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IV Señor de Commorragh I

Opinión de Renas:

Del prota:
Se lamentaba de su situación al saber que es muy joven. Cree que es muy frío. Sin embargo, después de la masiva pérdida, solo vio a un niño con mucho dolor en su corazón, pero también una gran oscuridad potencial al notar que Lunymere quedó muy perturbada al revisar accidentalmente sus sueños. Es por eso que trata constantemente de aconsejarlo, para evitar que se convierta en un monstruo.

De Eleonor:
Respeta sus enormes habilidades y también su disposición de ayudar sinceramente sin nada a cambio a Sasha y a Douglas en todo momento. Sabe que el eldar lo puede derrotar al instante. Pero se siente incómodo de su relación con Sasha. No sabe si está vivo o no después de su partida.
Comparte mucho su odio por los drukhari.

De Gortz:
No entiende como es tan sigiloso (para ser un orko) ni el cómo logró establecer una conexión con el joven.

De Sasha:
Se impresionó al ver que tiene un corazón tan dispuesto (y "puro") como la de él. Disfrutaba hablar mucho con ella. Le incomoda mucho que tenga una relación con Eleonor.

De Lunymere:
Está consciente de su falsa máscara de confianza y también de su fobia hacia él. Le sorprendió enormemente cómo se abrió hacia el joven, y también lo perturbada que estaba tras revisar accidentalmente los sueños del joven.

De Douglas:
Lo ve como un buen padre hasta cierto punto. A veces se preocupa de lo constantemente estresado que está por lo de Sasha.

De sí mismo (Mini lore):
Solo un marine espacial del capítulo de lamentadores más, uno con el deber de rescatar tantos humanos civiles como sea posible. Fue capturado por los drukhari junto a otros 2 hermanos de batalla de su capítulo. Una drukhari los torturó con diversión mientras los seguía enviando a las arenas, causándole un inmenso odio hacia los drukhari y más aún al ver lo que le hacen a los civiles.

Una semana más tarde de los acontecimientos.

Una nueva masacre en todo Commorragh se produjo y terminó tras 3 días por nada más ni nada menos que el nuevo señor de Commorragh.

Los eliminó a todos y cada uno de ellos de maneras brutales, aprovechando su capacidad de infligir dolor más allá de los límites lógicos, comprensibles y posibles para generar una inmensa trauma en todos los drukhari de Commorragh, los cuales revivieron, y los que no querían, los forzó a revivir con sus poderes heredados (y expandidos) por parte de Isha, diosa de la vida y madre de los Aeldari.

Todo Commorragh, incluyendo los incontables reinos satélite, finalmente entendieron que Asdrubael Vect fue derrotado y hasta convertido para el horror e incredulidad de todos en la mascota del nuevo señor de Commorragh, un humano...

Sin embargo, esto causó que los reinos satélites, a excepción de aquel que masacró el nuevo señor de Commorragh, se rebelaran y le declararan la guerra, ya sea porque lo vieron como una oportunidad para recuperar su gloria, o porque simplemente no querían servirle a un humano como gobernante supremo.

En el palacio oscuro, el joven ahora llamado Señor Siniestro estaba sentado sobre el trono oscuro con una mirada fría y aparentemente indiferente. Sus manos agarraban los sostenedores con comodidad y poder. El joven estaba rodeado de algunos guerreros de la propia kabala de Asdrubael, aunque no les pagó y en cambio, los forzó con el dolor incomprensible que puede infligir (aunque no los detiene de conseguir sus propios recursos), haciéndoles entender que no tienen ningún poder sobre él.

El señor siniestro estaba realmente disgustado, no por su situación como señor de Commorragh, sino porque al final, Vect tuvo algo de razón en sus últimas palabras antes de convertirse en su perro. Fue una bendición que lo hiciera rápido y no se dejara consumir por su orgullo, al menos para él únicamente.

El señor siniestro se levantó de su silla, sus guardias se tensaron en gran manera, al punto que sus cuerpos, recordando las muertes de un dolor incomprensible que les causó el nuevo señor de Commorragh, temblaron incontrolablemente. Sin embargo, el señor oscuro no les dio importancia y tan solo se fue caminando por los alrededores de su trono oscuro.

