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II Corazón III

Hola, volví, resulta que no es tan grave la situación XD. Es cierto que estaré un poco más inactivo pero no tanto como yo creí.

Ahora si, dato curioso.

Opiniones de Sasha:

Del joven:
No le agrada para nada que haya sido capturado por los drukhari, y el hecho de saber que apenas tiene 15 años por parte de Eleonor le da mucha más pena. Cree que es un desvergonzado aunque reconoce su gran poder y habilidad al pelear, sobretodo al trabajar en equipo con Gortz. Cree que únicamente el mismísimo emperador es más hermoso que este joven humano.

De Gortz:
Lo ve como un mero orko de grandes habilidades. Admite que cuando Gortz y el joven trabajan juntos, difícilmente pueden ser derrotados. Piensa que está a su nivel como guerrero.

De Eleonor:
Por más que no lo admite con orgullo, lo ama mucho. Antes solo lo veía como un molesto Xeno que debería ser purgado en el nombre del emperador, pero tras muchas torturas y tras ser derrotada fácilmente por sus puras capacidades físicas (Eleonor no utilizó ninguna de sus habilidades marciales y ella lo sabe), lo vio como un aliado extremadamente útil. Eventualmente se enamoró del Aeldari y viceversa, lo cual causó que el eldar la protegiera de los drukhari al igual que a Douglas. Aunque Douglas se sintió decepcionado con ella.

De Douglas (y mini lore):
Lo ve como su padre aunque ni ella comprende como lo ve desde incluso antes de que fuera capturada a su lado por los drukhari. De niña, incluso cuando estaba en su formación y entrenamiento como novicia, se escapaba después de su entrenamiento e instrucción para abrazar y pegarse al comisario como una garrapata. De alguna manera logró evitar que la descubrieran. Gracias al comisario y su propia forma de ser, le permitió abrir su religioso corazón hacia los humanos normales como guardias imperiales y comisarios. Fue una adepta sororita ejemplar, alcanzando hasta el rango superior de las adeptas sororitas y siendo capaz de derrotar a 2 hermanas de su mismo rango al mismo tiempo, hasta que descubrieron que está más apegada al comisario de buen renombre Douglas que su fe en el emperador.
La descubrieron cuando dirigió su escuadrón de adeptas contra orkos únicamente para salvar el regimiento de Douglas y a él, cuando las órdenes de adeptas de rango mayor eran dejarlos morir. El precio de salvar a Douglas fue casi todo su escuadrón y unas más. Una hermana superior avanzada había decidido ejecutarla no solo por insubordinación, sino también por sacrificar varias de sus hermanas por simples carnes de cañón.
Ama tanto a Douglas como a Eleonor aunque de forma diferente...
En cuanto a cómo lo ve más allá de un padre: Lo ve como un soldado fuerte y un gran táctico, después de todo, además de su gran poder como adepta, logró ascender a hermana superior gracias a las enseñanzas tácticas de Douglas.
Al final no fue ejecutada y en cambio fueron emboscados ambos por los drukhari.

De Lunymere:
Siente pena por su hermano, pero por ella la ve nada más que una Xeno común de los Aeldari. No la odia pero no le tiene respeto. Un día se batieron a un duelo y la adepta terminó victoriosa con algo de dificultad.

De Renas:
Lo veía como un hermano traidor que quiere redimirse ante el emperador. Sin embargo, al final, se dio cuenta lo muy parecidos que son en cuanto al corazón y forma de ser. Su opinión actual sobre él es como con cualquier hermano astartes: Poderoso y fiel al emperador, solo que mucho más gentil...

De sí misma:
Una traidora que se atreve a amar a un xeno y que profana su propio cuerpo con el de un xeno. Está consciente de su propia fuerza, percepción y velocidad un poco antinaturales para el ser humano común. Cree que es emocionalmente débil y tan indigna que no se merece ni a un Xeno... o hereje...

Otro dato: Ella es una mujer con muchos genes masculinos, gracias a eso, su fuerza y velocidad no eran naturales, además de que nació de una familia guerrera lo que le dio mejores genes. Es por eso que puede enfrentar y ganar contra 2 adeptas de su mismo rango al mismo tiempo.

Semanas después... —¡AAAAAAAAAAARGH!— Los gritos del joven resonaban por toda la sala... siendo víctima de otro experimento de la eldar retorcida, mientras miraba a la mencionada con odio. —Mmmmm...— La mujer retorcida pensaba con detenimiento, pero muy pronto los gritos cesaron.

—15 segundos... cada vez te recuperas o adaptas más y más rápido a mis experimentos. Te lo quitaré luego de esta arena... si es que sobrevives, por supuesto.— Ella aclaró con cierto menosprecio y extraña condescendencia, aunque no tanto como hace semanas.

