Desde pequeña Dayanira siempre supo que la magia era real; pudo verla y pudo palparla pero, a pesar de desearla con toda su alma, jamás pudo tenerla. Tanto su madrastra como su hermanastra son hechiceras, mas ella no tiene el don, y sabe que jamás lo tendrá. No es más que una simple humana. 

Ha aprendido a vivir con ello, pero cuando un grupo de temibles cazadores entra al pueblo y toma como prisioneras a las brujas de su familia, Dayanira debe hacer algo tanto peligroso como prohibido: invocar a Hécate, la ancestral diosa de la magia, la señora de las tinieblas...

Historia corta para el concurso "Entre Dioses" de @LCBuenfil, a publicarse en breve.