CAPÍTULO 40
Y otra bomba cae en esta historia,¡Se complican más las cosas!
El amanecer ya estaba despuntando y no era porque yo lo viera sino porque Melisa lo sabía. Ella me dijo que me esperaría en la noche para seguir investigando el pueblo y sacar pistas de cualquier rincón, yo por mi parte, investigaría sobre Viktor Bartholy. Debía de quedarme en otro sitio, ni loca volvería con Jones o con los Bartholy; ahora mismo no podía confiar en nadie.
Aunque Peter era confiable no sabía hasta qué punto; me sentía terriblemente decepcionada. Melisa me enseñó a como volver a subir por el tronco del árbol. Aquel ascensor mágico era genial y me sentía con fuerzas para aprender a controlar mi magia; tenía la sensación de que me haría falta.
Era evidente de que iba a necesitar a mi abuela para ello; era la única de la familia que sabía manejar la magia.
Conforme iba ascendiendo por el tronco me sentía en tensión. Estaba completamente incomunicada; mi teléfono estaba en casa de Jones y apenas tenía unos billetes en el bolsillo. Al menos en la noche podría descansar en el pueblo de las brujas, pero el resto del día no sabía que podría comer.
Puse un pie fuera de aquel tronco y miré al cielo; los tonos rojizos y amarillos anunciaban un nuevo día. Caminé con mis piernas como flanes ya que no había descansado apenas y sentía una gran pesadumbre al saber que tendría que ir andando a la biblioteca. Respiré hondo pensando en el día que se me acercaba y me di fuerzas mentales, dándome yo misma unas palmadas en la espalda.
DROGO
Después de rastrear cada palmo del bosque y cada zona de los alrededores durante toda la noche, no encontramos absolutamente nada que pudiera indicarnos donde estaba Sun. Volvimos a la mansión con intención de tomar unas bolsas de sangre y trazar otro plan de búsqueda para peinar otra de las zonas de la ciudad. Pensamos en ir a los hospitales a preguntar por si había tenido algún accidente y también a la policía por si hubieran recibido alguna noticia sobre una joven extraviada o herida.
Mientras que estábamos en el salón, mi teléfono sonó. Era un número desconocido, lo que me hizo fruncir el ceño.
-Hola Drogo soy Jung, la madre de Sun. La he estado llamando y no me cogía el teléfono y verás...debo de hablar con ella de un asunto muy importante.
-¿Puedo saber de qué trata?
Escuché suspirar a Jung al otro lado de la línea como si tuviera que decir algo realmente duro.
-Hay algo que no le dije a Sun nunca; ni siquiera mi madre Lele lo sabe. Yo pasé mucho tiempo fuera de casa, decidí estudiar fuera de Corea para cambiar de aires. Por aquel entonces, llevaba solo dos años con el padre de Sun; él se quedó en Busan y yo me fui un año entero a estudiar en el extranjero. Durante ese año comencé a conocer gente y un chico me llamó la atención. Después de tontear pues...pasó lo que pasó y...me quedé embarazada. En todo ese año, me plantee abortarlo, pero decidí que iba a darlo en adopción porque solo tenía 18 años por aquel entonces. Ese secreto...me ha perseguido durante muchos años, y ahora que hace poco mi marido me engañó con otra, me siento en la obligación de que al menos mi hija Sun sepa que tiene una hermana mayor en el mundo.
Estaba helado, perplejo ante aquella confesión.
-Por esa razón perdoné a Hyun; yo lo engañé antes a él, al menos él tuvo sus razones. Yo fue porque era una chica alocada en aquel entonces y cometí ese error. Tengo la dirección de sus padres adoptivos y me gustaría que vosotros la acompañéis para conocerla...significaría tanto para mí que no os lo imagináis.
-Por supuesto que lo haremos, ¿Cómo se llama?
-Se llama Hyemi y tiene 4 años más que Sun. Es tan bonita...tan inteligente...tengo las fotos guardadas para que nadie las encuentre. Por favor, no le digáis a nadie hasta que yo hable con el resto de mi familia. Va a ser duro pero la mentira te va destruyendo poco a poco y no quiero que mi pequeña viva en una mentira; quiero que sepa que tiene una hermana en la que confiar.
-De acuerdo, estaremos en contacto Jung.
-Gracias por entender Drogo.
Cuando colgué el teléfono, mis hermanos esperaban expectantes el saber el motivo de la llamada de la madre de Sun. El saber que ella tenía una hermana complicaba las cosas porque ella tenía ahora mucho que asimilar. El saber que es una bruja y que nosotros somos vampiros ya era demasiado, pero el saber que tiene una hermana mayor que quizás tiene poderes como ella quizás sería la culminación de la locura. Pero no podía ocultarle todo aquello; quería encontrarla, abrazarla con fuerza y besarla. Decirle que la amaba como un loco y que sabía que era el más idiota de los seres, pero que ella lo significaba todo para mí. Iba a ayudar a Sun porque la amaba, porque la quería a mi lado feliz, porque quería que su vida dejara de estar plagada de mentiras.
Iba a ganármela y esta vez como yo realmente era. No había nada que le fuera a ocultar, iba a conocer al Drogo que nadie conocía y le iba a demostrar que, a pesar de todos los errores que había cometido, mi pequeño corazón muerto podía latir gracias a ella.
Hyemi en la foto de arriba (L)
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