El joven estaba en el suelo, de rodillas. Desde que la Homunculli descubrió algo de él, los experimentos por arena aumentaron enormemente. —Dime Mon'keigh... que se siente tener tanto poder... y no poder hacer nada al respecto.— Preguntó de forma despectiva la Homunculli. El joven solo la siguió mirando con odio, pero de un movimiento de mano de parte de la hembra eldar, se lo llevaron de vuelta a su celda. —Mon'keigh... realmente son extremadamente estúpidos.— Comentó sin expresar emociones faciales.

Se llevaron al joven y lo arrojaron a su celda. —¿Ke hizieron ahora?— Preguntó el orko, el joven solo le mostró una parte de su cuerpo. —¿Uh?— Trataba de entender el orko, pero ni el joven lo entendió del todo. —¡Zog! Bueno, ¿fabrikamoz otro shoota?— Preguntó el orko, logrando eliminar el mal humor del joven.

Gortz había crecido bastante gracias a las varias batallas diarias de la arena, de hecho, ya es más grande que incluso Renas. Solo Eleonor es más alto que él... aún. —¡No! ¡El barrote va ahí, no al revéz!— Corrigió Gortz al joven mientras construían un rifle orko juntos.

Sasha los miraba junto a Lunymere. —¿Es natural que M... tu raza, se apeguen a otras?— Preguntó Lunymere con una mirada inexpresiva. —¿Una eldar haciendo bromas aparte de Eleonor?— Preguntó en una mezcla de sinceridad y sarcasmo la adepta. —Los Aeldari tenemos emociones y formas de pensar también, Eleonor es una... rareza.— Respondió Lunymere aún con su mirada inexpresiva.

—Ya me había quedado claro.— Solo respondió Sasha, recordando todas las formas de actuar y sus momentos privados con Eleonor. —Creí que helljumper era demasiado inferior ante ti como para prestarle atención.— Comentó la adepta mirando al orko y al joven comenzando a jugar con el rifle desatando un desastre.

—Prefiero tener la excusa de ver a un Mon'keigh y un orko peleándose por un arma de chatarra a tratar con el spacemarine.— Ella respondió, viendo cómo el orko y el joven estaban golpeándose el uno al otro por el arma. Sasha solo sonrió burlona. —Eso no pareció cuando Helljumper te trajo esa gema rota.— Comentó la mujer humana. Lunymere solo se quedó callada.

—¡Ezta arma ez mía umano!— Reclamó el orko, pero el joven negó fuertemente con la cabeza mientras le devolvía la mirada desafiante. —¿Buzkando bronka? ¡Te daré una muy buena patada! ¡WAAAAAGH!— Ambos se lanzaron el uno al otro dándose un puñetazo en la cara el uno al otro al mismo tiempo.

Sasha se rió levemente por tal ridícula pelea. Lunymere solo cerró los ojos, con una muy leve sonrisa. —Es mejor ser un imbécil que ser un amargado.— Dijo Eleonor con una gran sonrisa, estando detrás de las damas. Lunymere perdió su sonrisa, pero Sasha no. —¿Cuando crees que acabará?— Preguntó la adepta mirando al Aldeari masculino. —Ahora.— Respondió para luego dirigirse a la celda de los 2.

—Les sugiero que duerman, en unas horas, comenzará la siguiente arena.— Dijo Eleonor con su sonrisa casual. —Uhhhh... bueno, ¡el ke da maz y mejorez buenaz patadaz se keda con el arma!— Sugirió el orko, causando que el joven asintiera. —Creí que los orkos matan al otro al estar en desacuerdo.— Comentó Lunymere, causando que Sasha estuviera de acuerdo.

—Aunque es herético, han formado una hermandad. Las batallas pueden forjar hermandades hasta extrañas.— Explicó Renas, estando detrás de los demás. Lunymere tan solo se alejó en silencio, mientras que la adepta solo asintió volviendo a su cara de piedra. —Renas, como siempre, eres el que tiene la palabra en los lazos.— Alabó el eldar con una gran sonrisa, Renas solo lo miró con seriedad.

Luego de esa conversación, todos se fueron a dormir y a alimentarse de su comida diaria. Tras comer, todos fueron a sus camas a dormir... o a divertirse antes en el caso de la pareja humana-eldar. Gortz se acostó en la cama de abajo mientras que el joven en la de arriba, lo usual. —Ya ze ke ez impozible zalir de aki, pero zi pudiera, ¡dezataria el mayor waaaagh de la hiztoria!— Comentó el orko con ¿melancolía?

Bueno, tal vez sea un orko, pero Gortz como muchos desea la libertad total. Pelear en las arenas no es lo mismo que pelear en batallas de verdad, en guerras. El joven se quedó pensando en sus palabras y algo hizo clic en su cabeza: Si pudiera salir de aquí, no de la arena, esa parte es muy fácil, sino de la ciudad... ¿Qué haría?