Estúpido e incompetente...

Recordaba esas venenosas palabras de Vect al mirar a su nueva mascota eldar. Odiaba admitirlo, pero tenía razón. Él no tiene ni idea de cómo ganar la guerra sin abusar de sus poderes divinos. Si, Commorragh es la tierra más poderosa de los drukhari, sobretodo con un reino satélite bajo su control, pero no solo estaba en contra de todos los demás reinos satélites, sino su muy limitada capacidad para dirigir, administrar y armar estrategias lo ponen en gran desventaja contra la mayoría de los estrategas enemigos. También es su gran falta de conocimiento tanto cultural y de armamento como geográfica sobre Commorragh.

De nada sirve tener un inmenso poder si no lo sabes controlar o siquiera aprovecharlo bien. Lo único que puede dejar de preocuparse es la traición de sus drukhari, después de todo, su capacidad de infligir dolor es simplemente incomprensible incluso para los Aeldari de mayor capacidad mental, simplemente los traumó al punto que el tan solo pensar en traicionarlo los llena de horror.

Caminaba los alrededores de su trono oscuro, pensaba y pensaba con cuidado pero solo se encontraba con la frustración. No puede basarse ni en las estrategias de los reyes de Arcahis, después de todo, los drukhari no son solo mucho más avanzados tecnológicamente, sino que también sus unidades y estilos de lucha son completamente distintos.

Su enojo causó que su presencia psíquica aumentara, provocando que los drukhari de kabala cercanos comenzaran a literalmente llorar de miedo, temiendo que el nuevo señor los volviera a brutalizar únicamente para calmarse. Afortunadamente para ellos, el nuevo señor se calmó respirando hondo.

Caminó hacia uno de sus guardias, este se quedó paralizado, respirando incontrolablemente ante la mirada penetrante e indiferente del señor oscuro. El joven de un movimiento de cabeza le indicó que le siguiera, el drukhari asintió lentamente y lo siguió.

El señor oscuro caminaba hacia fuera del palacio oscuro, el drukhari lo seguía, con un inmenso terror de cometer cualquier error que lo hiciera enojar. El señor siniestro luego se detuvo mirando a unas brujas que andaban esperando fuera, temblando incontrolablemente de miedo al verlo. El humano miró a su guardia y les señaló con el dedo a las brujas.

—Esas... son brujas mi señor...— Habló el drukhari con miedo. El señor oscuro negó con la cabeza, él ya lo sabía, por lo que las señaló y luego "expandió" sus brazos. El drukhari lo miró confundido, pero se sintió muy aterrado al ver los ojos del humano oscuro penetrándolo. Los ojos del eldar oscuro se movían de un lado a otro mientras sudaba incontrolablemente. —¿Q-quieres saber todas las funciones y tipos de unidades?— Preguntó nerviosamente, y el señor oscuro asintió.

Sin embargo, el señor siniestro lo detuvo, pausando lo que iba a decir su guardia y fue caminando hacia las brujas quienes estaban arrodilladas ante él, y ahora temblaban enormemente. El señor oscuro se sentó en cuclillas y las observó. —S-señor... q-queríamos preguntarle algo...— Preguntó quien parecía ser la líder del grupo. El señor Siniestro de un movimiento de cabeza les dio permiso.

—Los esclavos... y las arenas... ¿van a ser bloqueadas?— Preguntó la bruja. El señor oscuro la miró, iba a asentir... pero se detuvo, pensativo. Actualmente está en guerra, una muy grande, quizás más allá de su actual comprensión, no puede tomar las cosas a la ligera.

Pensó, ¿para que servían los esclavos para esta despreciable facción? Si bien los drukhari capturan a muchos por placer y sadismo, en realidad si hay mínimo una necesidad: el rejuvenecimiento y las investigaciones de los homunculus. Aunque los eldar son mucho más longevos que los humanos, comprendió que para este nuevo mundo que descubrió no es tan gran cosa, y por cómo se ve la actual guerra, podría durar mucho tiempo.

