? —preguntó hacia la mujer, observando los frascos con medicamento en el pequeño buró junto a la cama

—El señor Haddock no está en la casa. —le informó Caryn, la mujer pelirroja que había ido a buscarlo una vez se encontraba en la puerta de la habitación junto a Jack

—Lout fue a buscarlo. —le informó el peliblanco

—De acuerdo. —les sonrió ligeramente, regresando la mirada a su madre en cuanto sintió que movía su mano

—Mi niño.. —le llamó en un murmullo

—Aquí estoy, mamá. —le sonrió, dejando otro beso sobre su mano

—Deberías estar entrenando. —le regañó en bajo, tratando de sentarse

—Espera, espera. —el castaño se levantó rápidamente para ayudarle a sentarse

—Mi señora, debería descansar. —Caryn se acercó, angustiada por la mujer

—Estoy bien. —murmuró, quejándose al sentir dolor en las piernas y los brazos, se vio a sí misma de manera discreta, esperando no tener ninguna herida visible que pudiera preocupar a su pequeño

El castaño notó lo que hacía, sabiendo que lo que ella menos quería era preocuparlo. Sabía que a su madre nunca le había gustado ser el motivo de angustia de su padre o cualquier otra persona cercana. Al mismo tiempo, notaba a Gothi darle indicaciones a Phlegma y vio a Jack, quien se acercó de manera disimulada para tratar de ver las indicaciones que la mujer mayor escribía.

Anja soltó un suspiro aliviado al notar que no tenía heridas y giró la mirada al castaño, sonriéndole con dulzura.

—Lamento interrumpir tu entrenamiento, cariño. —se disculpó, volviendo a tomar la mano del menor, quien le sonrió, viendo a Caryn cubrir las piernas de su madre con una manta delgada antes de ir hacia el armario, supuso que para buscar la ropa que usaría Anja ese día

—Nada es más importante que tú, mamá. —dijo con calma

—Tu padre estará molesto si ve que no estás en...

—No lo estará. —le interrumpió, negando con la cabeza

—Algún día, serás el jefe de Berk. —le recordó —Debes estar listo para ese momento.

—Aún falta mucho para eso, mamá. —le sonrió con cariño

—Hijo..

—Te prometo que si entreno, estoy dando mi mayor esfuerzo para ser el mejor, lo juro. —sonrió al ver la mueca que hacía su madre —Jack está de testigo, no le doy tregua en ningún momento. —señaló al peliblanco, quien soltó una risa baja ante su comentario

—En eso tiene razón, mi señora. Es un gran guerrero. —respondió, no viendo a la mujer directamente al notar que esta solamente traía una bata de baño

—Querido, te he dicho muchas veces que sólo me digas Anja. —le recordó con suavidad, notando que el chico no la veía —¿Qué pasa, Jack? —preguntó confundida

—Mi señora.. —la mujer giró la mirada hacia Caryn, notando que llevaba en sus brazos un vestido color celeste con dorado, Anja se vio a sí misma nuevamente, notando la razón por la cual el peliblanco lo la veía

—Dioses. —murmuró, sonrojándose mientras se cubría con la manta que estaba sobre sus piernas

—Te daremos espacio para que puedas cambiarte. —dijo Hiccup, poniéndose de pie y acercándose a dejar un beso sobre su frente, la mujer asintió con la cabeza y le agradeció en voz baja —Estaré afuera, por si necesitan algo. —dijo hacia la pelirroja, quien asintió con la cabeza

Tanto el castaño como Jack salieron de la habitación, cerrando la puerta para darle a su madre la privacidad que necesitaba. En cuanto estuvieron fuera, Phlegma se acercó a la castaña para hablar con ella en voz baja. Hiccup escuchaba murmullos del otro lado de la puerta, sin embargo no entendía de qué hablaban, por lo que hizo una mueca.

—¿Viste que era lo que Gothi escribía? —murmuró hacia Jack, quien permanecía a su lado, el peliblanco asintió con la cabeza mientras veía el pasillo para asegurarse que no hubiera nadie cerca —¿Es malo? —volvió a cuestionar con tono bajo

—Si Gothi tiene razón... —hizo una pequeña pausa, meditando las palabras que diría a continuación

—¿Tan malo es? —sintió su corazón apachurrarse al notar el titubeo del contrario y su sonrisa a medias, llena de tristeza

—Tal vez... Solo pueda ayudarle una gota de sol. —murmuró, viendo al castaño

Hiccup suspiró, meditando las palabras de Jack y entendiendo a qué se refería.

Anja era una mujer hermosa, amable, generosa con todos en Berk y una mujer extremadamente encantadora. Todo aquel que la conocía caía rendido ante su sonrisa y su carácter. Ella le había dado todo el amor del mundo mientras crecía y siempre iba a estar agradecido con ella por eso. Era la mejor madre que cualquiera pudiera pedir y él se negaba a perderla. Haría lo que estuviera en sus manos por mantener a su madre sana y a salvo.

—Jack.. —el peliblanco lo observó en silencio —Necesito que me hagas un favor. —murmuró, el chico asintió enseguida con la cabeza, dispuesto a hacer lo que le pidiera

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