El crujir de la carne y los gritos llenos de dolor y furia resonaban tanto por la mujer cuya oscuridad la envolvía con una apariencia monstruosa, como por el guerrero salvaje que atacaba de manera brutal usando sólo sus puños para arrancar grandes pedazos de carne a su rival.

Ambos se hayaban sumidos en un intercambio que los estaba destrozando vivos, hasta que uno de ellos solto un rugido demencial antes de que de manera triunfal hundiera un puñetazo en las costillas de su rival y la hiciera ceder contra el suelo con una llave despiadada.

Coraline abrió sus fauces con dolor y trato de zafarse, pero al final, ni su parpadeo oscuro ni toda su rabia asesina pudo ayudarla, y terminó perdiendo la consciencia antes de volver a su forma humana.

El manto de oscuridad desapareció, y reveló la figura triunfal y agitada de Irris, que respiraba pesadamente con una sonrisa dibujada en su rostro.

~Fuiste una digna oponente...~.
Tembló aún con la piel al rojo vivo mientras el calor de su cuerpo manaba vapor y sanaba sus grotescas heridas.

El guerrero miró de reojo a Evansz, y gruño de forma divertida mientras caminaba a él de manera amenazante.

La conexión de los hermanos era tal, que incluso podían sentir la rabia bullendo de su hermano mayor.

-¡Maldito!..¡¡¿Acaso somos solo un juego para ti?!!-.
Le reclamo mientras cubría sus puños con una intensa corriente eléctrica.

Su aura gélida se esparció en el aire y grietas surgieron en las capas de hielo bajo sus pies.

Evansz apretaba la mandíbula lleno de odio hacia Irris, y este solo le sonreía, aumentando aquel sentimiento violento en el.

¡¡¡TRUUJJJKKKHHH!!!

Irris no pudo seguir avanzado,pues fue arrollado por un vórtice púrpura, y su cuerpo fue embestido y arrastrado contra el suelo y cualquier estructura sólida.

Saliendo disparado una y otra vez hasta que Demian lo considero necesario, y cayo justo al lado de Saharam que lo recibió con un poderoso corte divino.

El ejecutor rodó por el suelo mientras trataba de poner sus brazos arriba para cubrirse del daño, pero fue arrastrado mientras trataba de resistir por la fuerza de empuje de semejante poder divino.

Gruño extasiado por los esfuerzos de sus contrincantes, y clavo los puños en el suelo recibiendo de cuajo el ataque que le erosiono la piel hasta los huesos.

El daño de luz sagrada le llego hasta la estructura osea, pero sorpresivamente sus órganos se mantenían intactos mientras se retorcían de manera grostesca recibiendo todo el dolor que eso podía causarle.

Su corazón palpitaba con vigor mientras transmitía el sonido más pesado para la consciencia de los Titanes, quienes se llevarían ese recuerdo para el resto de sus vidas...

Ese era el corazón que nunca dejaría de latir...

Aquel que luchaba a pesar de ser destrozado y superado en número,
¡cuyo espíritu inquebrantable lo obligaba a seguir!.

-¡¡¡MAR ARROLLADOR!!!-.
Rugio Bator mientras cargaba su puño con una abrumadora cantidad de energía.

El mana puro se inyecto en la espalda de Irris y estallo con una corriente arrazadora de luz azul acuosa, que derritió sus huesos y desintegró sus órganos reventandoleel tórax.

....Menos su corazón....

El rostro de Irris se tenso en una mueca de dolor muda...mientras su cráneo trataba de recomponer sus facciones quemadas por el corte divino y sus ojos inexistentes eran reemplazados por luces rojizas que transmitían una sola cosa.

...Furia absoluta...

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Orzhian no fue un soldado destacado por su fuerza o habilidad con las armas cuerpo a cuerpo..tampoco tuvo gran talento con los arcos, hondas o lanzas.

Y ni siquiera hablemos de su magia...

Era un humano normal y corriente, hijo de una familia numerosa de la nobleza central.

A veces..deseó ser un hijo bastardo ya que esto lo hubiese librado del peso que su padre tenía sobre el.

Era el tercer varón descendiente de un noble comerciante de alta cuna, que residía en una de las ciudades más importantes del imperio.

Orzhian nunca destacó en nada, pero siempre estuvo en la mira de su familia desde joven.

Tuvo muchos hermanos y hermanas, y ellos triunfaron en la rama comercial que les otorgó su padre.

...Aunque..eso nunca le intereso a el...

El quería una vida más tranquila..lejos del bullicio, del caos gentrificado y las ociosas costumbres de la nobleza.

Por eso..cuando tuvo edad suficiente, decidió huir y enlistarse en las filas del orgulloso ejército imperial.

Nunca tuvo grandes habilidades o dotes para subir de rango,
Pero cuando su padre se entero de su capricho, no pudo evitar mover los hilos de su influencia y al menos conseguirle ascensos rápidos y un puesto "relativamente" cómodo y entretenido para el.

El hijo del noble no tardo en enterarse de esto, pero no protesto al ver adquirida una nueva afición.

Operar y dirigir las catapultas de la fortaleza fue algo muy divertido y pleno para el.

...Hasta que apareció esa cosa...

Devoured arruino su estadía en aquel lugar, y lo que era peor, no lo dejaba salir de ahí para volver a la seguridad del ceno de su familia.

Ahora..obligado a combatir, luego de ver a sus compañeros morir de las formas más brutales y sanguinarias posibles a manos de Devoured y sus esbirros sangrientos...

Yacía sentado en su catapulta mientras miraba en silencio el combate contra aquel ser feroz que reemplazo a Devoured.

Sus ánimos estaban por los suelos..esa cosa era mil veces peor.

No porque fuese mas cruel y voraz,
Si no porque al menos la aberración sangrienta ya mostraba ciertas debilidades, era demasiado salvaje..demasiado instintiva y primaria como para ser una amenaza invencible como lo demostraba ser ese extraordinario guerrero demoníaco.

El imperial suspiro y miro de reojo a uno de los soldados que se quedó junto a el,
Al menos unos cinco de ellos, (incluyéndose a sí mismo).

Habían logrado sobrevivir a la horda de criaturas chillonas, una total carnicería para los pocos que se habían quedado con el para darle mantenimiento y uso seguido a los proyectiles pesados que mantenían a raya a la primera demonio.

...Pero ahora...

El oficial Orzhian miraba al vacío, sus ojos apuntaban a todos los que luchaban contra el ejecutor blood pain...

Pero su mente estaba sumergida en la total desesperanza...oh,
quizás no.