Hay varios veteranos por aquí, por lo que es indispensable guardar a los veteranos para la guerra que se avecina ahora que no puede confiar su capacidad mental para resolver los conflictos. Deja que los viejos experimentados se encarguen. Aunque pueden revivir, notó que los drukhari tratan de no morir, por lo que puede ser posible que en realidad tenga un precio.

El señor oscuro negó con la cabeza, las brujas se aliviaron enormemente, pero fueron inmediatamente despedidas... salvo la líder, dejándola más pálida de lo que está, si es que siquiera fuera posible. Les señaló con la cabeza que lo dirigieran en donde podría aprender más de las unidades oscuras.

Lo llevaron a una nave para luego llevarlo en una arena que acaba de iniciar gracias a que las demás brujas que se fueron habían anunciado que nada había cambiado, al menos para sus arenas. El señor oscuro, escondido, observó los diferentes participantes drukhari, mientras sus acompañantes le explicaban las características de cada unidad, pero con mucho cuidado de no causar malentendidos por miedo a ser brutalizados nuevamente.

Despidiendo a la bruja, volvió a su trono oscuro junto a su guardia bastante satisfecho, sobretodo al oír sobre las mandragoras, drukhari caníbales con la capacidad de volverse intangibles y surgir literalmente de las sombras en cualquier parte del universo al instante, recordando que mató a uno de un simple apretón de forma casual no sin antes infligirle el incomprensible dolor que inflige.

Si bien las mandragoras eran tan temibles e importantes que incluso Vect no pudo escaparse de del enorme, cruel e inmenso precio que debe pagar para obtener sus servicios.

El señor oscuro notando la muy obvia utilidad de estos poderosos y muy peligrosos seres, había decidido forzarlos a seguir sus órdenes, sin embargo, esa es la parte fácil, lo difícil es encontrar su lugar de origen. Pensó en sus capacidades de deidad... y luego de ser mencionado como "psíquico" por Vect y quizás otros más.

¿Qué es un psíquico? Se preguntó, sin embargo, pensó en la revelación de que Lunymere husmeó en sus sueños, también el cómo Eleonor le había dicho de que su raza es naturalmente más psíquica que la suya un poco antes de que se fuera.

Se concentró cerrando los ojos, expandiendo su presencia psíquica, de repente, sintió innumerables presencias, es más, ni siquiera necesita contar o calcular, el número exacto de personas en todo Commorragh le venía de respuesta de forma específica, casi como una calculadora. Estuvo así por 3 minutos, los cuales fueron 72 horas para su percepción.

Supo diferenciar las presencias psíquicas una de otra, sabe quien no es un psíquico y quien sí, sabe cual eldar es cuál y cual humano es cual. Es decir, es casi como si supiera toda la información de cada persona, no solo eso, sino que aprendió a leer la mente de varios de estos sujetos como si fueran grabaciones con audio.

Sin embargo, quizás por su naturaleza como deidad le permitió identificar a la perfección cada leída de mente al mismo tiempo como si solo viera un solo video a la vez pero al mismo tiempo, varios a la vez.

Estaba fascinado con este inmenso poder... ¿Cómo es que no lo tuvo antes? Él nació directamente de 2 dioses muy distintos. Entusiasmado con este poder, observó su mano, imaginó una flama y de inmediato, una bola de fuego anaranjado apareció en su mano.

Lo observó directamente, luego pensó en los truenos, produciendo una bola de fuego y electricidad. Apretó la bola y esta desapareció, pero la electricidad se condujo un poco en su cuerpo sin infligirle ni siquiera cosquillas. El señor oscuro, recordando la memoria de un mandragora que leyó entre los billones y quizás trillones de mentes que leyó, se teletransportó al hogar principal de los mandragoras.

Los mandragoras le rugieron enojados al verlo, pero el señor siniestro los ignoró, notando con maravilla que puede moverse al instante de un lugar a otro. —¿¡Cómo te atreves profanar nuestras tierras Mon'keigh!?— Rugió uno cargando a 4 extremidades  contra el señor oscuro. El mencionado, probando el alcance de sus poderes, con tan solo la pura mirada y un pensamiento, el mandragora cayó al suelo gritando en agonía.