Gortz desea librar una guerra nunca antes vista por toda la "galaxia" como todos sus compañeros dicen. Eleonor y Sasha se tienen el uno al otro. Douglas podría vivir con Sasha o volver al "Imperium" como sus compañeros humanos le llaman. Renas volvería probablemente a su eterna cruzada como Sasha le contó alguna vez. Lunymere volvería a su gente. ¿Pero que hará él?

Su granja fue destruida, su ganado fue aniquilado, tuvo que matar en un acto de piedad a su madre quien sufría de un terrible veneno de los drukhari, no tiene a nada o nadie esperándolo en casa. Al pensarlo, el joven no pudo evitar preguntarse... ¿Por qué ansiaba salir? De cualquier manera, él nunca encontraría la respuesta, quizás sea su deseo de libertad, deseo que murió hace días.

El joven suspiró con tristeza, observó a Gortz con una invisible sonrisa. Al menos tiene a sus compañeros... compañeros por los que luchar. Es un poco egoísta de su parte no querer que se fueran, si, pero eso no quita que en su corazón, cada uno de ellos... sobretodo Gortz... permanece...

El peso del sueño le llegó, inmediatamente comenzó a pensar en que es lo que va a soñar. Últimamente había soñado nuevamente sobre esas extrañas súplicas femeninas después de encontrarse con esa eldar... extraña... la cual parece haber notado su presencia. Cerró los ojos no pudiendo soportar más el sueño y durmió.

En el sueño:

Los usuales gritos femeninos de súplica resonaron nuevamente. El joven caminó hacia los sonidos en medio del lugar desolado, tratando de identificar la fuente. Los pasos en el agua chapoteaban ecos mientras miraba a las paredes grotescas de carne a los lados.

Se encontró muchas cosas: Alimentos tanto conocidos como desconocidos a sus alrededores, cadáveres entre otras cosas. Sin embargo, todo esto ya lo había soñado con claridad desde hace días, no había nada nuevo... sin contar ciertas excepciones...

Dentro de los alrededores de carne habían estructuras de material desconocidos y muy complejos para su bajo entendimiento tecnológico. Dichas estructuras son visibles como si fueran rasguños o huesos expuestos de la carne. Más importante, habían cadáveres de múltiples eldar.

Cada cadáver eldar tenía una sonrisa enferma en su rostro sin vida, una expresión horrorizada o una simple expresión sin vida. La muerte no tenía ninguna clase de discriminación en la edad biológica de cada uno de estas longevas y orgullosas cáscaras.

Finalmente se halló en la escena que provocaba esos gritos de lamento, agonía y súplica, sin embargo, solo pudo ver a una mujer eldar, desnuda... sin rostro. La mujer seguía gritando, pero el joven estaba completamente perplejo. ¿Cómo podía gritar sin rostro? ¿Por qué estaba desnuda? Sin embargo, vio que el cuerpo de la mujer era movida en un ritmo constante y levantó la mirada.

Había una sombra sin forma montándola... "penetrándola" aparentemente. El joven se quedó mirando a la sombra perplejo, pero se acercó a esta lentamente, decidiéndose entre si tocar la sombra, atacar la sombra y salvar a la mujer de su agonía... o simplemente mirarlo más de cerca. Pero... la sombra le devolvió la mirada sin tener forma, y se lanzó contra este a una velocidad fantasmal.

Fuera del sueño.

Se despertó. Su respiración aumentó enormemente al igual que la palpitación de su corazón. Miró los alrededores, reconociendo la familiar reja negra, el sucio cuarto llena de mugre y la cama de segundo piso en la que está, además de Gortz fabricando una hacha. —¡Hazta ke dezpiertaz!— Comentó el orko con una sonrisa. El joven respiró hondo, todavía perplejo por lo que soñó.

¿Quién es esa mujer eldar? ¿Quién o qué es esa sombra? ¿Por qué la mujer no tenía rostro? ¿Qué es ese lugar? Pero más importante, ¿por qué siempre sueña eso solo que cada vez más claro? Tantas preguntas sin respuestas... y le concierne...

El joven vio la reja abrirse junto con todas las demás. Todos comenzaron a salir, como de costumbre. El joven acompañó a Gortz hasta el grupo, lo usual. —¿Soñaste que unas frutas te violaban?— Preguntó Eleonor al joven al notar su mirada perpleja, todavía con su sonrisa casual. El joven se le quedó mirando, Lunymere rodeó los ojos y Douglas negó con la cabeza.

—¿Vas a decir algo más importante o no?— Preguntó Douglas, muy amargado. —Me temo... que no tengo ni idea de cómo será esta arena.— Respondió el eldar un poco más serio. Douglas solo suspiró. —Ocurrirá una segunda vez... ¿no? ¿Tienes alguna idea?— Preguntó Renas esta vez. —Me temo que no, podrían ser infernales, drukhari normales, mutados, trampas, bestias, brujas... o súcubos...— Dijo lo último con mayor seriedad.

