CAPITULO I
— HUÉSPED INESPERADO —
Era una noche de verano un poco inusual en Valle de Godric, afuera llovía a cantaros y en el cielo nocturno las nubes no dejaban observar las estrellas y la luna.
Kaia Potter se encontraba leyendo un libro, esperando que el sueño se apodere de ella, podia escuchar las gotas de la lluvia rebotar en su ventana, hasta que un ruido poco común la saco de su concentración, haciendo que dejara su lectura para otro momento, escucho pasos acercandose a su habitacion y despues observo a su hermano James abrir la puerta.
— ¿Escuchaste? — le preguntó su hermano mientras se revolvia el cabello.
— Pense que habias sido tu, ya que nuestros padres dijeron que regresarian mas tarde — le respondió Kaia mientras se ponia de pie, pero se volvio a escuchar un ruido mas fuerte — toma algo para defenderte.
Kaia tomo la lampara de noche que tenia a lado de su cama y salio de la habitacion siendo seguida por su hermano, bajaron las escaleras y vieron la silueta de una persona reflejarse en la puerta principal, ella se acerco rapidamente esperando que la otra persona dijera alguna palabra pero al no escuchar nada, Kaia abrio la puerta y sin pensarlo arrojo la lampara hacia la persona que se encontraba afuera.
— ¡¡SIRIUS!! — grito James y rapidamente lo ayudo a levantarse y fue el momento donde Kaia se dio cuenta que no era ningun peligro.
— Eres tu. — Fue lo unico que dijo la pelirroja.
— Soy yo — dijo Sirius mientras tenia su cabeza entre sus manos.
— ¿Que te sucedio? — escucho que James le pregunto a el primogenito de los Black, pero para Kaia no era algo que le interesara, solo dio media vuelta y regreso a su habitacion, solo logro escuchar que discutio con su madre y abandono la noble mansion Black.
Kaia iba por la mitad de las escaleras cuando recordó dos pequeños detalles y decidio regresar sobre sus pasos, llego al salón donde vio a James hablando con Sirius.
— ¿Que haces aqui y a esta hora? — pregunto Kaia.
— Mi madre enloquecio y tome la decisión de escaparme — respondio Sirius reluciendo el chichon de su frente.
— Tengo entendido que tienes hermanos, ¿Como se llaman? ¿Reginald?, ¿Marie?, ¿Roger?, ¿Marissa?, ¿Ram...
— Maia y Regulus — respondio James interrumpiendo a su hermana.
— Regulus y Maia, ¿Cual es la razon por la cual no quisieron abandonar junto a ti su casa? — le dijo Kaia y noto que dio justo en el clavo, ya que Sirius volteo a ver a James mientras pasaba dificilmente saliva. — Veo que te dignaste a abandonarlos en ese... lugar — decia la pequeña Potter mientras cruzaba los brazos.
— Ellos no hubieran querido venir... — empezo a decir Sirius pero Kaia lo interrumpio.
— No pasaba nada si les hubieras comentado, osea si James me llega a abandonar en un hogar donde es un verdadero infierno, creeme nunca lo perdonaria. — Sirius se estaba preparando para hablar pero Kaia siguió hablando. — Y tal vez, me dices que solo era un infierno para ti, pero imagina el peso que caera sobre ellos desde este momento.
Kaia termino de hablar y solo dio media vuelta para regresar a su habitación, subió las escaleras y al llegar cerró la puerta.
No tenía ganas de retomar su lectura así que solo apago las luces y decidió que lo mejor era dormir. Mañana sería un día pesado, tenían que hablar con sus padres sobre la situación de Sirius o mejor dicho, el debería hablar con ellos, aunque no es problema, Fleamont y Euphemia Potter adoran a Sirius, Remus y Peter, son como hermanos para James y los consideran sus hijos, más no son hermanos para Kaia, ella no soporta el humor tan raro que tienen, ni tampoco las bromas que realizan.