—¡AAAAAAAAAH!— Gritó tan fuerte que le sangraba la garganta, el dolor era simplemente incomprensible y dejó a los demás completamente intranquilos. El mandragora se le retorcía hasta los huesos de forma desordenada y brutal, ya debería haber muerto, pero el señor oscuro lo revivía incontables veces para que sintiera hasta el más mínimo gramo de dolor incomprensible que infligía.

Lo soltó, dejándolo respirar de forma incontrolable. —Por favor... no más...— Suplicó, enfureciendo a sus compañeros, pero el señor Siniestro con tan solo la mirada los hizo pasar por el mismo dolor inmortal. Todos gritaban y suplicaban, tras jugar un rato con el orgullo de estas bestias eldar, los soltó pero no los dejó ir.

Las mandragoras inmediatamente se arrodillaron ante él después de recibir la telepatía del señor siniestro, el cual anunciaba su posición y poder. El señor oscuro, satisfecho con sus cuerpos y mentes traumatizados, simplemente dio esta orden: No seguirán ninguna orden salvo directamente de Commorragh, si es en contra de la ciudad Siniestra, deberán negarse o de lo contrario, recibirán nuevamente este castigo.

Los mandragoras asintieron, arrodillándose y humillándose aún más ante el señor siniestro antes de que se teletransportara nuevamente a su trono oscuro. El señor oscuro estaba extremadamente complacido de sus propios poderes, solo queda observar el alcance de estos... mientras resuelve este conflicto. Al menos no tendrá que preocuparse de la traición de los mandragoras, no por ser capaz de leer sus mentes en todo momento, sino porque sabe que no desean entrar en su malo lado de ninguna manera incluso teniendo apenas una teoría de su inmenso poder.

Ya les quitó a los arcontes enemigos a sus mejores asesinos, incluyendo los que todavía estaban en servicio al escuchar las noticias sobre él de todas las demás manadas, víctimas de su poder, después de todo, no fueron millones sino billones los que sufrieron por su poder.

El señor oscuro pensó en que podía hacer. Pensó en quizás preparar las defensas, pero retrasó la idea y se dispuso a conocer más sus capacidades psíquicas. Pensó en el dicho "ejército de un solo hombre", después, logró hacer una réplica exacta de él con solo una décima parte de su poder. Hizo muchas más réplicas, pero lo único diferente a él es el hecho de que cada uno solo tienen un poder físico equivalente a su 10% al igual que el alcance de cada técnica psíquica, pero todos portan sus mismos poderes psíquicos.

Los dispersó por todo Commorragh, mientras tanto, aprendió más cosas, tales como la invisibilidad, la intangibilidad de los mandragoras entre otras cosas o incluso reducir su presencia psíquica. Sin embargo, mientras seguía en su regodeo de poder, los drukhari enemigos se ponían en movimiento.

En un bastión de un reino satélite cercano, un guerrero de una kabala camina hacia una puerta, vestido de una armadura oscura y pinchuda, dándole una imponente presencia. Tras la puerta, se oían gemidos de placer, bastantes de hecho, tanto femeninos como masculinos. —Arconte Drurai, tengo noticias.— Llamó el guerrero, tratando de ocultar su molestia. —Pasa...— Una voz en dificultad y discreto placer se escuchó detrás de la puerta.

El guerrero de kabala entró, y una expresión de disgusto mezclado de celos apareció en su rostro. El arconte estaba rodeado de jóvenes humanos, tanto mujeres como hombres, dándole tratos sexuales mientras este jugaba con la parte superior de una femenina y bueno, conectaba con un masculino. Habían muchos más que solo esperaban su turno, ya sea con deseo o simplemente porque estaban forzados. —¿El culto de brujas ayudará?— Preguntó el arconte sin detener su... pasatiempo.

El guerrero de kabala estaba celoso por el placer que se llevaba el arconte, pero asqueado de la gran presencia Mon'keigh. Conoce muy bien a su arconte y su fetiche por la debilidad "hermosa". Su arconte es muy dominante en varios sentidos, debido a eso, ni siquiera encuentra placer con una eldar debido a que la diferencia física no es mucha, ni tampoco en los tau por ser demasiado feos para su percepción, por lo que ha estado formando harems de humanos de diferentes géneros, siendo sus favoritos las hembras humanas.