Todo el ambiente se volvió extremadamente silencioso y frío. El joven lo único que pudo entender es lo serio que es enfrentarse a súcubos. —¿Has matado alguna?— Preguntó Douglas, más serio de lo usual. —Una en un combate singular, una... campeona... un año antes que tú y Sasha vinieron...— Respondió el eldar débilmente como si fuera un adolescente siendo regañado.

—Ugghhh...— Se quejó el comisario. —Por supuesto, tenías que matar a una...— Reclamó débilmente aún con enojo. Sasha fue con el joven y el orko. —Ustedes 2.— Llamó con firmeza. —No se separen.— Dijo, muy seria. —No ez komo zi lo planearamoz de todoz modoz.— Dijo el orko como si fuera lo más obvio del mundo, con el joven reforzando sus palabras con un asentimiento. La adepta tan solo asintió en respuesta.

Tras varios minutos de camino, se toparon con otra salida que cruzaron, y entraron en una bioma de sabanas. Sin embargo, todos se separaron en dúos, o como en el caso de Eleonor se quedaron solos. El joven corrió junto al orko a buscar cobertura, la encontraron en un pequeño muro de rocas de diferentes tamaños y se estacionaron ahí. —¿Vez algo hellump?— Trató de decir el apodo que le dio Eleonor al joven, preguntándole.

El joven iba a negar con la cabeza, pero luego vio una figura alta acercándose hacia ellos... lentamente. Las caderas de la figura se movían jugueteando al ritmo lento de su caminata. Su figura es pálida y estaba casi completamente expuesta salvo por su pecho y parte baja. Una gran sonrisa macabra formaba sus labios oscuros mientras sostenía una par de espadas.

El joven le pareció esto extraño, pero su compañero no preguntó y disparó con una pistola orka, pero la figura las esquivó con gran habilidad marcial como si fuera una danza. Tanto el joven y el orko abrieron los ojos en shock, más aún al ver que la mujer seguía jugueteando con su caminata.

—Ezto zolo zignifica una koza...— Dijo el orko, llevando su hacha mientras el joven llevaba su espada de hueso eldar. —¡WAAAAAAAGH!— Ambos cargaron contra la mujer, y esta solo ensanchó aún más su sonrisa.

En otro lado.

Douglas disparaba su pistola bolter contra un prisionero humano, perforando su cabeza de un solo tiro, decorando el suelo con algo de sangre. Un orko intentó sorprenderlo mientras gritaba "¡Waaaagh!", pero el comisario con su monstruoso brazo injertado lo partió en 2 mitades con lentitud, bañándose de su sangre. —Renas.— Llamó a su gran compañero, quien había partido en 2 a un drukhari "normal".

—Lo sé, no hay tantos prisioneros de guerra.— Terminó con seriedad Renas. Se escucharon gritos de dolor y furia a los alrededores, pero luego terminaron en un silencio total. Varias figuras se acercaban jugueteando con sus propias caderas. La sonrisa de esas figuras al igual que sus apariencias han congelado la sangre de ambos guerreros. —Por el emperador... son demasiadas...— Comentó sorprendido el comisario.

Una bala pasó volando pero una de esas figuras lo esquiva, solo para ser decapitada por una veloz figura. Eleonor y Sasha entraron en la batalla...

Sasha atacó a una de esas figuras con la espada motosierra, dicha figura esquivó con facilidad su corte, aunque con cierta confusión en su rostro. Sin embargo, esquivó con una sonrisa otro corte de la adepta. Sasha la miró con frialdad mientras encendía su espada sierra nuevamente.

—¿Por qué trajeron muchas brujas?— Preguntó Eleonor a una de las figuras mientras chocaban espadas con la mencionada. —Has desafiado mucho al culto de brujas mi querido Eleonor, muchas desean cortarte y sangrar por ti. No es normal que haya un campeón como tú...— Respondió la bruja con una sonrisa retorcida.

Eleonor hizo un breve intercambio de choques de espada, para luego desmembrar en 2 movimientos a la mujer quien gimió de placer por los desmembramientos solo para luego ser decapitada. Sin embargo, una figura llamó su atención. —Sabes jugar muy bien con la espada... campeón de la arena...— Dijo juguetona la nueva voz.

Eleonor se molestó al ver que sus compañeros estaban frente a varias brujas. —Chicos, me temo que me tomarán 2 minutos, no esperen mi ayuda.— Dijo Eleonor, pero luego la mujer hizo un baile de espadas magistral... algo que le dio recuerdos al eldar, causando que su mirada se oscureciera. —Tal vez 8 minutos...— Aclaró muy molesto. —Malditas súcubo.— Pensó enojado.

