CAPÍTULO 43
Episodio cargado de emoción(L)
-Todo empezó aquella noche de Halloween. La fiesta se extendía hasta el amanecer y todos los estudiantes estábamos bebidos hasta el extremo. Apenas era consciente ni de la hora que era o de donde estaba; recuerdo estar rodeado de mujeres bailando pegadas a mí mientras que seguía bebiendo. Yo siempre he sido un mujeriego, nunca me he comprometido con nadie pero siempre he sido sincero; siempre he dicho sin compromiso. No quería ilusionar a las que se acostaran conmigo; no soy tan cabrón como tú te piensas. Me sentía solo y esa era la manera de llenar ese vacío aunque fueran unas pocas horas.
Entre la masa de mujeres que se contoneaban contra mí, estaba Rebecca. Era la hermana de nuestro profesor Sebastián y era la favorita de todos los profesores. Era la típica chica buena que no se metía en líos, ni siquiera bebía alcohol. Comenzó a juntarse con Samantha y otras malas compañías que le aconsejaban que si, sentía cosas por mí, debía de volverse una rebelde.
Aprovechó la fiesta para, básicamente provocarme y acostarse conmigo. Yo no le hice ascos al ofrecimiento, era bonita pero no era mi tipo. Pero como te dije antes, era un parche contra la soledad y llegaba a un punto que mis criterios eran bastante bajos. Terminamos en el lavabo de chicas; fue rápido y sin sentimientos como siempre; pero no lo fue así para ella.
Para ella fue como una inyección de magia, una esperanza vana y vacía que ella misma alimentaba. En ningún momento le dije de ser algo más, solo le dije que podría ofrecerle una pequeña compañía de cama de vez en cuando. Ella aceptó aún sabiendo que yo no sentía nada por ella y que no deseaba tener algún tipo de relación. Ella comenzó a obsesionarse, a inmiscuirse en mi vida como si se tratase de mi novia. Se colaba en la mansión e incluso en mi cuarto. Delante de todos decía que era mi novia aunque no lo era así.
Decidí que ya era hora de hablar con ella y de cortar todo aquello. No deseaba tener nada con ella, ni siquiera quería compartir intimidad con ella. Cuando quedé con ella en el campus, comenzó a enloquecer al decirle que no quería volver a verla. No lo comprendía, ella misma se inventó una relación que no existía y que no iba a existir jamás.
De la noche al día, ella dejó de asistir a la Universidad. Ya nadie la veía pasear por la calle o por las tiendas; era como si la tierra se la hubiese tragado. Entonces, Jones comenzó a cogerme manía, no atendiéndome en clase cuando necesitaba ayuda o bien imponiéndome castigos sin haber hecho nada. Un día me harté y le pregunté qué era lo que le pasaba conmigo, que yo no había hecho nada para que él me tratara así. Entonces me dijo que sabía lo de Rebecca, lo que le hice y la forma que le hundí la vida. Para empeorar las cosas, Sebastián comenzó a meterle miedo diciendo que yo era un vampiro. Aquella noticia cayó sobre ella con mucha violencia y terminó de enloquecer. Se sentía sucia y asqueada por haber estado con alguien como yo.
Tuvieron que ingresarla debido a sus autolesiones. Comenzó a tener ataques psicóticos pensando que yo alguna noche entraría por la ventana y la desangraría viva. Sebastián contribuyó a que su hermana enfermase del todo, si la hubiera apoyado y llevado al psicólogo se hubiera cuidado con terapia, pero tuvo que meterle miedo para que ella me olvidase por las malas. Ya ves que Jones no es tan santo como intentó hacerte ver y yo tampoco lo soy,Sun. Hice muchas tonterías en el pasado por el miedo a sentir la soledad sobre mí. Pero ya no me siento solo, siento que estoy completo y feliz. Te tengo a ti y no puedo estar más agradecido por ello. Espero que puedas perdonarme, que puedas perdonar lo idiota que fui en el pasado contigo; créeme cuando te digo que no sé ser un buen novio porque nunca lo he sido. No puedo jurarte no cometer alguna tontería de vez en cuando, pero lo que si te juro es que te amaré siempre y te seré fiel; ya no tengo motivos para no serlo. No tengo motivos para encontrar el calor en otras que no sean tú. Eres el motor que mueve mi vida, los hilos que me mueven a ser mejor para ti; para que estemos juntos y felices. Quiero que me aceptes, que tú seas mi sol de día y yo ser tu luna de noche. Quiero que seas mía para siempre y que no dudes jamás de lo que te amo y lo que te desea cada fibra de mi cuerpo. No deseo ser tu novio, quiero ser el pedazo de tu alma buena y bondadosa que te falta, el que te tome de las manos en las buenas y en las malas. Deseo darte mi pasado y que tú me aceptes en tu presente y futuro.
De entre sus bolsillos, él sacó una especie de chapa con un nombre grabado y desgastado. Abrió mis manos y me la dio con una expresión cargada de amor.
-Aceptaste a Drogo Bartholy, el vampiro, espero que aceptes a Drogo Bauer el humano.
-Por supuesto que te acepto-Dije con la voz temblorosa.
Él me tomó entre sus brazos, abrazándome con más fuerza que nunca. Nos besábamos como dos dos amantes que llevaban toda una vida sin verse. Lo tenía, era Drogo en cuerpo,alma y esencia y no podía amarlo con más fuerza. Se puso de pie conmigo en brazos con una enorme sonrisa.
-Y ahora lo prometido es deuda, ahora voy a demostrarte lo mucho que te amo sin necesidad de usar las palabras.
Comenzamos a reír como dos tortolitos que comienzan su luna de miel. Conforme subía un peldaño de la escalera mi corazón se aceleraba con mi mirada puesta en aquellos trozos de ámbar.
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