Sirve sin quejarse al arconte Drurai únicamente porque este cuida y cumple muy bien su palabra, lo mismo sucede viceversa, algo que no abunda en los dominios drukhari y es muy apreciado. —También un arconte ha ofrecido un pacto de cooperación para invadir Commorragh.— Añadió el guerrero pero se detuvo dudoso.

—Aceptaremos. Pero... ¿ocurre algo?— Preguntó el arconte acariciando la cabeza de una joven humana que le estaba dando tratamiento sexual. —Los mandragoras que contrataste... se marcharon sin previo aviso.— Anunció incómodo y confundido. El arconte detuvo a sus mascotas humanas y se puso serio. —Ni siquiera sabes la razón, eso es extraño.— Admitió el arconte. —De seguro tuvo algo que ver este señor Mon'keigh, o alguno de sus secuaces.— Dio en el blanco sin dificultad, pero no sorprendió al guerrero de kabala, era demasiado obvio.

—Es posible que necesitemos más cooperación, prepara la kabala y los corsarios, pero no a muchos, necesitamos saber su nivel estratégico y las fuerzas locales. Moléstalo.— Ordenó el arconte. El guerrero de kabala asintió y se marchó cerrando la puerta, reanudando los gemidos de placer.

De vuelta en Commorragh.

El señor oscuro pronto se decepcionó, sobretodo con su técnica de "ejército de un solo hombre". Pues cada "copia" solo dura una hora, reducirle el equivalente de su poder de 10 a un por ciento tan solo sirvió para que duraran 10 horas cada uno. Eso lo hizo cuestionarse de cuáles son los límites de su poder, al menos en cada técnica psíquica, pero luego negó con la cabeza.

Su poder aumenta con cada pizca de dolor que inflige directamente, por lo que, lógicamente, el alcance, poder y calidad de cada una de sus técnicas psíquicas aumentaría, no solo su poder físico. Aburrido y cansado, decidió investigar un poco sobre sus verdaderos padres, yéndose a buscar a alguno de sus guardias de kabala.

Sus guardias se tensaron enormemente al ver que su señor se acercaba a ellos. El mencionado les proyectó parte de sus sueños en la mente depravada y traumatizada de estos guardias, estos lo miraron confundidos pero uno de ellos preguntó. —¿Quieres saber quiénes son Isha y Slaanesh?— Preguntó uno de ellos extremadamente temeroso de su amo. El señor siniestro asintió.

—Isha es la madre de los Aeldari, y también la diosa de la vida.— Uno explicaba rápidamente, pero el señor oscuro le hizo un movimiento con la mano para que continuara explicando sobre ella. —Escuché que puede proveer cualquier cura... que puede desatar una inmensa vegetación en tan solo cuestión de segundos y que está siendo capturada por Nurgle, dios de la muerte y la plaga.— Explicaba con cuidado, el señor oscuro escuchaba atentamente.

Después de una explicación no tan larga, el señor oscuro estaba algo... insatisfecho. Esperaba algo más de sus padres, pero resulta que sus poderes, al menos en variedad, son bastante lamentables a pesar de haber sido extremadamente poderosos (o en el caso de Slaanesh, lo sigue siendo).

Claro que podría haberle leído la mente, pero estaba tan aburrido que lo dejó a que se explicase, para acortar el largo y aburrido tiempo. Probó una nueva técnica psíquica, y de sus manos, salieron tallos espinosos al instante. Miró el poder con curiosidad, pero luego los desactivó desinteresado.

Después de procesar su propia decepción en el poder de sus parientes (salvo el del dolor), observó las afueras caminando hacia el precipicio, observando el rojo eterno atardecer de Commorragh y toda la ciudad en general. Sabe un poco de las fuerzas que tiene, pero todavía no sabe cómo usarlos. Apretó los puños en una silenciosa frustración, su baja capacidad para dirigir lo está carcomiendo por dentro, no sabe bien como atacarán ni si sabe todo lo que tienen.

Le extrañaba que todavía no habían atacado, quizás se están preparando, algo extraño para él ya que los drukhari no dependen de bestias o de sus propias piernas para moverse de un lugar a otro. Sin embargo, sabe que no puede dejar Commorragh sin defensas, y aunque está muy seguro de que ya tiene defensas puestas.