Sasha luchaba contra una bruja al igual que Renas, Lunymere y Douglas. Las brujas jugaban con sus presas, o por lo menos en el caso de Douglas. Sasha bloqueaba con dificultad los ataques de su veloz adversario, atacando y buscando una apertura. —Peleas muy bien... para ser una mon'keigh...— La drukhari se burló, pero esquivó un escupitajo de saliva bien disparada de parte de la mujer, pero eso hizo que bajara su guardia brevemente, tiempo que Sasha aprovechó y aunque no logró propinarle una muerte, logró cortarle una pierna.

—¡Maldita Mon'keigh!— Maldijo muy enojada la mujer retorcida, solo para defenderse contra la espada sierra de la adepta, viendo cómo sus espadas estaban siendo destrozadas a un ritmo no tan lento. La drukhari no esperaba que la mujer usara trucos tan sucios, y mucho menos su velocidad que no era tan lenta como se esperaría de un humano sin modificaciones biológicas.

Las espadas finalmente se rompieron y obtuvo su amargo final temporal siendo partida en 2. Sasha se alzó victoriosa, pero rápidamente fue a por Douglas a apoyarlo, pero quedó en shock al verlo... perforado. —¡AHHHHHHH!— Gritó con dolor Douglas mientras era empalado por una de las brujas, causando placer en la mujer retorcida. Sasha rápidamente cargó con un enojo mayor, pero se defendió de otro corte de otra bruja.

De vuelta con el dúo. El orko y el joven estaban destrozando a la bruja. De hecho, la bruja estaba en constante estrés y no estaba sonriendo. La bruja bloqueaba los ataques de ambos, pero ambos eran muy fuertes y rápidos que la obligaron a rotar su guardia constantemente contra cada uno de ellos para asegurar un bloqueo.

El orko le agarró un brazo, ella intentó quitarlo pero fue atravesada por la espada hueso del joven. El orko solo le partió en 2 la cabeza con su hacha, salpicando sangre. —¡Zi! ¡Punto para mi!— Dijo el orko, pero el joven le negó fuertemente la cabeza, señalándose a sí mismo con el dedo pulgar. —¡No! ¡El punto ez mío! ¡Yo le partí el kraneo!— Refutó el orko, pero el joven siguió discutiendo.

Al final, se decidieron que el punto no era para nadie. Un eldar prisionero junto con 4 humanos prisioneros intentaron emboscarlo, pero el orko aventó el eldar hacia el joven quien lo decapitó, luego el orko de un corte de hacha partió en 2 a 3 humanos, quebrando la moral del último solo para recibir una espada de hueso eldar en su cráneo y morir.

—Jeje, buen kombo, pero yo maté a maz.— Presumió el orko, cosa que el joven no pudo refutar y se molestó. Sin embargo, el mundo dio varias vueltas mientras el orko se quedó en shock... pero también el joven. Sangre salpicó en el casco de hueso eldar del joven... y este atrapó la cabeza de Gortz... en total shock.

—Estúpido Mon'keigh... debiste prestar más atención a tus alrededores, pero como siempre, tu pequeña mente decepciona.— Dijo con burla y desdén una bruja que estaba detrás de Gortz... o de los restos del mencionado.

El joven se quedó mirando la cabeza... completamente en shock... y cayendo en rodillas. La bruja solo lo miró con curiosidad.

Ohhhhh, zierto, zierto. ¡Hazme una armadura! ¡Pero maz orko!

¡Zog!

¡WAAAAAGH!

Oh... Loz voladorez de orejaz puntiagudaz...

Fueron solo unas semanas... unas solas semanas... pero...

¿Ya no tan duro eh?

No más waaagh para el orko, no más peleas, solo... recuerdos... recuerdos tanto molestos como alegres... recuerdos de una familia...

Ya ze ke ez impozible zalir de aki, pero zi pudiera, ¡dezataria el mayor waaaagh de la hiztoria!

El joven... comenzó a derramar lágrimas mientras abrazaba la cabeza del orko, ahora sentado en sus propias piernas. Pero también... su voz... fue oído. Su voz era simplemente el de un niño... un niño de menor edad que su cuerpo... un niño que acaba de perder no a un mejor amigo... sino... a un hermano...

—¡JAJAJAJA! ¡¿Estás llorando por un orko?! ¡Las demás no van a creerme si no ven esto!— La mujer retorcida se burló completamente divertida por esto mientras el joven lloraba por el orko. —¡Creí que serías un maduro, no un crío!— Se burló de su voz al darse cuenta de su edad verdadera.

El joven recordaba como grabaciones cada palabra, cada acción y cada waaagh del orko. Su voz en agonía solo se escuchó más fuerte y quebrado. Imaginó cómo el orko desataba su waaagh deseado, tratando de hacerse una idea, solo para quebrarse como un vidrio cayendo contra el piso.

Inmediatamente recordó a su madre... como ella le preparaba su comida y le enseñaba en silencio para poder cuidarse solo. No podía olvidar su agradable silencio... ni tampoco sus gritos de sufrimiento por ese extraño veneno. Recordó su ganado y la granja... siendo quemadas. Todo... todo por culpa... de los drukhari...

