Los poderosos guerreros cuyas armaduras fueron resquebrajadas durante el combate con Devoured, cargaban a su líder mientras hiban rumbo al santuario.

Detrás de ellos, una figura de luz alcanzó a detenernlos.

Era un clon de su señor Shaelonhg, y les ordenó que trajeran devuelta a Bástheon.

Los dos berserkers blindados se miraron entre sí, incrédulos por lo que habían escuchado, y preocupados por la salud de Bástheon.

-Señor, no podemos arriesgar más la vida de nuestro líder, haya se esta librando una batalla en la que nosotros no podemos hacer nada..magia es lo que se necesita, no músculos-.
Dijo uno mientras trataba de ser lo más cortés posible ante la petición ridícula y desconsiderada del anciano.

Este último, gruñó un poco, molesto por la falta de respeto de esos dos soldados, ¿pero que podía hacer?.

El mismo estaba desesperado por tomar alguna ventaja y así librarse de una vez por todas de las entidades infernales que habían arrazado con su gente.

El clon tenía una gran conexión con su cuerpo original, por lo que todos sus pensamientos eran transmitidos a Shaelonhg, suspiro y forzó una sonrisa comprensiva.

-Oh..perdónenme..-.
Bajo la cabeza y luego volvió a alzarla esta vez con una sonrisa un tanto siniestra, mientras chasqueaba la lengua y del cuello de los berserkers blindados brillaba una extraña marca roja.

Esta era una runa maldita que había grabado en sus súbditos más fuertes por sí estos trataban de revelarse contra el..

Los pesados guerreros pusieron una expresión terrible al sentir semajante dolor, y se dejaron caer al suelo con las caras tensas y los ojos en blanco.

Estaban vivos..si.

Pero no podrían hacer nada por algún tiempo más.

Shaelonhg se materializó entonces y miro a lo lejos.

El doctor Onszvich lo miraba de manera estática, sin revelar ninguna expresión pues su máscara de la peste ocultaba esto.

~Nuestro plan de alejar a Devoured usando un cebo nunca habría funcionado..pero...~.
El especialista Luzhiano miro a un lado y observó cuidadosamente la batalla que libraban contra aquella nueva entidad que reemplazo a la aberración sangrienta.
~Quizas podamos hacer algún ritual para sellar todo ese poder..para contenerlo, y tal cual..usarlo~.

Al anciano esta idea le había parecido tan tentadora como imposible.

Pero en tales momentos, cuando la gran población bajo su mando y abrigo ya había sido masacrada.

No le quedaban muchas opciones para derrotar a ese ente.

Así que decidió usar a su mejor guerrero para un ritual que le permitiera hacerse con el poder de Irris.

El anciano se agachó y puso su mano en la frente del líder de los berserkers blindados,  Bástheon estaba inconsciente, pero cuando una runa dorada se impregnó entre sus cejas, abrió los ojos con una mirada penetrante.

El color de sus ojos marcaban el control que Shaelonhg tenía sobre el, y le ordenó levantarse para pelear.

Aquella runa era una de clase sagrada, y servía para controlar a los guerreros que ya no podían seguir luchando en las crueles batallas.

"Gloriosa marcha"

Fue el nombre que le pusieron a la runa que usaba como títeres a los mejores hombres para sacrificarlos en combate, renovando sus fuerzas y llenandolos de una enorme y ciega convicción de victoria.

Lo que los hacía maquinas imparables dispuestas a morir con tal de cumplir sus objetivos.

-Me sorprende ver hasta donde pueden llegar los tuyos-.
Le reprocho la voz cansada de Shanoóth mientras el anciano se tensaba y sentía una palma en su cuello.

Endreagon lo tenía bien sujeto y amenazo con llenarle los pulmones de brazas si no se rendía.

Shaelonhg miro desesperado a todos lados, pero Onszvich había desaparecido.

Carraspeo molesto, pero trato de mostrarse relajado cuando el líder de los salvajes se acercó a él con paso imponente.

Tenía el cuerpo lleno de sudor, marcas de heridas recién tratadas y algo de sangre sobre el, así como una mirada cansada y la respiración pesada.

Estaba débil.. y el..podía darle la fuerza que tanto se necesitaba.

-¿Que le hiciste?-.
Pregunto Shanoóth sin despegar le un ojo de encima al que considero uno de sus iguales al luchar contra Devoured.

Bástheon lo había dado todo aunque esto significara estar al borde de la muerte, y verlo en ese estado le resultaba algo incomodo.

-Solo le di la determinación que se merece alguien como el..o como tu, deberían contar con un corazón imparable lleno de determinación y lealtad absoluta por sobre todas sus metas, deberes...y objetivos-.
Shaelonhg se mostró tan relajado y tranquilo, que molesto a los dos guerreros salvajes.