Pero eso solo lo hizo estresarse más. ¿Qué pasa si mueve ciertas defensas importantes hacia lugares no importantes? ¿Qué pasa si debe mover una defensa inútil pero la deja ahí? El estrés lo carcomía, y conforme lo hacia, recordaba las palabras de Vect: ...no vas a durar en ese trono ni un quinto del tiempo del que yo hice.

Se enojaba, pero luego... una idea fugaz pasó por su cabeza. ¿Qué es lo que necesita un rey? Obvio un buen liderazgo, concubinas, una consorte, un linaje... pero también extensiones de su dominio, es decir, generales... y señores. No todos los reyes de Arcahis fueron buenos ejemplares, y aunque la mayoría cayó rápidamente por su incompetencia, otros aún siendo incompetentes lograron sostenerse en el trono gracias a generales que sí son ejemplares, o porque sus consortes, señores o concubinas los ayudaban en el trono.

Si no puedes confiar en tu liderazgo, elige a quien si tenga un liderazgo confiable. No tiene que preocuparse por saber quien tiene buen calidad de liderazgo o de la lealtad, después de todo, puede leer las mentes de los testigos que si sepan diferenciar un buen liderazgo de otro, además de que ya "compró" sus lealtades con el miedo absoluto al dolor incomprensible que puede causar.

Revisó rápidamente los billones y quizás trillones de mentes en todo Commorragh y su reino satélite. Normalmente incluso para un muy poderoso psíquico como en el emperador en sus tiempos como ser vivo tardaría mínimo horas si no hace una búsqueda profunda, sin embargo, su poder ha aumentado al punto que puede hacer lo mismo pero en cuestión de minutos.

Logró encontrar varios y muy buenos ejemplares incluso en drukhari "civiles". Mandó varias y muy distintas comunicaciones telepáticas en varios drukhari de sus fuerzas, sobretodo en los buenos ejemplares. Si bien fueron muy distintas, en resumen, las comunicaciones hacia los buenos ejemplares era ir a ciertas ubicaciones, reunirse con grupos de drukhari y que preparen las defensas ya que habrá una guerra masiva contra todos los demás reinos satélite, en el caso de los otros drukhari, simplemente les reveló quien los iba a dirigir, que habrá una masiva guerra entre drukhari y que les hicieran caso o habrá consecuencias.

El inmenso miedo que causó en los corazones negros de los drukhari por el "genocidio" de brutalidad y sufrimiento los hizo obedecer sin cuestionar ni dudar. Después de todo, puede romper la mente de un maestro capítulo o de un autarca de un puñetazo con el suficiente dolor psíquico si así el señor oscuro lo desea.

Los drukhari en todo Commorragh se organizaron. Los drukhari de buen liderazgo en su mayoría han logrado plantar mínimo unas defensas bastante difíciles de abatir, algunos apenas lograron montar una defensa decente, principalmente por la falta de fuerzas a su disposición más que inexperiencia.

El señor siniestro estaba complacido por cómo resolvió hasta cierto punto su falta de liderazgo y experiencia. Cambiar la perspectiva desde una diferente posición o persona puede ayudar a eliminar algunas debilidades cognitivas. Sin embargo, no sabe cuantos van a atacar, y pensó que quizás las fuerzas no eran suficientes.

Decidió por el momento hacer la misma estrategia que acababa de hacer en Commorragh con su único reino satélite aliado en lo que pensaba que otra cosa hacer. Aunque duda mucho que descubran que tiene un reino satélite a su disposición, puede que, con el tiempo, lo descubran u otros enemigos de la muy desconocida galaxia lo ataquen.

Una idea por fin le llegó cuando Commorragh ya casi tenía listas por completo sus defensas: Los prisioneros de guerra. Los prisioneros de guerra son todos soldados, ninguno civil, y si lo es, mínimo es un combatiente. Aunque la gran mayoría es pura carne de cañón, hay algunos pocos marines espaciales, eldar de gran destreza de combate, líderes experimentados, veteranos o incluso enormes y monstruosos orkos y bestias.