Esas cosas... no son Aeldari. No son ni siquiera animales. Son nada más que alimañas, alimañas que resultaron ser Aeldari. Si tienes la oportunidad... hazlos sufrir... hasta más no poder... No les tengas piedad ni a los engendros de esas alimañas. Todos ellos no son más que alimañas sin excepción.

Tocó sangre de la cabeza del orko, y la empapó en su casco.

El dolor es un placer... una gran experiencia tanto para los que lo disfrutan y los que no.

Se levantó, y miró a la drukhari con sus ojos fríos, con una ira quemando su corazón, garganta... y alma.

Cuando ciertos individuos sufren el placentero dolor... puede revelar sus verdaderas caras... o cambiar...

Agarró el hacha del orko, pero la apretó con tanta fuerza... que la rompió...

O lloran y se rompen como platos, suplicando por el placer de ser felices...

Su respiración era de una bestia encarnada, muy ruidosa e incontrolable.

...se convierten en perfectos y hermosos monstruos...

Awwww... ¿el pequeño Mon'keigh se enojó?— Se burló la bruja, pero el joven se movió a una velocidad inhumana y le agarró el cuello con una mano. —¡¿Qué... mierda?!— Preguntó la drukhari en total shock.

O despiertan su verdadera perfección... su verdadero ser...

La drukhari movió rápidamente su espada tratando de cortar al joven, pero este esquivó de un leve movimiento el corte... y mordió el brazo. —¡AAAAAAAAAAAAAHHH!— Los gritos que amenazaban romper la garganta de la bruja se desataron, en una mezcla de dolor... y horror...

Hermoso... ¿no lo crees? ¿Madre de los Aeldari?

El joven solo ignoraba los gritos de la drukhari. Apretó la mordida... y se comió un gran pedazo de carne y hueso del brazo... tragándoselo. —¡AHHHHHHHHHHH!— La mujer movía sus piernas en descontrol completamente horrorizada. —¿Por qué... duele tanto? ¿Por qué... no me gusta? No entiendo...— Se preguntaba en agonía la mujer en total horror y dolor.

El joven la seguía sosteniendo, todavía en total ira... pensando en Gortz y en su madre adoptiva. Lo tenía todo... incluso cuando lo perdió todo... una parte de él se recuperó al conocer a Gortz y al grupo... solo para perderlo... todo de nuevo... por culpa de la misma gente...

Abrió la boca y mordió la nariz y parte de piel facial de la mujer. —¡AAAAAAAAAAAAAHHHH!— La mujer gritó en horror y dolor, agitando las piernas en desesperación. El joven movió la cabeza arrancando la piel y la nariz. —¡GAAAAAAAAAAH!— La mujer gritó más fuerte... con la mitad de su rostro revelando su cráneo sin un ojo... todavía con vida.

—¡PIEDAD! ¡PIEDAD!— El orgullo eldar... conocido por ser sobrehumano y casi imposible de romper... se quebró en un instante... con la mujer llorando a mares, ya no importándole su orgullo. Su inmenso retorcido gusto por el dolor encontró completamente incomprensible el dolor que recibía ahora.

El joven sintió una ira mayor al escuchar sus súplicas. Le agarró la media cara... y comenzó a jalar... lentamente. La drukhari gritó con mayor agonía, llamando la atención de otros drukhari, los cuales se burlaron con diversión. El joven arrancó la cabeza finalmente, con la sangre goteando.

—¡RRRRAAAAAAAAAAAAAA!— El joven gritó desatando pulsos psíquicos que dejó en shock a todo aquel que fuera eldar... sintiendo una inmensa presencia psíquica. Pero antes de que pudieran pensar, su figura se volvió borrosa, y muy rápida incluso para las brujas.

Gritos de súplica y agonía se desataban a su paso, torturando a cada uno de los drukhari que veía con una ira jamás antes vista. Los drukhari se burlaban del dolor de sus semejantes como si fueran patéticos, pero tras ver a varias brujas suplicando... notaron que algo andaba mal...

Muchos quedaron perplejos o con duda, pero algunos jurarían que el joven... se estaba volviendo más y más rápido... al igual que su presencia psíquica...

La kabala drukhari se desplegó yendo a por el joven, pero este descargó su inmensa ira y dolor sobre ellos... esparciendo dolor y horror sobre los mortales maestros de estas 2 características. Ni sus poderosas armaduras los pudieron proteger de sus poderosas manos...

Varios minutos más tarde...

Toda la arena estaba bañada de sangre... lo cual era un deleite para los ojos del público... sino fuera porque estaban confundidos por las súplicas de todas las brujas que cayeron ante el joven.

El joven, sin embargo, no estaba ileso. Tenía varios rasguños y cortes profundos en todo su cuerpo. Sangraba mucho... pero no moría. Tan solo respiraba pesadamente... cambiando su ira por... tristeza, únicamente...