Kaia trato de dormir pero la incertidumbre de tener a Sirius en su casa es demasiada, siente pena por ¿Reynaldo y Martha?, ya ni recuerda sus nombres, siente pena por los Black, debido a que no sabe a que tipo de situacion se estan enfrentando a ser los unicos herederos de la casa Black y los unicos que podrian dejar legado, debido a que Sirius ya debio ser borrado del arbol familiar.
Sirius suele hablar sobre los problemas familiares cuando visitaba la casa de los Potter, Euphemia le daba palabras de animo y Fleamont le recordaba que esta era su casa, pero se lo tomo muy enserio, porque llego con todo y baul.
La Potter chica no noto cuando el sueño empezo a vencerla y de un momento a otro cayo en un mundo completamente diferente, un mundo al que llamamos, el mundo de los sueños.
Al despertar al dia siguiente noto que el cielo sufria los estragos de la noche antrerior, se encontraba nublado y no se asomaba ni un solo rayo de sol, en el suelo se podia encontrar gran cantidad de charcos de lodo. Se levanto para empezar otro dia aburrido con la misma rutina monotona de sus vacaciones de verano, bajo para desayunar y noto que ya se encontraban todos en la mesa y simplemente tomo asiento dando los buenos dias.
-— ¿Cuando llegaste Sirius? — pregunto la matriarca de los Potter, James abrio los ojos como platos y Sirius solo abrio su boca sin saber que decir, Kaia solo sonrio disimuladamente mientras desayunaba.
— Veras mamá... Sirius llego durante la noche de hoy... digo ayer y y sabes como todos... — Sirius solo asentia a las palabras de James las cuales no sonaban muy creibles.
— Sirius abandono la mansion Black — solto Kaia de una, debido a que James ya la estaba frustrando dando vueltas a algo tan simple, James y Sirius voltearon a verla cuestionandola con la mirada, su madre solo alzo las cejas mientras su padre tenia cara de confusion.
— Decidiste abandonar tu hogar — dijo Fleamont y Sirius temio que lo regañara por tal irresponsabilidad — muchacho te estabas tardando, no entiendo como soportaste tanto años.
Sirius, James y Kaia quedaron con la mandibula descolgada debido a la respuesta inesperada, Euphemia solo sonrió ya que Sirius no sufriría más maltratos por parte de su madre.
∆∆∆
Regulus Black
En la mansión Black se sentía demasiada tensión, debido a los acontecimientos de la noche anterior, Regulus solo recuerda cómo su hermano bajaba con su baúl las escaleras sin dedicarles una ultima mirada a el o a Maia, abandonando así la mansión y a su vez, a ambos.
Sirius no los miro en ningún momento, no noto la tristeza que llenaban los ojos de Regulus al ver que los dejaba, sin preguntarles si les gustaría ir con el. Sirius simplemente tomó todas sus cosas, salió de su habitación y bajo las escaleras, sin despedirse.
Esa misma noche tanto Maia como Regulus vieron como sus padres borraron el rostro de Sirius del arbol familiar mientras lo maldecian. Kreacher, su elfo doméstico, solo subió a decirle que su madre organizaría una cena. Tal cena solo era para recordarle sus obligaciones ahora que eran los herederos de la fortuna Black, diciéndoles que no contraerían matrimonio con cualquiera, ya que debía continuar con el legado y también, toda la carga caería sobre los hombros de Regulus más que en Maia, con solo 15 años lo están preparando para servir a las filas de un nuevo mago tenebroso que les promete eliminar a todo aquel no digno del mundo mágico, los llamados hijos de muggles.
— Regulus — escuchó el grito de su madre — ven aquí.
Regulus obedeció y se dirigió hasta la planta baja, para saber cuál era la orden de su madre.
— Me gustaría que hoy asistieras a la reunión de mortifagos junto a Lucius, dice que fácilmente podría conseguirte un puesto — le decía su madre con una sonrisa.