Quizás sea mala idea usarlos debido a la necesidad de los drukhari con las arenas, pero en primera, el señor oscuro no sabe a ciencia cierta la gran importancia de las arenas en la sociedad siniestra, en segunda, por ahora le conviene ahora que está a una inminente masiva guerra, y en tercera, sus drukhari le tienen demasiado miedo como para siquiera atreverse a pensar en desobedecerle. No hay ninguna razón para no hacerlo por el momento.

Por suerte, conoce un poco a los cultos de brujas, saben que ellas son las que tienen mayor control sobre los prisioneros de guerra gracias a la mayor explicación que le dio la bruja que lo acompañó. Enviando mensajes psíquicos a todos los cultos de bruja de Commorragh, ordenó que los prisioneros de guerra salieran a prestar sus servicios en la guerra que se avecinaba.

Puede que los prisioneros se nieguen, sin embargo, el señor oscuro también los había brutalizado durante la purga de Commorragh, y también los revivió. Debido a esto, si los prisioneros de guerra supieran que el propio señor de Commorragh los ordenó a unirse, estos no se negarían ni siquiera con el beneficio de la duda.

Sin embargo, por simple lógica que hasta quizás los muy tontos sabrían, tras enviar más mensajes psíquicos, posicionó a los mejores prisioneros de guerra con los mejores líderes drukhari y defensas, mientras que a la carne de cañón solo los mandó en las defensas no tan increíbles que requerían más tropas según las preocupaciones leídas de algunos líderes drukhari.

Los drukhari de Commorragh no se atrevieron a burlarse o a cuestionar esta orden nuevamente por su insano terror hacia el señor de Commorragh. El señor oscuro dio estas mismas ordenes y medidas a su reino satélite. Satisfecho por esto y ya sintiéndose seguro de sus defensas, se sentó en su trono oscuro acariciando la cabeza de su mascota Asdrubael quien solo obedeció como un perro.

El señor Siniestro pensaba en sus siguientes movimientos ahora que conoce bastante mejor sus poderes y haya puesto las defensas de sus dominios. ¿Qué necesita un rey? Pensó en economía, pero las constantes incursiones de las kabalas a su disposición y las ocasionales incursiones de los cultos de bruja le daban lo que necesitaba, hasta que pensó en 3 cosas: Consorte, concubinas y más importante, linaje.

Visualizó en su futuro linaje: Poderosos semidioses que lo ayudarán a administrar, dirigir y mejorar Commorragh. Eso le ayudaría mucho en la guerra que se avecina. Pensó en sus futuras concubinas y consorte... pero hay un problema. ¿Cómo las obtendrá y a quienes?

Tras pensarlo mucho, tuvo 2 preguntas: ¿Deberían ser con humanas? Y si no puede reproducirse con otras razas ¿su naturaleza como hijo de la vida no le permitiría atravesar esa necesidad? Lo pensó mucho y decidió que su consorte o siquiera concubinas no van a ser humanas. Después de pelear mucho en las arenas drukhari, se dio cuenta de la fragilidad humana, incluso Sasha quien es la mujer humana más poderosa que ha visto con una poderosa armadura y habilidades fue fácilmente derrotada por brujas.

Si quiere un linaje poderoso, no puede reproducirse con concubinas o consortes débiles. Las tau son todavía peores, por lo que es un no absoluto. Ya descubrió hace mucho tiempo que no existen orkos femeninos. Solo queda una opción: Las Aeldari.

La diferencia física de los eldar en comparación a los humanos es tal que incluso hasta un eldar femenino es bastante más fuerte que un humano masculino.  Tienen huesos mucho más duros, son naturalmente más altas dándoles más poder físico y ni hablar de su velocidad y sentido de la vista. Además, son mucho más inteligentes, hermosas y hasta psíquicas.

Ya había tomado su decisión, pero, ciertamente no van a ser drukhari. Él desprecia a los drukhari hasta la médula, además de que son completamente enfermos y ni siquiera las brujas cuidan muy bien su físico. Si, entrenan mucho su físico y se aseguran de tener una apariencia deliciosa, pero no es lo mismo que cuidarlo.