Endreagon quería matarlo por la intensa tortura hacia el y su gente, pero Shanoóth tenía planeado primero ver si podía liberar a Bástheon antes de hacer un daño irreversible sobre el honorable guerrero imperial.

-Vi el brillo en los cuellos de esos dos-.
Señaló a los berserkers blindados .
-¿Que era eso?..¿Alguna clase de runa?-.

-Bueno..no estas tan equivocado, lo que significa que los de tu raza no son todos unos monos salvajes jajaffjjkkhh...-.
Trato de burlarse de ellos, pero Shanoóth le propino un leve puñetazo para callarlo, no tan fuerte para destrozarle el estómago, pero si para hacerlo dar arcadas y temblar de dolor.
-Kjjjkkkkhh..maldición..¡¡¿Acaso no ves que soy un anciano?!!, puto imbécil...-.

Mascullo antes de sentirse debilitado y dejarse caer de rodillas al suelo.

Bástheon parecía reaccionar ante el dolor de su amo, pero la runa en su frente lo hizo detenerse.

-Habla...-.
Ordenó el imponente guerrero salvaje.

-Si....-.
Contesto con dificultad Shaelonhg.
-Es una runa..una runa maldita, se utilizan para ciertas cosas, pero como podrás haber visto, en su mayoría se usan esa clase de runas para maldecir a tu objetivo..solo tienes que ponerla sobre el, y si quieres, dejas que tu víctima note la runa o no...kjjjhh
..debí ponerle una a todo ustedes, ¡!-.

Endreagon le dio una fuerte patada por este último comentario, y Shanoóth le puso el pie en la garganta.

-¿Solo tu puedes hacer esa runa?-.

-¡N,no!, mi incompetente subordinado..aquel al que le ordene ejecutarte, Herjell..¡El!..
¡¡El también sabía utilizarla!!-.

Shanoóth tenso su mandíbula..aquel nombre le trajo recuerdos llenos de impotencia y humillacion, por lo que su furia aumento terriblemente.

Solo el pudo haberle hecho eso a la hermana de Diyagore, su mente retorcida era la unica en querer hacerle daño a esa pequeña inocente, por lo que sujeto por el cuello al anciano y le apreto el pescuezo para mostrarle que debia ser completamente honesto en su siguiente respuesta.

-..¿Dónde esta?..-.
Pregunto sin alzar la voz, aunque su tono fue realmente inquietante para el señor imperial, que trago saliva antes de retorcerse un poco por la falta de aire.

Shanoóth lo dejo caer y el anciano se aclaro la garganta antes de señalar a Bástheon.

-Le ordene que acabara con ese incompetente, luego de enterarme...de que no pudo matarte, supe que Herjell era un inútil en estos momentos tan críticos..eso..antes de saber que las cosas acabarían tan mal..pero según se, ese tipo ya debe estar muerto-.

Shanoóth medito la respuesta del anciano, y asintió antes de querer saber como quitar aquella runa maldita.

Sin dudas, no era como los collares de contención que le pusieron a el y a los más fuertes de las tribus salvajes capturadas, así que su hijo no podría quitarlo del cuello de Darya por más que lo intentara.

La pequeña necesitaba la atención necesaria antes de que fuese demasiado tarde.

Así que, al ser Shaelonhg el único que sabía usar esas runas, decidió sacarle la información de como quitarlas.

El anciano sintió la palma cada vez más caliente de Endreagon en su nuca, y forzó una sonrisa nerviosa para intentar contestar.

Solo ahí, dio un poderoso grito antes de que un domo de energía sagrada lo rodeara y esté explotara mandando lejos a los dos salvajes menos al imponente imperial que ahora le servía de títere.

Shanoóth trato de levantarse pero sintió como alguien lo ahorcaba de forma brutal.

Bastheon lo sujetaba con fuerza por el cuello, apretando sus brazos contra el mientras Shaelonhg controlaba su mente.

-Bien..ahora quédate quieto, esto no dolerá.. por ahora-.
El anciano acercó su mano a la frente del guerrero salvaje, y este vio como Endreagon era incapaz de ayudarlos pues el tipo de la máscara extraña le había inyectado algo por la espalda.

-¡Shagjk..Shanoóth!-.
Alcanzo a mascullar aquel guerrero antes de caer al suelo con los ojos en blanco.

El líder de los salvajes...miro impotente una vez más,
Como se volvía nada, bajo las manos de los imperiales.

~Lo siento...~.
Fue lo que pensó Onszvich antes de ayudar a Shaelonhg a preparar el ritual necesario para sellar a Irris y usarlo como fuente de poder.