— Madre, tengo quince años, me gustaría unirme pero cuando cumpla los 16.
— Quiero que lo hagas ahora, debes tomar el lugar de ese traidor.
— No es mi obligación madre y tampoco la de Maia— Regulus solo le dijo eso y subió a su habitación, no quería discutir con su madre, el no debe tomar el lugar de Sirius. No lo debe hacer y mucho menos ahora.
Su madre estuvo exigiendo su presencia por más de dos horas, pero Regulus se rehusó, ya que sabía que lo llevaría a dicha reunión y el por el momento no quiere preocuparse por algo a lo que se dedicara toda su vida, quiere mantener la calma para tratar de realizar sus timos exitosamente. Esta por entrar a su quinto y quiere disfrutarlo, aun después del abandono y discusiones que han azotado la mansión.
Maia y el se protegen mutuamente, saben que no deben dejar al otro solo y eso es lo que ambos hacen, ella no se va por Regulus y el solo le recuerda a su madre que deje a Maia de lado, que simplemente no la obligue a casarse con alguien que no la merezca.
∆
Kaia Potter
Ya paso una semana desde que Sirius llego a la mansión Potter y todo parece estar bien, a excepción de los ataques a familias muggles, el profeta esta repleto de información y confirman, que los hijos de muggles están en grave peligro. El mundo magico empieza a volverse peligroso poco a poco, de eso no hay duda.
Kaia bajo a tomar agua y cuando estaba terminando el liquido que albergaba el vaso, llego una lechuza y rapidamente tomo las cartas, observo que eran de Hogwarts y solo tomo la suya guardandola en la bolsa de su vestido y subio a entregarle el monton de cartas a James, no se tomo la molestia en revisarlas.
Al llegar a la habitación de James, escucho mas ruido de lo normal y eso solo significaba una cosa: los merodeadores, Kaia resoplo y abrio la puerta de la habitación de su hermano, cuatro cabezas se voltearon rápidamente y Kaia solo lanzo los sobres hacia James.
— Acaban de llegar, supongo que vienen la de los chicos tambien - dijo Kaia mientras volvia a cerraba la puerta para dirigirse a la recamara de sus padres para informarle sobre la llegada de las cartas de Hogwarts. Al llegar a la puerta de la habitacion simplemente toco la puerta y escucho el "adelante" de su madre del otro lado y ella entro a la habitacion.
— Mamá han llegado las cartas — le dijo Kaia mientras se recostaba sobre la cama a un lado de ella.
— Eso es bueno — al terminar de decir eso se escucho un grito desde la habitacion de James — Veo a James mas contento cuando esta con los chicos, ¿Si sabes que tu tambien puedes traer amigos a casa, verdad? — pregunto su madre y Kaia solto una risa.
— Madre, nadie ha sido lo suficiente para que yo pudiera llamarlo "amigo".
Y era cierto, Kaia no considera a nadie amigo solo son sus compañeros y solo eso, la mayoría suele acercarse a ella para poder tener pase directo con James pero se llevan la desilusión cuando notan que ella no es tan cercana a los merodeadores porque odia el ego innecesario de Sirius y James. La desilusiono cuando todos se acercaban hacia ella por "ser hermana de el grandioso James Potter", pero después se mentalizo que a Hogwarts ella va a estudiar y prepararse para el futuro esta por entrar a su quinto año y solo le quedarían dos años y guardaría todos los recuerdos de su vida académica en un baúl bajo llave dentro de su mente.
— Iré a mi recamara — y con eso Kaia salio de la habitación de sus padres y se dirigió a la suya.
Los años en Hogwarts empezaron a ser mas llevadero cuando ella comenzó a escribir, esta redactando una historia sobre dos personas y que su amor florece en el resbaladero del parque, era irónico que ella siendo la persona mas antisocial y menos amorosa tenga el talento de escribir tales cursilerías.
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