El joven buscó el cadáver de su amigo de piel verde. Encontró su cráneo... y le arrancó un diente... antes de llevarse su cabeza. Fue a buscar su grupo... y se sintió todavía más miserable.

—Sasha...— Dijo el Aeldari Eleonor con tristeza. La mujer humana tenía muchas heridas profundas... y perdió mucha sangre. Estaba respirando con dificultad, y el joven sentía que iba a morir pronto. —Eleonor... ¿podrías... llevarme... con el comisario... Douglas?— Preguntó débilmente la adepta en los brazos de su amado. Eleonor solo asintió y llevó su cuerpo al de Douglas.

Douglas tenía vendas tratando de parar la sangre, pero ya había perdido mucha sangre y todavía perdía aún más. Este observó desde el suelo como Sasha era dejada suavemente a su lado. Sasha abrazó a Douglas con dificultad, con todas sus fuerzas posibles. —¿A ti también Sasha? ¿El maldito eldar no... te pudo proteger?— Preguntó con dolor el comisario... y con tristeza.

Sasha no respondió, solo lo siguió abrazando con fuerza... o con la fuerza que tenía. —Ah... Sasha... nunca cambias... jeje... je...— Ambos murieron al mismo tiempo... abrazados el uno al otro.

El joven miró esto con mayor tristeza, observó el cuerpo de Lunymere la cual ya estaba hecha pedazos, con la sangre y tripas derramadas en el suelo... al igual que su piedra de alma. —¿Gortz también?— Preguntó el eldar, con una expresión seria... y fría, con una mezcla de tristeza. El joven no dijo nada. —No te preocupes... a él también lo vengaré. No me busques, no me hallarás.— Dijo el eldar para luego marcharse.

Minutos han pasado. El joven miraba y sostenía la cabeza del orko... completamente en silencio, todavía recordando sus experiencias juntos. Pasos pesados se oyeron, pero no volteó a verlo. —¿Puedo pasar?— Preguntó Renas. El joven no le respondió de ninguna manera. Renas al no recibir respuesta, entró en la celda y se sentó en el piso, morándolo a los ojos.

—¿Sabes lo que es el lamento?— Preguntó Renas al joven. Este volteó a mirarlo. —El lamento es arrepentirse, resentirse, recordar, sufrir...— Decía con melancolía en su voz. —Y también amor.— Dijo Renas con calma. El joven lo siguió mirando, esperando una explicación. —¿Recuerdas tu corazón? ¿Tu ser?— Preguntó Renas. El joven no respondió...

—Déjame que te lo recuerde.— Renas inhaló mucha aire y exhaló. —¿Recuerdas a Lunymere? ¿La eldar?— Preguntó el enorme hombre, el joven asintió lentamente. —Cuando Eleonor te habló sobre su pérdida... ¿qué habías hecho? ¿Cómo respondiste ante eso?— Preguntó.

El joven lo recordó. El destino del hermano de Lunymere, el dolor de esta misma y su propia determinación de no solo vengar a su hermano... a un hermano que no conocía... sino también para devolverle lo que es de ella, muy a pesar del mal trato de esta a él... y este recuerdo le recordó el dolor por perder a su madre.

—Le ofreciste más que eso.— Interrumpió sus pensamientos el gran hombre. —Le ofreciste ayuda y paz. ¿Por qué?— Preguntó, esta vez preguntando de verdad. El joven pensaba pero ninguna respuesta tuvo. —¿Lamentabas la muerte o sufrimiento de alguien que te importaba?— Preguntó. El joven asintió, no entendiendo a que quiere llegar con esto.

—Lo hiciste por empatía. Lo hiciste porque entendías su lamento. ¿Perdiste a esa o esas personas especiales para ti por su raza, verdad?— Preguntó muy repentino, pero aunque el joven no hizo comunicación de ninguna forma, eso ya le respondió todo a Renas. —Y aún así, olvidaste eso y la intentaste ayudar.— Añadió aún con melancolía.

El joven alzó los brazos sin ganas, preguntando cuál es el punto. —Debes proteger ese corazón. Morimos por aquellos que queremos. No dejes que el odio y este lugar consuman tu corazón. No dejes de lamentar... pero no dejes que te consuman tus lamentos. No te pierdas a ti mismo, de lo contrario, serás como ellos.— Habló Renas con seriedad.

El joven tuvo una mirada caída, pero reconocía la veracidad en sus palabras. Siguió mirando la cabeza del orko, pero el mayor cambió su voz melancólica y seria por una llena de compasión. —No tienes que cargar con ese lamento solo. Puedes desahogarte en mi, no me burlaré.— Prometió el mayor, abriendo los brazos.