En Arcahis, si bien como sociedad podrían considerarse como primitivos, son muy avanzados en medicina gracias a las investigaciones de los fragoz, un ganado muy usado casi a la par de los Qraptors. Arcahis tras descubrir las propiedades farmacéuticas de los fragoz, se interesó mucho en la medicina, al punto que es casi parte de la cultura, descubriendo las propiedades curativas de varios árboles, plantas, veneno de los bichos y hasta cómo resolver la salud mental.

La madre adoptiva del señor oscuro era una buena farmacéutica y quizás hasta terapeuta antes de que le cortaran la lengua. Debido a esto, el joven sabe un poco sobre medicina, como el hecho de que liberar demasiada dopamina pudre la mente, y no hace falta decir que hay una gran diferencia intelectual promedio entre los drukhari y los Asuryani, sobretodo al estos tener emociones mucho más poderosas y sensibles.

No, debe de ser con una asuryani si o si, si es que desea un poderoso linaje, pero no puede ser con las esclavas que brutalizó. Si se acerca a estas tomándolas como sus concubinas o esposa, entrarán en un estado constante de estrés, más aún al ser más sensibles a las emociones que cualquier otro humano, y el estrés afecta la salud tanto mental como física de los seres vivos.

Tal parece que en algún momento tendrá que atacar a un reino satélite para poder adquirir las Aeldari Asuryani que necesita para obtener su linaje, encima de necesitar saber cómo modificar su esperma con sus poderes heredados de Isha para no solo para volver un éxito la reproducción, sino también para mejorar la calidad de su linaje.

Sin embargo... decidió ir a preguntarle a los homunculus sobre la biología Aeldari. Las palabras de Eleonor de que un humano no puede reproducirse con un eldar habían resonado en su cabeza. Aunque sabe más o menos la anatomía eldar mientras construía armaduras de huesos eldar, es mejor hablar con un experto.

Si sabe más de la biología eldar, quizás se le haga más fácil embarazar a las futuras Aeldari Asuryani que requiere para su linaje. Se teletransportó frente a uno de los mejores homunculus tras revisar la mente de varios de sus traumatizados súbditos. Nuevamente, podría revisarle la mente, pero quiere pasar un poco el tiempo, o quizás porque se podría confundir si lo lee de forma desordenada.

—S-señor... ¿qué se le ofrece?— Preguntó sorprendido y aterrorizado el homunculus. El señor Siniestro se le comunicó telepáticamente lo que quería saber. El drukhari no lo dudó y rápidamente comenzó a explicar de la forma más rápida y entendible que conocía.

Cuanto más el homunculus hablaba, más convencía al señor oscuro de su decisión de tomar como concubinas y como consorte a las eldar Asuryani. Los Aeldari tienen una biología muy superior a los humanos en básicamente... todo sentido. El señor oscuro luego entendió con algo de estrés el proceso de reproducción de los Aeldari.

Los Aeldari o eldar para reproducirse requieren muy largos periodos de gestación, de hecho, el eldar masculino tiene que constantemente atender al embrión del estómago de la eldar femenina (coito constante básicamente). Además de que es un proceso muyyyy largo, de hecho, puede que dure hasta décadas si no son años.

Sin embargo, a pesar de lo muy tedioso que suena, esto en realidad es muy ventajoso para el señor oscuro, después de todo, cuanto tenga una mejor manipulación de su poder, podrá constantemente perfeccionar y modificar los embriones de sus futuras concubinas y consorte, mejorando aún más su linaje.

Tras finalizar la explicación, el señor siniestro se marchó mediante a la teletransportación. Necesita aprender más de los poderes de su verdadera madre no solo para controlarlos sino también dominarlos. Pensó en la modificación biológica como la que Renas le habló sobre sí mismo alguna vez, decidiendo empezar por ahí.

Sin embargo... sintió múltiples presencias psíquicas yendo hacia Commorragh. El señor oscuro dirigió su mirada al cielo... viendo múltiples naves oscuras y pinchudas asaltando Commorragh.

La guerra... ya había comenzado...

Planeaba hacerlo mucho más corto pero me emocioné de más XD. Esperen con ansias el siguiente capítulo.

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