Bee en la foto

Me desperté con un cabreo monumental recordando la sarta de mensajes poco apropiados que Drogo me mandó anoche.Hoy iba a venir a mi despacho y admitía que eso me ponía de los nervios.

Algo me decia que la clase de hoy y el resto de clases iban a ser como una batalla;Drogo me lanzaría flechas y yo tendría que esquivarlas.

Me pregunté qué haría Sebi cuando las alumnas se ponen pesadas con él, como hace que se vea la autoridad frente a su juventud.Él era un maestro en todos los sentidos de la palabra,era capaz de trasmitir aunque la mitad del género femenino estuviera regando los pupitres con feromonas.
Admitía que Sebi era guapo, hay que estar ciega para no darse cuenta, pero no me veia saliendo con él; quizás demasiados años viéndolo como mi profesor.
"Ya llegará tu caballero de brillante armadura" me decía a mí misma; la esperanza es lo último que se pierde.

Comencé a vestirme eligiendo la ropa con cuidado, no quería algo ni muy serio ni demasiado juvenil.

Con el ensimismamiento de esta mañana no había desayunado, asi que cuando llegara iría a la cafetería;necesitaba mínimo un café doble.

Por el camino me encontraba muchos estudiantes hablando de lo rollo que le parecían las clases y de lo que harían el fin de semana;típico de universitarios.  

Yo en realidad en mi época de estudiante siempre he sido bastante antisocial; el rollo fiestero cada fin de semana no me va. Me gustan las salidas más tranquilas o las que tienen que ver con cosas paranormales o de misterio; me encanta aprender algo nuevo y más de donde vivo.

Las leyendas de nuestro lugar de origen o del lugar donde vivimos son una huella imborrable, como una grabación que espera ser vista y escuchada y que pocos saben apreciar. Sabemos tan poco de donde venimos que por esa razón no vemos la esencia de nuestras raíces. El pasado ha formado el presente y formará el futuro, es una realidad indiscutible; pero la gente a veces olvida el pasado o no le da importancia. Yo dediqué mi vida al pasado y no he podido tomar mejor decisión.

Siempre consideraron que era una chica joven por fuera que encerraba a una vieja cascarrabias dentro, pero lo que siempre pienso es que ellos se lo pierden; estar en casa, comer chucerías y ver la tele hasta altas horas de la madrugada es un vicio que todo el mundo debería de tener.

"O bailar como una loca retrasada por todo el salón"

Cuando llegué a clase, había estudiantes sentados sobre la mesa, mascando chicles con la boca exageradamente abierta (por dios que asco) y alumnos intercambiando algo más que palabras.

"Existen hoteles..."

Cuando me vieron con las carpetas colocándolas sobre la mesa, cada uno se fue a su sitio y yo respiré aliviada; algunas cosas son incómodas de ver...

-Buenos días, hoy seguiremos hablando de la Antigua Roma, si alguien tiene alguna duda acerca de la clase anterior puede preguntar.

"que no pregunte, que no pregunte..."

-Yo tengo una pregunta.

Toda la clase se dirigió de golpe a donde estaba Drogo y yo me di fuerzas internamente.

-Soy toda oídos-Dije amablemente

Él me sonrió y me miró con intensidad:

- ¿Es cierto que los gladiadores se bebían la sangre de los gladiadores que mataban?

Me quedé muda, pero ¿qué pregunta era esa?

Estaba segur a que quería poderme nerviosa.

No iba a conseguirlo, yo siempre tengo respuestas para todo.

-Es cierto, la razón es porque se creía que se recibía la fuerza vital de la persona propietaria de dicha sangre. También esa sangre se comercializaba ya que los romanos pensaban que curaba la epilepsia.

Drogo se quedó mudo; intentó cuestionar mis conocimientos y le salió caro. En el despacho iba a recibir su merecido: se le iba a quitar las ganas de fastidiarme o mandarme mensajitos pervertidos.

La clase finalizó sin más preguntas estúpidas; lo único que tuve que aguantar era el avasallamiento de miradas de Drogo y Loan entre otros.

Al menos se les quitaron las ganas de hablar.

Mientras recogía mis cosas, un boli se me cayó al suelo y noté como alguien me daba una palmada en el trasero.

"¿Pero QUIEN ME HA TOCADO EL CULO?"

Pero al girarme estaba sola en clase, así que me resigné y fui hirviendo de la ira hasta mi despacho.