El joven antes se hubiera negado... pero ahora... su orgullo, su frialdad, su corazón y su mente fueron gravemente sacudidos por todo lo que ha sufrido, dejándolo vulnerable. Nerviosamente se acercó a los brazos del gran hombre y se acurrucó entre su regazo y pecho. Renas lo abrazó, y el joven comenzó la finalización de su dolor, desahogándose en lágrimas y leves llantos.

Opiniones de Douglas:

Del prota:
No lo culpa de ser "amante de xenos" debido a que no conoció la "luz" del emperador. Reconoce que como humano es un gran guerrero, sin embargo, notó que después de cada batalla se volvía más poderoso a un ritmo peligroso.

De Gortz:
Lo ve como un Xeno inusual bastante peligroso pero valioso para su grupo. Un orko "común" no muy grande que pueda matar a drukharis con gran habilidad y ser un orko sorprendentemente sigiloso no es normal.

De Eleonor:
Lo detesta por "corromper" a Sasha, pero reconoce que gracias a este eldar, Sasha ya no tendrá que sufrir más ante los drukhari. Lo ve como un gran imbécil, infantil, irritante eldar pero con habilidades que, admite, le dan mucho miedo. Sabe lo mucho que ama a Sasha.

De Sasha (y mini lore):
La reencarnación de su hija muerta. Durante la defensa de un mundo imperial contra orkos, Douglas perdió a su esposa e hija a sus 23 años a manos de eldar Asuryani. Desde entonces obtuvo un inmenso odio hacia los eldar. Después de matar a un vengador impetuoso eldar en un combate singular y cumplir 30 años, se encontró en el paseo de un mundo colmena a Sasha.
Sasha en esos momentos era apenas una niña de 6 años defendiéndose a muerte de 4 niños de 7 u 8 años. Sasha tras matar a 2 niños y asustar a los demás, quedó muy mal herida. El comisario tras notar su gran potencial, con una pizca de compasión en su endurecido corazón, la acogió para que se alimente y se recupere de sus heridas y finalmente llevarla a una abadesa instructora que conocía a prepararla como candidata de la Schola Progenium. Sin embargo, al volverse el primer ser en ayudarla cuando más lo necesitaba, se pegaba a él como una garrapata gigante, abrazando su pierna derecha.
Dicha actitud le recordó al comisario su propia hija muerta, causando que se preocupara por ella y la regañara por hacer esto, no queriendo que pierda su oportunidad de volverse una poderosa y devota sirviente del emperador. Sasha hizo caso hasta después de ser preparada en uno de los 2 conventos.
Al volverse una novicia, sintiendo una enorme necesidad paternal, trató de reunir información acerca de Douglas de forma discreta lo mayor posible sin que se dieran cuenta.
La chica se dio cuenta que Douglas la observaba de vez en cuando en silencio o mínimo trataba de obtener información de ella cuando tenía tiempo, tiempo que los comisarios suelen no tener a menudo. De noche, se escapó y lo abrazó con fuerza a Douglas.
Douglas la hubiera regañado de no ser porque ya había encontrado cariño en ella a pesar de la distancia y la larga duración de separación. La soledad lo azotaba como un látigo, hasta ese momento...
Sin embargo, todavía la regañó después de ese abrazo, y la devolvió en silencio a su lugar, no sin antes regalarle un libro escrito por él sobre tácticas militares y consejos (Probablemente su bitácora).
Ese libro dio frutos y ayudó a la adepta ascender más rápido, permitiéndole ascender a adepta superior y que pueda ver a Douglas cuando puede.
Sin embargo, ocurrió la captura después de su insubordinación causando que fuesen capturados. Douglas nunca se perdonó por no ser lo suficientemente fuerte para alejarla de ella, y ahora tanto él como ella pagan las consecuencias sufriendo en Commorragh hasta que Eleonor vino y los protegió. Pero tal ayuda vino con un precio: la pureza de fe de Sasha.
Sasha se volvió hereje teniendo no solo relaciones sexuales sino también una relación similar a un casamiento con el eldar, causándole pesar, dolor, asco y más culpa al comisario.

En cuanto a su opinión, la consideraba una gran guerrera de gran corazón que no dejaría atrás a un humano cuando puede, incluso si es un vil civil o guardia imperial, además de ser una muy poderosa y ejemplar adepta de físico antinatural. Al tener dicha relación con el eldar, el comisario la consideró como una hereje pero todavía la amaba como su hija. No la culpa por actuar así del todo, sino a sí mismo.

De Lunymere:
La considera como una herética Xeno que debe ser purgada. Sin embargo, admite que es con ella con quien suele ponerse más de acuerdo. Y quizás la más sana de todos.

De Renas:
Un spacemarine de gran respeto y poder aunque triste.

De sí mismo:
Un mal e inútil padre que no puede proteger a ninguna de sus hijas. También alguien indigno que merece solo la furia y odio del emperador. Pese a sus logros no tan pequeños como comisario, se ve a sí mismo un pésimo comisario.

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