
†Capitulo 87† ..La mesa esta servida..
-Pfft jajaja...dudo mucho que haya sido por mover una simple piedrita-.
Dijo Saharam antes de comenzar a ver lo que quedo del lugar donde habían estado encerrados.
-Aunque solo fue por poco tiempo,..
no saber que hacer me agobió-.
Evansz solo suspiro y creo una esfera de energía para posteriormente dispararla al cielo y observar como explotaba liberando una onda de trueno muy sonora.
-No podíamos lidiar con el problema de una manera violenta...-.
Creo otra esfera y la volvió a disparar.
-Haci que pensar un poco no nos hiba a matar-.
El Titan de la existencia sonrió y le indico a su hermano que era hora de moverse.
Si las paredes y techos volvían a formarse,..estarían en graves problemas al volver a ser encerrados.
...Sin embargo...
En cuanto se apresuraron a correr para llegar a la edificación más cercana.
Un remolino de energía se formó a sus pies.
Atrapando a Saharam, consumiendolo poco a poco.
-¡Hermano!-.
Grito desesperado cuando noto como se hundía en aquel portal.
Evansz se dió la vuelta y se apresuró a ayudarlo..pero en cuanto tomo sus brazos, ambos fueron succionados hacia el fondo del remolino.
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-Bienvenidos pequeños...-.
Les dijo la Diosa, causando una gran impresión sobre ambos jóvenes.
Su sonrisa paciente y mirada cautivadora, no los dejo hablar.
Hasta que notaron la presencia de Demian y Theodor.
-¿Que,que hacemos aquí?-.
Dijo Evansz con gran nerviosismo.
Mientras Saharam guardaba silencio, tratando de ocultar el efecto que le causaba aquella deidad.
~¡E,esa aura!...es demasiado abrumadora-.
Sus recuerdos de la visión de Makel y Ghienp se habían vueltos aun más vividos.
Ese poder tan devastador y envolvente,
no dejaba que su mente reaccionara con normalidad y su cuerpo comenzó a temblar por la ansiedad.
-Felicidades...todos ustedes han sobrevivido a uno de mis juegos-.
Tracy se levantó de su asiento y camino hacia ellos meneando su figura con gran elegancia.
-Aunque por lo general...aquellos que lo logran, demuestran ser más ávidos y despejados de mente...pero supongo que un buen grupo de jóvenes guerreros revoltosos y con gran animo...serán suficiente para mí entretenimiento-.
Susurró esas últimas palabras, antes de dedicarles una sonrisa sombría y darse la vuelta para que una serie de imágenes de energía aparecieran frente a los Titanes y Quelia.
-Los eh estado observando durante un buen tiempo...desde que llegaron a mis tierras para ser exactos-.
Con un ademán de su mano, comenzó a mostrarles una serie de imágenes de su recorrido en busca de la ciudadela,..
y los enfrentamientos que tuvieron contra las bestias salvajes y los mercenarios que se cruzaron por su camino.
-Y se han ganado mi interés...-.
Quelia trago saliva y se atrevió a dar un paso al frente mientras se aclaraba la garganta.
Ya que el principal motivo por el cual ella se había aventurado a tal viaje,
ahora mismo estaba fuera de sus manos.
-Gra,gra..¡Gran Diosa Tracy!-.
Sus palabras repentinas y nerviosas, llamaron la atención de la deidad.
-Habla pequeña-.
Le dijo a la vez que desaparecía en una brisa de escarcha helada y se materializaba a lado de ella.
-¿Cuales son tus preocupaciones?-.
-Yo,yo..soy la repartidora qu,que se suponía que entregaría el brebaje que Drasj envío-.
-¿Uhm?..Drasj..¡Oh ya,jeje!..te has de estar refiriendo a Rojo-.
Tracy desapareció para volver a materializarse en su comodo sofa.
-Esa es una tarea de la cual deberías librarte de su peso...uno de mis candidatos a cegador, a logrado entregarme la concentración del té mas delicioso de todos-.
Y con una gran calma, levanto su mano mientras que desde uno de sus dedos,
era creada una pequeña esfera de luz dorada de la cual se emitió un campaneo.
Para que casi al instante, una hilera de sirvientas de distintas razas, surgiera para organizarse alrededor de todos.
Y disponer para su comodidad varios muebles finos para que se sentarán, complementando tal repertorio, con una mesa lujosa adornada con zafiros y cristales radiantes.
En ella se colocaron muchas bandejas repletas de todo tipo de postres, tales como galletas pequeñas, pastelillos e incluso rebanadas de pastel.
Para que después, en el centro de la mesa, fuese colocada una gran olla dorada con decoraciones de color negro, en la cual se hallaba la poción que habían estado transportando.
Cada uno de los Titanes, incluida Quelia..tomo asiento para haci observar la complacencia en la mirada de la Diosa.
-Haci,haci...disfruten de su premio por haber llegado taaan lejos-.
Tracy los acompaño en esa pequeña merienda, cargada de una tranquilidad forzada.
Ya que ninguno de los forasteros, se atrevía a romper la paz de aquella dulce degustación ofrecida por Tracy.
-Oh..pero tengan la libertad de opinar sobre estos dulces postres.. después de todo-.
La mirada de la Diosa se torno en una oscuridad perturbadora.
-La calidad de estos alimentos y servicios,..marcarán el destino de mis cocineros y servidumbre-.
-Todo esto, es un placer delicioso para mí paladar-.
Dijo Evansz, mirándola con una gran sonrisa.
Y al sentir la conexión entre sus miradas, un escalofrío recorrió su espalda.
Siendo que una gruesa gota de sudor, recorrió su rostro.
-¡Me alegro muchísimo!-.
Dijo la Diosa luego de una larga pausa bastante tensa.
Pero su repentino cambio de humor a uno más alegre, alivió los corazones de sus invitados.
Lo cual ayudo que comieran en silencio, degustando con el mejor ánimo posible.
...Tratando ignorar el hecho de que su hermana Coraline, aún se hallaba en paraderos desconocidos...
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Un ligero gorgoteo terminó por despertarla...
Coraline llacia en una habitación completamente oscura..o eso era lo que creía.
Ya que de vez en cuando, a la distancia se podía ver una luz azul tintineante.
Que brillaba más y mas a medida que ella la veía.
Por lo cual..y con mucha curiosidad.
La Titan de la corrupción, decidió acercarse para comprobar que era aquello.
Sin embargo..en cuanto estuvo lo suficientemente cerca.
Detuvo su avance al percatarse de que la supuesta luz azul que tintineaba.
En realidad era la panza de una bestia sapo bastante desagradable ante su vista.
La criatura dormía plácidamente en el suelo.
Mientras un abundante charco de sangre lo rodeaba.
Al parecer, los restos semi digeridos de huesos y ropa en el suelo, indicaban que se había alimentado recientemente.
Pero su festín, paso al olvido en cuanto Coraline dió media vuelta para comenzar a alejarse.
-Bienvenida al mundo de los sueños-.
Le dijo una voz gorgoteante, antes de que una esfera azul impactara en su espalda y cayera al suelo.
Sintiendo el cuerpo pesado y viendo cómo sus párpados se cerraban poco a poco.
-¿Do,dónde..estoy?-.
Fue lo último que dijo..antes de quedar inconsciente.
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